Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El pozo de los misterios - por Berundgaar

Aquella noche había bebido demasiado. Él que nunca lo hacía, ejemplo de la nueva raza aria, dechado de virtudes, alto, rubio, espléndido. Un alemán de los pies a la cabeza. Disciplinado, respetuoso con sus superiores, no obstante, no había podido aguantarse.

Cuando el oficial de las Sturmabteilung, ese montón de delincuentes integrado en el nuevo gobierno había agarrado con brutalidad y arrojado al suelo al señor Franz, el bondadoso panadero judío que siempre le guardaba el bollo más tierno, que llevaba años mimando al pueblo entero, Roland no lo había pensado siquiera.

Extrajo con un movimiento rápido la Luger P08 de la pistolera, heredada de su padre, y le descerrajó un tiro entre los ojos al pomposo Oberscharführer Fischer. Ni siquiera se inmutó cuando la bala, de 9 mm entró limpiamente por la frente del sargento y estalló contra la parte posterior de su cráneo, esparciendo trocitos de su cerebro «ornamental» alrededor de la escena.

Luego, rápido como una cobra, habíase girado y en pocos segundos liquidó a los dos compañeros de la organización represora del NSDAP.

Todo el pueblo quedó consternado. Los fallecidos pertenecían a los Camisas Pardas, cuya siniestra fama les precedía. La represión sería brutal… a menos…

El Gefreiter Schnider, Roland para los amigos, ideó a toda prisa un plan para ocultar el triple homicidio, además de desaparecer él mismo y evitar así los probables perjuicios a sus amigos y vecinos. En las afueras del pueblecillo estaba situado el Pozo de los Misterios, una sima a la que los enamorados acudían a echar moneditas y que era famosa porque jamás devolvía nada de lo que desaparecía en su interior.

En años anteriores habían desaparecido animales domésticos y salvajes, e incluso todo un equipo de investigadores y espeleólogos que se había aventurado a explorarlo. Siete personas, instrumentos, cuerdas, incluso una pequeña grúa. De la noche a la mañana, tan sólo quedaban los anclajes del soporte. Nada más. El Pozo añadía una nueva y misteriosa desaparición a su ya de por sí truculenta leyenda.

Dispusieron los tres cadáveres en la boca del pozo. Ni siquiera se atrevieron a echarlos dentro. Al amanecer los aldeanos fueron a ver y no quedaban ni las gorras. Había unas marca de arrastre que llevaban hasta el oscuro agujero, como si un espíritu famélico hubiera reclamado para sí el ominoso sacrificio.

Naturalmente, Roland no iba a acampar en las cercanías del pozo, aunque hubo algún vecino que lo sugirió. Debía partir a la mañana siguiente a ocupar su nuevo destino, cabo ametrallador en una de las torretas antiaéreas del nuevo orgullo de la Kriegsmarine, la renacida armada alemana. El Gefreiter esperaba integrarse en la numerosa tripulación y pasar desapercibido entre sus compañeros hasta que la atención de las autoridades se desvaneciera. A fin de cuentas, la leyenda era bien conocida por todos los habitantes de la zona.

El marinero no subió al barco. Por desgracia o por suerte, la noche anterior a la partida del acorazado, los nervios le traicionaron. Al verlo enorme, imponente en el puerto de Gotenhafen, la bandera con la esvástica ondeando en su proa, los fantasmas vinieron a acosarlo. Sólo fue capaz de hallar consuelo en el alcohol. Roland, casi abstemio, cayó prácticamente enseguida y el titánico buque no le esperó. Cuando despertó hacía horas que el primero de los buques de la clase Bismarck había iniciado su singladura.

Pensó en un primer momento regresar a casa, pero más tarde, temeroso de enfrentarse a un consejo de guerra, por no hablar de la implicación en la desaparición de los Camisas Pardas, decidió, algo precipitadamente, dirigirse a la vecina Suiza, donde sabía que sus tíos le recibirían con los brazos abiertos. Amparado en la autoridad que su uniforme le confería, se inventó una excusa plausible y emprendió camino sin más dilación.

A los pocos días de su llegada a la localidad de Berna, ya sin uniforme y en casa de sus parientes, la prensa informó del aciago destino del Bismarck. De una tripulación de 2.220 hombres, tan sólo habían sobrevivido 115, de los cuales 110 fueron hechos prisioneros. En hojas anexas venían los datos de los fallecidos y allí, en la fila 32, casilla 28, se podía leer claramente «Gefreiter Roland Schnider. Artillero, torre Anton».

