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Antonella, mi amor. - por Mongope
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Antonella, mi amor.
El marinero corría por la callejuela detrás de una muchacha que al parecer huía de él. La escasa gente que circulaba por el suburbio le miraba con asombro, pero él no parecía darse cuenta o si se daba no le importaba gran cosa. Tenía que hablar con Antonella antes de que su barco zarpara.
Siguió corriendo tras la muchacha hasta que se coló en un portal con tal rapidez que le dejó sin resuello. Estuvo tentado de darse por vencido; sin embargo, no lo hizo. Al llegar al portal, subió rápidamente las escaleras y llamó al timbre del primer piso que encontró. Le abrió un anciano que le dijo con voz bondadosa:
—¿Qué desea, joven?
—Busco a una chica que acaba de entrar en este portal, sé que vive aquí pero no sé el piso. Se llama Antonella ¿la conoce usted?
—¿Antonella…? Sí, claro, es mi nieta. ¿Pero, y usted quién es?
—Es largo de contar. Mi barco está a punto de zarpar y no quisiera irme sin hablar con ella.
—Es usted… marino… —dijo el anciano con voz siniestra que en nada se parecía a la que utilizó al abrir la puerta.
La voz de Antonela se dejó oír con angustia y desesperación desde el fondo del pasillo.
—¡Abuelo, por favor, déjale marchar!
El abuelo sonrió de forma extraña y dijo:
—Pase, por favor…
Había algo en la voz del viejo que intranquilizó al marinero. Éste llamó a Antonella con voz decidida. La muchacha apareció llorosa, temblando de pies a cabeza.
—Vete, por favor, será mejor para los dos —gimió con voz trémula, la chica.
—¿Pero… qué te he hecho?
—Te he dicho mil veces que todo debe seguir como hasta ahora. No entiendo por qué cada vez que vienes a Génova insistes en que formalicemos esta relación. Sabes, ya lo hemos hablado, que lo que hay entre nosotros no puede ser nada serio, y quiero, te ruego, que nunca vuelvas a pisar esta casa, por tu bien…
El anciano escrutaba la escena desde una esquina de la sala con mirada obsesiva y persistente; depravada. Se fue acercando poco a poco a la pareja. Llevaba algo escondido en la mano derecha. De pronto, con una agilidad impensable en un hombre de su edad, se abalanzó sobre el joven.
Antonella, gritó. El muchacho, palideció.
El marinero no subió al barco aquella mañana.
Montse.
Creo que la historia está bien pensada. Tiene un comienzo y un desenlace que deja al lector con una duda. ¿ Que le ocurre al viejo ?. Lo único que me parece un poco extraño , pero justificado por la extensión del texto, es la brusquedad del cambio de tema.
Por lo demás me ha gustado.
Gracias por dejar tu comentario, Juan. Bueno, creo que conseguí lo que quería: dejar al lector con la duda. Pero…no creí que tanta. El viejo es un obseso de su nieta y…a quien le pasa algo es al marinero.
Saludos.
Hola Mongope, Muy interesante tu historia, la dramaturgia está muy bien manejada, desde que ella le pide al abuelo que lo deje ir se da cuenta el lector de que hay algo raro con el viejo, en un pricipio yo creí que el anciano había sido marinero como él y todo sería una historia de amor. Para ser sincera no imaginé un asesinato al final. No soy muy buena criticando porque cuando una historia me atrapa me dejo llevar, así que si algo anda mal, me disculpo porque no lo ví.
saludos
Gracias por tu comentario en mi relato, me ha alegrado el día.
En cuanto al tuyo, qué decirte. Está muy bien escrito y se lee muy fácil. Es verdad que es un poco brusco el cambio pero me parece que consigues el efecto de, no solo duda, sino de sorpresa en el lector.
¡Nos leemos!
Hola Mongope,
Tu relato se lee de un tirón. Te lleva muy bien hacia adelante y eso me encanta. Me gusta que un texto tire de mí. El final es sorprendente, pero además de la sorpresa que genera (que eso me parece estupendo) se me ha quedado una sensación de no conclusión. El abuelo ¿es solo posesivo con su nieta o tiene algún otro trastorno o historia oculta?. Hubiera agradecido una o dos palabras que justificasen su comportamiento.
Un saludo.
Si te apetece leerme, soy la historia 144 (mi primera para Literautas)
Gracias, yolareina, Aqua y Cucharilla por dejar vuestro parecer.
Tomo en cuenta vuestras opiniones.
¡Nos leemos!
Saludos.;-)
Hola
Gracias por tus comentarios
He leído tu cuento y me ha parecido bastante emocionante, aunque es una pena que el final sea tan terrible. La fatalidad del destino, supongo. En resumen, es una historia que me ha entretenido y que me ha gustado. La única pega que le pongo es que el cuento es demasiado corto y que el final es demasiado críptico y cerrado, que deja al lector con dudas acerca de lo que ha pasado y por qué motivo. Pero es un recurso del escritor perfectamente válido, y no hay por qué dar explicaciones de todo. Para eso está la imaginación de cada uno.
Un saludo
Hola Mongope, gracias por comentar mi relato. En cuanto al tuyo me ha gustado, tanto por la temática como por el final.No aprecio ningún giro brusco en el desarrollo de la trama y el final aporta misterio, no hace falta, como ya se ha dicho, que esté todo clarificado.Por comentarte algo, quizás podrías habar indicado la naturaleza del afán posesivo del abuelo, aunque cuando al confirmar que el pretendiente es marino, se aprecía ya su postura.
Una buena historia.
Gracias, José Luís. Te doy la razón, tendría que haberlo trabajado más. Pero ya sabes que a veces los personajes tiran del escritor y si no te das cuenta se desmandan, como le pasó al abuelo!!
Y gracias también e ti José M. Lo mismo podría haberme extendido un poco más en el perfil del impulsivo abuelo!!!
Saludos a ambos 😉
Hola Mongope.
Coincido con quienes te felicitan. Me ha gustado el misterio relacionado con el abuelo y la muchacha que quiere cortar la relación.