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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Los piratas mienten siempre - por ÁNGELL

«El joven marinero permanece rígido, con los ojos apuntando hacia un punto fijo, cuadrado de forma marcial frente al capitán Elías. El oficial lee cuidadosamente los renglones escritos en una carta mientras levanta su mirada feroz, de tanto en tanto, contra el muchacho que previamente le ha hecho entrega de la misma. Al llegar a la postdata se detiene. Transcurrido un breve lapso de tiempo, gira la carta y lee los dos renglones escritos en el reverso.
»El techo es bajo, incapaz de contener la inmensa envergadura del capitán. Tiene que moverse allí dentro con la cabeza agachada. Encima de la mesa, mapas y objetos dorados, una botella vacía y una copa de cristal ruedan sobre el mueble, esparcen brillos y dibujan encajes sobre las paredes de la habitación henchidas de objetos salidos de tierras recónditas e inimaginables. El capitán se dirige hacia la mesa, mira de reojo al joven marinero y, con escrupuloso cuidado, enrolla los mapas por allí esparcidos. A continuación los guarda en una caja decorada con toda suerte de símbolos y adornos, que cierra con una llave colgada de su cuello.
»Una gota cae de la frente del lampiño marino, atraviesa la mejilla y se descuelga sobre la tela de su uniforme.
»De una zancada el capitán Elías se acerca a una especie de sillón que hace las veces de cama —demasiado pequeña para él y en desorden—, se tumba como puede y recrea su atención en los preparativos de una pipa. Enseguida se forma una nube de humo e invade el lugar. “Antes de ser mío —comienza a contar orgulloso—, el Temido perteneció a otro capitán más valiente, más intrépido y más inteligente, suya fue la idea de poner un tercer palo al barco. Se llama Samuel, Samuel Roel, ‘Viejo Sam’…, tu padre”. —Suspende aquí su ampulosa verborrea, deja de fumar y fija su mirada en el techo. Luego se levanta, se detiene frente a una ventana, aparta el visillo y sigue hablando—: “Él me lo enseñó todo acerca del mar y los barcos. A robar, saquear y matar. Pero un buen día lo dejó todo, puso la nave y su tripulación en mis manos y se fue a vivir en paz al lado de su mujer y su hijo recién nacido… Y ahora tú, que apenas has durado un año en un navío escuela, vienes con una carta suya en la que me pide, encarecidamente, que te admita entre mi tripulación. ¿Estás loco, muchacho? ¡Coge tu petate y márchate!” Con esta orden, un rugido imperativo, el capitán Elías da por concluida la conversación, aspira otra calada de su pipa y esparce una nueva bocanada de humo azul.
»El marinero pierde la compostura, se abalanza sobre la mesa interpuesta entre los dos y chilla:
—¡Pero en la carta pone…!
El capitán le interrumpe:
—¡Insolente, atrevido! ¿Has leído la carta de tu padre, truhán? Y el sello, ¿cómo has conseguido…?
Grave y fuerte, el tono autoritario de voz del capitán Elías hace recular a su antigua posición al joven, que exclama:
—¡En la Armada no se aprende exclusivamente a hacer nudos con los cabos…, mi capitán!
El oficial replica:
—No se equivoca tu padre, pues, en ninguna de sus palabras, grumete. ¡Ahora, vete!»

Aún hoy —continúa con su narración el marino sentado sobre un noray—, desde Asia hasta Europa, pasando por Estambul, en todos los puertos se cuenta que el marinero no subió al barco aquella mañana. Que el intrépido capitán le gritó desde la ventana de la fonda: «¡Los piratas mienten siempre. Verdadero es tal testimonio, vive Dios!» Después soltó una grosera risotada, bajó al puerto y puso pie sobre la cubierta de su velero bergantín. Una vez en el camarote, extrajo del bolsillo la carta y releyó la extraña postdata: «Todo lo escrito en la otra cara de esta carta es verdadero». Le dio la vuelta al documento y volvió a leer: «Todo lo escrito en la otra cara de esta carta es falso». Prendió fuego a la misiva y con ella encendió su pipa. Alegre, entonces, se dirigió a la popa del barco y, una vez allí, empezó a cantar una canción que fue perdiéndose en lontananza, poco a poco, así se alejaba el joven marinero, mientras tanto, entre sollozos y arrastrando los pies por el sucio puerto de Piànzi, en Isla Calavera: «…a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar y mi furia es de temer.»

