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Rosario - por Ludika

La chica del mostrador se encontraba distraída, de espaldas a la caja, ordenando el estante de snacks mientras tarareaba una canción. La puerta del autoservicio de esa gasolinera algo olvidada, se abrió y el hombre entró dirigiéndose al sector de bebidas. Era cerca de la medianoche y el local se encontraba vacío. El sacó de su bolsillo un pasa montañas y empuñando un arma se dirigió a la chica.
-Rápido piba mete todo en esta bolsa – dijo tirándole un bolso desgastado de tela que la chica apenas logró atajar. El pánico se apoderó ella y soltó un grito.
El hombre quedó unos segundos paralizado. No esperaba esto, no esperaba verla ahí atrás de mostrador. Estas cosas no pasan, no deberían pasar. Hacía quince años que no veía a Rosario, desde la adolescencia donde compartían las tardes en el colegio, donde él le había robado unos besos a la chica más linda del curso, donde ella le había dado una oportunidad al problemático que sería echado de la escuela unos meses después.
Ella angustiada trataba de contener el llanto, obviamente no lo había reconocido. Él pensó que estaba a tiempo de suspender todo, mientras la apuntaba con el arma sin lograr dar ninguna orden.
Rosario suplicaba que no le hiciera nada mientras sacaba el dinero de la caja. Él hombre saliendo de su parálisis dijo – Deja piba ya fue, me tomo el palo – Cuando estaba por salir por la puerta de vidrio su compañero que se había quedado haciendo campana afuera, con las manos ensangrentadas se tocaba la cabeza – Abrime Negro. Sin dejar de apuntar a Rosario ayudó a su amigo a entrar – Ese hijo de puta me partió una llave en la cabeza, se dió cuenta, va a llamar a la policía cagamos hermano. Tomá de rehén a esta puta, no queda otra, es nuestra salida.
La sangre no se detenía, todo se había salido de control. El Negro dictaminó- A ver piba te quedas piola y no te va a pasar nada. ¿Tenés un cuarto atrás, alguna oficina?- Entre sollozos contestó que sí. Su amigo Tony estaba peor de lo que parecía la sangre brotaba y los sollozos de Rosario se mezclaban son las sirenas policiales que se escuchaban cada vez más cerca.
El Negro desbordado por la situación soltó un característico insulto – Me cagó en Dios.
La chica lo observó como si esas pocas palabras fuera una revelación – ¿Juan? – Lo miró a los ojos. ¿Sos vos Juan? El bajó la mirada y ella omitiendo por completo el hecho ser apuntada por un arma, con la seguridad de aquel domador que tiene ciega confianza en su animal salvaje amaestrado, haciendo caso omiso al hecho de que aún él tenía su vida en sus manos, se acercó y le levantó el pasamontañas.
A Juan se le cayó una lágrima. Afuera las sirenas y un megáfono anunciaban que estaban rodeados.
Juan miró a su compañero que yacía tendido en el suelo, ella lo abrazó y él le susurró al oído, perdón.
Rosario tuvo una idea, abrió el armario y sacó algunas prendas limpias.
La policía entró al lugar y encontró a la empleada, un cliente algo asustado y el ladrón que yacía muerto en el suelo. Al otro día los diarios dijeron que el ladrón había sido abatido por un cliente al intentar evitar el robo.

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8 comentarios

  1. 1. Eris dice:

    El final ha sido totalmente inesperado. Me ha gustado bastante

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 16:39
  2. 2. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola Ludika soy tu vecina de arriba y me toca comentarte el relato. Me ha gustado la historia pero me he quedado con la duda de por qué el la abandonó y ella le perdona tan fácilmente. En cuanto a la forma, los diálogos deben de ir en línea aparte, de esta manera también se aligera el texto. Por lo demás, y aunque no comprendo totalmente el significado de algunas palabras, me parece un texto ágil y bien escrito. Enhorabuena. Nos leemos.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 17:55
  3. Hola Ludica

    El texto se lee bien y se entiende sin problemas.

    La historia está bien pensada. Para resolver el apunte de Mº Jesus podrías comentar que ella se había enamorado de él, del chico malo…

    No me suena bien la parte en la que dices que le ve como su animal salvaje amaestrado.

    Creo que tiene que pasar algo muy especial para que le reconozca, un movimiento particular, una posición del cuerpo o una frase muy suya.

    Repites bolso y utilizas un “donde” de forma incorrecta:
    Hacía quince años que no veía a Rosario, desde la adolescencia donde compartían las tardes en el colegio, donde él le había robado unos besos a la chica más linda del curso, donde ella le había dado una oportunidad al problemático que sería echado de la escuela unos meses después.

