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Liberación - por Vespasiano

Web: http://lhlupianes.blogspot.com.es

LIBERACIÓN

El marinero no subió al barco aquella tarde de abril de mil novecientos sesenta y cuatro.

La Armada le dio por desertor.

Su familia emitió una nota necrológica: “El Guardia Marina Manuel Moreno Martínez ha resultado muerto como consecuencia de un atraco, cuando paseaba por un barrio marginal de Rio de Janeiro”.

Su padre, era Contralmirante de la Armada y había capitaneado el crucero pesado Canarias durante la guerra civil española.

Manuel que había nacido en el año mil novecientos treinta y ocho en la ciudad de Cuenca; era el único hijo de una familia burguesa y no había visto el mar en su vida.
Él no sabía muy bien lo que era ser marinero. Lo que a él le gustaba era jugar con un barco que le había traído su padre, y que flotaba en el lavadero de la ropa.
«¡Si es que lo lleva en la sangre! Manolito será marino como su padre», decía su madre llena de orgullo.

Cuando cumplió doce años le regalaron un álbum con cromos de barcos de guerra. El chico sorprendido al ver la cantidad de buques que tenían los Estados Unidos, preguntó:
—¿Papá, porqué los españoles no tenemos ningún portaaviones?
—¡Porque no nos hizo falta para ganar la guerra civil, hijo! Recuerda que con nuestras carabelas fuimos capaces de forjar un imperio. —Le respondió, lleno de soberbia.

Manolito ya había terminado sus estudios de bachillerato con excelentes notas. En su fuero interno prefería ir a una Universidad; estudiar una carrera civil que le proporcionara los medios para ganarse la vida y poder formalizar la relación que mantenía con una chica del Opus Dei.

Aún le quedaban un par de años para cumplir la edad de ingresar en la Escuela Naval de Marín; por eso pidió permiso a sus padres para estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, mientras tanto, la carrera de Derecho. Les prometió que entraría en la Escuela Naval, pero que le gustaría, pasado un tiempo, terminar la carrera de Letrado.

En aquella etapa, juvenil y soñadora, hizo amistad con un grupo de estudiantes universitarios que estaban afiliados a las juventudes comunistas.

A pesar de la censura permanente en el país, de editoriales y medios de difusión; ya que solo funcionaban periódicos afines a la ideología del régimen dictatorial, llegó hasta sus manos información clandestina de la lucha soterrada de los estudiantes y trabajadores, para derrocar el régimen fascista.

Fue así como se enteró de que aquellas campañas gloriosas de la carrera militar de su padre, incluía el bombardeo de miles de civiles indefensos en la antigua carretera de la costa, que unía las ciudades de Málaga y Almería, cuando huían despavoridos de las tropas golpistas que comandaba el general Queipo de Llano.

…Manuel ya había completado los estudios en la Escuela Naval, a pesar de la dificultad que tuvo durante toda la carrera para superar las pruebas físicas y el vértigo que le suponía subir trepando por los mástiles.

Aquella mañana de marzo estaba en el puerto de Cádiz dispuesto a emprender un crucero de instrucción en el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, para obtener el certificado de Alférez de Fragata.

A la altura de las Islas Canarias se presentó un temporal increíble con vientos huracanados de más de cien kilómetros por hora, que inutilizó el moco del bauprés.
El bergantín-goleta se vio obligado entonces a realizar una escala técnica, en el puerto de Rio de Janeiro.

Allí le dieron a los Guardias Marinas algunos días de permiso, mientras reparaban los destrozos causados por la tormenta, antes de continuar la singladura prevista para alcanzar el Cabo de Hornos.

La había mirado cuando paseaba por la playa de Copacabana. Ella se había fijado en el uniforme impoluto que vestía aquel chico con pinta de galán. Él no recuerda haber visto, ni en el cine, un cuerpo cómo aquel. La miraba embobado mientras ella le sonreía de forma picarona, como invitándole a pasear juntos por aquella avenida tan famosa.

