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Separados como Berlín - por M Ochoa

El autor/a de este texto es menor de edad

2000
“Nuestro amor romperá todas las barreras que ha construido esta guerra”. Todavía recuerdo las palabras de la última carta que me escribió Sally antes de abordar al buque que me llevaría a luchar por mi país en la guerra, junto a estas palabras están mezcladas manchas de lágrimas oscuras de su rímel. Nuestro amor derrumbo todas las barreras que la sociedad nos impuso pero la guerra al final nos separó como a Berlín
Aún recuerdo la última vez que la tuve entre mis brazos, pero mi tiempo llego, un buque tuve que abordar pero no sin antes amarla de nuevo, encontrarla, y que sus brazos y los míos nos hicieron uno
1942
-¿Cómo se te ocurre enlistarte? ¡Te van a matar!- Dice Sally exaltada
-Sally, es mi deber- Digo mientras trato de tomar su mano
-No es tu deber, no eres un soldado, eres un simple escritor frustrado- Dice mientras las lágrimas de sus brillantes ojos azules caen por sus mejillas, no puedo decir que no me dolió escucharla decir eso, pero más me dolió ver como la tristeza y desesperación tomaba forma en ella
-Es mi país- digo mientras tomo su cara entre mis manos- voy a volver, te lo prometo-
-No hagas promesas que no vas a cumplir- dice mientras me ve fijamente, y como me derriten sus ojos, su sonrisa, me hace sentir que ya no me puedo ir, no puedo dejarla atrás
Después de horas que parecían infinitas, de lágrimas, reproches y abrazos, Sally salió por la puerta de aquel lugar donde nos escondíamos del mundo, sin mirar atrás, se llevó consigo mi corazón, y desde ese momento no pude dejarla ir, de mis pensamientos, de mi vida en general. Lo único que quería era volver a casa, volver a amarla, pero todavía no me había ido
Le mande cientos de cartas, uno tras otra expresando mi amor por ella, mi amor por esa sonrisa tan brillante que no se va de mi mente, todos los recuerdos llegan a mi cada noche, desde el día en que nos conocimos, ella tan encantadora se paseaba por el parque donde yo buscaba inspiración para seguir escribiendo, y sin pensarlo su cabellera dorada fue protagonista en más de una historia, hasta cuando nos besamos por primera vez, debajo de un árbol en pleno verano en el mismo parque donde volvió mi inspiración
Pero mi hora de zarpar estaba próxima, y sin Sally a mi lado cada segundo parecía más difícil que la misma guerra. Era mi última oportunidad para poder amarla de nuevo, pero si la veía otra vez mis fuerzas podían fallar. Decidí, entonces, escribirle una última carta
“Querida Sally:
Desde aquel día en que te marchaste no he podido escribir ni una sola palabra en aquel cuaderno en blanco que me regalaste para mi primera novela, todo lo que sale de mi es dolor por no poder verte una vez más, desearía quedarme contigo, en tus brazos, pero no sería un hombre si no luchará por un país que me necesita, no sería un hombre si me quedará en casa mientras cientos de otros luchan, siento que es mi deber
Sally sin tu sonrisa las noches se hacen más largas, mi corazón se siente a millones de kilómetros de mí, y las estrellas brillan menos. Dime Sally que es un marinero sin la mar, que es un niño sin imaginación, y un escritor sin un lápiz y un cuaderno
Siempre dices que el destino lo escribes tú mismo, es hora de escribir el mío, y al final mi destino y el tuyo se volverán a encontrar, volveré a ti, a buscarte, y a besarte. Me iré en once noches, y solo deseo volver a verte.
Tom”
Sally
La undécima noche está aquí, no puedo evitar llorar cuando las horas pasan y en lo único que pienso es en él, Tom, que desde hace meses es todo lo que me hace feliz, toda mi felicidad en una de sus sonrisas, en una de sus miradas, en cada abrazo y beso. Y sigue aquí a pesar de todas las noches separados. Estoy en el puerto no dejaré que se vaya, no sin un último beso. Los buques se hacen escuchar, diciendo adiós al puerto, y al parecer llegue tarde una vez más
-Disculpe, ¿el marinero Tom Gallagher ha subido al barco?- Digo a uno de los marineros con una lista
-Déjeme ver- La esperanza vuelve a mí –disculpe, pero el marinero no subió al barco-

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2 comentarios

  1. 1. Bea dice:

    Hola M.Ochoa:

    Primero de todo e de decirte que la idea de tu relato me ha gustado mucho y sobretodo la forma en la que has encajado la frase del marinero de este mes.
    Sin embargo, la ejecución es lo que me falla un poco. Faltan varios signos de Puntuación, comas, tildes y demás. Aunque lo que más me ha descolocado es la forma en la que has escrito y relatado la historia, me ha costado un poco entenderla.
    Pese a todo ello me ha parecido que la forma en la que describes sentimientos y emociones es una pasada de modo que No me queda más que felicitarte y animarte a seguir escribiendo.

    Si te apeteciera pasarte estoy en el 48.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 enero 2018 a las 20:17
  2. 2. Ratopin Johnson dice:

    Hola M.Ochoa,
    Me pasa un poco a como a Bea. La idea está bien, pero hay muchos problemas de forma, y acaban afectando al contenido. Esto hay que cuidarlo, porque si no el resultado es un poco confuso. Por ejemplo: faltan muchos puntos, para separar frases. En:
    “Todavía recuerdo las palabras de la última carta que me escribió Sally antes de abordar al buque que me llevaría a luchar por mi país en la guerra, junto a estas palabras están mezcladas manchas de lágrimas oscuras de su rímel.”, después de guerra debería ir un punto y seguido.
    Aquí: “Dice mientras las lágrimas de sus brillantes ojos azules caen por sus mejillas, no puedo decir que no me dolió escucharla decir eso, pero más me dolió ver como la tristeza y desesperación tomaba forma en ella”, después de “mejillas” tiene que haber un punto y seguido. Y hay varios casos así en el texto. Por eso hay párrafos en que la informacíon está demasiado “apelotonada”, y el lector necesita esa pausas, esas separaciones de las comas y los punto para seguir mejor la historia.
    Si tienes en cuenta esos detalles, que son importantes, se puede reescribir y quedaría mejor. Por aquí siempre aconsejan leer el relato en voz alta. Creo que es un muy buen consejo.

    Saludos

    Escrito el 20 enero 2018 a las 11:36

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