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Mientras bebes - por A. R. Payán

Web: https://www.facebook.com/letrascontintaarpayan

La tarde transcurría soleada y tranquila en un mes de mayo. Como todos los años, el buque insignia de la marina partiría a última hora de la tarde repleto de nuevos marines, su misión: llevar a cabo unas maniobras de aprendizaje para el último reclutamiento que se llevaría a cabo ese año.
Esa travesía los llevaría a recorrer los dos grandes océanos, y cuya finalidad era mejorar el aprendizaje de los jóvenes aspirantes a marineros. Gran parte de ellos pasarían a formar parte de la marina y un reducido número serían excluidos, aunque en su curriculum quedaría reflejado para siempre dichas maniobras, facilitando así, un puesto de trabajo relacionado con el mar.
Juan llegó solo al puerto, su familia no pudo acompañarle debido a la gran distancia que los separaba. Después de dejar su equipaje en el camarote que tenía asignado, decidió salir a dar una vuelta, aún quedaban varias horas para zarpar.
Caminaba tranquilo por las angostas y empinadas calles hacia el interior de la villa. Todo cuanto estaba viendo le parecía agradable. Al final de una cuesta giró hacia una calle más estrecha y escuchó que alguien lo llamaba. Se giró dubitativo, no esperaba encontrar a alguién conocido.
Un joven, quizás algo mayor que él, se acercaba decidido. Juan se detuvo y esperó a que llegase a su altura.
—Hola, —dijo casi sin aliento. —¿Eres nuevo aquí verdad?
Juan asintió mientras dejaba escapar un escueto hola.
—¿No irás a embarcarte en el Miguel de Cervantes?
—Sí así es, a última hora de la tarde, —respondió ahora algo más decidido.
—Me llamo Manuel, aunque todos me conocen por Lalo. También voy a subir a ese barco. Te ví de lejos y adiviné que debías ser marinero.
—Solo estaba dando una vuelta antes de zarpar, aún quedan una par de horas.
—Si bueno, dos horas y media, parece que han retrasado la salida por no se qué de un motor. Se lo escuché decir a uno de los capitanes, —la seguridad con la que hablaba parecieron convencer a un confuso Juan, que simplemente asintió y juntos caminaron hasta un bar que decía conocer Manuel.
Ya en el bar Lalo estuvo muy parlanchín contando historias de pequeño, a lo que Juan respondía contando alguna similar que le había ocurrido. Eso fue después de que Manuel dijese que era natal de un pueblo al norte de Lugo. También mencionó que era hijo único y que su padre lo había abandonado junto a su madre, fallecida hacía solo un par de años.
Al cabo de casi dos horas y varias copas de cerveza, se habían ganado la confianza mutuamente y parecian ser amigos de hace tiempo y no de tan solo dos horas.
Con la escusa de ir al baño Manuel dejó solo a Juan. Pasado un rato y mareado por el alcohol Juan miró su reloj, sus ojos se agrandaron al ver que tan solo faltaban diez minutos para que el barco se adentrara en el océano.
Cogió apresurado una chaqueta que colgaba de la banqueta y salió del bar dirección al puerto. No había visto salir a Lalo e imaginaba que se habría marchado sin decirle nada, quizás porque no lo viera en el bar y este pensara que se había marchado por las horas que eran.
Cuando llegó se detuvo en seco y el corazón de dio un vuelco. Donde debía haber un barco esperando para zarpar, no había nada. Apenas había gente en las inmediaciones de la dársena. Se miró el reloj, aún quedaba tiempo, pero por algún motivo el barco había zarpado.
Resignado fue a ponerse la cazadora, fue entonces cuando se percató que esa no era la suya, sino la de Manuel. Su manos rebuscaron en los bolsillos hasta dar con una pequeña cartera negra. Sin pudor abrió la cartera y comprobó que Manuel realmente se llamaba Nicolás. Aturdido se frotó la frente intentando recordar todo lo sucedido. Según su DNI, Nicolás era natural de la zona.
Juan guardó la cartera y se dirigió de nuevo al bar, necesitaba respuestas y quizás alguién allí lo conociese. Después de preguntar al camarero y este confirmar que los datos del DNI eran correctos Juan comprendió que Nicolás lo habia engañado. Según dijo el camarero, era el menor de cinco hermanos, sus padres vivían y siguen juntos, que Nicolás era un ladronzuelo y ni por asomo quería navegar.
Así fue como aquella tarde el marinero no subió al barco, quedándose en tierra y con cara de tonto.