La niña de las coletas que acompañaba a sus padres aquel día, consternada por el ambiente que se respiraba alrededor, nunca entendió por qué el apuesto desconocido que la miraba esbozaba una sonrisa y le guiñaba, cómplice, uno de sus bonitos ojos azules.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

16 comentarios

  1. 1. Leosinprisa dice:

    Hola Berundgaar, has descrito la terrible situación de la Alemania nazi con rotundidad, unos años oscuros donde la vida humana no tenía ningún valor (ahora tampoco es que valga mucho, pero hay un poco, solo un poco más, de sentido común). Me gusta esa época de la historia, un tiempo que da para muchas historias, como la tuya.

    Tu personaje es un tipo con suerte, pues escapa a la delación por la muerte de los miembros de la NSDAP y a la deserción a bordo del Bismarck (cuando nombraste lo del orgullo de la flota alemana ya me olí en que barco iba a embarcarse). Además tiene sentido común y más suerte, al tener parientes en Suiza donde poder huir, lo único con lo que me he quedado con las ganas es saber que diablos guarda el pozo, pues parece poseer inteligencia propia y una voracidad que para si quisieran algunas bestias cazadoras. Pero considero que es mejor no contar y dejar a la imaginación del lector lo que allí pudiera encontrarse.

    Un relato entretenido, variado, con acción y misterio incluidos, y como no, un poco de picaresca en el texto final que te hace sentir simpatía por tu personaje y obliga a esbozar una sonrisa complice.

    Gracias por tu comentario en mi texto, un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 14:14
  2. 2. Yoli dice:

    Hola, Berundgaar.
    Me ha encantado tu relato, has descrito muchos detalles que dan más realismo a la historia. Y la parte del pozo me ha gustado mucho, le da un toque misterioso, al no saber que es lo que hay abajo y esta bien que lo hayas dejado a la imaginación de cada uno.
    Te seguiré leyendo.
    Saludos

    Escrito el 18 enero 2018 a las 14:52
  3. 3. Earendil dice:

    Hola Berundgaar.
    Este mes no he podido participar, pero he sacado unos minutos para visitar a alguno de los talleristas.
    Tu texto me ha encantado. Lo tiene todo, historia, misterio y buenas dosis de sentido común. Incluso en una Alemania enloquecida, se aborrecía desde muchos ámbitos a los Camisas Pardas, ¡como para tropezarse con ellos!
    Se nota que te gusta el tema y que te has documentado bien. Como milicia casi independiente, los SA, como también son conocidos, tenían sus propios títulos y rangos jerárquicos, que has utilizado muy bien en tu relato. El detalle del hundimiento del Bismarck, para hacer desaparecer a tu protagonista del mapa, ha sido la guinda de la tarta para un pastel perfecto.
    Personalmente me ha gustado mucho tu relato por dos razones:
    * La primera es que la historia es original, bien ambientada, con una narración limpia y bien estructurada. No dejas ningún cabo suelto al azar en la trama principal y, además, acaba bien.
    * La segunda es que yo utilizo muy a menudo este tipo de historias para escribir mis relatos. De un hecho histórico real desarrollo mi propia historia o, al menos, me sirve de marco para encajar a mis personajes. Y sobre todo, la parte fantástica, con el Pozo de los misterios, para darle un toque fictio que tanto me gusta.
    Por ponerle una pequeña pega en la parte formal, en el segundo párrafo:
    “Cuando el oficial de las Sturmabteilung, ese montón de delincuentes integrado en el nuevo gobierno había agarrado con brutalidad y arrojado al suelo al señor Franz, el bondadoso panadero judío que siempre le guardaba el bollo más tierno, que llevaba años mimando al pueblo entero, Roland no lo había pensado siquiera.”
    * Todo el párrafo es una inmensa frase. Tal vez deberías haber puesto algún punto de por medio, o haber cambiado un poco la estructura de las frases. Me he tomado la licencia de reescribirlas a mi gusto, espero que no te moleste. ¿Qué tal así?:
    “Cuando el oficial de las Sturmabteilung, ese montón de delincuentes integrado en el nuevo gobierno, había agarrado con brutalidad y arrojado al suelo al señor Franz, Roland no lo pensó siquiera. El bondadoso panadero judío, que siempre le guardaba el bollo más tierno, llevaba años mimando al pueblo entero.”
    Bueno, he disfrutado mucho con tu relato, por el que te felicito sinceramente.
    Espero que nos leamos en mes que viene.
    Saludos

    Escrito el 19 enero 2018 a las 17:48
  4. 4. Tatiuska dice:

    Hola, Berundegaar

    Tu relato me ha resultado intenso. Parece el resumen de una historia que pide mayor desarrollo. Describes una serie de afortunadas casualidades que le ocurren al protagonista, en un periodo de tiempo tan corto que resulta de lo más fantasioso; lo cual choca bastante con la formalidad del texto, que por momentos parece un artículo periodístico (por lo documentado, digo).
    Un saludo

