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«Decisión de hombría con los pies en tierra» - por Alonso García-Risso

Decisión de hombría con los pies en tierra

…la conversación con el segundo de abordo, lo perturbó: “Angélica trabaja en el burdel regentado por el Cabro Carrera, conocido como El Siete Velos. Se encuentra a poco de Plaza Echaurren. Todos los del puerto y los marinos de paso lo visitan prácticamente a diario”, dijo el hombre mayor aquilatando el efecto negativo que producía en el joven…

Casi una veintena de embarcados dejaron; luego del arribo al puerto de Valparaíso, el mercante Boca Maule. Se esparcieron entre las callejas del puerto. Un grupo, amigos de travesía, se percataron que uno de ellos tal vez el más apreciado por joven y nuevo en las vicisitudes del mar austral, no se encontraba entre los reunidos como era de costumbre.

—¿Qué pasó con Olegario? ¿Lo han visto? –preguntó el que llevaba la voz cantante. Se miraron entre ellos. No dieron con el sureño.
—Yo lo vi poco antes de dejar el mercante hablando con el contramaestre —dijo alguien del grupo.
—Humm… mala señal. Ese mandamás es un mentiroso, intrigante. Además codicia a la mujer, en la cual tiene puestos los ojos Olegario. De seguro le metió cizaña, el muy mal nacido —comentó otro.
—Debe haber bajado. Iba de los primeros —me pareció verlo—, solo, pensativo —agregó uno de ellos. Resueltos se encaminaron hacia el corazón del puerto. Cuando alcanzaron Plaza Echaurren, allí estaba Olegario, sentado en uno de los escaños…

—¡Hola! ¿Qué te habías hecho? —preguntaron.
—Recibí un balde de agua fría —contestó el joven cabizbajo.
—… ¿se te murió alguien?
—No, fue algo peor. Quedé muy mal —agregó desolado.
—¡Cuéntalo!, estás entre amigos…

—«El contramaestre me contó que Angélica, la del Siete Velos, era una mujer del ambiente sin remedio; que mejor la olvidara, que no me convenía» —luego agregó—, ella quiere dejar esta vida, me lo ha dicho con mucha sinceridad, desde el corazón: “Le he creído y pienso llevármela al sur”, dijo con resolución.

—Ese viejo, mandamás es un mentiroso contumaz. No debiste prestarle oído —dijo sentencioso el alfa del grupo, apoyado por los restantes.
—Tuve mis dudas; pero de algún modo sus palabras tenían en parte verdad —respondió el joven amigo con algo de culpabilidad y los ojos húmedos. Los marinos hermanados en los peligros de los mares australes tuvieron el impulso repentino de ayudar a su enamorado compañero.

—«¡Olegario toma a Angélica y vete con ella al sur! Piérdete con ella en algún rincón de Chiloé… No vuelvas al Boca Maule, nosotros te respaldaremos» —dijo el de la voz cantante, con autoridad, captando el asentimiento de los allí reunidos.

Días después el carguero, dejaba puerto. Se retiró la pasarela de arribo; se realizó la lista de retornados, ‘faltaba uno’.
El contramaestre y segundo de abordo, no se extrañó que el faltante fuera Olegario, sospechaba la razón. Supo que el muchacho le ganaba la mano con la mujer que ambicionaba. “Es más joven”, se dijo justificándose a sí mismo…
Se escuchó al Capitán solicitar las novedades antes de zarpar: “Falta uno. El sureño”, dijo el interrogado, torvo.

—“el marinero no subió al barco”, agregó alzando la voz para ser escuchado por todos, sin poder ocultar su rabia. El resto de la marinería, al tanto de lo acontecido, se felicitó por la decisión tomada por Olegario deseándole buena venturanza.
Ya encontrarían al amigo sureño, en algún puerto austral, con su mujer y niños…

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8 comentarios

  1. 1. Kurt dice:

    Buenas! ¿Cómo va todo? Muy interesante leer este escrito luego del anterior, ya que, casualmente, tocan lugares parecidos.
    La historia en sí está muy buena y el final es, en cierto punto, reconfortante.

    El juego que das con los espacios entre algunos diálogos está bueno para marcar pausas pero creo que a veces los colocaste interrumpiendo momentos que debieran ser continuos.

    Por último, no entiendo bien los dos tipos de comillas sumados a la línea de diálogo. Creo que debieran usarse sólo en momentos determinados para citar conversaciones anteriores pero sin el contexto, es decir, entrecomillado sólo lo dicho por un tercero, manteniendo lo demás, dicho en presente en la conversación, por fuera de esas comillas. En este apartado está mejor explicado: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

    Gracias por compartir el texto.
    Un abrazo!

    Escrito el 17 enero 2018 a las 20:51
  2. 2. Alonso García-Risso dice:

    Gracias Kurt. Estudiaré el caso. La verdad es que tuve una innovación in mente.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 22:45
  3. 3. José Torma dice:

    Que tal Alonso.
    Primero que nada debo decirte que los relatos que tienen personajes con nombres diferentes, se convierten en mis favoritos. Olegario es un nombre, que con tu permiso, utilizaré en alguno de mis futuros relatos.
    Con respecto a la forma, tengo varias dudas, desde el arranque con puntos suspensivos y luego una minúscula que desde entrada me brinco. Creo que el uso de las comillas «» no está del todo bien, hay lugares donde las combinas y me parece que es incorrecto. Hablando del famoso verbo dicendí que van con minúscula, de ahí en fuera, si no es dicendi, después del guion largo, la primera letra es mayúscula. Hay una entrada en Literautas al respecto que te ayudaría mucho.
    Tu relato es muy fácil de leer, a mí me ha gustado, una vez que mi cerebro dejaba de analizar lo de las comillas y combinación con guiones. Siempre he creído que el amor debe de ser mágico, tal vez por eso sigo soltero quedado jaja, así que la noción de que el amor entre un marinero y una prostituta pueda llegar a buen puerto, es una historia que no pierde encanto.
    Te felicito y agradezco tu visita a mi relato.
    Saludos.
    No sigo los comentarios, pero si te apetece una réplica, te ofrezco mi correo josetorma@outlook.com

