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El marinero no subió al barco - por NadiTti

Web: https://www.facebook.com/NaTraviganti

Calor, 34° de sensación térmica en la ciudad. Ella había terminado su jornada laboral y se disponía a comenzar su fin de semana tomando un trago en el paseo de compras.
Este viernes había comenzado con mucha precipitación. El despertado no sonó y Sandra se despertó justo a tiempo de llegar con retraso. Se puso un vestido, sandalias y mientras viajaba se sujetó el cabello. Llego a la oficina y puso manos a la obra.
Cumplió su cometido de disfrutar del trago. Luego se dirigió a la plaza del parque para caminar y despejarse bajo los últimos rallos de sol del día.
Allí estaba, tranquila. Esperando a su novio Martín.
Cuando el llego, le sugirió guardar su bolso en el auto para caminar más cómoda y ella no dudo en aceptar la sugerencia. Se acercó al auto, estaba cerrando la tapa del baúl, y lo vio…

Confundida pensó; esa mirada, esa expresión que le devolvió aquel rostro que correspondía con su sorpresa y desconcierto.
En ese momento el tiempo se detuvo, su respiración se detuvo, pero tuvo que continuar como si nada hubiese sucedido, cerro el auto y continuaron caminando. Su mente estaba siendo invadida por recuerdos. Recuerdos que no recordaba. Recuerdos, que habían sido comprimidos, rotulados y guardados.
Era inminente, no pudo contenerlo. Su sistema estaba totalmente alterado, le sudaban las manos y su mirada lo buscaba sin poder disimular.
Su novio estaba ocupado recibiendo mensajes de WhatsApp, lo que ayudo a transitar ese momento incomodo sin que le costara una pregunta.

<<Respira Sandra. Déjalo ir>> pensó.

Siguieron caminando. Era una plaza, se camina en círculo y para su suerte estaban enfrentados en su trayecto. Entonces, cruzaron sus miradas otra vez…
Vestía de negro y caminaba con alguien más.
Sandra pensativa, continúo conversando con su novio.
Se detuvieron en un banco a descansar. Caía la noche y la brisa daba un placentero refresco a una cálida jornada.
Otra vez el celular de su novio que contestó la llamada. Entonces ella aprovecho y lo buscó a Joaquín, el hombre de negro, entre los que caminaban.
Lo encontró subiendo a aquel auto que estaba estacionado justo en frente de donde ellos estaban sentados. Joaquín la miró fijamente. Subió, encendió el auto y se fue.
Consternada y casi resignada Sandra volvió a su realidad.

Como lo hacían cotidianamente definieron que cenar y se dirigieron al auto. En el parabrisas, debajo de la varilla del limpia parabrisas había un papel. Martín le pidió a Sandra que lo retirara y así fue. Sandra noto que en aquel un volante de Restaurante. Había una nota que decía –“El marinero no subió al barco”.

En ese momento sintió que se desvanecía, lo confirmó ¡Era él! era ese amor, aquel que tuvo que archivar en el fondo de su alma como un expediente cerrado. Aquella historia de novela, devenida del pasado con un corto presente cuyo capítulo final fue tan increíble y tan intenso como el de una novela de ficción.
Aunque le costara creerlo esto estaba sucediendo y ella necesitaba hacer algo.
Sin pensarlo demasiado al llegar a casa cuando ya Martín dormía desde su celular Sandra busco a Joaquín en Facebook y lo encontró. Le envió una solicitud de amistad que al instante fue recibida y aceptada.

Entonces se preguntó –¡¿Y ahora qué?!

Lo medito unos minutos y luego le escribió un mensaje privado que decía “-Te vi en el parque y me dejé llevar. No quisiera generar una situación incómoda para nadie, solo necesito saber si estás bien y si me reconociste en la plaza.”
El mensaje fue leído al instante, pero no tuvo respuesta.

