Literautas - Tu escuela de escritura

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Rafa y la oscuridad - por LauraR.

El niño corre entre los autos estacionados, esquivando las mangueras de los surtidores, los envases abandonados de combustible y los papeles que cubren el suelo. El corazón salta en su pecho. El sudor le pega la remera al cuerpo. El Chino lo sigue, entre ladridos y jadeos.
Da la vuelta al estacionamiento de la gasolinera y se encuentra con el depósito donde se guardan los trastos.
La cadena que lo asegura deja una pequeña brecha. Sin pensarlo, pasa su cuerpecito menudo por ella.
Respirando con dificultad, acomoda sus ojos a la oscuridad. Camina con piernas temblorosas por el esfuerzo reconociendo juguetes viejos, herramientas inútiles, el tractor de cortar el pasto, un motor que se niega a la vida a pesar de ruegos y maldiciones….
El corazón se le paraliza cuando pisa un objeto que sale rodando. Es uno de sus autitos.
— Rafaaaa —canturrea Martín asomando por la abertura de la puerta.
Rafa se paraliza. Corre hasta el fondo. Hay un armario. Lo abre. Está ocupado por escobas y trapos sucios. No importa. Seguido por el perro, entra y cierra la puerta, trabándola con un alambre.
El ruido de maderas astilladas le indica que su perseguidor ha logrado entrar al depósito. Rafa se encoge en el armario y cierra los ojos. Martín lo llama con distintos tonos de voz. Rafa no responde, rezando para que su madre se percate de su ausencia y lo salve.
Escucha cómo Martín golpea los trastos acumulados, acercándose al fondo del depósito. ¿Nadie escucha nada? Su corazón bombea enloquecido, no se atreve a gritar aunque sabe que será hallado tarde o temprano.
Martín descubre el armario cerrado, pero no puede abrirlo. La resistencia inesperada lo enfurece. El viejo mueble resiste su ataque.
Rafa cierra con fuerza los ojos y se tapa los oídos. El perro ladra furioso. Un infierno de gritos y golpes se desata en el depósito. Luego de un tiempo interminable se hace el silencio. Rafa escucha la respiración agitada de Martín. El Chino, asustado, gime suavemente a su lado.
— Salí, Rafa. Aquí está Margarita, tu novia.
Rafa sabe que es una trampa. Margarita jamás iría con Martín.
— Se está haciendo de noche… Y de noche salen los muertos …—agrega Martín con voz tétrica. — ¿No vas a salir?
Rafa no responde.
Pasado un tiempo, un silbido tranquilo indica que Martín se aleja. Rafa suelta el alambre pero la puerta no se abre. Algo parece trabarla. Grita. Nadie lo escucha. Desolado se sienta a llorar.
No entiende por qué lo persiguen. Él, el niño de diez años que todavía no logra escribir su nombre, el niño que no logra cerrar la O ni hacer letras bonitas como los demás. No tiene idea de por qué Martín se ensaña con él. Tan sólo Margarita lo defiende de los ataques. Margarita…
Pensar en la muchacha le arranca nuevos sollozos. Le dicen que le faltan seis años para llegar a su edad. Es decir que dentro de seis años va a tener la misma edad que ella. Ahí sí podrían ser novios y luego casarse. No entiende por qué todos se ríen cuando lo dice. ¿Es tonto, como todos le dicen? ¿Por qué no es como los demás?
Rafa llora en silencio, abrazado al cuello de su perro. No quiere que los muertos lo coman, quiere casarse con Margarita…

Microscópicas partículas flotan en un río de luz que se filtra por la abertura de la puerta.
Rafa fija su mirada en una de ellas y la ve. Es Margarita, vestida como princesa, con su varita mágica y un increíble vestido.
—Te estaba esperando —le dice Margarita. Y un mundo soñado se abre a sus pies.
Rafa mira a su alrededor. Ha desaparecido la oscuridad. El cielo es de un inmaculado celeste. La hierba es una alfombra con algunas gotitas de rocío.
Pequeños seres alados los acompañan. Bajo un árbol los espera una cesta con sus sándwiches favoritos.
Entrecierra los ojos, y descansa. Cuando los abre, de nuevo está en el armario, con el paciente perro a su lado, mientras su madre lo rescata.
Sus cuerpos se hacen uno, sus lágrimas se mezclan.

Esa noche la luna parece más brillante que nunca. Un objeto flotando atrae su atención. Es una pluma. Mirando fijamente en ella al trasluz, Rafa vuelve al mundo donde Margarita es una princesa y él es el rey. La guarda bajo la almohada.
Arrullado por la voz de la princesa Margarita, Rafa por primera vez duerme sin miedo a la oscuridad, sin miedo al mañana.

Comentarios (68):

Patricia Redondo

17/11/2017 a las 14:00

¡Que hermoso! ¡Que buen texto! Y que bueno el final. Andaba asustada ya eh ? pensando en ese drámaticio final de Rafa en el fondo del armario. Menos mal que me lo has rescatado.

Precioso el detalle del niño pensando que cuando crezca va a ser de la misma edad que su amada 🙂 , los niños son asi …

Ni quito ni añado nada a un texto redondo.

Enhorabuena, nos leemos!

