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Sin testigos (2ª parte) - por marazul
Será mejor dejar aquí el coche, la calle es demasiado empedrada, piensa Luis que se deja llevar por esa mezcla de olores, entre salitre y algas; le han informado de que la tasca de Tino está en el Puerto, bajando la cuesta.
Verás unas pequeñas casas bajas y unos bares marineros con mesas en la calle; no tiene pérdida, le dijeron.
Al entrar huele a limpio, a esa mezcla de vinagre y sosa que se utiliza para limpiar la plancha de la cocina. El turno de comidas parece que ha terminado y el local está vacío.
¡Ladrón…Tino, ladrón!
—¿Quién es, qué ocurre? ¿Hay alguien ahí? —se sorprende Luis.
Del interior de la cocina sale un hombre robusto y calvo que se seca las manos con una bayeta.
—No haga caso a ese loro mentiroso. ¿Qué va a ser?
—Póngame un café solo —dice Luis buscando la jaula— ¡vaya con el loro!
—Ya lleva quince años conmigo, lo traje de Australia. Es un cascarrabias, ¡el muy cabrón!
—Entonces es usted Tino, el dueño del local.
Ante el silencio del hombre que de espaldas prepara el café, Luis se presenta.
—Mi nombre es Luis Cotero, soy periodista y estoy escribiendo un libro.
La cara del dueño cambia, frunce el ceño.
—¿Y qué tiene de interés este pueblo?
—Verá, no quiero importunarle pero mi libro se va a titular "Falsos culpables". Quisiera que usted me diera su testimonio.
Con gesto incómodo, Tino se apoya en la barra mostrando unos brazos tatuados.
—¿Y yo en que puedo ayudarle?, dígame…
Luis calla mientras da sorbos al café, esperando…
—Aquello pasó hace bastantes años; lo único que quiero es olvidar. ¿Entiende usted?
—Si, por supuesto, pero no le hará ningún daño. Sé que ha tenido que ser muy duro para usted cumplir cárcel por un crimen que no cometió. La sociedad le debe un reconocimiento. Esa es la intención de mi libro.
Ahora es Tino el que quiere hablar.
—Mire, señor, me condenaron a veintidós años de cárcel y cumplí casi cinco. Si no hubiese sido porque el asesino volvió a matar a aquella otra pobre chica aún estaría allí, pudriéndome en el trullo. Aquel juicio fue una farsa, solo querían venganza y encubrir al culpable.
—Pero a usted algunos testigos le vieron hablando con ella en el Puerto. Christi, se llamaba la chica.
—Claro que hablé con ella, era una chica rubia muy guapa que iba vestida de fiesta buscando un yate, "el jaleo"; un yate que se alquilaba para fiestas privadas. Yo tenía un buen trabajo,¿sabe usted?…Era un marinero dedicado al mantenimiento de algunos de esos yates. Mis huellas estaban por todo "el jaleo", pero esa tarde yo no subí a aquel barco.
—Si, tengo entendido que la defensa se basó precisamente en ese dato: "el marinero no subió al barco", sostuvo el abogado durante todo el juicio. Pero parece que no logró convencer al jurado.
¡Llueve…llueve!
—Vaya, otra vez el loro, dice Luis rebajando la tensión del momento.
—Ya le dije que es un loro mentiroso. Ya ve como entra el sol por la ventana.
Tino se queda por unos momentos en silencio para continuar con más fuerza.
—Tan mentiroso como los falsos testigos que encubrieron a aquel canalla, el pervertido hijo de un poderoso magnate. —Casi gritando concluye— ¡No era más que un vicioso drogadicto que arruinó la vida de aquellas chicas y también la mía!
Por la puerta de la cocina aparece una mujer embarazada que se recoge el pelo con una pinza. Tino, en un gesto nervioso, se limita a limpiar el mostrador mientras dirige una mirada de complicidad al periodista.
—Es mi mujer, Maysa, —comenta en voz baja— no me gustaría volver a sacar los trapos sucios del pasado. Vuelva en otro momento, mejor por la mañana.
—¿Aún no ha venido Lolo con la pesca?
—No, —contesta Tino— aún no son las siete, mujer, ¡qué prisa tienes!