Habían pasado cuatro días desde aquel encuentro y no había visto nunca, atravesar la proa del velero, mar tan bravío como él había sentido al desafiar la tempestad de los movimientos de cadera de Silvia.
—Manolo, ¡para de follar, hombre; que se nos va el navío! —Le gritó su compañero de promoción.

—¡A la mierda el barco, mi padre y la Marina! Tampoco quiero ver a la mojigata de mi novia, que nunca me hará una mamada, a no ser que Escrivá de Balaguer cambie los Estatutos del Opus Dei.

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28 comentarios

  1. 1. Berundgaar dice:

    Jajajaja. Ave, César.
    Me ha encantado el final. Y el retrato de la familia “bien” de la posguerra española, tal vez porque me recuerda un poco a mi propia vida, aunque yo naci casi 30 años después.
    Fantástico relato, compañero. Original y refrescante.
    Encantado de leerte. Hasta la próxima entrega.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:22
  2. 2. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Amigo Vespasiano, el título ha sido acertado. Toda la historia ha es entretenida y bien ambientada. La ubicación en el tiempo la hacen cobrar realismo y el final que nos presentas con cierta picaresca es bien ilustrado. ¡Buen trabajo!
    Hasta pronto. Saludos.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 03:45
  3. 3. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Vespasiano

    Ya me he reído con tu Manuel y su liberación. Una ridiculización en toda regla a la mentalidad de la época (aunque hoy en día sigue vigente). Es un acierto que la historia comience como comienza, por el final. La trama, el contenido y el tema me han gustado mucho.

    En cuanto a la forma, creo que las separaciones entre párrafos “dificultan” al relato corto. Yo me hubiera ceñido a hacer una separación tras el comienzo (por la elipsis de tiempo) pero además habría unido en un solo párrafo los tres primeros, con puntos y seguido.

    Algunas comas:

    * “Su padre, era”: la coma “asesina” separa el sujeto de su verbo.

    * ” Manuel que había nacido en el año mil novecientos treinta y ocho en la ciudad de Cuenca; era el”: “Manuel, que había nacido en el año mil novecientos treinta y ocho en la ciudad de Cuenca, era el”.

    * ” Cuando cumplió doce años le regalaron”: “Cuando cumplió doce años, le regalaron”.

    * “El chico sorprendido”: ” El chico, sorprendido”.

    * “A pesar de la censura permanente en el país, de editoriales y medios de difusión; ya que solo funcionaban periódicos afines a la ideología del régimen dictatorial, llegó hasta sus manos información clandestina de la lucha soterrada de los estudiantes y trabajadores, para derrocar el régimen fascista.”: “A pesar de la censura permanente en el país de editoriales y medios de difusión (ya que solo funcionaban periódicos afines a la ideología del régimen dictatorial), llegó hasta sus manos información clandestina de la lucha soterrada de los estudiantes y trabajadores para derrocar el régimen fascista.”

    * “Aquella mañana de marzo estaba en” “A la altura de las Islas Canarias se presentó: “Aquella mañana de Marzo, estaba en”, ” A la altura de las Islas Canarias, se presentó”. Cuando el complemento si se antepone al verbo, va coma.

    Utilizas el pretérito pluscuamperfecto en bastantes ocasiones (había mirado), se podrían sustituir por el simple, quedaría más ligero el texto. Por ejemplo, en esta frase:

    * “Habían pasado cuatro días desde aquel encuentro y no había visto nunca, atravesar la proa del velero, mar tan bravío como él había sentido al desafiar la tempestad de los movimientos de cadera de Silvia.: Esta frase me gusta mucho, pero está un poco confusa, no sé si hay demasiados elementos, a lo mejor simplificando: “Habían pasado cuatro días desde aquel encuentro y nunca había visto el mar tan bravío como aquella tempestad de movimientos de la cadera de Silvia.”. Aunque es subjetiva la sugerencia, el símil es genial.

    * “—Le gritó”: creo que “le”, en minúscula, porque es un verbo dicendi el del narrador.

    Lo dicho, me ha gustado mucho, lo de la puntuación se puede arreglar fácilmente.