Amilcar Barça

17/11/2017 a las 17:43

El miedo nos hace a veces ver obstáculos que no existen, pero por si acaso, tomemos precauciones. Bien Laura

amadeo

18/11/2017 a las 00:46

Laura: me gustó tu texto. Buen final (no el clásico y esperado encierro con muerte incluida) Solo dos observaciones: 1.- ¿Quién es Martín? No lo ubiqué. 2.- Creo que hay demasiados gerundios. Molestan
Felicitaciones y gracias por tus comentarios a mi cuento. El límite de las 70 palabras, me obligan a ser conciso. Gracias.

María Kersimon

18/11/2017 a las 15:10

Hola Laura,
tu estilo de una gran delicadeza y ternura hace que uno vuelva a tomar contacto con las percepciones, alegrías y temores de la infancia. El mundo bajo tu pluma se transfigura, se desdibuja por un momento y logras transportar al lector al territorio encantado de la magia.
Saludos.

Isabel Veiga

18/11/2017 a las 17:49

Un relato de miedos e inocencias que todavía no entienden el mundo. Me ha gustado.

Al principio pensaba que Martín sería su padre o padrastro que quería pegarle o abusar de él. El hecho de que Rafa confiase en que su madre le rescataría es lo que me hizo pensar así.

Situar a unos niños en una gasolinera en esa situación me ha resultado un poco forzado. Tal vez una referencia indicando que sus padres trabajan ahí o algo así nos ayudaría a entender por qué están ahí. De todas formas quiero añadir que me doy cuenta de que puede ser un tema geográfico, es decir, tal vez en ciertos países o en un pueblo sea diferente que en otros países o que en las ciudades, así que entiendo que puede que ese escenario que para mí como lectora es forzado, no lo es en absoluto para quien escribe o para otros lectores. Es sólo la opinión de alguien no familiarizada con la vida en las gasolineras.

A mí también me alegra que Rafa fuese rescatado con vida.

En una segunda lectura más detallada me sobran algunas comas y puntos aparte, pero no estorbaron en la primera lectura general ya que la historia es interesante y la puntuación no llega a distraer, pero podría ser algo a tener en cuenta para futuros relatos.

Espero haber ayudado y muchas gracias por tus comentarios en mi texto -el número 53-.

Isabel Veiga

18/11/2017 a las 17:51

Perdón, mi texto es el número 52.

Eris

19/11/2017 a las 00:13

Hola. Me ha encantado tu texto, ya pensaba que pasaría lo peor en el final. Enhorabuena

Rafael

19/11/2017 a las 02:21

Jajaja pero Laura como pudiste achacarme en mi relato de Pepe que metía a 30000000 personajes si tu has hecho lo mismo jajaja.

También debes espaciar con intros los párrafos que si no se hace muy pesado.

El relato me ha gustado, me hubiera gustado un mayor protagonismo del perrito, pero está muy bien estructurado y con un lenguaje técnico que le queda como anillo al dedo, nunca mejor dicho.

Y yo hubiera piropeado más a la luna es la mayor fuente de poetas del mundo, haberle dedicado más cosillas bonitas 🙂

charola

19/11/2017 a las 03:17

Hola, Laura. Me encantó tu relato. Tratándose de un niño enamorado y un perro, tu texto mezcla ternura, imaginación y sentimientos con mucha delicadeza. ¡Enhorabuena!

Solo tengo que ponerte un pero en los diálogos:
Después de la raya de diálogo inicial no debe haber espacio. Espacio después de los tres puntos y luego la raya y al final la raya pegada a tétrica y después el punto.

— Se está haciendo de noche… Y de noche salen los muertos …—agrega Martín con voz tétrica. — ¿No vas a salir?
Debe ser:
—Se está haciendo de noche… Y de noche salen los muertos… —agrega Martín con voz tétrica—. ¿No vas a salir?

Felicitaciones por tu relato.

Sara Sierra

19/11/2017 a las 03:46

Hola Laura,

Gracias por leerme

Me a gustado mucho leerte, sobre todo la visión del protagonista, tan de niño que se angustia por ser perseguido y que finalmente encuentra su mundo, al cual acude para reconfortarse.Muy bonito.

Gail

19/11/2017 a las 07:05

hola Laura
Muchas gracias por pasarte por mi relato, y por tu lindo comentario.
tu relato me ha encantado, me gusta ese tipo de narracion, se me hace bastante fluida.
En un principio sentia la angustia del pequeño, el final fue un alivio.
La duda con la que me quedé es, ¿quién es Martín? Su abusador, debo suponer; en mi opinión aclarando ese punto, hubiera quedado mejor. Pero te lo repito, me ha encantado, tu relato es muy bueno.
Saludos <3

Laura

19/11/2017 a las 11:08

Muchas pero muchas gracias a todos.
El asunto de los guiones de diálogo siempre se me escapa. Gracias por los aportes.
Con relación a la ubicación en la gasolinera como lugar donde viven Rafa con su familia,y de Martín como el muchacho de la escuela que lo molestaba lo tenía tan claro en mi cabeza que no los indiqué adecuadamente.
El próximo espero indicar mejor esos detalles.
Nuevamente, muchas gracias.