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22 comentarios

  1. 1. Don Kendall dice:

    Magnífico!!!. Anonadado quedo. Un recurso muy hábil e imaginativo. La paradoja de Eubulides de Mileto para cumplir el requisito de la escena. ¡perfecto!. Me gusta mucho.De la exhibición y el manejo de la trama con un narrador que no deja resquicio para que el lector se aburra.
    Gracias, es un gran trabajo que sin duda sirve para aprender mucho en este oficio. Todo esto, claro está EMDO.
    Un abrazo

    Escrito el 17 enero 2018 a las 20:44
  2. 2. susylg dice:

    Me pareció muy original. Saludos. Susylg del 30

    Escrito el 18 enero 2018 a las 00:58
  3. 3. ÁNGELL dice:

    Quisiera dejar aquí expresados una serie de impedimentas y algunos agradecimientos, con el permiso de todos los presentes y la autoridad que nos deja el local para expresarnos.
    Por no sé qué razones técnicas, el robot de Literautas no me ha respetado los espacios entre párrafos excepto el último. ¿Por qué? Pues eso. ¿Alguien de los presentes me puede echar una mano para resolver este asunto para veces posteriores? ¿Se trata, acaso, del procesador de texto que se utilice para realizar el original? ¿Hay que guardar el texto bajo alguna condición de «guardar formato» y que el robot de Literautas lo acepte? Para mí es una cuestión muy importante puesto que esos espacios suponen tiempo y el tiempo es oro, o sea, riqueza, y yo necesitaba enriquecer mi texto que ahora parece una convención de hormigas algo desganadas. Ya de por sí me molesta, hasta cierto punto, el que mi texto aparezca alineado en «bandera», cuando yo lo envío «justificado».
    Igualmente en el caso del texto entrecomillado final. El texto comenzaba con una fuente determinada y en cuerpo doce y terminaba con la misma fuente pero en cuerpo 8, un descenso gradual y escalonado que reforzaba la visión del marinero alejándose del barco donde el capitán cantaba, alegremente, esa estrofa.
    En fin.
    En cuanto a los agradecimientos…
    Quisiera agradecer, en primer lugar, la colaboración inestimable de mi «amigo» José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda Delgado por los cabos y retales prestados, así como la media estrofa empleada al final de mi texto, sin pedirme un céntimo a cambio. Al diccionario Español-Chino de Google. Quiero darle las gracias, también, por su colaboración a Martin Gardner, Epiménides, Bertrand Russell, George Edward Moore, Lord Dunsany, San Pablo, Platón, Sócrates y P. E. B. Jourdain. A la editorial RBA por meterlos a todos juntos en un libro. A mi padre, que me enseñó la «Canción del pirata» siendo aún muy niño. Quedé fascinado y prendado de esos versos de por vida.
    En esta misma línea, ¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias!, o sea, muchas gracias Don por tus comentarios. «Apreciable», que no (D)espreciable, es siempre tu opinión para mí. Gracias por presentarme a Eubulides de Mileto. Por cierto, ¿se puede saber qué haces para que tus textos salgan con esa negrita tan maravillosa, que yo no consigo? Ayer me llegó «Las voces del relato», ¿recuerdas? Cambié de tercio a última hora y me lo hice acompañar de «Teoría de la narrativa», de Mieke Bal.
    Gracias, susylg.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 11:21
  4. 4. Don Kendall dice:

    Hola Ángell
    En cuanto espacios entre párrafos, parece que lo más prudente es que una vez tengas tu escrito en procesador de texto (Ej Google Doc)hagas lo siguiente:
    1 – Justificar a derecha.
    2 – Copiar y después pegar en formato Literautas.
    3 – Editar en la ventana de Literautas:
    1º Intro de forma manual en los párrafos
    2º En lugar de tabulador, barra espaciadora dando cinco espacios.
    4 – Para la negrita, itálica y demás utiliza código HTML (creo que solo se puede hacer en los comentarios). En el texto que se envía, ninguna floritura que signifique trastear el código me parece posible.
    5 – Los códigos que utilizo son :
    5.1 Para negrita “menor que”strong”mayor que”texto a tratar”menor que”/strong”mayor que”.
    5.2 Para itálica “menor que”em”mayor que”texto a tratar”menor que”/em”mayor que”.
    Ejemplo :Negrita texto a tratar
    Itálica texto a tratar
    En cuanto a Eubulides de Mileto que debía de ser un cachondo y buen cascarrabias, dicen que se planteó “Si afirmo que estoy mintiendo, ¿miento o digo la verdad?”, que tiene cierta diferencia con la enunciación de Epiménides, según algunos pensadores ;-). De ahí mi referencia Eubúlides más que a Epiménides, dado que en el trabajo que presentas, el narrador propone “… en una de cuyas caras aparece: “Lo que está escrito en la otra cara es cierto” y en la otra: “Lo que está escrito en la otra cara es falso”.(https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_del_mentiroso).
    Bue…. , es entretenido esto, pero hay más cosas que hacer. Ha sido un placer, como siempre. Y la opinión, permíteme discrepar, TODAS son despreciables o apreciables y si me apuras hasta consuetudinarias, en resumen , ¡una mierda! ¡o no!, a fin de cuentas es un asunto de autoreferencia, como las paradojas de nuestro amigo Eubúlides.
    Un abrazo

    Escrito el 18 enero 2018 a las 13:17
  5. 5. Don Kendall dice:

    Corrijo:
    Justificar a izquierda.
    Los espacios para simular sangría tampoco los admite el “robot” de Literautas.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 15:32
  6. 6. Yoli L dice:

    Hola Angel

    Siempre un placer leerte y que me permitas aprender con tu relato.

    La historia es muy fluida, llena de imágenes y engancha, me ha gustado.

    En cuanto a los mejorables he leído tu explicación sobre el espacio entre párrafos, que realmente enriquecería más la lectura. Sobre el alineado y otras cosas de estética, esperemos que Literautas más adelante nos permita pulirnos más en ese aspecto, tal vez instruyéndonos en códigos html como ya algunos (me incluyo) los utilizamos en los comentarios, no me he atrevido en el formulario.

    Te explico, espero se refleje aquí:
    Uso para negrita: en ese orden, al principio y al final, pegados a la palabra que quieres resaltar.

    Entrañable la canción que te enseñó tu padre sobre piratas 🙂

    -No me quedó clara en la primera frase “cuadrado de forma marcial”, ¿será que falta alguna coma o hay que correrla?: …hacia un punto fijo, cuadrado de forma marcial…

    -En esa misma frase me parece que hay una redundancia, sería cambiar por un sinónimo para que suene mejor: “apuntando hacia un punto fijo”

    -Rima muy seguida: “grumete. ¡Ahora, vete!”

    Un abrazo

    Por si me quieres honrar con tu visita, estoy en el #31 El espía https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-50/9169

    ¡Nos leemos!
    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 18 enero 2018 a las 18:45
  7. 7. Yoli L dice:

    No salieron los códigos 🙁

    Trataré de explicártelo de otra forma:

    Al principio de la letra y pegada a ella: tecla menor + b + tecla mayor

    Al final de la letra y pegada a ella: tecla menor + símbolo slash (la línea inclinada) + b + tecla mayor.

