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LUDOPATÍA - por LUDIKA

Esta vez el marinero no subió al barco. Se lo había jugado todo, hasta la más remota esperanza.
Se fue enredando en sus mentiras, se vió envuelto completamente por sus dichos, amordazado por sus omisiones y maniatado por sus excusas. Inmovilizado en consecuencia de su propia lengua. Hizo un arte de ese hablar sin decir nada y de generar una mágica empatía en los que lo rodeaban, pero ya había defraudado a más de uno y de poco las puertas se iban cerrando.
Apodado ¨El Marinero¨ entre sus amigos, no por ser miembro de la tripulación de un barco y librar valerosas travesías oceánicas, sino por sus asiduas visitas al casino flotante que funciona dentro de dos barcos anclados en las aguas de Puerto Madero, pintoresco barrio de la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien la suerte lo había acompañado en más de una ocasión, hacía rato que no estaba de su lado. No solo en lo que a las apuestas refiere, o quizás en consecuencia de su mala fortuna en ellas, su familia y hasta sus más cercanos amigos se fueron alejando. Las mentiras salían de su boca de forma tan natural que era difícil dilucidar cuando era honesto y cuando no. Cualquier excusa era buena para escaparse a probar su suerte sin reparar dónde o con quien estaba, abandonando cumpleaños, desapareciendo días enteros o llegando tarde, incluso al casamiento de su hija. El tráfico, ficticios dolores estomacales, irreales acciones solidarias a fantasmagóricos amigos que nadie conocía, eran sus excusas más usadas. Este barco de mentiras se hundía y el debía abandonarlo.
Eran las diez de la noche. Esta vez tampoco iba a llegar a tiempo, Natalia podía entenderlo, aunque cansada, siempre lo hacía. Pero esta vez también le había fallado a su nieto, el pequeño Lucas cumplía un año.
Llamó a Natalia, pero ella no atendió, como era de esperar. El marinero dejó un mensaje.
— Hola Natalita soy yo papá — Su voz entrecortada reflejaba su cansancio — Disculpa que no llegué hoy, es que…— Hizo una pausa para improvisar una nueva excusa, pero se detuvo. La única forma de no volver a subir al barco era asumir la realidad. — la verdad Naty, es que tengo un problema.

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4 comentarios

  1. 1. Charola dice:

    Hola, Ludika.

    Primero, gracias por leer y comentar mi relato.
    Vamos al tuyo. Tu protagonista, aparte de ludópata es mitómano, es que una cosa lleva a la otra. Me gustó tu historia sobre todo el final.

    Algunos fallos:

    -vio (va sin tilde)
    -Apodado el Marinero. Solo el apodo va con mayúscula. Por allí lo pusiste en minúscula.
    -casino flotante que funcionaba (en tiempo pasado porque toda la oración está en pasado).
    -cuándo era honesto (cuándo con tilde).
    -a probar “su” suerte (a probar suerte).
    – Este barco de mentiras se hundía y él debía abandonarlo… (él, con tilde).
    – —Hola, Natalita, soy yo papá —Su voz entrecortada reflejaba cansancio—. Disculpa…

    Fíjate en las comas, la raya pegada a Su y a cansancio, luego el punto después de la raya y antes de Disculpa. Lo mismo en este caso:
    – … al barco era asumir la realidad—. La verdad, Naty, es que tengo un problema.

    Sigue escribiendo. Nos leemos. Felicitaciones.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 22:54
  2. 2. Judith dice:

    Hola Ludika,

    Me gustó mucho tu relato. Es una temática super interesante y fuerte: todo lo que cualquier adicto va perdiendo a su alrededor. Sin embargo, no sentí esa angustia en el relato. Creo que podrías haber profundizado un poco más en las pérdidas y los sentimientos que llevaron a que decidiera abandonar ese barco. Cuando hablas de que iba a llamar a su nieta, “Natalia podía entenderlo, aunque cansada, siempre lo hacía”, ahí tenías la oportunidad de profundizar en los sentimientos que lo hacen reaccionar; quizás que la hija ya no quisiera atenderle, o que no lo hubiera invitado al cumpleaños del hijo porque ya había decidido sacarlo de su vida… no sé, algo que hiciera entender por qué ese hombre decidía dejar el camino por el que iba, un sacudón importante en su vida.

    A pesar de esto, que es algo que personalmente me gustaría ver, tu cuento está muy bien escrito y me gustó mucho. Tiene un final muy esperanzador. Y también incluiste el desafío extra!

    Me va a encantar seguir leyéndote!

    Saludos,

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:46
  3. 3. Yoli L dice:

    Hola Ludika

    Gracias por tu visita y conceptos a mi relato #31 El espía

    Muy buen tema el que escojiste, lo que sucede a un adicto no solo al juego, sino que también al ser un mentiroso. Al final cuando quiere reivindicarse, fue lo mejor que pudo hacer, reconocer que tiene un problema, por ahí se empieza la rehabilitación.

    En cuanto a los mejorables, coincido con quienes me antecedieron.

    Nos seguimos leyendo.
    ¡Saludos!

    Escrito el 19 enero 2018 a las 22:04
  4. 4. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Ludika.

    Me ha gustado tu relato, creo que es un giro de tuerca interesante al concepto del marinero.
    Los compañeros de arriba te han comentado algunos fallos gramaticales que seguro han sido despistes y con una segunda lectura se arreglan.

    Lo que si me ha fallado es el ambiente o la sensación que transmite el relato, creo que se ha quedado a medio gas, no me ha transmitido las sensaciones de las que habla el texto.

    Buen trabajo.

    Soy tu compañera del número 25, por si te quieres pasar :).

    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 20 enero 2018 a las 10:55

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