ANGEL CLIMENT

19/11/2017 a las 11:15

Laura: Predcioso relato, después de todo lo que te han dicho que puedo decir yo. Me encanto y disfrute sigue adelante: Nos leemos-
Saludos

Lucy J.S

19/11/2017 a las 16:27

Hola laura, mucjas gracias por tu comentario a mi relato, me ha animado a seguir escribiendo.
Me gustó mucho tu historia, me hizo a acordar un poco a mí de niña. La inocencia y magia que transmite mezclado con la tensión de rafa le dan una trama muy interesente. Me encantó, sigue así!!!!

Earendil

19/11/2017 a las 16:42

Hola de nuevo Laura.
No encontraba tu relato, pues has firmado solo con el nombre de Laura y en el número uno hay otra. Menos mal que me acordaba del título, sino, no te encuentro.
¿Qué más puedo añadir a lo que ya te dijeron?
Enhorabuena otra vez.
Un saludo a Argentina desde España.
Un abrazo

isan

19/11/2017 a las 18:12

Hola Laura:
(del 53 jajaja) Más vale que lo has dicho, si no me voy a la casilla 1.
Me ha parecido un relato magnífico. Has mantenido la angustia desde la primera línea hasta el final en que su madre lo rescata. A mí no me parece que haya que explicar mucho sobre Martín. He intuido que podría ser el típico matoncillo de clase o del barrio que le gusta atemorizar. En cuanto a Rafa he visto una persona sensible, casi con certeza con alguna necesidad especial, tipo down, que se refugia en sus ilusiones para con Margarita. Tal vez el Chino podía haber intervenido algo más, tiene pinta de que siempre acompaña a Rafa.

Un placer leerte

Susana

19/11/2017 a las 18:55

Hola Laura!
Muchas gracias por leerme y por tu comentario!
Tu relato me ha encantado; desprende una gran sensibilidad y sobretodo me ha gustado el final feliz(creo que todos temíamos la tragedia). Con un estilo que me parece sutil y tierno consigues mantener la atención del lector hasta el final. Me ha gustado mucho!
Un saludo.

Susana

19/11/2017 a las 18:58

Hola Laura!
Después de todos los comentarios poco puedo añadir! Me ha gustado mucho el relato, con un estilo sutil y lleno de sensibilidad consigues mantener la atención del lector hasta el final.
Muchas gracias por leerme y por tus comentarios! Te seguiré leyendo!
Un saludo

Juan Stoisa

19/11/2017 a las 20:07

Hola Laura!

Antes que nada agradecerte por haber pasado al 74 (jaja). El relato es excelente. Se lee a ritmo atrapante y es muy visual, sentí ver a Rafa con la nitidez de una película. Para decirte algo no mas, concuerdo con isan con respecto a lo del Chino, lo nombras pero no juega un rol relevante en el relato (lo que es algo totalmente valido como decisión creativa) tal vez con algunas palabritas que lo describan o describan su vinculo con Rafa hubiera ayudado a crear esa una imagen del personaje.

Saludos, nos estamos leyendo! Un placer!

Erika Koh

19/11/2017 a las 20:20

Hola, gracias por comentar el mío (44), como los demás han dicho, no puedo aportar más que me encantó. Supiste muy bien usar este tipo de narración y tiempo (el cual no me gusta mucho) y me transmitiste lo que quisiste transmitir. Sentí miedo y angustia ya en la última parte pues pensé que se moriría el niño, qué bueno que fue así, aunque tampoco sería un mal final si quieres darle un toque más crudo, solo hay gustos para todo tipo. 😉
Aun así, me gustó mucho, lo de Martín que ya aclaraste, pensé que era un señor que abusaba niños y luego pensé que era producto de su imaginación, menos mal que lo aclaraste y no te preocupes, pasa que el escritor ya conoce demasiado bien el trasfondo de los personajes que olvida mencionarlo para que el lector se entere.
Y como todos han dicho ¡enhorabuena! ¡Felicidades! 🙂

Laura

19/11/2017 a las 21:14

Isan.
Comprendiste perfectamente a mi Rafa. Un niño con algún retraso en su desarrollo, con el perro como compañero de confianza. No estaba muy segura de su desarrollo.
Y con respecto a su abusador, no quería que fuese alguien de la familia ni que terminase mal.Ya demasiada violencia hay, en especial hacia los niños, para que yo agregue,aunque sea imaginariamente, más.

M.L.Plaza

20/11/2017 a las 02:03

Hola Laura.
Muchas gracias por leer mi relato y tus comentarios.
He leído varias veces tu relato y al final me decido a comentarte algo. Me parece una historia muy bonita y bien desarrollada. Lo que no me convence es el papel de la madre. Según cuentas, Rafa va a un colegio donde se burlan de él porque es retrasado. Supongo que la familia no tiene otra opción. Pero que Rafa sufra abusos de parte de Martín en su propia casa y su madre no se entere, me parece demasiado. Los padres son muy responsables de lo que les pasa a sus hijos.¿Por qué Rafa,que solo tiene diez años, no tiene confianza con su madre para decirle lo que le pasa? Pero, sobre todo, ¿cómo es que su madre no se entera? Porque, tal y como lo describes, lo único que intenta Rafa es que no se repita algo que conoce bien.
Lo que no me gusta nada del relato es la falta de crítica hacia la madre.
No sé si me he pasado cuatro pueblos, pero es que no trago a los padres que no se enteran de lo que les pasa a sus hijos en su propia casa y bajo su responsabilidad.
Aunque a mí no me ha convencido, reconozco que es una buena historia y está muy bien escrita.
Saludos

Alex

20/11/2017 a las 03:29

Buah! ¡Vaya ritmo de lectura más trepidante!
¡Bravo!

