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Tener una segunda oportunidad - por Yoli

El marinero no subió al barco, solo estaba allí para despedirse de sus compañeros y observar como partían hacia otros horizontes.

Ernesto amaba al mar mucho más que a todas las mujeres que había pasado por su vida. Le gustaba aquella libertad, el conocer mundo. Pero todo aquello cambió. Le dijo a sus superiores que se retiraba, que quería cambiar de vida. Ese cambio de opinión ocurrió hace ya casi un mes.

Aquella mañana todo parecía normal. Se levantó, se duchó y se fue a desayunar al bar que estaba cerca de su casa. Había quedado con su hijo Jorge, que tenia dieciséis años y vivía con su madre. Iban a pasar un fin de semana de acampada. Su relación con él era bastante tensa, pues debido a su profesión no estuvo en muchos momentos de su vida. Aunque quería mucho a su hijo, nunca sabía como comportarse con él, hacía tiempo que Jorge se había convertido en un extraño para él.

Le recogió en casa de su madre. Tiró su mochila en el asiento de atrás y se sentó. Llevaba puestos los auriculares y unas gafas de sol. Por más que intentó mantener una conversación a lo largo del trayecto, el chico se cerraba en banda.

En la carretera, camino del camping, había muchas curvas, y Jorge se mareó. Se paró a un lado, salieron del coche, y el chico vomitó el desayuno en el arcén. Jorge quería volver a casa, decía que no le gustaba todo aquello, que no se las diese de padre. Ernesto intento dialogar, pero empezó a alterarse y empezaron a discutir. Sabia que estaba perdiendo los nervios, así que le dijo que volviera al coche, mientras el se alejó unos metros para poder tranquilizarse.

No pasó ni un minuto, cuando oyó su coche arrancar. Cuando se giró, vio como giraba en una curva a demasiada velocidad. Escuchó el frenazo, pero sabía que lo hacía demasiado tarde. Se dio de lado con el guardarrail y dio una vuelta de campana. El vehículo se quedó boca abajo, con las ruedas aún girando. Corrió hasta el coche, se puso de rodillas al lado de la puerta del piloto, y vio a su hijo, que no se movía y con sangre en la cara. Comprobó su pulso, y supo que todavía respiraba. Le agarró, le quito el cinturón de seguridad y pudo arrastrarlo unos cuantos metros.

Después llamó a una ambulancia. Mientras esperaba, le observó atentamente, y le inundó un profundo amor y unas ganas de protegerlo contra cualquier mal. Cogió un pañuelo que tenía en el bolsillo y le limpió suavemente la cara, procurando no darle mucho en las heridas. Pensó que había sido un mal padre y que todo aquello era por su culpa. Juró que si se salvaba, las cosas cambiarían, que se ganaría su amor y respeto.

Estuvo cerca de quince días en coma, pero los médicos decían que parecía que se iba a recuperar. Dios le había dado una segunda oportunidad.

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16 comentarios

  1. 1. Berundgaar dice:

    Y es que no son necesarias 750 palabras para crear una buena historia, bien estructurada y con un desenlace adecuado.
    Me ha gustado tu relato, Yoli. Es como las tres “bes”. Bueno, bonito y barato… Porque no cuesta nada llegar al final. Sigue así. Felicidades y un abrazo. Nos leemos.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:33
  2. 2. Menta dice:

    Hola Yoli: Tu relato es bonito y esperanzador.

    Hay algunas cosas que he visto que si estás de acuerdo conmigo puedes corregir:

    1. En estas frases:”Ernesto amaba al mar mucho más que a todas las mujeres que había pasado por su vida.” Creo que deberías poner :”Las mujeres que habían pasado”

    2. En la frase:”, pues debido a su profesión, no estuvo en muchos momentos de su vida” Creo que deberías poner una coma detrás de profesión y después de momentos, añadir, importantes. Quedaría así: “, pues debido a su profesión, no estuvo en muchos momentos “importantes” de su vida.

    3. En la frase: “nunca sabía como comportarse con él” el como lleva acento: “nunca sabía cómo comportarse con él” porque es una pregunta.

    4. En estas dos frases:”Cuando se giró, vio como giraba en una curva a demasiada velocidad.” Están estas dos palabras: giró y giraba muy juntas.

