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El marinero - por Karla Melissa

Web: https://karla-melissa-blog.tumblr.com/

La epidemia se esparcía con gran rapidez, pero él no se quedaría a ver las consecuencias, vivía en un extremo de la isla, con nada más que su barco para hacerle compañía. Solía mantenerse al margen de la vida y aun así había notado los cambios en algunos vecinos.
La voz rasposa, piel pálida, ojos casi salidos de sus cuencas y ampollas que parecía reventar con el mero contacto visual. Y esos eran apenas los primeros síntomas, algunas familias se habían atrincherado en sus casas, presas del pánico y luchando por no contagiarse.
Él no era como ellos, en cuanto notó los primeros síntomas, a diferencia de los demás, fue guardando provisiones “por si acaso” y eso le estaba salvando la vida justo ahora. Se iría de noche para evitar llamar la atención, los buenos para nada de sus vecinos irían tarde o temprano a pedir su ayuda.
Pero para cuando eso pasara él ya estaría muy lejos de ahí, viviría una vida de ermitaño y con suerte no sería molestado por el resto de sus días.
O al menos eso tenía planeado hasta que una infantil voz llamó su atención. Se giró a la fuente del sonido y descubrió a la pequeña hija de los biólogos, con sus botas y chamarra de cuero. Le veía con una sonrisa dulce. Ella y su familia eran los únicos que le daban pena, siempre ayudando a los demás, sus padres tratando de encontrar la cura y los únicos que habían sido amables con él desde el principio.
Eran unas de las pocas familias que estaba seguro, todavía no se habían contagiado, pero solo era cuestión de tiempo para eso, si seguían tratando de buscar una cura, no dudarían mucho. La pequeña le miraba inquieta y estaba a punto de preguntar algo cuando el llamado de sus padres los sobresaltó.
Aparecieron a la distancia y se acercaron con linternas en mano, ambos se veían cansados y una década más viejos. Llegaron en cuestión de segundos y al parecer el otro hijo de la pareja venía tras ellos, cargando a un gato más grande que él y con un labrador pisando sus talones.
La pareja corrió hacia su hija y la abrazó, mientras expresaba lo preocupados que habían estado. Fue entonces que su atención se dirigió al que consideraban un amigo. Al principio parecían confundidos por verlo junto a su barco y con tantas cajas sobre este. Pero les bastó segundos para entender lo que pasaba.
El hombre se puso nervioso, pero estos le dirigieron una mirada que les hacía ver que entendían. Era raro verlos en esas condiciones y no pudo evitar preguntar. Los padres intercambiaron una mirada antes de contar las circunstancias que los habían llevado a ese punto.
Al parecer la enfermedad había adquirido un nuevo síntoma: “locura”. Los infectados habían escapado de su confinamiento y se dirigieron al pueblo, atacando a todo aquel que se cruzaba en su camino y destruyendo todo a su paso. Decidieron que tenían que ocultarse, pero su hija siempre había sido rebelde y había escapado.
No les sorprendió que fuera con el marinero, después de todo le quería bastante, lo que les sorprendió fue ver la casa sola y temieron lo peor. Tomaron a su hijo y mascotas para buscarla, no querían arriesgarse y separarse. Por lo tanto, se mantuvieron juntos mientras buscaban a su hija y cuando los localizaron, no podían estar más aliviados.
Había una parte de la historia que no habían contado, pero no era necesario, que todavía no se marcharan fue suficiente. Seguramente ahora se encontraba su casa junto con el laboratorio en llamas, iban a pedirle que les permitiera quedarse en su casa ahora que él se marchaba.
Los miró e hizo cálculos, la comida debería bastar; tarde o temprano la enfermedad se esparciría y cuando eso pasara sabía que solo ellos serían capaces de detenerla. Miró el cielo y una estrella resplandeció con mayor fuerza que las demás, le daba su bendición.
Estaban por pedir su casa cuando él les interrumpió y con una sonrisa tranquila les dio las llaves de su bote, no aceptaría un “no”. Querían llevarle también, pero no había suficientes provisiones y él lo sabía, no subiría. La despedida era dura, pero no podía ser larga, escuchaban a la multitud acercarse.
El marinero no subió al barco esa noche, pero una familia y la esperanza de aquel mundo lo hicieron y eso era más que suficiente para él.

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8 comentarios

  1. 1. R. de Viturro dice:

    ¡Hola, Karla Melissa!

