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Turno de noche - por Alma Rural

Web: https://almaruralblog.wordpress.com/

La rodilla derecha estaba por completo descarnada. El brazo izquierdo presentaba un corte profundo con la carne desgarrada. Los dedos de las manos parecían que estuvieran todos rotos. En los años que llevaba en el servicio de urgencias Ismael había visto casi de todo pero jamás una carnicería como aquella. Sabía que la víctima no estaba muerta porque sino no le habrían llamado a él. En su lugar estarían los del Anatómico Forense haciendo su trabajo. Por más que pensaba, no tenía ni idea de cómo la mujer que estaba allí tirada inconsciente sobre un charco de sangre podía estar todavía viva.

La única parte del cuerpo de la mujer que permanecía intacta era su cara, un rostro delicado de piel muy blanca, con una boca pequeña de labios finos y unos ojos también pequeños y rasgados. Pese a lo dantesco del escenario, a Ismael le pareció una mujer muy bella. Con disimulo sacó su móvil del bolsillo del pantalón y enfocando hacia la cara le sacó una foto antes de que nadie pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo.

No fue hasta horas más tarde, después de acabar su turno de trabajo, cuando se permitió el lujo de volver a sacar su móvil del bolsillo para observar la imagen robada. En verdad era muy hermosa. Para entonces ya sabía que la mujer era natural de Japón, de nombre Akane y que se dedicaba al modelaje de prendas de alta costura para una firma francesa con una sucursal en la ciudad. Lo que Ismael no había podido sonsacar a los policías era qué había ocurrido para que una mujer como aquella pudiera acabar de semejante manera.

Al día siguiente Ismael volvía a tener turno de noche pero antes de irse a dormir quería dejar el tema de Akane zanjado. Había buscado el significado de ese nombre en internet: “rojo brillante”. Al leerlo Ismael había recordado la escena que se había encontrado al llegar al piso. Todo era rojo brillante. La sangre estaba esparcida por el suelo formando un pequeño lago rojo sobre el que estaba el cuerpo casi sin vida de Akane.

Al llegar a la tienda de revelado de fotos Ismael sacó su móvil del bolsillo, se lo entregó a la dependienta pidiéndole que le revelara la foto de Akane. Mientras tanto buscó entre los estantes de la tienda un marco que le resultara adecuado para enmarcar el retrato de la mujer. Encontró uno de aspecto frágil, como si fuera de porcelana, en tonos azules, como los ojos de Akane. Era el marco perfecto.

Con todo resuelto Ismael sintió que ya podía regresar a su casa a dormir. Estaba muy cansado. La noche había sido agotadora. Ocuparse de los comas etílicos de cuatro borrachos nocturnos o de las heridas por arma blanca producidas en alguna pelea callejera eran cosas a las que ya estaba acostumbrado. Pero ver escenas como las de Akane era algo a lo que jamás se terminaría de acostumbrar.

Cerró tras de sí la puerta de su casa. Por fin estaba en la seguridad y la tranquilidad de su hogar. Necesitaba una ducha antes de acostarse. Se sentía sucio después de todo lo vivido esa noche. Antes de meterse en la cama regresó a la entrada de la casa. Allí había dejado la bolsa que contenía la foto enmarcada de Akane. La sacó de la bolsa, miró el rostro de la mujer que estaba como dormida y se la llevó a su cuarto. Abrió las puertas del armario empotrado, deslizó la ropa que había colgada hacia uno de los lados y empujó el fondo del armario. Se abrió entonces un hueco por el que entraba una persona sin problemas y que daba a una habitación secreta.

Ismael entró en el pequeño cuarto, se situó en el centro y girando sobre sí mismo comenzó a observar las fotos que tenía colgadas por las paredes buscando un espacio en el que colocar el nuevo marco que tenía entre sus manos. Allí estaban todas las otras mujeres que tampoco quisieron saber nada del amor que les ofrecía. Al final Akane tampoco quiso saber nada de él. Pero ahora su rostro angelical dormía para siempre sobre la pared de su cuarto secreto entre sus fotos del turno de noche.

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11 comentarios

  1. 1. Henar Tejero dice:

    Hola Alma Rural,
    Tu relato se lee de tirón, esperando llegar al final. Es increíble el giro que das al final y que para mí era inimaginable. Te felicito por ello. Se ve que no nos podemos fiar de nadie, aunque creamos conocer a las personas.
    Bien redactado con un fondo intrigante.
    Me ha gustado mucho.
    Nos leemos!!!