Luis deja un par de monedas en el mostrador y hace un gesto de despedida.
¡Llueve…llueve!
El periodista se coloca las gafas de sol al salir.
P.D:este relato es continuación del siguiente microrrelato
Sin testigos
Ruedan perlas por la cubierta del barco,
copa rota de champagne junto a sandalia de plata.
Vestido de fiesta, carmín y lentejuelas…
Cuerpo joven, melena rubia bajo el árbol de Navidad caído.
Bragas de seda estrangulan el cuello.
Es su firma.
Ni siquiera la luna, escondida tras las nubes, fue testigo.
¡Mis saludos cordiales, estimada colega! Algo que me ha sorprendido gratamente es saber que un microrrelato te llevó a una historia que bien podría transformarse en un macrorrelato… Atacas con rapidez y mucha contundencia en esta 2da. parte. ¡El entramado de personajes, guao!… Cumpliste con el reto adicional y lo aplicaste de manera muy original en este emplumado parlanchín.
Se nota que lo has escrito con agrado y avidez. Siempre precisa y con un dominio pleno de la pluma, tu estilo es elegante y evocador. Me encantó una vez más leerte. ¡Has tomado más soltura!
Si tienes un chance, agradecido. Estoy con otra “segunda parte” en el peldaño #119, del Taller pasado #42 “El Mentiroso”. Mis cariños y respeto, Marazul.
Hola Marazul,
Me encanta tu estilo libre y fluido de siempre y la manera en qué introduces la frase clave (muy natural). El loro es un contrapunto imaginativo y vivo que rompe el relato de tanto en cuando y aporta color y vitalidad, además de ser el personaje mentiroso del reto (una alternativa genial). Tienes muchos más elementos imaginativos,como el embarazo de la mujer, los tatuajes de Tino, los nombres de los personajes… Todo ello le da realismo al relato y contribuye a enganchar al lector. Toda la historia está muy bien traída y te deja con ganas de más, de saber por ejemplo lo que pasará al día siguiente.
Felicitaciones, Marazul.
Me encantan tus relatos de intriga y sobre todo que sea una continuación del enigmático micro anterior, aunque me hubiera gustado algo más de rudeza en las palabras de Tino, ya que supongo que estará resentido.
Muy bien escrito.
Felicidades!!!
Saludos desde el 159.
Marasul, me encantaron tanto el microrrelato como el relato de ahora! Sé que debería concentrarme en el relato, pero quedé prendida del microrrelato. Fascinante!
Saludos,
Hola Marazul, bien por seguir con la siguiente parte del microrelato! Muy buena la descripción de la escena, muy visual, pude ver los detalles del tatuaje y la imagen de Tino se me hizo fácil con las descrpiciones. Ahora espero la parte 3 😉
Exitos, gracias por compartir.
Esta entrega aleatoria de textos me ha traído cosas buenas: tres historias que me gustan para corresponderles un comentario.
En primer lugar me gusta la naturalidad con la que está contada, el cómo la prosa concentra sus fuerzas en la intención de la historia y no descarrila en ningún momento. Me gusta la historia del periodista que busca contar la verdad con el fin de “restituir el daño” causado por una acusación falsa. Me gusta la trama dramática, y el ejemplo que muestra al comunicar cómo es posible contar con sinceridad una historia, sin grandes estridencias literarias.
Hay una cosa, sin embargo, que no encajo bien. Creo que la historia que le precede, y la de este texto que le es continuación, difieren en forma y en tono, y creo que es mejor admirar ambas historias por separado, que tratar de imaginarlas juntas.
Felicidades marazul, tanto el tono como la historia me resultan interesantes.
¡Hola Marazul!
Es un relato fluido, con buen ritmo y excelente ambientación. Con un lenguaje natural has construido una historia muy bien hilada, que no deja lugar a dudas o segundas lecturas para poder entender. Lograste mantener mi atención.
Me ha gustado mucho tu relato. Presenta una excelente ortografía y buen uso de las reglas de escritura.
El micro relato es excelente.
¡Un abrazo!
hola me encanta este tipo de relato, que estoy hasta el final sin pestañear.
saludos.