    Un cordial saludo.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 13:03
  4. 4. ortzaize dice:

    hola me has tenido intensamente puesta en el relato, ya que es un poco de historia muy bien relatada de la marina española.
    saluditos.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 13:07
  5. 5. María Jesús dice:

    Hola Vespasiano: Buen relato el tuyo, muy bien documentado y muy bien llevado. El final sorprende un poco porque cambias radicalmente el tono, pero ahí está la gracia. Muy ingeniosa la mentirá del principio para justificar la deserción del protagonista.
    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 13:44
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    Buen relato de la evolución de un personaje que pasa de la fe ciega en aquello que le contaron y en el destino que le marcaron, a descubrir la verdad y su propio destino,sean cuales sean los motivos que le hagan llegar a ello.
    Confieso que , en esa búsqueda de la verdad y el camino propio, me ha decepcionado un poco la causa que le lleva al cambio , esperaba algo más épico , sobre todo al descubrir la cruenta historia de crímenes de su progenitor etc .. Pero bueno , los motivos que le llevan a uno a cambiar de rumbo son los que son y cada uno tiene los suyos…

    Buen relato. No me busques que pese a que este mes el reto parecía evocador , no conseguí escribir una letra, las musas, que son caprichosas…

    Escrito el 18 enero 2018 a las 22:48
  7. 7. Leosinprisa dice:

    Hola Vespasiano, creo que el título es más que certero con el desenlace del relato, pero de ahí a que se “libere” (creo que su amiga Silvia lo va a someter a una esclavitud mucho peor… y mucho más placentera)

    Fuera de bromas, un relato entretenido como pocos donde tu personaje va desde la más absoluta fe ciega a la absoluta convicción de que el mundo es mucho más ancho de lo que se lo pintaban.

    Un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 13:13
  8. 8. Estel Vórima dice:

    Hola con respecto al texto la historia de Manolito tiene cierto aire biográfico, como cuando uno lee libros diculhativos de “Breve historia de…” asi que me ha resultado curioso ese tono porque te convence de que Manolito es real.
    Aunque el prota se “libera” o es quien quiere y no quien le han dicho que sea, no deja de reflejar la mentalidad machista de la época como muestra el final; a esta ya no la quiero porque es una mojigata y a mí me apetece una que sea más “liberada” (desde el punto de vista sexual claro que la chica no le atrae por sufragista jaja)
    Tu vecina del 102

    Escrito el 19 enero 2018 a las 14:26
  9. 9. Charola dice:

    Excelente Vespasiano.

    Tu historia entretenida con mucho realismo, ambientada en época de la posguerra civil española. En general muy bien contada, con mucha fluidez que lleva a un final feliz para el prota. Además el título lo dice todo. Ja, incluido el Opus Dei con Escrivá al frente.

    Me gustó mucho. Ya te dijeron algunos puntos para mejorar con los que estoy de acuerdo. Solo una cosita más:
    “un cuerpo cómo aquel”… como , sin tilde.

    Felicitaciones. Gran relato.
    Un abrazo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 17:33
  10. 10. Vespasiano dice:

    Hola a todos los que por aquí habéis pasado o vayáis a pasar:

    El día ocho de febrero se cumplirán ochenta y un año del hecho verídico de la masacre producida por el bombardeo del Crucero Canarias sobre la población civil indefensa, durante la guerra civil española, que huía despavorida, por la antigua carretera de la costa andaluza que unía las ciudades de Málaga y Almería, de la represión de las tropas militares al mando del General Queipo de Llano.

    No quise poner en mi relato que cumplía el reto del mentiroso, aunque el General Queipo de Llano lo fuera de manera fehaciente. Bastaría con leer en Wikipedia el manifiesto que hizo, cuando se disponía a entrar a saco en la ciudad de Málaga, para dar testimonio de ello.

    Aprovechando la proximidad de esa negra efeméride; que el reto del mes era de marinero y mi recuerdo particular de haber coincidido en Brasil, allá por los años sesenta, con un marino que había desertado del buque escuela Juan Sebastián Elcano, me ha dado pie a confeccionar un argumento para redactar esta historia que es ficción y realidad al mismo tiempo.

    Gracias por leerme.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 20:02
  11. 11. Vespasiano dice:

    Agradecimientos:

    Para Berundgaar por haberle encantado el final y encontrar el relato original y refrescante.