    YO LO DIRÍA ASÍ: Hacía quince años que no veía a Rosario, desde la adolescencia, compartían las tardes en el colegio. Él le había robado unos besos a la chica más linda del curso y ella había dado una oportunidad al chico más problemático del colegio. Sería echado de la escuela unos meses después.

    Espero haberte ayudado

    Saludos

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 12:18
  4. 4. María Jesús dice:

    Hola Ludica: Buena historia, la tuya, vas aumentando la tensión a medida que el atraco se lleva a cabo. El hecho de meter un personaje que conocía a la víctima le ha dado un giro inesperado a la trama. El final, aunque rocambolesco, está muy bien trazado. En definitiva, me ha gustado, se lee con facilidad y resulta ameno. Un placer leerte.
    Saludos.

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 13:14
  5. 5. Perla preciosa dice:

    Hola, Ludika:
    Me ha pasado un poco lo que a las compañeras: por una parte hay palabras un tanto raras, cuyo significado no entendemos bien, pero también es cierto en otro sentido, que la historia aumenta en tensión y eso es bueno. Te voy a corregir solo unas frases, por cuestión de estilo:

    “-Rápido piba mete todo en esta bolsa”
    Detrás de la primera palabra, así como de la segunda, debe haber una coma.

    “El pánico se apoderó ella”
    Te falta la preposición de, tras el verbo.

    Estoy segura de que, con el tiempo, irás mejorando. El mío es el 162, si te apetece pasarte.

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 21:00
  6. 6. charola dice:

    Hola, Ludika.

    Gracias por leer mi relato y tus palabras amables. El tuyo me gustó mucho. Está bien planteado. Cumple con la estructura de un relato y creo que la vuelta de tuerca que le has dado al final estuvo de lo mejor. Se lee de corrido, es ágil y fluido. Felicitaciones.

    Algunos fallos que no desmerecen tu relato, pero falta pulirlo:

    -Rápido piba mete todo en esta bolsa – dijo tirándole un bolso desgastado de tela que la chica apenas logró atajar. El pánico se apoderó ella y soltó un grito.
    En este párrafo debe ser así:
    —Rápido, piba, mete todo en esta bolsa —dijo tirándole un bolso desgastado de tela que la chica apenas logró atajar. El pánico se apoderó ella y soltó un grito.
    -Usa la raya de diálogo con Ctrl mas Alt y el signo menos. Debe ir pegado a rápido, sin espacio. Lo mismo va para dijo.

    – No esperaba esto, no esperaba verla ahí atrás de mostrador. Me parece que puede ir mejor así:
    ¡No esperaba esto! Verla ahí atrás de mostrador.
    -Para que no repitas “esperaba”.

    – donde él le había robado unos besos a la chica más linda del curso y, ella le había dado una oportunidad al problemático que sería echado de la escuela unos meses después.
    (Para no repetir “donde”).

    – Él hombre ….. El hombre (sin tilde).
    El hombre saliendo de su parálisis dijo:
    —Deja piba, ya fue, me tomo el palo —Cuando estaba por salir por la puerta de vidrio, su compañero que se había quedado de campana afuera…
    —Abrime Negro. —Sin dejar de apuntar a Rosario ayudó a su amigo a entrar—. Ese hijo de puta… (Este párrafo debe ir aparte porque sigue el diálogo. Lo mismo para los siguientes diálogos).

    – ¡Me cago en Dios! Yo pondría estas palabras con signos de admiración porque son claves en el relato, ella descubre con estas al Negro. (cago sin tilde).
    – “fueran” una revelación.
    – Él bajó la mirada.

    Sigue escribiendo, te buscaré para la próxima escena.
    Un beso.

    Escrito el 1 diciembre 2017 a las 05:44
  7. 7. charola dice:

    Me olvidaba decirte que las siguientes palabras estuvieron de lo mejor en tu relato: (lo corregí un poquito. Si no te gusta lo dejas como estaba).

    “El bajó la mirada y ella omitiendo por completo el hecho de estar siendo apuntada por un arma, con la seguridad de aquel domador que tiene ciega confianza en su animal salvaje amaestrado, hizo caso omiso de que él aún tenía su vida en sus manos. Se acercó y le levantó el pasamontañas”.

    Bien! Sigue así.

    Escrito el 1 diciembre 2017 a las 07:20
  8. 8. LUDIKA dice:

    Gracias por los comentarios. Charola gracias por tan detalladas observaciones, la verdad es que me estoy estrenando en esto de escribir diálogos y tomos todas las apreciaciones de forma constructiva.

    A seguir escribiendo!

    Escrito el 1 diciembre 2017 a las 20:40

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