Además, cuando a tí te da la gana, haces que se detenga el tiempo, que un luz con purpurina se filtre al armario, que allí por donde camine Margarita luzcan un precioso arcoiris y unas bonitas nubes rosadas…
Magnifico control del ritmo.

También quiero destacar que el tema es muy real. La sociedad sigue siendo cruel y apartando a aquellos que son diferentes. Si nadie corrige las actitudes, y la madre parece que no está por la labor, Martín será un maltratador toda su vida y Rafa está condenado a la exclusión social.

Un texto para pensar sobre nuestras actitudes en la vida.

Gracias por pasarte por mi pequeña gasolinera de Oklahoma, y gracias por descubrirme tu texto.

Thomas Carnacki

20/11/2017 a las 07:33

Hola, Laura.

Te devuelvo gustoso la visita, gracias por comentar.
No hay mucho que decir sobre tu magnífico relato, se ve a legua que se te da muy bien este tipo de relatos. Hay sobrada sensibilidad en tu prosa, nos hace empatizar con nuestro pequeño protagonista y desear que todo acabe bien para él: “si es sólo un niño de diez años que todavía no logra escribir su nombre, un niño que no logra cerrar la O ni hacer letras bonitas como los demás.”
Felicitaciones por tu impecable trabajo. Hasta la próxima 😉

¡Nos estamos leyendo!

PaulaC_99

20/11/2017 a las 09:29

Hola Laura!
Muchas gracias por comentar mi texto (el nº39) .
El tuyo me ha gustado mucho
Esta muy bien escrito y es entretenido.
Sigue así !!

María Jesús

20/11/2017 a las 10:54

Hola Laura: Gracias, en primer lugar por pasarte por mi relato. El tuyo me ha encantado, tanto el tono como la trama. Nos haces huir con Rafa, meternos en el armario con él y sufrir sus miedos. Supongo que Martín es un compañero de clase abusón; muy bien introducido para que se cree ese suspense. Agradezco profundamente encontrarme con este tipo de relatos, que son fáciles de leer y te dejan buen sabor de boca por lo bien escritos que están. Un placer sincero haberte leído. Saludos.

violeta

20/11/2017 a las 11:06

Hola Laura:
Gracias por pasarte por mi relato, por tus aportaciones y por tus amables palabras.
Tu relato me ha gustado mucho. Consigues atrapar el interés del lector desde el principio hasta el final. Tiene intriga, inocencia, ternura, emoción y un final inesperado que te provoca una sonrisa de satisfacción. Felicidades.

Luna Paniagua

20/11/2017 a las 11:30

Hola, Laura, ¡qué bonito! Hay de todo, tensión, miedo, angustia, pero también ternura, esperanza y amor. Y está muy bien escrito. ¡Enhorabuena!

Laura

20/11/2017 a las 11:51

A todos aquellos que se toman el tiempo para pasar por mi relato y dejar su aporte:
Agradezco infinitamente a quienes lo aprueban, y también a quienes les ponen pegas ya que señalan detalles que se me escapan o que no han estado correctamente señalados.

M.L.Plaza: señalas que hago poca crítica hacia la madre. Los niños tienen un mundo que los adultos ignoramos. No es mi intención polemizar contigo con relación a la madre, pero al menos en mis tierras los padres suelen ignorar gran parte de lo que pasa a sus niños por ocupaciones, en gran parte por la crisis en la que estamos cada vez más hundidos que lleva casi todos nuestros esfuerzos por seguir con la cabeza fuera del agua. Las desapariciones de niños, los abusos y las violaciones a manos de familiares (padrastros, tíos, padres que a la vez son abuelos) no son extrañas. Y no es porque la madre haya estado ausente, aunque siempre le achacamos que se tendría que haber dado cuenta por los cambios en comportamiento a pesar de que el niño no hable. Además, muchas veces, los chicos están tan hostigados que lo toman con naturalidad, los padres/adultos de confianza pocas veces tienen tiempo para hablar realmente con ellos. No estoy justificando a la madre que ignore lo que le sucede a Rafa. Es tan sólo una situación que lamentablemente suele suceder y por temor los niños no hablan.
Realmente, el maltrato infantil es una de las grandes deudas que tenemos con quienes tienen el futuro en sus manos. La violencia a la que están expuestos estremece.
En el relato tan sólo quería plasmar una situación casi cotidiana, con una madre ocupada pero que echa en falta la ausencia de su niño. No la justifico. Pero es muy difícil tener al niño bajo su vista en todo momento, más si está trabajando en su hogar. Y el niño molesto es de la escuela. No es un extraño. Nuevamente, no estoy justificando a la madre. Simplemente señalo una situación cotidiana. No buena. Real (con la salida hacia la imaginación como alternativa).

Servio Flores

20/11/2017 a las 13:44

Hola Laura.
Su relato es precioso, tierno, lleno de esperanza y mostrándonos un héroe que sale de los estereotipos más comunes.
Lo disfruté mucho, sinceramente felicidades.

Javier López

20/11/2017 a las 13:59

Hola, Laura. Bonito relato, que comienza con un poco de angustia. También me he imaginado al niño más pequeño al tener tales ensoñaciones, pero cuando se descubre que en realidad es más mayor de lo que aparentan sus aptitudes, se vuelve todo más tierno, lo ves todo con otra sensibilidad.
Un placer leerte.
Saludos para Argentina.