    •*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸Yoli¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸

    Escrito el 18 enero 2018 a las 18:50
  8. 8. ÁNGELL dice:

    Gracias, Don. Gracias, Yoli. Me pondré en marcha con lo del código html. He usado este tipo de de códigos —Markdown, por ejemplo— en el móvil y he usado el de Whatsapp, pero ni se me había pasado por la cabeza que también existía un código en html. Daba el html como el «texto enriquecido». De hecho, las comillas españolas y el guión largo que empleo son en código ASCII. Estoy en ello. Lo probaré en el próximo ejercicio. Todo sea que me salga un «guarreo» que te pasas.
    Partimos de que me habláis, claro, de aplicar los códigos ya en la ventana de Literautas, una vez que he pegado mi texto procedente de Docs, por ejemplo, que es el procesador que uso habitualmente, ¿no?

    Hola, Yoli:
    «Cuadrarse» es mantenerse en posición de firmes ante un superior.
    La del punto fijo se me escapó, pero no le doy importancia.
    La del grumete, no, la rima está hecha con intención. Seguía queriendo guardar, aunque fuera solo en algún resquicio —lo último de lo narrado por el marinero sentado en el noray—, el soniquete de la lectura de un poema, el origen de todo mi texto. En mi mente estaba la teatralidad con que recitaba el capitán toda la frase, la dicción…, y me sonaba bien, lo veía bien, como en una peli. Podía haber usado otra palabra en vez de grumete, pero, ya digo, me gusta así.
    Me paso mañana a hacerte una visita.
    Un saludo afectuoso.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 19:48
  9. 9. Don Kendall dice:

    Hola Yoli L y Ángell,
    Únicamente a los efectos de aclarar algo:
    1 – El elemento es presentacional y no aporta semántica al contenido.
    2 – El elemento si aporta esa semántica.
    3 – Lo recomendable, es utilizar marcado semántico y dejar la presentación para la Css.
    4 – Es fundamental para temas de accesibilidad.Por ejemplo el robot de búsqueda presta atención a las palabras que encuentra reforzadas como strong y no a las bold. Considera las palabras con strong como palabras clave de la página.
    En resumen,como regla general
    html se debe usar solo para organizar la informacion, y usar css en lo referente al diseño. Si tenemos en cuenta que en la web y comentarios de Literautas, lógicaqmente solo se permite el uso más o menos restringido de HTML, lo aconsejable es utilizar «strong» y «em».
    A

    Escrito el 18 enero 2018 a las 19:54
  10. 10. Don Kendall dice:

    Repito mensaje anterior, por precipitación en los dedos. Lo siento.
    Hola Yoli L y Ángell,
    Únicamente a los efectos de aclarar algo:
    1 – El elemento “b” es presentacional y no aporta semántica al contenido.
    2 – El elemento “strong” si aporta esa semántica.
    3 – Lo recomendable, es utilizar marcado semántico y dejar la presentación para la Css.
    4 – Es fundamental para temas de accesibilidad.Por ejemplo el robot de búsqueda presta atención a las palabras que encuentra reforzadas como strong y no a las bold. Considera las palabras con strong como palabras clave de la página.
    En resumen,como regla general html se debe usar solo para organizar la informacion, y usar css en lo referente al diseño. Si tenemos en cuenta que en la web y comentarios de Literautas, lógicaqmente solo se permite el uso más o menos restringido de HTML, lo aconsejable es utilizar «strong» y «em».

    Escrito el 18 enero 2018 a las 19:59
  11. 12. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola Ángell!

    Pero ¿otra vez con el camión de la mudanza? ¡Me he tirao toool día parriba pabajo buscándote, querido vecino!
    ¡Ay! qué bonito hubiera quedado esa letra disminuyendo… eso sí que es arte y que se quite lo demás. Tu relato de este mes… simplemente: genial. La forma y ritmo, el escenario, los gestos que se trae el capitán alargando la espera del marinero mientras el autor nos invade con deliciosas imágenes coloridas y brillantes… Lo que más me ha gustado es eso: el escenario y la descripción, y también mucho el vacile con el juego de las dos caras de la carta con la mentira y la verdad… ummmmhhh, me ha recordado a una canción de Manu Chao (mentira, claro). Pero sin duda lo mejor que podría haber hecho ese capitán es encender su pipa con la carta. Una cosa, hasta que he leído la palabra “ventana” he creído que la escena se desarrollaba en un camarote, soy muy espesa con las composiciones de lugar.
    Estoy en la planta 100, pero te aconsejo que ni bajes o ni subas, a no ser que quieras echarte una siestecita.
    Un saludo de tu vecina.

