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VENICIO - por MT Andrade

Web: http://un-nuevo-peregrino.blogspot.com.uy

Otro día y el marchito bote continúa ahí, el agua encima de la mitad, percibí con disgusto que estaba más hundido que ayer.
Lo vi hasta hace dos semanas, a la hora en que yo llego y él se prepara para regresar. Año tras año en su continua rutina; achica el bote, lo ata de una horqueta alta en el barranco, toma el pequeño atado de ramas en una mano, las alpargatas bigotudas en la otra y se aleja manso por el arenal. En el morral lleva la pesca del día. Es como estarlo viendo: flaco y pequeño, amarillenta su piel curtida; parece tener siempre la misma edad. El pelo ni más largo ni más corto. Siempre bien afeitado. Es parte del lugar, como lo son los sauces, los molles… Él y su bote, se habían mimetizado con la costa como el mamboretá con las verdes hojas.
Es 1958, mi hijo patea la pelota de goma azul que le trajeron los reyes. —¿Qué hace todo el día en el río? ¿No se aburre? Nunca se quita la camisa, por calor que haga.
Alguna vez que he venido temprano lo he visto revisar el espinel cambiando carnadas y sacar algún pez, si lo hay. Me han contado que también lo revisa temprano en la mañana, cuando llega. Todavía habla de fobal y biógrafo…
—Tiene un mojarrero en el bote, ¿por qué no usa una botella?
—Quizá porque hay que ponerle pan…
—El carro del panadero pasa a la siesta…
Cada tanto, con ayuda de otros boteros arrastra el bote por la arena, lo da vuelta y lo asegura con tacos de madera. Por unos días calienta alquitrán en la lata ennegrecida, sobre un minúsculo fueguito y repara con esmero el casco, tapando cada posible filtración.
Con frecuencia lee un diario usado que utiliza luego para envolver, como mantel o para encender el fuego, aunque le sobraban hojas secas. Tiene su pequeña utilería en el bote.
—Esperemos a tu madre y tu hermana que vienen más atrás.
—Voy adelante y junto leña. —Corre por el arenal y se tira a revolcarse en la arena. A la tardecita, cuando está entre dos luces, es la hora del mosquito. Una nube de mosquitos invade la costa. Como llegaron desaparecen. Los controlamos con fuego fuerte, aportando hojas verdes que generen mucho humo.
—Cruzar el arenal se hace pesado, descansemos un poco a la sombra del monte antes de seguir. ¿Tampoco hoy vino? ¿Vivía solo? ¿No es así? —preguntó mi mujer.
Sé que no tenía a nadie, solo el monte. Habían oído decir que peleó contra sus hermanos en la guerra grande. ¡Si haría tiempo!… En una oportunidad yo me encontraba con un ataque al hígado impresionante, me dio un yuyo del monte para hacer té. ¡Qué cosa más amarga! Pero buena. Toda una vida conociendo la naturaleza, cuántas cosas que han olvidado los hombres de ciudad.
—Decían que sabía cortar la tormenta, un hombre extraño. ¡Pobre viejo! —dijo ella con la mano sujetando la pera.
Una vez lo vi. Se había ennegrecido el cielo, viento y lluvia se avecinaban. Estaba yo en casa de su vecino, él había trabajado muchos años como tropero y se retiró cuando ya no pudo andar más a caballo. Recuerdo bien el incidente, desesperado llegó el hijo de su antiguo patrón y dijo con voz quebrada —si llueve se nos mueren todas las ovejas, sabe, ¡esquilamos hoy! — La cuestión es que el anciano salió afuera del rancho de la calle República Española, que debía contar con una sola pieza, y con esa hachita que usaba siempre, empezó una especie de baile. Estuvo un rato, no sé cuánto. Sí puedo decir que cambió el viento y la tormenta se alejó. No cayó una gota de agua…
Ya en la orilla encarné el reel con lombrices y tiré hacia el pozo, Vi sus aparejos flotando dentro del bote. Los chicos se divertían sacando mojarras.
Creo recordar que hubo una foto pequeña en la que aparecía con otros vecinos un día de calor cuando hicimos un asado en el monte. Pronto también a ella borrará el olvido.
La lancha pasó rápido, dio la vuelta unos cientos de metros aguas arriba y regresó, como todos los domingos de verano. Pareció extraño. Ese hombre que mira la costa desde la velocidad detuvo su recorrido, como varado en el centro del río gritó: —¡Oiga! ¿Y Venicio? ¿Sabe por qué el marinero no subió al barco? Hace días que veo el bote solo. ¿Le habrá pasado algo…?

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7 comentarios

  1. 1. Orestes Artiles dice:

    Buenas MTAndrade;

    me encantan las descripciones que realizas, creando una atmósfera muy marinera; aportando lenguaje y vocabulario propio del mar y de los pescadores. Únicamente (bajo mi punto de vista), echo de menos algo de acción; un suceso o conflicto que remueva al lector.