Ella estaba muy confundida. Apago el celular y se fue a dormir esperando que el descanso aclarara sus ideas.
La mañana siguiente despertó y contuvo su impulso de ver si había respuesta.
Se preparó un café y encendió la notebook.
Había una respuesta…
“-Hola, te reconocí al instante que te vi en el auto. Estoy muy bien. Paseaba con un amigo. Pensé que me ibas a ignorar como lo hiciste todos estos años. No entiendo esta situación.
Estas tan hermosa como siempre.
Me aferre a tu rechazo para olvidar, pero no lo logre.
¡No subí al barco! dejé mi carrera por apostar a nuestro amor, a una familia juntos. Merecía una explicación.
Mi desconsuelo fue tan grande que acepté tu decisión y seguí mi camino. Viajar fue mi escape y mi consuelo.
Me pregunto ¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy que vuelvo a mi ciudad?
Quiero y necesito verte.”

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4 comentarios

  1. 1. Lenimer Durán dice:

    NadiTti,

    Me gustó tu relato, es bastante ligero de leer y con los detalles que aportas es suficiente para imaginarse la escena.

    En el párrafo donde describes lo que había hecho en el día y cierras así:”Llego a la oficina y puso manos a la obra”, antes de retornar a la escena de inicio hubiese quedado mejor si hacías un enlace a lo que venías describiendo, porque siguiendo la lectura pareciese que fueras a describir lo que hizo en su jornada laboral pero mas bien nos trasladas al punto donde ya se tomó el trago “Cumplió su cometido de disfrutar del trago”.

    En este párrafo, “Se acercó al auto, estaba cerrando la tapa del baúl, y lo vio…” no se porque me imaginé que a la persona que había visto estaba dentro del baúl y al seguir la lectura fue que entendí que la había visto en algún punto lejano. Tal vez hubiese sido mas fácil de entender, si incluías una frase como: “lo vio al otro lado de la plaza”.

    En esta oración “Otra vez el celular de su novio que contestó la llamada.” Hacen falta signos de puntuación, aunque sé a que se refiere, no esta bien organizada, tal como está planteada pareciera que el celular contesta la llamada. O por ejemplo en “Entonces ella aprovecho y lo buscó a Joaquín, el hombre de negro, entre los que caminaban” pasa igual, no esta bien organizada.

    Debes cuidar la estructura del párrafo para que se pueda entender fácilmente lo que deseas transmitir, cuidar las tildes y los signos de puntuación.

    Espero te sea de ayude mi opinión y espero la tuya en el #63.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 17:38
  2. 2. Orestes Artiles dice:

    Buenas NadiTti;
    Una vez leído el relato varias veces coincido plenamente en el comentario de Lenimer Durán. Es una historia fácil y natural para el lector sin ningún artificio innecesario.

    Pero hay momentos que el hilo conductor de la escena y los sucesos narrados se muestran opacos y con dificultades para su comprensión; además de revisar los posibles errores ortográficos.

    Espero igualmente que mi opinión te pueda servir para futuros relatos que leeré sin duda ninguna.

    Sigue escribiendo y comentando(57). Gracias
    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 22:50
  3. 3. Dino dice:

    Hola NaditTti,
    ¡Qué linda e imaginativa historia! Romance, tensión y desencanto, todo lo necesario para crear drama. Te recomiendo revisar las reglas de acentuación. ¡Saludos!

    Escrito el 23 enero 2018 a las 16:16
  4. 4. María Jesús dice:

    Hola: Tu relato me ha gustado, describes una escena de las mías, de amor imposible, de perdidas y reencuentros, de segundas oportunidades…Pero debo decirte que debes revisar el texto porque he visto ausencia de acentos y comas, que harían más comprensible la lectura. Fíjate que a mí siempre me llaman la atención porque pongo comas de más. Por lo demás le escena me ha gustado mucho, que es lo importante para mí, que enganche al lector, los fallos son corregibles.
    Un saludo.

    Escrito el 30 enero 2018 a las 14:40

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