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El interrogatorio de la momia - por Juan F. Valdivia

Web: https://juanfvaldivia.wordpress.com/

Impotente, Simmonario propinó un puñetazo contra la pared. El cadáver, indiferente a su frustración, siguió farfullando:
—Les… avisé. Intenté… ayudarles. Pero… él no subió.
—Cálmate, Simmo. —Stoian apoyó una mano sobre su compañero—. Así no lograremos nada. Lo sabes.
Simmonario bufó y se miró la mano. Al menos no se la había roto. En su palma la Vol-gema seguía resplandeciendo. Arrojó una ráfaga de control hacia la momia. El cadáver se sacudió y durante un par de latidos su cháchara se aceleró.
—Se repite —comentó Stoian—. Que si el marinero no subió al barco, que si intentó convencerle de hacerlo, que si trató de prevenirles del mal que eso implicaba…
Los dos distorsionadores contemplaron los restos del hombre. Se trataba del único tripulante, por decirlo así, del derelicto. ¿Cuánto tiempo llevaba encerrado en aquella cámara de la bodega, rodeado de signos de protección, y anegada de agua? El bergantín apenas se mantenía a flote: sólo emergían sus mástiles y la proa.
—Una tormenta más y se hubiera hundido —había dicho el capitán Pontorii. De acuerdo a sus órdenes, exploraron el derelicto lo más rápido posible, rescatando lo poco útil. Luego lo dejaron a la deriva.
—Stoian, seremos el hazmerreir de la Universidad: mira que no poder sacarle sus recuerdos ni a una momia mohosa…
—A ver, Simmo: lo envuelve un aura de aberración. —El distorsionador intentó activar los arpones. Las tres dagas etéreas resplandecieron durante un latido. En torno a ellas, envolviendo toda la momia, brilló un aura caleidoscópica—. No sé qué le ha pasado a este desgraciado, pero nunca he visto semejante manto de caos.
—Un jodido marinero —exclamó Simmonario alzando los brazos.
—Si quieres repaso el estado de los arpones de verdad…
—Hazlo. Por favor.
Stoian cerró la mano derecha. El resplandor de la gema de Voluntad atravesó los dedos con un pulsar sosegado. La luz, con el poder que habitaba en ella, se derramó por su torrente sanguíneo.
—Todos correctos. Ensartados en corazón, cráneo y bazo. Inyección de flujos distor correcta.
Simmonario parecía a punto de subirse por las paredes.
—Pero no logramos sacarle información alguna a este mierda.
Su enfado parecía hincharlo. Stoian lo miró con tristeza.
—Bueno, tenemos algunos detalles importantes —dijo esbozando una sonrisa desganada—. Está eso de la grímpola. Ya sabes lo que significa.
—Sí, claro. Un mar-errante eterno. Pero esos desgraciados jamás se niegan a subir a una nave: hacen cualquier cosa con tal de mantenerse alejados de la tierra que les maldijo.
—No quiso… subir —murmuró la momia, como si escuchase al distorsionador.
Stoian miró al cuerpo. Hinchado, chorreante, resultaba difícil comprender cómo la carne había resistido la acción del agua del mar. «El aura de caos», dedujo. «Ha debido frenar la descomposición. O quizá las runas de contención que le rodeaban».
—Eso es aún más raro —decía Simmonario—. ¿Un errante que no quiere embarcar? ¿Qué vio en el barco como para negarse?
—Algo. Y este desgraciado también debió notarlo. Fíjate, estaba tan aterrado que se encerró en la bodega rodeado de runas de protección. Eligió morir antes que salir.
Por la puerta del camarote se asomó Franci, el sobrecargo.
—Vamos a arribar a Efímera.
—Gracias —Simmonario miró a Stoian—. Noto su presencia: el hermano escarbador nos espera. Mierda.
—Mira, lo hemos intentado. No podemos hacer más.