    Postdata: Todo lo escrito más arriba de esta postdata es verdadero.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 20:27
  12. 13. Charola dice:

    Bien, Angell. Muy bueno tu relato. Descriptivo y bien armado.

    El juego de la mentira vs. verdad es igualmente bueno. ¡Vaya con el título!

    Para que tu texto no quede tan denso, cuando lo pases al formato de Literautas dale doble ENTER después de cada punto aparte, porque así lo hayas escrito en Word de esa manera, en el formato de Literautas no quedará así.

    Un abrazo. Estoy en el 33 por si quieres leer mi texto.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 03:12
  13. 14. ÁNGELL dice:

    Hola, Esperanza:
    ¡Ay, mujer, calla, calla!… Verás (ahora que no nos escucha nadie), es que aquello era como muy soso… El portero me contó que esa parte del barrio la llaman «de las palabras inquietas». Por lo visto, la mayoría de los vecinos escriben y se pasan todo el día concentrados, hilvanando palabras en silencio… Y yo, sin embargo —que pretendo ser del mismo palo pero soy más de hacer puntillas—, me levanto de la silla a leer en voz alta, subo el volumen de la música «rosh» hasta que se me salen los sesos por la nariz, me lío a hacer de capitán pirata por la casa a grito pelao… Pues eso, que, no es que me haya ido…, ¡me han echao!
    Así que me he «venido arriba», al norte, a un sitio que es algo así como el Los Ángeles de las pelis por culpa del cambio climático y me paso todo el día sentado en las terracitas, tomando el sol (me ha dicho el médico que llevo muy mal lo de la vitamina D, que salga a la calle, que me oree) y bebiendo cervezas acompañadas con unas olivillas. Para pillar inspiración, digo. A partir de la tercera o la cuarta birra soy un fenómeno, me salen los textos bordaos… je, je,je. ¡Es todo mentira!
    Oye, nada, que sí, chiquilla, que yo soy de los que suben a casa por las escaleras… Ya llegaré a tu piso. Tú pon el agua a hervir para los cafeses, que yo llevo los cruasanes…
    Un saludo afectuoso.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 11:36
  14. 15. ÁNGELL dice:

    Hola, Charola:
    Muchas gracias por tus comentarios, por los consejos.
    En cuanto pueda me dejo caer por tu nido.
    Un saludo afectuoso.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 11:43
  15. 16. Judith dice:

    Hoa Angell,

    Me toca comentar tu relato.

    Tanto la ambientación del cuento como la del personaje principal logran transportarnos y hacen que casi escuchemos los gritos del pirata desde una habitación contigua en la fonda. Ese capitán soberbio, prepotente y altanero se deja entrever sin que hagas ningún tipo de descripción física, sino tan solo a través de los diálogos y el narrar sus movimientos. Mis felicitaciones por eso.

    Le prestaría un poco de atención a esta frase: “Alegre, entonces, se dirigió a la popa del barco y, una vez allí, empezó a cantar una canción que fue perdiéndose en lontananza, poco a poco, así se alejaba el joven marinero, mientras tanto, entre sollozos y arrastrando los pies por el sucio puerto de Piànzi, en Isla Calavera”. Algo parece errado. Tuve que leerla varias veces para entenderla y creo que es porque debería comenzar una nueva oración en “Así se alejaba el joven marinero…”.