Marazul,
Me gustó la narración, disfruté de la lectura, especialmente a partir del dialogo donde captó más mi atención por el suspenso que lo envuelve. El inicio me pareció un poco confuso y no despertó ninguna emoción que me enganchara rápidamente.
Muy original el uso del personaje que siempre miente; el loro, que ademas le agrega un tensión a la atmósfera de suspenso. Me hubiese gustado que fuera parte activa del diálogo. Con una intervención propia.
Un excelente uso de los diálogos, que se desenvuelven con fluidez y con voz propia.
¡Excelente!
Saludos desde el #63
Marazul: tus relates son imaginativos, de agradable lectura y lleno de imprevistos, los cuales te impiden quitar los ojos de la historia.
¡Enhorabuena!
Hola Marazul! Veo que eres toda una veterana aquí, ojalá hubiera leído la primera parte. Me ha gustado mucho, lo he visto todo, estaba ahí en la taberna y he olido a salitre antes de entrar. Bien escrito todo, buena forma de describir los escenarios y a las personas. Me gustaría seguir leyendo,enhorabuena!
Hola, Marazul.
Me encantó tu relato. Fluido, bien ambientado, la presencia del loro mentiroso. Buenísimo.
Felicitaciones.
Solo tengo un mejorable. Falta tilde en el “Sí”.
Hasta la próxima escena. Un abrazo.
Hola, Marazul:
Te diré que me ha encantado la historia, me ha enganchado la lectura y me ha parecido una forma magistral el cómo has introducido la frase requerida trasformándola a tu antojo, dejando ver que tienes un domino absoluto de la escritura. Pero mis fascinación aún se ha incrementado más al leer ese microrrelato y ver la capacidad que has tenido de abrir la ventana de una historia que asomaba levemente en esas 5 frases.
Mi más sincera enhorabuena y espero poder seguir leyéndote.
P.d. Una pena no haber podido leer la primera parte.
Saludos desde el 66.
Salud, Marazul!
Qué buena historia, que excelente continuación y qué genial mentiroso.
La verda, me ha encantado y tal como los otros compañeros, estoy esperando la continuación.
Felicitaciones
Hola a todos: deciros que sois muy amables y generosos en vuestros comentarios. Eso me ayuda a seguir y a mejorar.
Me paso a leer vuestros relatos y os dejo mi impresión. Soy un poco lenta devolviendo visitas pero es que me gusta leer cada uno de los relatos con atención.
Gracias Alfredo,María, J.Guillén, Judith, Fernando Caporaletti, cualquiera, Doralú, Lenimer,Guiomar, Calihope, Charola, Charles Babel y Juana, por leer y comentar.
Un abrazo
Hola Marazul, tu vena detectivesca sigue abonando frutos a tu relatos. Mira que tienes frente a ti una macro historia que da para mucho. Eso sucede cuando lo poético y la inspiración se unen en prodigo contubernio. te felicito.
Que el 2018 sea fabuloso para vos.
nos seguimos leyendo.
Hola Marazul.
Interesante segunda parte que nos has regalado este mes. Espero que tenga una tercera ;).
He notado que falta por echar un poco de pulimento a la representación gráfica de los diálogos. A mí también me resultan complicados, no te creas. Me refiero a la puntuación cuando el verbo es dicendi o no dicendi.
Asimismo creo que hubiera sido más correcto poner entre comillas las intervenciones del loro, por aquello de hacer notar que es algo que se oye desde otro sitio. Pero no lo tengo muy claro, porque igual se considera parlamento como tal y abría que mostrarlo como el resto de parlamentos de los personajes, precedido con un guion largo.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazo.
Hola Marazul
Expléndido relato, con excelentes diálogos y una historia de suspenso interesante.
Creo que fue muy buena idea incluir el loro para cumplir el reto opcional. Sin embargo, si cumplir el reto puede debilitar la narración, podría ser preferible no incluirlo.
Saludos
Hola Marazul,
Al leerte, me ha venido a la cabeza algunos casos recientes en España sobre desapariciones de chicas. Alguno desvelado hace bien poco…En fin, las cosas que pasan…
Bueno, respecto a tu relato, decir que me ha encantado. Hay unos diálogos entre el Tino y Luis que los has bordado, muy bien llevados y ese aire detectivesco. Los personajes tienen muchísimo peso, incluso la breve aparición de la esposa está en su justa medidad. Curiosamente, lo que menos me gusta, y contrariamente a otros compañeros, es el loro. No se, no lo veo. Como es mentiroso, sirve en la narración, para hacer referencia a aquellos que testificaron falsamente contra Tino, pero no se, se me sale un poco del total.