Una figura de terrible color morado aguardaba en el atraque.
—Buenos días. Soy el hermano Estranvau.
—Salud, hermano —dijo Stoian invitando al escarbador a subir por la pasarela—. La momia está…
—¡Por todas las Gemas! —Estranvau había palidecido—. ¿Cómo habéis estado con eso? ¿No notáis el aura?
—Sí, el caos. Eso nos…
—¿Caos? Eso no es caos, hermano. Esa criatura rezuma Falacia: retuerce la Canción, distorsiona la Realidad. ¿Cómo pretendíais leer con simples arpones de verdad a un garokiano?
La lividez invadió a Simmonario y Stoian.
—Un garoki… ¿un prosélito de Garok, el Mentiroso?
—Sí. ¿Qué os ha dicho? Da igual: todo, absolutamente todo lo que os haya contado, es mentira. Falacias. Invenciones confeccionadas para ofuscar la verdad, para sembrar discordia, causar daño.
—¡Sagradas Gemas! Los signos de protección…
—Estaban dibujados hacia dentro —murmuró Simmonario con lentitud—. Hacia él.
—Contra él. —Ahora Estranvau sonreía—. Para defenderse de él. Le encerraron. Y abandonaron el barco. Le dejaron a su suerte.
—El marinero sí que debió subir al barco —murmuró Stoian—. Era él. Subió y con sus engaños trajo la maldición. Pero…
—¿Por qué? ¿Para qué?
Estranvau se infló:
—Hermanos, para eso estoy yo aquí.

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13 comentarios

  1. 2. J. Guillén Devís dice:

    Me encantas y me fascinas con tu dimensión particular del universo observable. Me ganas con tu cifi/fantasía.
    Muuuy bueno.
    Saludos!!
    P.D.: Leí tu “Acerca de”, releeré los cuentos que indicas y pongo tu web en mis marcadores.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 18:53
  2. Hola Juan.

    Interesantísimo relato. Es cierto que me he perdido un poco y he intuido que provenía de algo mayor. Leía y pensaba: “Esto en una novela tiene que quedar chulísimo”.

    Un derroche de imaginación. Has sabido encajar al personaje que siempre miente de manera magistral.

    Además me has hecho comprobar en la RAE el significado de al menos tres palabras, cosa que te agradezco profundamente. Nunca hubiera llegado a esas palabras si no fuera gracias a ti.

    Decirte que me ha gustado mucho, mucho. 😉

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 22:27
  3. 4. yolareina dice:

    Hola Juan F, Como siempre extraordinario, Me gusta ese tipo de lectura así que me impactas con ese derroche de imaginación, cierto que lo de la grimpola me dejó fuera pero no me distorsionó la lectura, el mentiroso ya lo había leído y fue igual de interesante. Tuve la oportunidad de visitar tu blog y leí el artículo sobre el verbo ser, empecé a revisar todo lo que tengo escrito, ejercicio agotador pero necesario, tienes razón hay mejores formas para escribir sin tanto (Ser). Gracias por la enseñanza.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 16:12
  4. 5. Juana Medina dice:

    Extraordinario, Juan, realmente extraordinario y muy original.
    Estupenda manera de incluir el reto.
    Te felicito de corazón. De lo mejor entre lo leído hasta ahora, y mira que hay coasas muy buenas…
    Enhorabuena. Nos leemos

    Escrito el 19 enero 2018 a las 21:42
  5. 6. Azul dice:

    Hola Juan,tu cuento me ha sido difícil seguir, pero claro, al final, lo aclaras todo. Visité tu blog como los demás y, al fin, una segunda lectura me hizo disfrutarlo de veras. Saludos.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 01:26
  6. 7. Osvaldo Vela dice:

    Hola Juan, ya me di un paseo por tus pistas de lectura para mejor entender el escrito, y creo dilucidar la conexión con el hombre de la Grímpola. El Prosélito de Garok, el Mentiroso, poseía una. Solo que entre mas trataba de profundizarme en la historia mas extraviado, en algo hermoso, me encontraba.
    El diversidad de palabras que, manejas con maestría, es algo que a mí me atrae. Gracias.

    El desenlace es perfecto para cumplir el reto opcional.

    Que el 2018 sea grande y pródigo para ti.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 13:24
  7. 8. Pulp dice:

    Hola Juan, te vuelvo a leer por fin tras un tiempo, he estado algo ausente. Debo reconocer que aún no he leído tus explicaciones sobre el relato, de momento voy comentando varios textos por aquí, pero cuando tenga algo más de sosiego lo haré. Además leo en los comentarios que en tu blog hay artículos sobre escritura que, si el autor eres tu, seguro que serán interesantes y didácticos, así que tengo doble motivo para visitarlo.
    En cuanto a tu texto, más o menos se entiende bien sin necesidad de alcaraciones, se intuye lo que no se explica, al menos a mi parecer, y el engranaje que creas para incluir el reto opcional es muy, muy bueno!
    Te felicito, y te releo en breve ;-P

    Escrito el 20 enero 2018 a las 17:10
  8. 9. Carmen Sánchez Gutiérrez dice:

    ES un texto original, muy bien escrito, capaz de atraer al lector desde la primera palabra. Mi enhorabuena.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 21:48
  9. 10. kikin87 dice:

    Hola Juan,

    Como microrelato individual es difícil de seguir y comprender, ya que sin la introducción al mundo al que pertenecen los personajes y a los objetos mágicos que mencionas, el lector pierde referencias.

