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George «El Capitán» Georgenson - por Blue Flamingo

Te voy a contar la última aventura que vivió George «El Capitán» Georgenson:
El Capitán —así era como le llamábamos todos— llamó a su tripulación para una de sus expediciones. Dependiendo del día, era una incursión pirata o un respetado comisario. Por lo general, estaba siempre del lado de los buenos. Pero ese día tocaba ser un corsario.
—¿Ya están listos estos?
—Algunas bajas en la tripulación, señor. Pero podremos zarpar si así usted lo desea.
—¡Qué maneras son esas de hablar! «Mi capitán» —enfatizó.
—¡Sí, mi capitán! —Ese día tocó cambiar de los usuales modales a unos algo más rudos.
—Pues ¡subid todos a bordo!
Los que estábamos, nos meneamos, pero sin apenas movernos del sitio.
—¿Ya está? ¿Ya estamos subidos? —preguntó Joel desconcertado.
Yo lo mandé a callar. No quería que interrumpiese nada.
—¿Algún rebelde por aquí? ¿Un motín, tal vez? —El Capitán acercó su espada al gaznate de Joel. Éste sonreía, hasta que yo le hice unas señales para que parase.
—¡No, mi capitán! —respondí por él—. Es un grumete nuevo. Limpiará las cocinas, junto con el cocinero Han.
—Que limpie mejor mis deposiciones. Ja, ja, ja.
Siempre recordaré su risa. Exagerada a más no poder, pero con un toque personal alegre y de júbilo que hacía envidiar su estado de ánimo. Los nuevos tardaban un poco en acostumbrarse, pero los que llevábamos tiempo allí con él lo deseábamos. Era un estruendo que resonaba en cada pared; desde lejos, los más nuevos venían a ver qué había sido aquello. Porque los gritos eran normales, pero no esa risa.
Y, entonces, al poco rato, empezó la verdadera aventura. Ese día nos dirigíamos rumbo a la isla de la Tortuga, a cazar a algunos malhechores, para entregárselos a la contraalmirante Tulla, que aquel día estaba ocupada en otro lugar, pero que luego iríamos a buscar. El Capitán nos empezó a dar órdenes, como siempre. Subid aquello, bajad lo otro… Lo típico. Joel, aunque lo intentaba, apenas podía contener la risa; no era de extrañar que no fuera capaz. Yo le insistí en que viera que aquello no era un espectáculo del cual reírse, sino con el que divertirse.
De repente, cuando debíamos estar a punto de llegar a Tortuga, El Capitán cambió de parecer. Empezó a moverse de un lado para otro, tambaleándose.
—¡Menuda es esta Donna! —exclamó refiriéndose a su diosa del mar.
Siguió tambaleándose un poco, y los que podíamos hacíamos lo mismo que él; al fin y al cabo, esa era la manera de proceder que le gustaba.
—¡Llamad al marinero!
—El marinero no subió al barco hoy, mi capitán —lamenté.
—¿Cómo? —me preguntó con susurros Joel.
—Nada, que hoy Mark no ha venido a trabajar —susurré yo también—. ¿Qué puedo hacer yo? —pregunté alzando mi voz esta vez.
—¿Y sólo hay un marinero en ese barco? —preguntó de nuevo Joel a risotadas—. Pero si sois un montón de chalados aquí.
—Shhh. No te rías.
—¡Hay que hacer un sacrificio! —gritó al poco.
Eso sí que era nuevo. Habíamos apresado y matado piratas, pero nunca habíamos hecho sacrificios. George «El Capitán» Georgenson nunca dejaba de sorprenderme.
—¿Algún voluntario? —pregunté a la tripulación—. Muchos apartaron la mirada de mí; en otros pude ver un rastro de verdadero temor en sus ojos; otros se ofrecieron voluntarios.
—Yo lo haré. —El Capitán alzó la mano.
—¿Está seguro, mi capitán? —Sin él, no sabía cómo iba a poder continuar todo aquello, si es que se continuaba; nunca habíamos terminado sin El Capitán.
—Seguro. Presiento que es mi hora. Camaradas, este ha sido un gran placer para mí.
El Capitán desvaneció, y cayó directo al suelo. Rápido llamé a los enfermeros y quité de su boca el cepillo de dientes —que ahora usaba de puro, y antes de espada— para comprobar su respiración y sus latidos.
Y esa fue la última vez que vi a El Capitán surcar los mares en el hospital.
Él hacía ya mucho tiempo que se evadía de la realidad. Algunos no estaban de acuerdo con que hiciéramos todo aquello, pero lo cierto es que aquellas recreaciones de las historias que él tenía en su cabeza no eran más que pequeñas mentirijillas que le daban la vida; era con lo que mejor se lo pasaba él y los demás pacientes; y el personal que le seguíamos la corriente no lo hacíamos como ofensa, sino que nos divertíamos con él actuando a ser su tripulación.
Nada más que contarte.
Por ahora.

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7 comentarios

  1. 1. Charola dice:

    Hola, Blue.

    Me gustó tu relato. Me intrigó y lo seguí hasta que ya llegaba al final y no sabía de lo que se trataba. Aunque triste, genial. Muy bien.

    No tengo ninguna pega o no me dí cuenta.

    Felicitaciones.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 05:17
  2. 2. Blue Flamingo dice:

    Muy buenas, Charola:
    ¡Muchas gracias por tu comentario!
    Me alegro de que te haya gustado.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 19 enero 2018 a las 13:09
  3. 3. Ane dice:

    Hola Blue, un relato ágil, con ritmo, muy humano y extrapolable a la realidad. Lo cierto es que, como dice la anterior compañera, a medida que lees despista, pues no terminas de saber a dónde se dirige. Pero el final le da todo el sentido.

    Te felicito. Saludos.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 14:50
  4. 4. Menta dice:

    Buenas noches Blue Flamingo: Me ha gustado tu relato. Al principio no entendía nada y me has vuelto tan tarumba como el capitán Georgeson.

    Después he ido cayendo y todo poco a poco todo ha ido encajando. Fenomenal el puzzle que has creado con un juego entre los paciente de un hospital.

    Un buen trabajo, por humano y por solidario. Te doy las gracias por compartirlo con todos nosotros. Un saludo, Menta

    Escrito el 20 enero 2018 a las 23:11
  5. 5. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola Blue Flamingo. Soy tu vecina de relato. También a mi me ha despistado al principio. Me parecía una aventura de comic pero ya he visto que al final todo cuadra. Enhorabuena, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 11:24
  6. 6. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, lamento comentar tan tarde tú relato, pero por motivos de salud, no he podido hacerlo antes, al igual que este mes no pude enviar mi relato.
    Me gusto humano, se lee bien, entendible.
    Nos leemos el próximo mes

    Escrito el 28 enero 2018 a las 11:36
  7. 7. Blue Flamingo dice:

    Muy buenas a todos:

    Ane: Muchas gracias por tu comentario. Me alegro que al final se entendiese todo.
    Menta: ¡Muchas gracias! Efectivamente, uno no entiende bien por dónde van los tiros casi hasta el final. Me gusta eso de “puzle”
    Mª Jesús Hernando: ¡Muchas gracias por tu comentario!
    Ángel Climent: ¡Muchas gracias! Y de disculpas nada, por favor. A recuperarse, entonces. Yo no he podido leer ningún relato pero por falta de tiempo, que no de ganas. Lástima…

    Escrito el 29 enero 2018 a las 20:05

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