Manuel Jover

20/11/2017 a las 15:08

Hola, Laura!
Gracias por tus comentarios.
Tu relato me ha encantado. La paleta de emociones que despliegas me parece espectacular, desde la angustia de la persecución (autenticamente terrorífica) a la poesia tierna y soñadora del ultimo tramo. Bravo!
Por ponerle un pero, creo que la parte final se alarga demasiado y esto me resulta un poco anticlimax. Quizá acortaria o incluso eliminaria el ultimo párrafo, o incluiria parte de este en el anterior, no se…
Genial la descripción de los sentimientos del acosado y la forma tan sutil de sugerir un problema de desarrollo mental!

Jose Luis

20/11/2017 a las 17:36

Hola
Gracias por tus comentarios a mi cuento
Tu relato inspira ternura, melancolía y simpatía por el personaje de Rafa, probablemente un soñador que sufre de cierto retraso o discapacidad, a pesar de ser un niño. Las descripciones nos llevan a tu mundo, y la ambientación está conseguida. Te ha quedado un relato entretenido con un final feliz, que es mucho mejor.
Un saludo

Everett Russo

20/11/2017 a las 20:37

Hola, Laura del 53, aquí Everett del 132,

Antes que nada, gracias por tu comentario; da mucho ánimo.

Pasando a tu relato, qué decir que no te hayan comentado ya. Un texto precioso. Lo has escrito con mucha dulzura y gracias a los pequeños detalles (el niño que todavía no sabe cerrar la “o”), va más allá de lo que podría ser un relato efectivo. La historia fluye plácidamente y tan sólo te comentaría que en las primeras líneas, la puede resultar un poco difícil de seguir (algo que supongo también ocurría en mi texto).

Nuestros estilos son muy distintos pero he disfrutado leyéndote.

Mucha suerte!

beba

20/11/2017 a las 20:53

Hola,Laura:Ya llego a los aplausos. Sumo los míos,por la originalidad y la dinamica de tu historia. Me encantó.
Gracias por tu visita y comentario.

J.Sfield

20/11/2017 a las 21:24

Hola, Laura

Me ha gustado mucho el ritmo, logras poner al lector en tensión con frases cortas. Un texto lleno de sentimientos diferentes, miedo, ternura… Lo de los diálogos y la introducción de los personajes ya te lo han comentado, así que no lo repetiré.

Enhorabuena por tu relato.

Nos leemos en el próximo, saludos

Juana Medina

20/11/2017 a las 21:58

Hola Laura (del 53),
¿ Cómo haremos para identificarlas ahora que hay varias?
Bueno, bromas aparte, tu relato me ha encantado y conmovido. Tiene un ritmo excelente, es poético, no nos hace sufrir más allá de lo necesario, como para acompañar al Rafa en sus terrores, pero luego podemos salir y volver a respirar hondo con él y su perro.
Poético, precioso.
De lo que te señalan para corregir, no pvoy a agregar nada. Todo es perfectible. Para mí, sobresale la belleza.
Gracias por tu visita.
Un abrazo

Roster

21/11/2017 a las 08:26

HOLA Laura, qué puedo decir que no esté dicho ya, me uno a los que encuentran poesía y magia en tu escrito.Es difícil separar los sentimientos del niño de la realidad que envuelve la escena. Dos mundos y un perro. Felicidades.

Otilia

21/11/2017 a las 11:10

Hola Laura:
Gracias por leer y por tu amable comentario.
Has escrito un bonito relato con frases muy poéticas. La personalidad del niño y la pluma me han recordado a Forrest Gump.
Me ha encantado el abrazo entre madre e hijo.
En cuanto a la forma, ya te han dicho anteriores compañeros, alguna coma y raya de diálogo.
Laura, tengo una duda, el mes pasado leí un relato con tu nombre titulado “Despertar”, pero no encontré tu estilo. Como este mes sois dos Lauras, me gustaría saber si era tuyo.
Felicidades. Nos leemos. Saludos.

Jose Ramón Campoamor

21/11/2017 a las 11:10

Hola, Laura. Me ha gustado mucho tu relato. Fluye con la historia, poco a poco, le das pinceladas que los decoran, como la referencia que haces a un río de luz, refiriéndote a los rayos del sol, tratando de suavizar lo duro que puede ser un escenario como una gasolinera abandonada, para un niño de 10 años asustado. Me gusta el ritmo del relato y el final cerrado. Tambien me gusta que hayas ttratado el tema de cómo tratamos a los que son diferentes en cualquier aspecto. No hace falta especificar qué hace diferente a Rafa. simplemente lo es, y eso es motivo para que Martín lo persiga y amenace.

Si te apetece puedes leer el mío en el nº 33

Henar Tejero

21/11/2017 a las 12:08

Hola Laura,
Precioso texto adornado con tintes poéticos.
Describes muy bien el mundo de los niños, un tanto inocente.
Me ha gustado, sobre todo, el final, inesperado y muy bonito.
Felicidades por tu relato!!!
Gracias por pasarte a comentar.
Nos leemos!!!

Osvaldo Vela

21/11/2017 a las 17:11

Hola Laura, que gran relato nos has brindado en esta ocación, en él, la ternura se desborda y el entendimiento se suaviza.