    Muchas gracias por compartir con todos nosotros tu relato. Un saludo, Menta

    Escrito el 18 enero 2018 a las 15:29
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Hola Yoli! Sabes que es lo que nás me ha gustado de tu relato: la sutileza con la que lo desarrollaste alejandolo del ambiente marinero, aspecto que no está presente en el mio ni en los que hasta el momento he leído. Felicidades. Las observaciones de Menta acertadas, tomalas en cuenta. Yoli, ya en mi lista de leibles. Literauta 127.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 16:34
  4. 4. Charola dice:

    Hola, Yoli.

    Muy buen relato, me gustó. Has ido poco a poco desenrollando el ovillo y el resultado derivó de lo mejor. Sencillo, creíble, se lee de un tirón y satisface. Felicitaciones.

    Ya te dijeron algunos fallos. Lo que yo he visto es que faltaron muchos acentos:

    -observar “cómo” partían…
    -“tenía” dieciséis…
    -“cómo” comportarse…
    -“intentó” dialogar…
    -“Sabía” que estaba perdiendo…
    -“él” se alejó…
    -“cómo” giraba…
    -le “quitó” el cinturón…
    Otros fallos:
    -y vio a su hijo(,) que no se movía… (sin coma)
    -pero “empezó” a alterarse y “empezaron” a discutir. (verbo empezar muy junto).
    -Juró que, (coma) si se salvaba…
    -pero los médicos dijeron que se iba a recuperar.

    Gracias por compartirnos un relato hermoso. A seguir escribiendo. Un abrazo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 06:40
  5. 5. Leosinprisa dice:

    Hola Yoli, hermosa historia sobre las relaciones humanas, escrita con ternura que te lleva de la mano hasta el final. No habría de corregir nada de como has conducido tu relato, en ese sentido lo considero perfecto.

    En cuanto a correcciones, tampoco puedo añadir nada, los anteriores compañeros ya te han dicho cuanto deberías corregir o las sugerencias pertinentes.

    Un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 07:40
  6. 6. Judith dice:

    Yoli, me gustó mucho tu relato. Describes muy bien un hecho que puede hacer que un padre cambie algo en su vida para rehacer algo que tenía medio perdido. La segunda oportunidad es doble: el chico y el padre, ambos reciben una segunda oportunidad y saber darse cuenta que eso es así le da mucha fuerza a tu personaje principal.

    En cuanto a lo formal, ya te han dado indicaciones más que certeras.

    Felicitaciones! Espero seguir leyéndote.

    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 18:34
  7. 7. Osvaldo Vela dice:

    Hola Yoli, el desenlace de tu relato es de una ternura sin par. Posee la gracia de plasmar una historica única de una relación padre-hijo que necesita oxigeno. Y vaya que supiste suplirlo con un ventarrón de emociones, Te felicito.

    La sencillez de tu texto me gana. sigue por ese camino.

    En cuanto a las fallas ortográficas: con la practica, la revisión y los consejos de compañeros Literautas se pueden componer.

    Adelante y que el 2018 te traiga armoniay felicidad.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 15:14
  8. 8. Simón Martín dice:

    Hola Yola, un relato muy sencillo y fácil de leer. Reproduce las relaciones cotidianas, lo cual es importante. Las correcciones realizadas de seguro ayudarán a seguir mejorando. ¡Sigue adelante!

    Escrito el 20 enero 2018 a las 23:02
  9. 9. Lucrecia Gordillo dice:

    Yoly. Primero que nada, gracias por leerme. Has enfocado un problema cotidiano. Las relaciones entre padres e hijos. ¡qué tema tan difícil!
    te leo el próximo mes.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 23:12
  10. 10. ortzaize dice:

    hola yoli las relaciones de padres hijos que estan fuera de casa, son dificiles y cuesta mucho conseguir que tu hijo te quiera de esa manera como si estaria por casa y le arropara por la noche,
    bueno me ha gustado saludos.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 11:28
  11. 11. Baltasar dice:

    Hola, Yoli:
    Lo prometido es deuda y aquí estoy.
    La historia es bonita. Y yo diría que bien desarrollada, por lo que te felicito.
    Si me permites, te aconsejaría principalmente dos cosas: más atención a los tiempos verbales, pero sobre todo a una cosa mucho más sencilla: a las reiteraciones.
    «empezó a alterarse y empezaron»; «cuando oyó su coche arrancar. Cuando se giró». «comportarse con él […] en un extraño para él»
    Y los acentos, Yoli.
    Ernesto intento – intentó
    mientras el – mientras él
    Le quito – le quitó…
    Y si te digo esto, que casi nos pasa a todos, es por falta de una buena relectura.
    Conste que ha sido un placer.