Otra cosa que me encanta es ese aroma a mar y a pueblo, que a mí, como gallego en el exilio, me hace sonreir por fuera y por dentro, y que ya he observado en otros cuentos tuyos. Entre eso, y los personajes, te ves dentro de la acción, te transportas allí sin ningún problema.
Una cosa que he visto: Aquí, “—Vaya, otra vez el loro, dice Luis rebajando la tensión del momento.”, se te ha olvidado el guión de cierre de diálogo.
Ah, y leí tu anterior relato, el micro, la primera parte de este. Creo que no comenté nada, pero te leéi. Está muy bien, y has hecho bien en continuarlo. Algo me dice que esto seguirá, cuando las musas y las condiciones que el taller nos impongan se alineen.
Un placer
Saludos
Muchas gracias Osvaldo por tu visita. Me paso por tu relato en breve.
Jean Ives, es verdad que me conviene repasar la representación gráfica de los diálogos. Reconozco que me da pereza pero lo voy a hacer. En cuanto a las palabras del loro tuve mis dudas. Yo no creo que deba ponerse como si fuera un diálogo normal, entre guiones. Me inclino más por lo que dices de ponerlo entre comillas. A ver si algún compañero lo sabe.
Muchas gracias por leer y por tus aportaciones que me obligan a aprender.
MT Andrade, agradezco mucho tu opinión. El hecho de incluir al loro mentiroso me pareció divertido y que encajaba muy bien con el ambiente y la historia de un expresidiario, condenado injustamente, y que viajó lejos para olvidar —a Australia. Además cumplía con el reto.
En lo que si estoy de acuerdo es en que es un “personaje” poco trabajado. Lo he cuidado poco, es verdad.
Ratopin, a ti tampoco te ha gustado mi loro. Bueno, si lo demás te ha parecido correcto, me siento muy contenta.
Un abrazo y nos leemos
Hola Marazul:
Como siempre te comento un par de cosillas de forma poco importantes que yo cambiaría:
Respecto a lo que dice el loro, no veo inconveniente alguno a ponerlo como un diálogo más. De hecho es un diálogo clarísimo y una realidad que lo dice. En cualquier sitio se leen diálogos entre animales o entre animal y persona. En este caso se sabe enseguida quién es el que dice esas palabras. Me gusta más que la opción de las comillas que puede ser una opción válida.
“Christi, se llamaba la chica.” Sobra la coma.
“el jaleo” Jaleo con mayúscula, es nombre propio.
“—Casi gritando concluye—“ Mejor: —concluye casi gritando. En cualquier caso el “casi” sería con minúscula ya que el “concluye” es verbo dicendi.
“Yo tenía un buen trabajo,¿sabe usted?…Era un marinero…” Separar la interrogación de la coma que le precede y separar “Era de los puntos suspensivos.
Recuerdo perfectamente este micro del mes pasado. Me impresionó. La continuación es toda una sorpresa. Nada que ver en el estilo. Buena narración como es ti es costumbre, entretenido que te deja con ganas de más. Lo encuentro como sin terminar. Como dice Tino tendrás que volver en otro momento con más relato porque estoy seguro que algo bulle en tu cabeza.
Hasta el próximo.
Hola Marazul: Es curioso como has sabido sacar una historia policíaca de un micrrorelato que tenía ese tono tan poético. Cuando leí el micro, destacaba ese juego erótico con mal final. Aunque este es la continuación, al estar escritos con una prosa tan distinta, cuesta conectar uno con otro, pero si te digo que tanto el micro, como éste, están muy bien escritos. Cada uno en su linea.
Saludos.
¡Buenas, Marazul!
Es impresionante la capacidad que tienes para describir lo que está ocurriendo mientras creas incertidumbre e interés en el lector. Diriges sus pensamientos y creas una tensión en el ambiente que hace que hasta el más mínimo detalle resulte interesante. Bravo.