Yo, al igual que Isan, veo a Rafa como un niño con limitaciones en su desarrollo mental (como el down). El Chino es el personaje que representaría una de las ayudas necesarias para ellos:”canino terapia”

Te felicito y me uno a la infinidad de buenas vibras que estas recibiendo.

Nos leemos. (117)

Alejandro Huerta Sánchez

21/11/2017 a las 17:14

Hola, Laura, te escribe el vecino del piso 137.
Gracias por pasarte por mi relato, tendré en cuenta tus valoraciones. Sobre tú texto solo he de decir, que es de los mejores que he leído en esta edición del taller. Enhorabuena!!!

dopidop

21/11/2017 a las 17:34

Buenas Laura,

¿Qué puedo decir que no hayan dicho en los 43 comentarios anteriores?

Simplemente que me gusta mucho tu relato, me encantan los personajes que no son perfectos, y que les toca pasarlo regular en la vida, y Rafa es así. Con todas sus preguntas y sus sueños llenos de purpurina, enfrentados a la vida que a veces es mas cruda de lo que nos gustaría. Un trabajo genial.

Felicidades por tu relato y ¡gracias por compartirlo!

Raúl Martín

21/11/2017 a las 17:42

Hola Laura:
Pareces ser la chica popular del instituto: te acompañan un montón de mensajes. El relato, muy lindo, como decís los argentinos. Tan solo un par de comas perdidas por ahí, nada que tu no veas y un punto y aparte que debía de ser un punto y seguido (La cadena que lo asegura deja una pequeña brecha). Además se entiende que la cadena debe de ser la que cierra la puerta del depósito, pero no lo dices… parece que pase por un eslabón.
Felicidades, por tu capacidad de convocatoria y por la narración.

Yoli L.

21/11/2017 a las 19:49

Hola Laura

Gracias por tu visita a mi relato #169 ¿Pesadilla o realidad?
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8779

Tu historia es muy interesante.

Entre lo que note es que en un texto tan corto repites mucho los nombres: tienes 15 veces el Rafa, 9 Martín, 9 Margarita. Otros mejorables ya te los han mencionado los compañeros.

Saludos
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

Menta

21/11/2017 a las 23:27

Hola Laura: Tu relato me ha gustado mucho. A la vez que lo leía sentía el miedo de Rafa; el mal genio del Chino y oía sus ladridos. Me ha encantado que la madre llegara a tiempo y le rescatara del armario. ¡Pobre Rafa! Se merece la mejor princesa.

Enhorabuena y gracias por compartirlo con todos nosotros. Menta

Don Kendall

22/11/2017 a las 01:07

Hola Laura,
Me ha gustado este trabajo que ofreces. Una escena muy bien construida, que un lector empedernido aunque lo lleves a la carrera. Buen ritmo. En mi opinión, despreciable como la de cualquiera, la escena de Margarita ocupa más de la cuenta.Pero ya sabes que es una opinión tiquismiquis.
Gracias por este trabajo.
Un abrazo

Laura

22/11/2017 a las 10:20

Hola a todos.
Una vez más, muchas gracias por sus aportes que enriquecen desde las diferentes miradas.

Otilia, soy la antigua Laura. El mes pasado no llegué con el relato. Como este mes me encontré con otra Laura, en mis visitas dejé mi número por si alguien se sentía incómodo por mis comentarios y podía incomodar a la otra Laura.

Osvaldo Vela, caballero que ha sintetizado su identidad. Considero al perro como algo valiosísimo para las personas, terapéutico. Son inseparables compañeros de los niños y desamparados, protegiendo y acompañando a pesar de todo. Son animales que amo y admiro.

Manuel Jover: el último párrafo, el de que duerme sin miedo, es el que en mi criterio cerraría la historia de vida tan triste. Un simple objeto lo transporta a un mundo donde es lo que quiere ser, al margen de los malos tratos cotidianos. Creo que todos necesitamos un lugar donde no siempre seamos los perdedores, donde nos sintamos seguros, aunque sea imaginario.

Don Kendall: la presencia de Margarita es lo bello, lo hermoso, lo bueno que hay en ese mundo tan duro de Rafa, al margen de lo que ella sea, pero lo encarna al ser la persona que lo protege de los ataques.

R.J. Esperanza Pardo

22/11/2017 a las 10:43

Hola, Laura
Correspondo a tu amable visita a mi relato.
Me ha sorprendido gratamente tu relato. El narrador equisciente guía en todo momento al pequeño Rafa, a veces he sentido cómo casi quería pero se veía impedido de echarle una mano.
Lo que más me ha llamado la atención es el juego del ritmo: frases cortas/acciones rápidas para describir la angustia del pequeño Rafa, que has sabido intercalar con imágenes bellas: “Microscópicas partículas flotan en un río de luz que se filtra por la abertura de la puerta”, ésta y el resto del párrafo me ha encantado.
Quizás habría que hacer algún retoque con la puntuación y algunas separaciones en las rayas de diálogo, que nada restan al valor de tu texto.