    Por lo demás un relato con gusto.
    El próximo mes volveré a leerte. Espero tu comentario (57). Gracias.
    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 23:00
  2. 2. guiomar de zahara dice:

    Andrade: Voy a ser muy sincera, no quiero ofenderte. Tu relato le he leído tres veces. Mas o menos he entendido lo que quieres contar, pero… la mitad de las palabras no las comprendo, las frases tampoco. Reconozco que el español es uno de los idiomas más ricos en vocabulario, pero por estos lares hay algunos vocablos que no se usan -o eso y perdóname- es lo que a mi me ocurre.
    Por lo demás…
    Te seguiré leyendo

    Escrito el 20 enero 2018 a las 15:19
  3. 3. M T Andrade dice:

    Hola Guiomar
    Comprendo perfectamente lo que indicas. He utilizado muchas palabras de un uso particular. Es por eso que comento su significado. Como trato de ser general puede que incluya alguna aclaración muy obvia.
    Gracias por el comentario. Saludos

    Achicar el bote – Sacar el agua que ha ingresado dentro del bote
    Horqueta – parte del árbol donde se bifurca una rama
    Alpargatas bigotudas – se refiere a alpargatas viejas de yute que se deshilachan en la punta del pie
    Morral- bolsa que se cuelga cruzada del hombro
    Sauces, molles – especies de árboles
    Mamboretá – insecto verde parecido a la langosta, en castellano sería mantis
    Espinel – línea de pesca con varios anzuelos que se deja instalada en el río
    Fobal – de footbal, como llamaban a principio del siglo pasado al futbol
    Mojarrero- caña con anzuelo pequeño para pescar mojarras
    Pesca en río con botella – se rompe la parte trasera de una botella de fondo profundo, se coloca pan en su interior. Se entierra el pico de la botella en la arena. Las mojarras entran a comer el pan y no pueden salir.
    Yuyo – hierba silvestre
    Cortar la tormenta – Superstición atribuida a personas que impedían que se desarrollará la tormenta.
    Calle República Española – Para alguien en España puede sonar extraño, pero es solo el nombre de una calle
    Aparejos – útil de pesca consistente en una cuerda larga con anzuelos y plomada en un extremo
    Mojarras– pez chico
    Venicio – nombre propio (derivado de Benicio)

    Escrito el 20 enero 2018 a las 17:48
  4. 4. marazul dice:

    Hola MT Andrade:
    Me impresiona la riqueza del léxico que utilizas y me pasa como a Guiomar, así que agradezco mucho tus aclaraciones. Algunas palabras las reconozco como términos marineros que se usan normalmente, pero otras creo que son propias de la localidad en donde se desarrolla el relato.
    Has creado un personaje, Venicio, muy peculiar que despierta la curiosidad de los que le rodean. Me gusta mucho cómo describes la naturaleza, el entorno…y esa simbiosis que hay entre personaje y naturaleza. También cierto misterio que envuelve la vida de Venicio.
    En cuanto a la forma creo que está escrito de forma muy particular. No me atrevo a sugerirte ningún cambio, sobre todo porque creo que tienes un estilo muy propio y además lo que cuentas se presta a este estilo de vocablos costumbristas.
    Encantada de leerte
    Saludos

    Escrito el 21 enero 2018 a las 19:47
  5. 5. Laura dice:

    Hola MT Andrade.
    No cambies los localismos, por favor, me encantan.
    ¿Se lo puede considerar marinero a Venicio? Me da la idea de que tiene tan sólo un bote con el que pescar en el Paraná, o algún río del litoral.
    Tienes varios cambios verbales que confunden.Inicias en pasado, sigues en presente con el diálogo, vuelves al pasado y una vez más al presente. Creo que te ha faltado algo de tiempo para pulirlo ya que considero que quieres lograr una estampa de Venicio, señalando algunas de sus características, pero queda todo algo enredado.
    Es tan sólo mi opinión, tan valedera como la de cualquier otro, incluso la tuya, sobre tu texto. Tú sabes lo que quisiste transmitir.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 14:41
  6. 6. NadiTti dice:

    Hola. Este es mi primer comentario. Espero respetar las aputas y voy a cumplir con lo solicitado en las consignas del taller. Soy Argentina y si bien hablamos castellano tenemos diferencias.
    En mi opinión. Para destacar, me agrado la idea de plantear una escena previa descripta en detalle que alimenta la intriga de saber por qué no subió al barco. El vocabulario es rico en adjetivos y el fraseo es un tanto poético.
    Con respecto a la estructura me pareció dudosa. Tuve que leerlo en detalle varias veces. Creo que lo que sucede es que tiene errores de gramática. Comencé a analizar oración por oración y concluí en eso. Faltan preposiciones y en algun momento los vervos no estan conjugados de la manera correcta. Por ejemplo dice “Otro día y el marchito bote continúa ahí, el agua encima de la mitad, percibí con disgusto que estaba más hundido que ayer.” Le faltan las preposiciones “con el agua encima hasta la mitad”. Luego debería ir un punto seguido. Continuando con ”Lo vi hasta hace dos semanas, a la hora en que yo llego y él se prepara para regresar.” También lo cambiaría por un “Lo veo desde hace dos semanas”.
    “Es como estarlo viendo” creo que está de más.
    “Es 1958, mi hijo patea la pelota de goma azul” al comienzo le falta una palabra que oriente lo que se va a describir o por que se menciona el año y como 1958 es pasado el verbo debería estar conjugado en dicho tiempo también; “Transcurría el año 1958. Mi hijo había pateado la pelota de goma azul”. No entendí los diálogos. Tendrían que estar demarcados con el personaje- y relato entre comillas. Al menos así es en nuestro país.
    Mi recomendación es que revises estos temas de estructura y economices en adjetivos para tener mas palabras para aportar mas a la noción del relato.
    Gracias por recibir mi critica. ¡A seguir escribiendo!
    Te seguiré leyendo.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 20:57
  7. 7. MT Andrade dice:

    Hola Laura. Sabía que los tiempos verbales iban a ser un problema, pero no se me ocurrió una forma diferente de expresarme. Intenté dar la idea que al comienzo Venicio solo había dejado de ir por unos días e intenté utilizar el presente. Más adelante traté de dar la idea que su desaparición era definitiva y pasé al pasado. Debí haber buscado una manera alternativa de expresarlo.
    Sí Venicio era un marinero de agua dulce (no era un verdadero marinero)
    Gracias.
    Saludos

    Escrito el 22 enero 2018 a las 23:26

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