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9 comentarios

  1. 1. El Gato Azul De Las Montañas Del Sur. dice:

    Hola: Tu relato es muy bueno y me gustó mucho que tomaras el reto del personaje que siempre miente.

    La estructura de tu relato me parece muy buena, al igual que su descripción y sus personajes.

    La única observación que te daría sería la primera interrogante que usas: (¿Eres nuevo aquí verdad?) Esta interrogante está mal escrita, ya que la forma correcta de escribirla sería: Eres nuevo aquí, ¿verdad?

    Espero que nos sigamos leyendo y te invito a leer mi relato el 134.

    Un abrazo.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 14:36
  2. 2. Mongope dice:

    He leído tu relato en algo más de cuatro minutos, pero lo podría haber hecho en ese tiempo, porque las palabras fluyen con tal naturalidad que no te pierdes (el lector, claro) en ningún momento.
    Así que, me encantaría ponerte algún pero…pero, no se me ocurre nada que pueda ayudarte a mejorar.

    ¡Te felicito!

    Saludos.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 23:10
  3. 3. Carlota Baronchelli dice:

    Hola,A.R. Payán:
    Tu relato me ha resultado muy entretenido y creíble. Y además, el reto forma parte del fondo de la historia, con lo cual, lo encuentro muy completo. Quizás, me faltó algo en la frase final, por ponerte alguna pega y ayudarte a mejorar.
    Un saludo.
    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 22 enero 2018 a las 21:41
  4. 4. Alf dice:

    ¡Buenas!

    Tu relato tiene, sin duda, un buen ritmo, y es capaz de realizar esa tarea tan importante de establecer una situación bien definida lo suficientemente rápido como para dejar espacio al interrogante que se presentan cerca del final, el cual realmente despertó mi interés. No es una historia que resulte ser especialmente trascendente, pero se pasa un rato entretenido leyéndola.

    Ahora ya, hablando de la forma, te recomendaría que, si puedes recurrir a alguien de confianza capaz de aconsejarte, lo hicieras, porque la verdad es que es una pena que un texto así acabe lastrado por cómo está escrito. He notado que faltaban bastantes comas y demás pausas (sin ser este el relato en el que más he echado en falta esos elementos de todos los que he leído por ahora), pero sobre todo una gran cantidad de faltas ortográficas, gramaticales, errores de concordancia, etc…

    En mi opinión, para el próximo relato deberías centrarte mucho en eso, ¡porque entonces estoy seguro de que nos darías unas lecturas aún más fluidas y disfrutables! (Por cierto, me ha parecido muy curioso ver “alguién” con esa tilde; nunca había leido algo así x).

    Dicho esto, agradecer tu comentario en mi relato, e insistirte en que sigas escribiendo y mejorando lo ya comentado. ¡Estoy seguro de que podrás darnos cosas muy chulas si le pones ganas!

    Un saludo.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 02:15
  5. Hola, A. R. Payan,
    ¡Bienvenido de vuelta al taller! Leí tu relato con interés y por ser que hacía tiempo que no compartías nada, me ha parecido muy bueno. Lo pasé bien leyéndolo. Una observación que teharía es que pusiste dos “llevar a cabo” en la misma frase y te falta una preposición “en” dirección al puerto.
    Nos leemos.
    Saludos.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 21:33
  6. 6. María Jesús dice:

    Hola: Me ha gustado mucho tu relato, sencillo, comprensible y ameno. He disfrutado porque me ha resultado fácil de entender.No tengo ni una pega que ponerle.
    Saludos.

    Escrito el 24 enero 2018 a las 16:11
  7. 7. cualquiera dice:

    Hola A.R.Payán, te devuelvo tu amable visita.

    El tuyo es un relato de corte realista, que por momentos parece confundirse con el reportaje periodístico. Está bien narrado, pero siendo consciente de que es en su intención un retrato que va de la mano de la realidad, el hecho de cuente la historia de un hurto, de un timo sin mucha más trascendencia, hace que a mí me resulte algo pobre como historia.

    De todas formas, me gusta tu forma de narrar, así que te animo a seguir.

    Escrito el 24 enero 2018 a las 20:18
  8. 8. Laura dice:

    Hola A.R.Payán.
    Tu relato se lee con fluidez,tal vez podían haber ahondado un poco más en Juan, sus motivaciones y sentimientos con respecto al padre que lo abandonó, dando profundidad al tu protagonista.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 30 enero 2018 a las 11:46
  9. 9. A. R. Payán dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios, son de gran ayuda, y motivan.

    Nos leemos.

    Escrito el 30 enero 2018 a las 23:01

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