En cuanto al contenido, creo que se puede sacar más jugo al mensaje, más fuerza, desgraciadamente el asunto del bulling o el abandono en la infancia es real y denunciable. No quiero que entiendas que no está brillantemente ejecutado, sino que, de la forma en que está, es más una crónica, un relato de hechos, una exposición de una situación lamentable. Y pienso que sería una buena opción un final menos resignado, menos apagado, y más justo, (quizás peque de vena “justiciera” jjjj).
De todas formas, te alabo también ese final “feliz”, y tampoco 750 palabras dan para grandes fiestas. Aunque ya hay montada una buena en tu piso.

Un saludo, sigue escribiendo para nosotros.

Darth Quino

22/11/2017 a las 11:07

Hola Laura!

Gracias por leerme (167). Tu relato me encanta, está muy bien llevado y me ha gustado el final feliz (yo también me temía lo peor para el pobre Rafa). En cuanto a tu estilo, me encanta y me parece que consigues algo, para mí, difícil: mostrar en vez de contar.

Mi más sincera enhorabuena por el relato y estoy deseando leer más obras tuyas. Un saludo.

Yoli

22/11/2017 a las 12:03

Hola, Laura.
Gracias por leer mi relato y comentarlo. El tuyo me ha gustado, mantienes la tensión por si le pillaban los matones o no. Has descrito muy bien el habla de un niño, y eso no es fácil, por lo que te felicito. Es tierna y con un buen final feliz.
Saludos.

Alétheia

22/11/2017 a las 17:02

Hola Laura. Te agradezco mucho tu comentario (soy la chica del 173).

Has dado un importante papel a la imaginación para superar el miedo, y esa idea me gusta. Pero me queda una dudilla, ¿entonces quién es el Chino? ¿simplemente otro niño más que acompaña a Martín?

Te señalo esta parte del diálogo por el tiempo verbal:
“— Salí, Rafa. Aquí está Margarita, tu novia.” Me sonó raro, ¿no sería como decir “Sal, Rafa”? Ya que estás narrando en tiempo presente.
Por otro lado las frases a lo largo de toda la historia tienden a ser muy concisas, y eso les aporta exactitud pero al mismo tiempo te condiciona a utilizar muchos puntos. Creo que eso es algo que a mí también me puede pasar, pero te lo comento como observación.

Y por último destaco esta frase por transmitirme una imagen tan clara: “Microscópicas partículas flotan en un río de luz que se filtra por la abertura de la puerta.” Me suscitó exactamente cuando estamos en la oscuridad y la luz que se filtra nos permite ver todas las motas de polvo en suspensión del aire.

Hasta la próxima!

yolareina

22/11/2017 a las 17:21

Hola Laura. Gracias por comentar mi relato, me alegra que lo hallas leído pues me dio la oportunidad de leer el tuyo que me gustó mucho. Muy bien lograda la historia la frase de las particulas en el rayo de luz me hizo recordar mi infancia alborotando el polvo en los rayos de sol que se filtraban por las hendijas. Gracias una vez más

saludos

Leonor Cuevas Martín

22/11/2017 a las 18:56

Hola, Laura: Gracias por pasarte por mi relato. Me ha encantado tu relato aunque lo he tenido que leer dos veces porque no aprecié primero quién eran Rafa, el niño, Martín, el Chino y el perro.
Por lo demás muy buen relato de los sueños y la niñez.
Un saludo

Palabriamante

23/11/2017 a las 12:22

Hola,Laura.
Un relato muy tierno,precioso.No me extraña que seas tan popular.¡Hasta pronto!.

Antaviana

23/11/2017 a las 19:57

Hola Laura, en primer lugar gracias por tu comentario en mi relato .
Me encanta como escribes, como nos vas adentrando en la historia con facilidad y nos invitas a seguir leyendo sin darnos cuenta. Pero lo mejor de todo es la magia con la que lo haces.
Te felicito!

LUIS

23/11/2017 a las 21:24

Hola, Laura, muchas gracias por tu visita. Trepidante relato el tuyo. Me enganchó de tal forma que me lo leí de carrerilla hasta el final, casi sin respirar. Bien descrita toda la huida. Felicidades.

Vespasiano

24/11/2017 a las 17:24

Hola Laura:

Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

Con relación al tuyo poco puedo añadir que mejore lo que ya te han dicho los otros compañeros.

Interesante relato donde denuncias la actitud perversa de acoso hacia las personas más indefensas y vulnerables.

Tu historia me ha gustado y por ello te felicito.

Mancebo

24/11/2017 a las 19:03

Hola Laura,

Tú relato estremece, me ha causado desasosiego. Rafa está en su mundo, temeroso, incomprendido. Palía su angustia la aparición de Margarita, su hada, su musa. Cuando se encuentra con ella se muestra más tranquilo en su universo distópico. El miedo desaparece.

Me han gustado mucho las descripciones en general, con unas pinceladas nos dibujas el decorado donde se desarrolla el relato. También nos acercas a base de sonidos y de los ruidos. Ladridos del Chino, las voces, el silbido tranquilo..el ritmo trepidante.

Nos seguimos leyendo por estos lares.

Ane

25/11/2017 a las 13:44

Hola Laura muestras una historia muy bonita, tierna, conmovedora y mágica. Con unas descripciones trabajadas desde los cinco sentidos. Me gustó. Felicidades y agradecerte tu visita.

Saludos.