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 12:31
  2. 2. López Conesa dice:

    Vaya, de un tipo normal de urgencias a un psicópata. Esta muy bien redactado y me gusta como tiras de la manta poco a poco. Esta todo muy bien detallado. Buen trabajo!
    Un saludo, te dejo mi texto por si te apetece pasarte https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8677

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 12:44
  3. 3. Alma Rural dice:

    Gracias Henar y López por vuestros comentarios.
    Veo que he conseguido sorprenderos con el final de mi relato. Lo escribí con esa idea y parece ser que lo que logrado. Esto me alegra.
    Un saludo para los dos.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 20:35
  4. 4. Luna Paniagua dice:

    Vaya, está claro que hay quien no acepta un no… Muy bueno, al comienzo parece que va a ser de suspense, luego romántica, y termina con ese magnífico giro. ¡Muy bueno! Y muy bien escrito. Me ha gustado mucho. Un beso.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 23:19
  5. 5. Alma Rural dice:

    Gracias, Luna.

    Me alegra que te haya gustado mi relato. Viniendo de ti esas palabras me llenan de satisfacción.

    Un beso.

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 12:07
  6. Hola Alma

    Me ha gustado mucho tu relato, además está bien planteado y lo has escrito de forma clara y concisa.
    Justamente por eso quisiera hacer un apunte que, en mi humilde opinión, podría mejorarlo:

    El tercer párrafo puede llevar a engaño pues, al leerlo, uno se hace a la idea de que Ismael no conocía a la mujer:

    “No fue hasta horas más tarde, después de acabar su turno de trabajo, cuando se permitió el lujo de volver a sacar su móvil del bolsillo para observar la imagen robada. En verdad era muy hermosa. Para entonces ya sabía que la mujer era natural de Japón, de nombre Akane y que se dedicaba al modelaje de prendas de alta costura para una firma francesa con una sucursal en la ciudad. Lo que Ismael no había podido sonsacar a los policías era qué había ocurrido para que una mujer como aquella pudiera acabar de semejante manera”

    Yo creo que podrías dar toda esa información sin crear falsas pistas si la introduces en el siguiente párrafo, en el piso de la víctima, con paredes rojas y un cartel publicitario en el se lea: Arkade, la joven japonesa que viste de glamour a las occidentales y no comentes que no ha conseguido sacar información a la policía.

    Un buen trabajo. Enhorabuena

    Saludos

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 13:39
  7. 7. marazul dice:

    Hola Alma: realmente consigues despistar al lector. Nos llevas por donde tú quieres para terminar sorprendiéndonos de verdad. Eso es una técnica y lo mejor de tu relato. El hecho de la foto a la moribunda ya me puso un poco en guardia, se trataba de un tío rarito…pero nunca que lo fuese tanto.
    Formalmente lo veo bien.
    Ahora me quedo pensando: y si la chica no muere…podrá testificar. Uffff…ve escribiendo una segunda parte, por favor.
    Un buen relato, Alma

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 21:53
  8. 8. Alma Rural dice:

    Gracias, Paola, por tu comentario.

    La verdad es que tu opinión sobre el tercer párrafo me ha puesto a pensar. Por una parte doy pistas, pero no falsas. Ismael no sabe el nombre de su víctima ni a qué se dedica, y al mismo tiempo así voy despistando al lector para intentar que al llegar al final del relato se lleve una sorpresa con el giro que doy al relato.

    Pero por otra parte, me gusta la idea que me das. El cartel publicitario en la pared con los datos de Akane es un detalle que me gusta. Tengo que darle alguna vuelta a tu idea, Paola. Gracias por compartirla conmigo.

    Un beso, compañera.

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 10:54
  9. 9. Alma Rural dice:

    Gracias, marazul, por tu comentario.

    ¿Te imaginas que la víctima llega a testificar? Sí que parece que he dejado la historia abierta. Quién sabe, tal vez haya segunda parte en un futuro próximo.

    Un beso, compañera.

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 10:57
  10. 10. Thomas Carnacki dice:

    Hola, Alma.

    Relato de lo más trepidante. Con un excelente ritmo y una redacción prolija y sugerente. Has logrado facilmente atrapar al lector a tráves de todo el texto papa meter de manera imprevita ese giro argumental de cierre: te ha quedado de perlas. Jusamente del protagonista es de quien en todo caso sospeche algo semejante. Eso quiere decir que tu intención tuvo sus frutos (almenos conmigo) Felicitaciones por tu trabajo, hasta la próxima y que sigas mejorando 😉

    ¡Nos estamos leyendo!

    Escrito el 25 noviembre 2017 a las 22:48
  11. 11. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola Alma Rural, como decimos por aquí: vaya pajarito Ismael!. Has contado de tal forma la historia que engancha y he de decirte que no he sospechado que era él, el asesino. Es decir el final ha sido para mi una sorpresa. Enhorabuena, me ha gustado mucho. Nos leemos en el próximo. Un abrazo.

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 18:00

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