    Escrito el 19 enero 2018 a las 21:39
  4. 4. Tavi Oyarce dice:

    Hola Alonso
    Bonito tu relato.
    Parece la simple historia del marinero, pero encierra una determinación que no es fácil de tomar. Además diste con el tono y el ritmo apropiado para enternecer.
    Me he sentido participe de tu historia, mayor aún si he incursionado por los lugares que se mencionan del bello Valparaiso.

    En el dialogo que comienza con:—«El contramaestre, hay una rima (resolución- corazón), que debieras darle un vuelta
    Te felicito.
    Si deseas pasare por el mío es el N° 68
    Saludos

    Escrito el 20 enero 2018 a las 22:19
  5. 5. R. L. Expósito dice:

    Hola Alonso.
    Siempre lo digo: por favor, tómate mis comentarios como sugerencias poco fiables; soy un gran ignorante literario, apenas comienzo a aprender.

    Primera lectura: al principio me costó seguir la historia, pero enseguida descubrí los motivos; primero, usas expresiones a las que no estoy acostumbrado o ni siquiera conocía, supongo que son propias tu zona o del español latinoamericano… gracias por descubrírmelas; segundo, algunos signos de puntuación (creo que mal colocados) me complicaban la lectura.

    Punto débil: la puntuación en general. No me refiero a toda, pero sí la suficiente para complicarme a veces la lectura natural del texto.
    Te muestro un par de ejemplos, a ver qué opinas:
    《Casi una veintena de embarcados dejaron; luego del arribo al puerto de Valparaíso, el mercante Boca Maule》, simplemente sería cambiar el “;” por una “,” y ya está. Seguro que son despistes, pero mejor si los revisas… al menos a mí me chirrían en primera lectura.
    《—Ese viejo, mandamás es un mentiroso contumaz》. Fíjate que la coma separa sujeto de predicado, y se supone que no se puede, salvo ciertas excepciones, imagino que debido a que complican una buena lectura.

    《—«El contramaestre me contó que Angélica, la del Siete Velos, era una mujer del ambiente sin remedio; que mejor la olvidara, que no me convenía» —luego agregó—, ella quiere dejar esta vida, me lo ha dicho con mucha sinceridad, desde el corazón: “Le he creído y pienso llevármela al sur”, dijo con resolución.》
    La puntuación en este diálogo ya me confunde más. Aunque no estoy seguro, creo que las 《》eran innecesarias ahí, excepto si《—El contramaestre me contó que Angélica, la del Siete Velos, era «una mujer del ambiente sin remedio»; que mejor…》, porque ahí Olegario citaría textualmente al segundo de a bordo. No me atrevo a comentar el resto de ese diálogo por miedo a equivocarme, pero no me cuadra la puntuación. A ver si alguien nos ayuda…

    Punto fuerte: pues venga, otros dos; primero la historia, francamente atractiva, que podrías convertir en un texto más amplio si profundizas y muestras cada escena. En serio, buena historia; y segundo… ¡qué expresiones más bellas! Son varias, pero destaco 《¿Qué te habías hecho?》(¿la interpreto bien como 《¿dónde te habías metido, qué te pasó?》, y 《el alfa del grupo》(¿significa 《el líder, el cabecilla?》. Preciosas; me las apunto, si no te importa.

    Buena historia, Alonso. Enhorabuena. Espero haber sido de ayuda, estaré encantado de que discutir cualquier aspecto de mis opiniones, eso también me ayuda a aprender y mejorar.
    Un saludo, espero leerte el mes que viene.
    (Disculpa, acabo de ver que ya te han comentado más o menos lo mismo)

    Escrito el 21 enero 2018 a las 20:27
  6. 6. Sara Sierra dice:

    Hola Alonso, me toca comentarte. Me ha parecido una buena historia de marinos, cuadra con la vida de puertos. Me ha parecido muy bien que rescate a su Dulcinea.
    De la puntuación y comillas, no digo más, ya te corrigieron y estoy de acuerdo con las observaciones.

    ✍ Gracias por tu escritura.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 02:46
  7. 7. Yoli dice:

    Hola, Alonso.
    Me ha gustado tu relato. Me gusta que al final se haya decidido y se haya ido con la mujer que amaba. De los fallos que has tenido, los compañeros ya te lo han dicho, pero son detalles que se corrigen facílmente. El relato en si, está muy bien.
    Si quieres leer el mío, soy el 71.
    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 10:32
  8. 8. Laura dice:

    Hola Alonso.
    Hermoso relato, en el cual destaco la hermandad de los marinos que apoyan la decisión de Olegario.
    Coincido con los detalles a tener en cuenta con los diálogos.
    Con un poco de distancia puedes mejorar esos detalles que a tí que resultan claros como el agua pero que a los demás no nos resultan por la forma de redactarlos.(Es lo que nos pasa a todos, en la cabeza tenemos todo totalmente organizado pero tenemos que ponernos en el que está afuera y puede confundirse un poco, pero son detalles que con re-lecturas pueden mejorarse.
    Nuevamente, te felicito por el hermoso relato, perfectamente ambientado sin caer en la descripción de detalles.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 12:12

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