Rita

25/11/2017 a las 16:43

Hola, Laura 🙂
Gracias por tu comentario a mi relato.
El tuyo me ha gustado mucho. Una idea muy buena. Las palabras muy bien insertadas en el texto.
Estoy de acuerdo con los fallos que te han señalado (las comas y los guiones; así que, repásalos), salvo con el tiempo verbal (“salí”). Cuando lo he leído he imaginado que eres de Argentina, por eso no creo que sea un fallo. No es que sea experta en la conjugación de los verbos en argentino, pero creo que tú lo sabrás mejor que yo y me parece que sí está bien escrito.
Ahora sí, me ha parecido contada la historia de una manera un poco caótica. Estoy de acuerdo también en que deberías explicar (aunque sea por encima) quién es Martín. Hasta que lo has dicho en un comentario, creía que era un adulto, no un niño. Por eso, es importante darle una identidad a los personajes. Me pasó a mí una vez que no revelaba el género del personaje hasta más o menos la mitad del relato, y algunos ya se habían imaginado a un hombre en lugar de una mujer. Por lo tanto, cuidado con eso.
Sigue mejorando y escribirás grandes relatos.
Muy interesante.
Nos leemos!

Sabina Duque

26/11/2017 a las 16:46

Hola Laura.
No pude evitar abrir mis ojos grandísimos, cuando vi la cifra 62, en tu relato.
Y no es para menos.
Ha sido un placer leerte.
Recreas de manera natural y creíble, una escena propia de niños, muy bien matizada con ingredientes fantásticos.
No necesitaste más de una pincelada, para contarnos que Rafa tiene dificultades de aprendizaje, u otras desconocidas. No importa cuáles.
Me encanta ver los personajes y que me contagien de sus emociones.Tu lo lograste en este relato.
Tengo unas pequeñísimas sugerencias, a ver si estás de acuerdo:

Rafa no responde, rezando para que…

Yo cambiaría la coma por punto seguido, y me liberaría del gerundio así:

Rafa no responde. Reza para que…

La siguiente inquietud, creo que sí es tontería mía: …paciente perro. No sé porqué este adjetivo me molesta un poco. Me remite a personas.

Mi última sugerencia es cambiar también los gerundios: flotando por flotante. Y Mirando por mira (ambos, último fragmento de tu relato.
Felicitaciones Laura.

Soy Sabina Duque 34.
Nos vemos en escena

Mª Jesús Hernando

27/11/2017 a las 17:50

Hola Laura tu relato me parece precioso. Mezclas muchas cosas con tanta facilidad que me he sentido apresada con el niño dentro del armario y después liberada. Además el final es esperanzador. Tierno y a la vez muy profundo, me ha encantado. Enhorabuena, nos seguimos leyendo. Un abrazo.

JeSS

28/11/2017 a las 19:02

¡Hola Laura! Gracias por leer y comentar mi relato.
En cuanto al tuyo, pues no hay mucho que agregar con respecto a los otros comentarios. Está muy bien desarrollado y es fácil encerrarnos en ese armario con Rafa.
Particularmente no es mi tipo de historias, pero los finales felices de vez en cuando se agradecen y más si el protagonista es un niño.
Saludos

el chaval

29/11/2017 a las 20:09

Hola Laura, este mes ha habido confusión al haber dos lauras. Sea como sea, me ha gustado mucho tu relato y la impaciencia por saber que sería de aquel niño escondido temiendo lo peor, pero has sabido darle el empujón necesario para que el Rafa pueda salir incólume y dormir a gusto con su furura “novia”.
Hasta el próximo, en que se pueda definir la Laura de siempre como tu dices. Un cordial saludo.

Noemi

30/11/2017 a las 23:06

Hola Laura: gracias por tu visita. Me encanta tu relato por la mezcla de “dirty realism” y magia, un contraste delicioso; la construcción del niño discapacitado muy buena ─los conozco pues e trabajado con ellos ─ el ritmo y el manejo de la tensión en el desarrollo de la trama.¡Te felicito! Espero que volvamos a encontrarnos en la próxima.

Laura

11/12/2017 a las 10:57

A todos, gracias. A los que se pudieron tomar el tiempo para leer y dejar sus aportes que sirven para crecer desde la multiplicidad de puntos de vista.

Rita: tal como señalaste, soy argentina. No me dí cuenta del “Salí”. Simplemente salió. Voy a tener en cuenta tus apreciaciones en cuanto a los gerundios y la identidad de los personajes.
Los guiones de diálogo son mi gran problema, una de mis materias pendientes.

Sabina Duque: Tengo una relación muy especial con los perros, ni te cuento la que es con el mío. Donde vivo les tenemos gran aprecio por su innumerables cualidades, mucho más que las que tenemos los humanos. “Cuando más conozco a las personas, más quiero a mi perro” en un dicho muy conocido en mis tierras.¿Será algo propio de latinoamérica, donde tenemos relaciones más que especiales con los animales, y conservándose en algunos lugares también con la tierra-madre?

JeSS: No me gustan, pero no me gustan, los finales cantados. Todo iba mal encaminado para el pobre Rafa. Quise algo de magia para su vida (¿mi latinoamericanismo que surge una y otra vez a pesar de mis raíces europeas?)A veces la necesitamos para seguir.

Noemi: gracias por tu reconocimiento a mi querido Rafa desde tu trabajo.

Nuevamente a todos, más que gracias por haber tenido el tiempo para acercarse y dejar sus aporte.
Nos encontramos en diciembre.

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