    Escrito el 24 enero 2018 a las 20:35
  12. 12. Laura dice:

    Hola Yoli.
    Has logrado una buena historia con posibilidades. Es verdad que las relaciones padre-hijo son bastante complicadas, y más si el hijo ya es un pleno adolescente, pero afortunadamente, se le da una segunda oportunidad.
    En cuanto a lo formal, puliría algunas frases:
    “Aquella mañana todo parecía normal. Se levantó, se duchó y se fue a desayunar al bar que estaba cerca de su casa. Había quedado con su hijo Jorge de dieciséis años, que vivía con su madre, a pasar un fin de semana de acampada. Su relación con él era bastante tensa, pues debido a su profesión no estuvo en muchos momentos de su vida. Aunque lo quería mucho, nunca sabía como comportarse con él. Hacía tiempo que Jorge se había convertido en un extraño para él.”
    Eliminaría la frase ;Se levantó, se duchó y se fue a desayunar al bar que estaba cerca de su casa. No me parece que aporte algo significativo a la historia, y en cambio puedes usar esa cantidad de palabras en ahondar la relación con el hijo.
    “Le agarró, le quito el cinturón de seguridad y pudo arrastrarlo unos cuantos metros.” Aquí eliminaría que lo agarró. No tiene sentido si luego lo sacó del auto.
    “Mientras esperaba, le observó atentamente, y…! Tienes leísmo: Mientras esperaba, lo observó atentamente, y..

    Considero que tal vez no has tenido tiempo para alejarte del relato, problema común a todos con el tiempo y las ocupaciones cotidianas.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 25 enero 2018 a las 10:52
  13. 13. Roger Nhicap dice:

    Hola Yoli,
    Una historia emotiva narrada con un lenguaje sencillo y de agradable lectura. Tocas un tema muy del día en las sociedades de hoy y tú lo resuelves hablando de un futuro de esperanza, cuando hoy en día, existe miedo, mucha incertidumbre, sobre el futuro.
    Tu estilo de escritura destaca por utilizar frases cortas y sería interesante que tratases de mezclar frases cortas y largas. Eso te permitiría jugar con descripciones, emplear alguna metáfora, que ayudan a mejorar la calidad del texto. Es una opinión particular.
    Me ha gustado y los compañeros ya te indicaron mejoras formales.
    Buen trabajo y un abrazo.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 09:59
  14. 14. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, lamento comentar tan tarde tú relato, pero por motivos de salud, no he podido hacerlo antes, al igual que este mes no pude enviar mi relato.
    Nada más que añadir a lo ya dicho. Buen relato, a mi me gusto, siempre tenemos que mejorar, para eso escribimos aqui, para aprender.
    Nos leemos el próximo mes

    Escrito el 28 enero 2018 a las 11:25
  15. 15. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Yoli

    Has sabido tocar un tema complicado con claridad y en muy pocas palabras, lo cual tiene mérito. Me ha gustado el tema, el rencor de un hijo hacia un padre, marinero, que no ha podido ocuparse él. Qué complicadas son las relaciones paterno-filiales, los hijos no comprenden hasta que son padres lo difícil que es serlo. Cuida las repeticiones cercanas, los acentos y lo que ya se comenta en cuanto a forma por arriba. Me alegro de haber leído tu relato.

    Un cordial saludo.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 13:33
  16. 16. Yoli dice:

    Hola a tod@s.
    Muchas gracias por pasaros por mi relato. Gracias por todas las correcciones que me habeís hecho, lo tendré muy en cuenta. Este mes ha sido un poco difícil escribir, por motivos personales y he cometido más fallos de lo normal, y no sé si el mes que viene será igual, pero no quiero dejar de escribir e intentaré hacer todo lo posible por continuar haciéndolo aquí 🙂
    Angel Climent, espero que se te solucione rápido tu problema de salud y no sea nada grave.
    Saludos.

    Escrito el 31 enero 2018 a las 13:25

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