el trato - por Ali Hernandez Alavarado

El autor/a de este texto es menor de edad

El trato

Solía ver las estrellas cada noche antes de irme a dormir, cuando de repente un martes en una cálida velada junto a mi padre, tuve la asombrosa idea de viajar a un puerto no muy lejos de donde yo vivía, el lugar se llama “Zerha Blue Percy” un asombroso puerto donde el agua es más azul que el mar mediterráneo, como mi padre no es una gentil persona, me puso un millón de trabas para no ir, al fin y al cabo, él solo termino por aceptar el pequeño viaje a “Zerha Blue Percy”, así que empacamos todo lo necesario para irnos el miércoles por la tarde para llegar más tardar en plena madrugada y disfrutar del fabuloso espectáculo que se presenta a las 4:00 am, yo no sabía eso, lo raro es que mi padre sí, pero no le tomé tanta importancia porque mi emoción era más que mi curiosidad en ese momento

Llegamos a las 2:00 am al puerto, nos hospedamos en el Hills, un hotel de alto prestigio, donde supuestamente llegan influyentes de alto nivel económico, algo que no logro explicarme es cómo es que mi papá tiene para pagar tanta comodidad.

Luego de un rato me quedé profundamente dormida, al despertar no me di cuenta de que me perdí por completo el fabuloso espectáculo del que mi padre me había hablado, total me arreglé lo más rápido posible para poder disfrutar de la belleza de “Zerha” ,cuando fui a ver mi papá el ya no estaba en la habitación, así que rápido le marqué y él no respondía, me asuste, pero intenté calmarme, cuando baje al puerto noté que le estaba dando dinero a un tipo de apariencia extraña, en ese preciso momento me di cuenta del porqué mi papá aceptó el viaje y de cómo sabia del supuesto espectáculo, me sentí triste pues noté la falsedad de mi padre quien a pesar de que confié en él plenamente me engañó; pero logré actuar como si nada malo ocurriera, me acerqué a él y lo vi sospechoso, no dije nada, el tipo ese ya se había ido y un marinero con una apuesta personalidad se nos acercó, lo mire como si fuera el hombre más bello que mis ojos habían visto, mi papá muy nervioso me lo presentó, otra cosa que no concuerda con nada del viaje pues se supone que mi papá no conocía el lugar, el marinero cuya sonrisa llenaba de alegría mi corazón nos invitó a dar la vuelta a su barco, todo con un fin el cual no sabía hasta que de pronto el caballeroso marinero se lo salió decir que la hermosura de su futura esposa era excepcional e inigualable, yo voltee a ver a mi papá, él miro al marinero y le ordenó que nos llevara de vuelta a la orilla lo cual fue así, cuando llegamos el marinero se bajó hecho una bestia y le gritó a mi padre : -dile la verdad a tu hija y deja de mentirle, ya bastante has fingido ya basta, no lo crees-, mi padre furioso le dijo sube a tu barco esto es asunto mío, yo sé cómo manejar esto, pero él no hizo caso, el marinero no subió al barco, como mi padre le dijo; tomó mi mano y me dijo – yo viajaría contigo hasta las islas más oscuras- yo sorprendida le exigí a mi padre una explicación ,pero él furioso no me escuchó y me jaló del brazo, dejando ahí al bello marinero que desafío una orden de mi detestable padre, cuando llegamos a la habitación se puso como loco, saco nuestras pertenencias y comenzó a gritarme que empacara, yo sin saber qué hacer le obedecí como siempre, cuando terminé de hacerlo lo miré y me dijo sin que yo se lo preguntase –ese marinero es con el que hice un acuerdo donde yo te daba como esposa a cambio de que el firmara un contrato donde me dejaría todas la plazas libres para seguir distribuyendo toda mi mercancía-, tanto fue mi enojo que me aguanté cada una de mis lágrimas y le respondí –si me hubieras dicho todo lo que estaba pasando desde un principio nos hubiéramos ahorrado toda esta escena, pero gracias por

ocultarme las cosas ahora sé que mi padre no es el hombre maravilloso en quien yo confiaba de ahora en adelante atente a las consecuencias de callar algo que debí haber sabido- tomé mis maletas y fui a cumplir el trato de mi padre.

Karina Alí Hernández Alvarado.