    Me pareció una historia interesante sobretodo porque nos transporta a una imaginaria Isla Calavera en la que todo vale y donde surge la imagen de un prepotente capitán que deja totalmente minimizado a tu otro personaje, el incauto grumete. Casi como la vida misma…

    Saludos.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 18:54
  16. 17. ÁNGELL dice:

    Hola, Judith:
    Muchas gracias por tu visita, tus comentarios y las felicitaciones.
    En cuanto a lo de la frase «Alegre, entonces, se dirigió…», te digo que sí y que no. Me explico.
    Yo no soy el que narra los acontecimientos, el narrador es el marino que está sentado sobre un noray. Por lo tanto, yo no soy el que habla si no él. Y él habla como se hablaba en la época en la que Espronceda escribió su famosa «Canción del pirata», o al menos eso he pretendido y he intentado dentro de unos límites que yo mismo me he impuesto. De igual manera, el «Aún hoy» no es mi hoy si no el de él.
    La solución que tú planteas del punto y seguido no se ajusta, por lo tanto, a mis intenciones. Cambiando simplemente el «así se alejaba…» por un «según se alejaba…», el problema hubiera estado solucionado igualmente.
    No obstante, esta frase me dió guerra desde el principio porque, aunque yo lo que quería era hacer una frase larga, había demasiadas interrupciones en su lectura: «entonces», «una vez allí», «poco a poco», «mientras tanto»… Después de pensarlo detenidamente (estoy hablando de la sexta versión del texto que publico aquí, cuando todo empezó con un náufrago flotando sobre la puerta del camarote 423), opté, para bien o para mal, por dejarla tal y como está ahora. Un órdago con solo chica. «Jugador de chica, perdedor de mus», podrás decir… Ya, pero…
    También podía haber escrito en los diálogos: «dijo bruscamente con vehemencia», en lugar de «que exclama»; o, en lugar de «El oficial replica», haber puesto «dijo el oficial, contestando a la respuesta del marinero», pero es que,entonces, hubiera hablado yo y no el marinero, en un hoy distinto al que quería simular.
    No obstante, puedo estar en un error y ser éste un nuevo intento fallido de narrar una cosa. Dejaré reposar el texto durante un tiempo largo y luego ya veremos si le doy un tiento o no.
    Tomo nota de tus sugerencias, de todas formas.
    Un afectuoso saludo.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 13:40
  17. 18. Laura dice:

    Hola Angell.
    Me encantó tu relato.
    Con respecto a tus problemas de teclado, el mío, muy sencillo, sencillamente hago todos los cambios en el texto y luego copio y pego en el formato para que me quede. Es lo único que logro que me quede como yo lo planeo. Justifico mi propio texto, luego me sale (o al menos eso creo, no lo vuelvo a leer una vez que lo subo, bastante lo he leído y trabajado durante quince días para seguir haciéndolo).

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 16:13
  18. 19. Judith dice:

    Angell,

    Efectivamente, se sabe que tú no eres el narrador desde las comillas iniciales y se sabe que es el marino sentado sobre el noray desde que lo mencionas en el último párrafo. Sin embargo, finalmente somos (o jugamos a ser en mi caso) escritores, y deberíamos tener la capacidad de jugar con las palabras y las formas para transmitir lo que queramos (por ejemplo el tiempo en el que este marino narraba) manteniendo al lector interesado y haciendo comprensible la lectura para él. Yo me haría algunas preguntas: por qué este marino venía contando su historia de una manera y sólo al final comete “errores” en la forma? Es tan clave para la creación de éste, tu tercer personaje, esta frase que confunde al lector y lo hace tener que releerla para entenderla? Puede ser que me respondas que sí y que me digas que el no entenderlo sea un problema del lector y que prefieres mantener esa forma. Está perfecto! Al final de cuentas, es tu creación.