    Para Leonardo Ossa por encontrar el título acertado y la historia entretenida y bien ambientada.

    Para R.J. Esperanza Pardo por haberse reído con Manuel y por su liberación. Agradezco doblemente el tiempo que ha dedicado a sacarme los colores con las comas, aunque he aprendido como utilizarla cuando se antepone el sujeto al verbo y otro tanto con el verbo dicendi. Aunque no puedo estar de acuerdo con escribir el nombre de los meses con mayúscula.

    Para ortzaize por haberse interesado por el contenido del relato y seguirme cada mes, dejando comentarios generosos.

    Para María Jesús por encontrar el relato bien documentado. En cuanto a la mentira acerca de la muerte del marino por parte de la familia viene justificada por la deshonra que supone la deserción del hijo, que para ellos ya estaba muerto.

    Para Patricia Redondo por encontrar bueno el relato y la evolución del personaje.
    Siento que este te haya decepcionado si solo tomas en cuenta que el cambio del protagonista se deba estrictamente a que este había encontrado una mujer que le satisfacía plenamente.
    Durante el transcurrir del relato en varias ocasiones deje entrever, o al menos lo intenté, que lo de ser marino le venía grande; que prefería una profesión civil a una militar; que el padre se había caído de su pedestal; que la novia era una beatona estrecha, de la presión del entorno familiar y de obediencia debida, etc.
    También siento que este mes no participes.

    Para Leosinprisa por encontrar el titulo certero de acuerdo al desenlace del relato y por la agudeza de vislumbrar que Manuel, el marino liberado, va a echar el ancla permanentemente en el puerto de Silvia.

    Para Estel Vórima porque el tono empleado, según su criterio, le ha hecho pensar que Manolito fuera real.
    Sin duda la mentalidad de los hombres aquí referidos, es tremendamente machistas.
    Y Manolito como es natural, cuando llega a Brasil, se despendola.

    Para charola por encontrar la historia bien contada, entretenida y realista. Agradecer también el error que me señala por el empleo inadecuado de la tilde en la palabra “como”.

    Gracias a todos nuevamente.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 21:07
  12. 12. Juana Medina dice:

    Vespasiano, ¡qué relato!
    Me ha encantado de principio a fin. Es de una verosimilitud perfecto. La pintura de época,y de las clases acomodadas en medio de esa guerra civil imperdonable, es excelente.
    La manera de escapar de la generación siguiente es muy simpática, muy pícara y también con todos los visos de verosimilitud. ¡Cuántos habrá habido entre los inmigrantes a América con historias parecidas.
    Creo que de tus relatos es uno de los que más me ha gustado.
    Un abrazo

    Escrito el 19 enero 2018 a las 22:46
  13. 13. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Vespasiano. La culpa es del corrector del PC dónde lo he escrito, en cuanto pongo cualquier mes, le doy espacio y zas! lo cambia a mayúscula, es horroroso! Ya puedes perdonar..

    Escrito el 19 enero 2018 a las 23:14
  14. 14. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Y ahora que lo dices, sí que suben los colores jajajj, además esa falta en concreto me da una rabia… en mi oficina he dejado de luchar por imposible con los que tienen la “manía” de escribir los meses en mayúscula, en fin, un abrazo!!

    Escrito el 19 enero 2018 a las 23:30
  15. 15. Yoli dice:

    Hola Vespasiano.
    Me gusta tu relato, está muy bien documentada, y el como el personaje se va dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Me gusta el final, muy divertido.
    Si quieres leer el mio, soy el 71
    Saludos.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 11:41
  16. 16. Ramón Temes dice:

    Gracias Vespasiano. Un buen relato.
    No estoy de acuerdo con la filosofía.
    El protagonista es no un héroe porque haya desertado e incumplido un contrato que ha firmado en libertad. Su liberación es un timo.
    Su deserción se debe a un enamoramiento repentino y enloquecido y no a sus ideas, lo que seria entendible.
    El protagonista es un niño mal criado, débil y muy lejano a la heroicidad. Hubiera sido un héroe si se hubiera enfrentado a sus dictatoriales padres antes de comprometerse con la Armada y con su novia del Opus. Su reacción es tardía, y basada en los motivos equivocados.
    Definitivamente no es un héroe.
    Por lo demás el relato está bien construido y me ha gustado aunque sólo sea por recordarme mi juventud y cómo otros héroes de verdad han resuelto sus problemas.
    Felicitaciones