    Me ha gustado el planteamiento de tu pequeña historia y el drama que quieres imprimirle, pero vaya… me parece que se ha quedado a medio gas. No sé si lo has escrito muy rápido o con poco tiempo, pero hay unas cuantas faltas de puntuación a lo largo del texto: comas donde debe haber puntos, puntos donde debe haber comas, nada donde debe haber coma… Eso rompe un poco la dinámica del relato.
    Aparte, creo que en vez de mucha descripción cuando la familia se encuentra al protagonista, habría estado bien un pequeño diálogo, o recursos como “sus miradas se cruzaron y no hicieron falta palabras para entender la gravedad del asunto” (alguna vez usas elementos como este y quedan bien).

    Espero que esto te ayude a mejorar, que en el fondo es para lo que todos estamos aquí, jajaja.

    A ver si te vuelvo a leer para el mes. ¡Un saludo!

    PD. Soy la número 99 ^^

    Escrito el 18 enero 2018 a las 17:29
  2. 2. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, R. de Viturro

    Una historia con una trama, para un relato corto, demasiado densa. Hay mucha información en poco espacio, lo que obliga al narrador omnisciente a “contar” en lugar de “mostrar”. El narrador tiene que dejar mostrarse a sus personajes para que el lector pueda interpretar lo que el autor quiere. Por ejemplo, al azar, cojo una frase del centro del texto: “La pareja corrió hacia su hija y la abrazó, mientras expresaba lo preocupados que habían estado”, la imagen quedaría más vívida si dejas expresarse a los personajes aquí, no que el narrador nos lo cuente.

    Hay un problema de sonoridad. Por ejemplo al comienzo del texto, fíjate: “… se esparcÍA con gran rapidez, pero él no se quedarÍA a ver las consecuencIAS, vivÍA en un extremo de la IslA, con nada más que su barco para hacerle compañÍA. SolÍA mantenerse al margen de la vIDA y aun así habÍA”.

    Te han comentado ya algo sobre la puntuación. Pongo el mismo párrafo primero de ejemplo, y sustituyo la coma por punto y seguido, ya que comienza otra oración: “La epidemia se esparcía con gran rapidez, pero él no se quedaría a ver las consecuencias. Vivía en un extremo de la isla”

    Gracias por ofrecernos tu trabajo. Un cordial saludo

    Escrito el 20 enero 2018 a las 11:41
  3. 3. Ezequiel dice:

    Me gusto el giro en la personalidad del personaje,y no tanto la belleza de las palabras

    Escrito el 22 enero 2018 a las 06:02
  4. 4. Karla Melissa dice:

    Muchas gracias por sus comentarios, me ayudan bastante a mejorar. Es la primera vez que hago algo como esto y sus observaciones me ayudan bastante.

    Escribí algo rápido la historia y todavía soy muy nueva; estoy revisando lo que dicen de la puntuación y que es demasiada información en poco texto.

    No sabía si poner diálogos o no, por sus comentarios, eran necesarios y espero hacerlo mejor el próximo mes.

    Tomaré en cuenta todo lo que dijeron; muchas gracias por haber leído y comentado mi historia.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 20:30
  5. 5. Dino dice:

    Hola, me encantó el cuento! sobre todo por todo el background de los personajes, la isla y la epidemia, todo eso comprimido en 750 palabras. Me saco el sombrero.
    Más allá de que sea fanático del género de zombies, creo que el conflicto y las personalidades están muy bien plasmadas. Lástima que el reto del relato me espoileó el final. O sea, ya sabía que el marinero no iba a subir.
    En fin, te recomiendo que vigiles esas comas y puntos que podrían mejorar tu texto.
    Saludos!

    Escrito el 23 enero 2018 a las 18:28
  6. 6. Karla Melissa dice:

    Muchas gracias Dino; tu comentario me anima a seguir participando y tendré más cuidado con la puntuación.

    Me alegra que te haya gustado y saludos.

    Escrito el 26 enero 2018 a las 21:19
  7. 7. Vespasiano dice:

    Hola Karla Melissa:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.

    La trama de la historia me ha gustado con ese final altruista del marinero que cede su embarcación y sus víveres
    a la familia de biólogos.
    Sobre todo, creo yo, influenciado por la presencia de la niña.

    Hay un par de cosas que me han llamado la atención:

    “por si acaso”. No debería ir entrecomillado. Al ser un inciso tendría que ir entre comas.

    “…si seguían tratando de buscar una cura, no dudarían mucho…”. Creo que debiera ser: “no tardarían mucho”.

    Felicidades y a seguir escribiendo.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 21:48
  8. 8. Laura dice:

    Hola Karla Melisa.
    Tu relato es muy hermoso, al margen de los aspectos técnicos que siempre son mejorables con lecturas posteriores con la mirada fría.
    Nada que señalar desde la trama.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 22:42

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