    Dicho esto, tras haberlo ambientado, la lectura es completamente diferente, a mejor.

    Felicidades por el trabajo.

    Soy kik del relato 21.
    Nos leemos!

    Escrito el 22 enero 2018 a las 10:28
  10. 11. Carmen Sánchez Gutiérrez dice:

    Me ha resultado tan interesante tu relato que además de leerme todas tus aclaraciones, he leído también al maestro Quevedo,”Receta para escribir soledades”. Lectura apasionante.
    Lo dicho, eres una fuente de inspiración.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 17:48
  11. Hola a todos.
    J. Guillén Devís, gracias por comentar. Me alegra que te gustara el cuento y el universo en el que está ambientado. Un saludo.
    Jean Ives Thibauth, lógico que un lector que no sepa ‘de qué va la vaina’ se pierda un poco: era del todo consciente de ello al colgar el cuento. Lo que comentas de la novela, sí y no: estoy con una novela de ese mundo, pero narrando en hechos que suceden antes de lo que cuenta esta historia. Me alegra que no te moleste verte obligado a acudir a la RAE: hay gente que precisamente se queja de eso, de tener que tirar de diccionarios porque no comprende todas las palabras usadas. Ya sé que esa gente no podrá disfrutar de mi novela: está ambientada en un barco de vela y, tratando de darle realismo, me he estado documentando en lo relatico términos y maniobras marineras de buques de vela. Si no pueden leer una novela de Patrick O’Brian, por decir a un autor de novelas marítimas, la mía tampoco 😛 Gracias por comentar.
    Yolareina, muchas gracias por comentar. Me alegra saber que no soy el único en mi manera de ver el uso (abuso) del verbo ’ser’. Un saludo.
    Juana Medina, me alegra que te guste este cuento. Muchas gracias por molestarte en comentar.
    Azul, me quedo contento al saber que entre la explicación del blog y una segunda lectura el cuento mejora. Muchas gracias por comentar.
    Osvaldo, como siempre gracias por tus palabras. No tengo ‘artículos sobre escritura’. Sólo algunos comentarios muy personales. Como no soy ni filólogo ni nada similar, sino un simple aficionado, no se me ocurre plantar cátedra de nada. Muchas gracias por molestarte en comentar.
    Carmen Sánchez Gutiérrez, gracias por comentar. No conocía ese texto de Quevedo. De hecho, nunca he leído nada de él. Y casi nada de Góngora: lo poco que he leído me tira para atrás, por complejo. Al menos, si te ha gustado el cuento aunque sea un poco, me doy por satisfecho.
    kikin87, muchas gracias por molestarte en comentar. Tal y como ya he dicho, desde el primer momento me daba cuenta de que el texto podía atragantársele a alguien que no sepa más o menos de qué va mi mundo. Ta y como le digo a algún otro compañero, si con la explicación el cuento ya se hace al menos un poco disfrutable, me quedo contento. Un saludo.
    Para los que les haya gustado, decir que dentro de unos días colgaré en mi web un segundo cuento, en parte continuación de este. ¿Qué pasa con la momia y con el escarbador? Ahí se descubrirá algo más.
    Un saludo a todos y gracias por molestaros en comentar. Cada comentario, del tipo que sea, supone un pequeño empujón para animarme a continuar.
    Nos leemos.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 19:14
  12. 13. Vespasiano dice:

    Hola Juan:

    Decía mi abuela: «Los Juanes o tontos o locos».

    Y tu de tonto no tienes un pelo; así que, con el debido respeto, debes estar loco para poder escribir una historia como esta de la que no me he enterado de nada pero que me ha encantado.

    Jó,¡que terminología has empleado! Cuantas palabras nuevas para mí; que miraré en el diccionario para ver si existen o te las has inventado.

    Genial.

    A partir de ahora empezaré a leer novelas de ficción.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 19:28

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