    Escrito el 20 enero 2018 a las 14:12
  17. 17. Vespasiano dice:

    Agradecimientos:

    Para Juana Medina por los comentarios elogiosos que hace de mi historia.
    Sin duda el hecho desgarrador del bombardeo es completamente verídico y está de sobra documentado y contrastado con fotos, reportajes y crónicas de la época.
    Además es un hecho muy cercano a mi familia, los abuelos de mi mujer fueron unos de tantos miles huidos de Málaga con miedo a las represalias.
    Al pobre del abuelo, que no había dado ni un tiro en la guerra (le faltaba una pierna) al término de la contienda lo encarcelaron durante ocho años, porque pertenecía al partido socialista.
    Si te apetece, te invito a leer en mi blog, el relato “Volver a sus raíces”, donde cuento la historia del abuelo, con detalles del episodio del bombardeo, la huida y la manera como consiguieron sobrevivieron durante la guerra y la represión de la post guerra.

    Para Yoli por haber encontrado la historia bien documentada.

    Para Ramón Temes por devolverme la visita que hice a su relato.
    Además siento mucho que el protagonista te haya parecido un héroe; para mí nunca lo ha sido. Ni pretendí, cuando escribía la historia, dar lecciones filosóficas. Primero porque no lo soy y mucho menos ser consejero de nadie, ni por supuesto inquisidor moralista.
    Si te detienes un poco en la lectura, la deserción de Manolo (según mi historia), se debió a varios factores que ya he intentado explicar a Patricia Redondo y que no voy a repetir ahora para no hacerme tedioso.
    De cualquier manera respeto, como es lógico, la interpretación que has hecho de la historia y los comentarios que has dejado.

    Felicidades para los tres.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 18:15
  18. 18. María Kersimon dice:

    Hola, Vespasiano,
    He admirado tu manejo de la nomenclatura de la marina y la navegación así como los conocimientos históricos que despliegas en el relato. Lo mejor, sin embargo, ¡el final!, ¡claro, contundente e inequívoco!
    Felicidades.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 20:25
  19. 19. Karla Melissa dice:

    Usaste muy bien la nomenclatura de la marina, no estoy familiarizada con ella y en la primera lectura me complicó un poco las cosas; pero al releerlo me pareció entiquecedor para el relato.

    Me gustó la historia en general, la forma que narras, el final fue perfecto y la evolución del personaje me pareció muy buena.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 20:56
  20. Hola Vespasiano.

    Has logrado hacer todo un retrato de un ambiente familiar, de un escalafón social y de un muchacho con mucha vida por delante. Bravo.

    Sin embargo, echo en falta algo de acción. El narrador nos lo ha contado todo y no ha dejado nada para la imaginación. Parecía más un informe técnico que un relato. El único momento en el que, de verdad, se convirtió en relato es justo cuando termina, con el diálogo final. Pero claro, es cuestión de estilo y mis observaciones son puramente desde mi propia perspectiva (que no vale mucho, jejeje).

    Nos seguimos leyendo.

    Un abrazo.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 22:39
  21. 21. Osvaldo Vela dice:

    Hola Vespaciano, tardado pero seguro; aqui estoy.

    Mira que ahora tengo una sonrisa en los labios por el vocabulario en ese desenlace tan detallado.

    Hay un dicho que dicta” el que vive entre lobos a aullar se enseña”
    Manuel, en un par de años fuera de un entorno tan honorable como el que presentaste durante todo el relato da al traste con lo que se esperaba de él.

    Tu buena redacción presenta, con visualidad franca, la historia de los momentos de España. de tus textos algo he aprendido acerca de La Iberica.

    Te Felicito y nos leemos.