    Perdón por la falta de los signos de apertura; el teclado de mi teléfono no los tiene.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 17:50
  19. 20. ÁNGELL dice:

    No, no se trata de que sea clave la frase, Judith, tal vez no me he expresado bien con anterioridad.
    Quiero decir que estoy viviendo la creación de este texto aún. Estoy en un «ahora» en el que no puedo definir todavía su final. Por eso mismo te comentaba que guardaré un tiempo este texto y lo volveré a leer más adelante, no sé cuándo, junto a los comentarios y sugerencias, lo guardo todo. Aún no he vuelto a leer el texto que escribí la primera vez que puse unas letras en este espacio, hace cuatro meses. Estoy más que seguro de que, al leer mi relato y los comentarios de nuevo, le daría la vuelta como a un calcetín.
    Hace poco, en la propuesta del mes pasado, precisamente, hablaba de lo sumergido que quedo en mi trabajo y el error que cometía al no alejarme un poco para verlo desde lejos, alejarme del cuadro, dije, en una comparación, no sé si ridícula, con mi profesión. Junto a todo lo que voy aprendiendo aquí, resulta una práctica que me parece interesante y aún no consigo dominar, a la vista de los resultados.
    Es eso, nada más. Recuerda que te comentaba que esa frase me había dado guerra desde el principio, que la tenía en el punto de mira. Una vocecita me dijo: ¡Salta!, y salté a la piscina con mi texto como único vestuario. Y está claro, no me despego de él ni harto sopa… Por ahora.
    Entiendo perfectamente todo lo que me comentas y sugieres en torno a esa frase.
    Estoy en ello, de verdad, en todo lo que se me comenta y sugiere, vaya. Tiempo al tiempo.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 21:48
  20. 21. María Kersimon dice:

    Hola Angell,
    Me ha gustado tu relato, muy visual, móvil… aunque las actitudes del capitán sean algunas un tanto estereotipadas, quedan muy bien; le dan carácter al episodio. Tienes vocabulario y lo manejas bien.La descripción de la mesa y del cubículo del capitán así como la de su propia persona son una gozada. Rebozas imaginación. Felicitaciones por un cuento con cuerpo.

    Escrito el 25 enero 2018 a las 22:57
  21. 22. ÁNGELL dice:

    Hola, María:
    Muchas gracias por pasarte por aquí.
    Una vez, tratando de documentar y completar y un trabajo, pregunté y me recomendaron contactar con un determinado señor. Este señor había sido profesor. Ya jubilado, dedicaba todo su tiempo a datar y documentar, con una pasión desmedida, todo lo acontecido en la localidad donde habitaba. Hecho el contacto, hablamos y hablamos muchas horas acerca de lo suyo, lo mío y lo nuestro. En un momento determinado, me comentó que su intención era dejar todo su trabajo al Ayuntamiento y crear un archivo histórico de la localidad, como así ha ocurrido, parece ser. Él lo que quería en realidad era retirarse a su lugar de nacimiento, un sitio localizado en Pontevedra donde un antiguo pariente suyo había «trabajado» de pirata, uno de verdad, de los de loro encima del hombro, decía; investigar todo acerca de él y de una cueva —que existe de verdad— con un tesoro oculto y escribir un libro acerca de la figura de su pariente, antes de que él mismo pasara a otra vida. Me resultaron fascinantes aquellas charlas y todo lo que me contaba. Era, o es, un personaje inquieto, un adicto a su profesión, la enseñanza; un investigador metódico y tenaz. Le advertí más de una vez acerca de las piedras de molino romanas que adornaban su jardín, las pelotas de artillería y las balas de plomo de cuando la Guerra de la Indepencia, amén de otras rarezas que guardaba como un tesoro. Le advertí de que no eran suyas, que eran de todos y que estaba penalizado no advertir de su posesión. Se asustó mucho, él lo ignoraba. Perdimos el contacto después de aquello.
    Durante más de tres años estuve trabajando como «Concept-Artist» para una empresa extranjera en algo relacionado con un pirata español, otro diferente.
    Ya ves, siempre rodeado de piratas.
    Se puede decir que ya soy casi uno de ellos.
    Bueno, casi, ya digo…, yo no miento tanto.
    Muchas gracias por tus palabras, por tus felicitaciones.
    Un saludo afectuoso. Nos leemos en el próximo viaje.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 14:18

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