    Escrito el 19 enero 2018 a las 19:33
  5. 5. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tus comentarios
    Tu relato ha resultado ser muy entretenido, y además muestra datos históricos, lo que le añade valor. Lo he visto bien estructurado y ambientado, y no está demasiado recargado. Se cuenta lo que se cuenta, sin adornos innecesarios. Bien hecho.
    Un saludo

    Escrito el 19 enero 2018 a las 19:44
  6. 6. Monty dice:

    Hola:
    Tu relato entrelaza la historia con la ficción en uno de los pasajes más oscuros de la humanidad, en donde tú personaje Roland se somete a una crisis que lo hace recapacitar en los torcidos ideales que siguió. Creo que la historia da para más, ojalá pueda leer toda una novela tuya.

    Gracias por comentar mi texto.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 21:33
  7. 7. Vespasiano dice:

    hola Berundegaar:

    Me chiflan las historias de los nazis, lo mismo que me desagradan, por lo …….(puedes poner el adjetivo que mas asco te dé.

    Por eso tu historia, bien documentada, me ha gustado.

    También me ha gustado porque curiosamente el Crucero Canarias de mi historia, tuvo una participación activa, aunque sin éxito, en la búsqueda de supervivientes del acorazado BISMARCK, y es que en aquellos años Franco era un gran pelota de Hitler, que tanto le había ayudado a ganar la guerra civil española.

    Te transcribo lo publicado en Wikipedia:

    Segunda Guerra Mundial

    Tras el hundimiento del acorazado alemán Bismarck por la Marina Real Británica, salió a la mar para buscar supervivientes, sin éxito.

    «El Gran Almirante Raeder felicita a la marina española por el gesto gallardo e hidalgo del crucero Canarias; Honores de España sobre las aguas de Islandia a los héroes del Bismarck». Hemeroteca ABC. 7 de junio de 1941.

    Felicidades y nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 19:53
  8. 8. Everett Russo dice:

    Hola Berundegaar:

    Te agradezco que pasaras por mi relato y correspondo a tu visita comentando el tuyo.

    Te quiero felicitar por la ambientación, conseguida, en mi opinión, y también por la documentación, el esfuerzo que haces lo agradece el lector, que se siente más dentro del relato.

    Aunque la trama me ha gustado, he de confesarte que he encontrado muchas cosas que me han dificultado la lectura y que creo que le restan puntos a tu texto.

    Por ejemplo, es una opinión pero veo un exceso de detalle en la descripción de la muerte del primer individuo y, sin embargo, echo de menos una descripción más profunda de los motivos que llevan a alguien a asesinar a tres personas.

    El tercer y cuarto párrafo deberían ir juntos, pues los dos hablan sobre los asesinatos. Además, el quinto párrafo es demasiado corto.

    Cuando usas el imperfecto en “habíase girado”, debería ser un indefinido, pues se trata de una acción y no de una descripción del contexto en el que tiene lugar el siguiente indefinido.

    Ya en el desarrollo de la historia, me hundí en un mar de dudas, ¿por qué si Roland ya había sido presentado, lo vuelves a presentar? ¿Quién forma el grupo que esconde los cuerpos? ¿Por qué nadie dice nada? ¿Cómo se decide ocultar a los asesinados? De nuevo, falta de desarrollo.

    Por último, la niña, ¿quién es? ¿Dónde están? ¿Por qué la mira?

    Creo que tienes talento para escribir y la ambición necesaria para entregar textos interesantes, pero, en mi opinión, deberías trabajar más la estructura de la historia. Pienso que con más relecturas, tú también podrías haber visto esos problemas en el esqueleto del relato.

    Te seguiré leyendo.

    Saludos

    Escrito el 21 enero 2018 a las 12:14
  9. 9. J.Sfield dice:

    Hola, Berundegaar

    La novela histórica es una de mis preferidas, de ahí que me haya cogido a tu relato con entusiasmo. A favor, lo bien documentado que está y en contra, como ya te han comentado, que deja muchas lagunas. otras cosas que no me han gustado (para gustos colores) son la utilización de adverbios innecesarios y la falta de diálogos, pero ya te digo que es algo muy subjetivo, no quiero decir con ello que esté mal, solo hablo de gustos.

    Nos seguimos leyendo. Saludos.

    Escrito el 24 enero 2018 a las 09:55
  10. 10. Charola dice:

    Hola, Berundegaar.

    Me gustó tu relato, pero coincido con Everett Russo. Falta pulir.

    Los números de las muertes no dan mayor mérito a tu relato. Si se quiere saber más, allí está Wikipedia, pero la historia está muy buena. Yo sé que hallarás de hacerla más tuya.

    Lo último, sobre la niña, si bien es cierto es un detalle tierno. Al no estar antes, queda en el aire.