    Escrito el 25 enero 2018 a las 02:21
  22. 22. Vespasiano dice:

    Agradecimientos:

    Para Maria Kersimón por resaltar los hechos históricos y por haberle gustado el final.

    Para Karla Melissa por haberle gustado la historia, la evolución del personaje y el final.

    Para Jean Ives Thibauth por echar en falta algo de acción en el relato.

    Para Osvaldo Vela por encontrar en mi relato una buena redacción, y por la amabilidad que siempre tiene en sus comentarios.
    También agradecerle el dicho que me apunta, que no conocía.

    Felicidades para los cuatro.

    Escrito el 25 enero 2018 a las 20:45
  23. 23. Don Kendall dice:

    Hola Vespasiano,
    Magnífica historia, no solo por el tema, si no por el punto de vista elegido. Me parece un acierto llevar con mano férrea al narrador omnisciente sin tapujos. La historia que se cuenta y el modo de hacerlo es muy propia de la tradición oral de los relatos de aventuras con el poder evocador y de proximidad que proporciona. Me gusta mucho.
    Muchas gracias por compartir

    Escrito el 28 enero 2018 a las 21:20
  24. 24. Laura dice:

    Hola Vespasiano.
    Gran historia, con final grandioso.
    En algunos momentos caes en el contar, aunque lo que tienes es prácticamente toda una vida con el añadido de la carrera del padre.
    Ya se te han señalado varios detalles, para no volver a ellos.
    ¿Sabremos algo más de la vida de Manolillo en Río de Janeiro?

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 22:59
  25. 25. beba dice:

    ¡Por Dios, Vespasiano! ¡Qué relato impecable y genial! Me recuerda mi primera juventud, casi en los sesenta, cuando todos los chicos deseables y aceptables iban a la Escuela de Aviación, y formaban la Acción Católica. Por suerte, tu marinero tuvo un final feliz. ¿Los papás prefirieron declararlo muerto por atraco, antes que “juntado” con alguna garotinha ondulante?
    Perdona que tardara en comentarte después de tu visita, pero estuve de vacaciones y no soy muy hábil con el celular. Un abrazo.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 17:24
  26. 26. Vespasiano dice:

    Agradecimientos:

    Para Don Kendall por sus elogiosos comentarios.

    Para Laura por haberle gustado el final de la historia.
    Con relación a lo de contar, creo que se hacía necesario para dar a conocer el entorno de Manolito y su educación.

    Para beba por encontrar, en su generosa impresión, el relato impecable y genial.
    Somos casi de la misma generación y fuimos educados (aquí en España) al compás del Nacionalcatolicismo; por eso mi historia te puede recordar tu juventud.
    Con relación a la nota necrológica, la escribí con la intención de resaltar el enorme disgusto que se llevó la familia. Tener un hijo desertor en aquella familia, siendo su padre un Prohombre de la Patria, era inasumible, una desgracia y una deshonra. Para ellos su hijo estaba muerto.
    Lo de la “garotinha” no creo que lo supieran ya que el compañero de aventuras, no se atrevería a contárselo a sus padres.

    Gracias a los tres y felicidades.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 21:01
  27. 27. José Torma dice:

    Compañero Vespasiano.

    Poco puedo agregar a lo expresado por tus comentaristas. A mí la verdad el cambio brusco al final si me chocó un poco, rompe con el ritmo y cadencia, pero entiendo que había que terminarlo y ya está.

    Muchas felicidades, nunca decepcionas.

    Saludos y gracias por pasarte por mi relato.

    Escrito el 31 enero 2018 a las 16:52
  28. 28. Vespasiano dice:

    Gracias José por pasarte por mi relato y comentarlo.

    El giro final, respetando tu opinión de que te ha chocado, viene dado precisamente por la necesidad de mostrar, causando un impacto en el lector, uno de los ´muchos motivos que tuvo Manuel para no subir al barco, ante el mundo de libertad que se le ponía por delante en un país nuevo para él y, que al contrario de lo que conocía en el suyo; había libertad de cultos religiosos, de sexo, de ideas políticas, etc.

    Nos seguiremos leyendo. Felicidades.

    Escrito el 31 enero 2018 a las 18:48

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