Todo ello, además, va de la mano de un nivel de escritura altísimo, al que solo le he visto algún fallito puntual como podría ser alguna coma que, en mi opinión, se te puede haber pasado, o esto que te voy a comentar: “Ya ve como entra el sol por la ventana.” —> Si no me equivoco, ese “cómo” iría con tilde. Pero vamos, nada con excesiva importancia que tape el estupendo trabajo general que te ha quedado.
Me ha gustado mucho el detalle de “sobrarte” hasta el punto de dejar al final una especie de retrospectiva para el que tenga interés por los relatos anteriores. Se nota que tienes un gran dominio del lenguaje, hasta el punto de poder construir una escena tan interesante en tan pocas palabras e incluso prescindir por voluntad propia de cierto número de ellas, sabiendo de antemano que serás capaz de apañártelas bien. ¡Muaaaaravilloso!
Nada más que comentar, pues, solo agradecerte tu comentario en mi relato, y decir que ya entiendo por qué tienes tantos comentarios x).
¡Saludos!
hola . el dominio de los relatos me tiene alucinada siempre.
todos los compañeros te han comentado, lo que disfrutamos con tus lecturas.
saludos.
Gracias ortzaize: agradezco los comentarios que considero muy amables. Aparte de que puedan gustar mis relatos, más o menos a unos y a otros, os considero amigos y claro…eso influye en las críticas. Un poco de enchufe, vaya….! ja, ja…
Alf, no te había leído hasta ahora y creo que he acertado. Muy interesante tu relato. Nos leemos
Isan, por favor, no dejes de corregirme. Valoro tu tiempo y te agradezco de veras tus aportaciones.
María Jesús me paso por tu relato en breve.
Muchas gracias a todos
Hola Marazul.
Me sumo a los que te felicitan por el relato, pero también a lo que Isan te señala. Me había quedado algo fuera de situación “el jaleo”. Si es el nombre del barco, considero que desde el mismo El debería ir con mayúscula o sólo Jaleo si es ése su nombre.
Con respecto a la mujer, no considero que deba ignorar que su marido estuvo cinco años en cárcel. Más bien la incluiría con su propio aporte a la historia. Por otro lado, tardaron cinco años en descubrir otro crimen y allí al verdadero asesino? Me queda un poco extraño. Creo (y no soy experta alguna en crímenes, al contrario, los ignoro), considero que un asesino que sale indemne una primera vez (y me interesaría saber sus motivaciones) no sé si demorará cinco años en repetirlo.
Por último, creo que en el principio te faltan algunos signos para indicar lo que va pensando:
Será mejor dejar aquí el coche, la calle es demasiado empedrada, piensa Luis que se deja llevar por esa mezcla de olores, entre salitre y algas. Le han informado (de) que la tasca de Tino está en el Puerto, bajando la cuesta. “Verás unas pequeñas casas bajas y unos bares marineros con mesas en la calle; no tiene pérdida”, le dijeron.
Hasta la próxima propuesta.
Hola marazul,
Buena idea continuar el micro con este cambio de tercio que nos lleva camino de un thriller a poco que te empeñes.
Me ha gustado, y destaco, la naturalidad del lenguaje cotidiano, en especial los diálogos. Lo haces con una soltura estupenda que hace muy amena la lectura y, al tiempo, logras enganchar al lector.
El loro genial, lo introduces como un personaje más que te permite cumplir el reto y edulcorar el texto con una pizca de humor. Personajes y ambientación, buenas.
Siempre es agradable leer tus relatos, sencillos y con mucha sensibilidad. Aquí la explicitas al presentarnos a la mujer de Tino embarazada.
Un placer leerte, celebro el trabajo.
Un abrazo
Roger, muchas gracias por leer y comentar. Nos seguimos leyendo.
Laura, agradezco mucho tus impresiones. Solo comentarte que no se dice que la mujer embarazada no conozca el pasado de su marido. Lo que no quiere Tino es revolver, recordar… Y por ese motivo prefiere que el periodista regrese en otro momento, para hablar más tranquilos. Por otro lado comentar que en un relato corto es difícil atar todos los cabos. Siempre quedan algunos sueltos para que cada lector los ate a su manera.
Muchas gracias por tu tiempo. Me paso por tu relato.