    El párrafo que dice Earendil es bueno, pero no está bien construido, a mi parecer, y debe estar unido al siguiente:

    Cuando el oficial de las Sturmabteilung, Oberscharführer Fischer había agarrado con brutalidad y arrojado al suelo al señor Franz, bondadoso panadero judío, (coma) “quien” siempre le guardaba el bollo más tierno y llevaba años mimando al pueblo entero. (punto seguido) Roland, sin pensarlo, extrajo con un movimiento rápido la Luger P08 de la pistolera, heredada de su padre y le descerrajó un tiro entre los ojos al pomposo Fischer…

    Me intrigó lo del pozo. Muy bueno.

    Felicitaciones. Muy buena historia. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 26 enero 2018 a las 00:56
  11. 11. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, lamento comentar tan tarde tú relato, pero por motivos de salud, no he podido hacerlo antes, al igual que este mes no pude enviar mi relato.
    Buen relato, ya te han dicho todo lo que se tenia que decir, yo agradezco este lugar, pero siempre pienso que es una pena lo de la limitación de palabras, aunque lo comprendo porque si no, seria un no acabar. A veces unas pocas palabras más nos dejaria un mejor relato.
    Nos leemos el próximo mes

    Escrito el 28 enero 2018 a las 11:33
  12. 12. Laura dice:

    Hola Berungdaar.
    Tu pozo de los misterios es más que misterioso. Su protagonismo es apenas delineado. Te adentras totalmente en la historia de Roland.
    Al igual que a Everett Russo me quedan muchas preguntas, entre ellas ¿Cómo no se pasó lista a la tripulación, más en una nave de guerra alemana? ¿Es posible contar con que todo un pueblo sea capaz de ocultar semejante desaparición? ¿No hay algún colaboracionista?
    Me da algo de sospecha que guiñe un ojo a una niña.
    Tu historia está plenamente documentada, da para algo mucho más largo.
    Considero que en este caso podías darle algo más de peso a la situación inicial donde está la muerte de los tres alemanes y su desaparición en el pozo.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 00:19
  13. 13. Berundgaar dice:

    Muchas gracias a todos.

    Entiendo la mayor parte de críticas. Si bien es cierto lo de la primera frase, tan larga, hasta cierto punto me sorprende el tener que dar explicaciones sobre los motivos de no desarrollar más la historia.

    Ángel Climent ha dado plenamente en el clavo. La longitud máxima permitida son 750 palabras. Mi relato tiene 747. Simplemente, no había sitio para más.

    Claro que quedan muchas cosas al aire, sin resolver, pero es que esta es una historia, como el título indica, de misterio.

    Un cordial saludo a tod@s los compañeros. Nos leemos.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 08:22
  14. 14. Ratopin Johnson dice:

    Hola Berundgaar,

    Interesante y entretenido tu relato sobre Roland, este soldado alemán, demasiado bueno y honesto para estar en el bando equivocado. Supongo que en la segunda Guerra Mundial hubo muchos soldados así en el ejército alemán. Sólo una cosa, el inicio me parece un poco precipitad. Aún cuando señalas, que Roland había bebido, que voluntariamente reaccioné así y disparé para matar al sargento, me sorprende un poco. Yo quizá hubiera cambiado ese momento un poco. Por ejemplo, un empujón, el sargento se golpea accidentalmente y muere. Sus compañeros acuden, y alguien los mata (quizá Roland a uno, al otro alguien que está con Franz, que se haya mencionado antes).
    Bueno, perdona, que te cambio la historia, jeje, pero sí que pienso que el principio es un poco abrupto, creo que tiene que ser más suave.
    Por lo demás muy bien con las palabras en alemán, no abusas de ellas, y le dan fuerza y verosimilitud al relato, que se sigue con interés.

    Saludos

    Escrito el 29 enero 2018 a las 19:14
  15. 15. Javier Lopez dice:

    Hola, berundgaar.
    Has pescado en el río revuelto de las segunda guerra mundial y te ha salido una buena pieza. Aparte de la falta de desarrollo por falta de espacio (como nos pasa a todos) y algún que otro signo de puntuación, coincido en las alabanzas de una historia bien contada y aderezada con datos históricos.
    Para mí, lo mejor, el detalle fantástico del pozo. Da para un “Laberinto del fauno”.
    Enhorabuena.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 30 enero 2018 a las 12:20
  16. 16. María Jesús Hernando dice:

    Hola casi llego tarde porque ando fatal de tiempo pero menos mal que he sacado un ratillo. Precioso tu relato. De la dureza a la teanquilidad… Y con una historia estupenda. Muchas gracias por pasar por el mio y dejar tus comentarios. Nos leemos en el próximo

    Escrito el 31 enero 2018 a las 17:59

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.