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Mal está lo que mal empieza - por Wiccan

Un único navío flotaba en el puerto de la pequeña localidad. El crujir de la madera se unía al graznido de las gaviotas mientras la tripulación disponía todo para su marcha. En la distancia, parapetado entre redes, toneles y deshechos, Silvestre frunció el ceño; si el contacto de Lope no conseguía subir su barril en el barco solo podría salir de la ciudad por medio de un carromato, y los carteles de «Se busca» le complicarían la vida. Suspiró y apartó su mano de la cartuchera donde escondía el arma, no le convenía calentarse, su mal genio ya le había jugado malas pasadas antes y no tenía pensado volver a los calabozos de aquel pueblo.

Mientras esperaba a que Lope regresara hizo una última revisión: comida y bebida para subsistir dentro del barril, el maletín donde se suponía que estaban los billetes apoyado a un lado y la gabardina raída donde realmente tenía el botín hecha un fardo en el suelo algo más alejada. Era arriesgado pero no se fiaba de Lope, ya había vendido a otros y, aunque no creía que tuviese agallas para hacerle algo así, no se la iba a jugar.

El olor a comida y tabaco anunció a su compinche, aquellas manos grasientas por el pollo asado que había comido eran inconfundibles. Cuando sus miradas se cruzaron comenzó a balbucear y a dar caladas frenéticas a un pitillo.

—Tío, no entiendo qué ha pasado. El marinero no subió al barco, o eso dicen los demás.— Dirigía constantemente la vista al suelo.— Me dijo que estaría aquí, que lo amañaría todo para subirte como mercancía. Todavía tengo los documentos que me dio —sacó del bolsillo unos papeles—, pero el barril no figura en los libros del sobrecargo. La tripulación dice que espere por él, que será un error pero…— Un puñetazo lo interrumpió, y su cigarro salió despedido al tiempo que su labio sangraba.
—Cojonudo.— Silvestre agarró su cuello cortándole la respiración.— Una vez más jodes el plan. No tenemos tiempo, la policía va a volver de la ronda y me buscan solo a mi. ¿Me la estás jugando?
—No, tío, …no se me… ocurriría.— Apenas conseguía coger aire.— Tenemos …los papeles,… los marineros… consideraban que eran buenos, que… a veces… había confusiones. Soy yo,…tu colega. No te… dejaría tirado. Estamos…juntos en esto.

Lejos de tranquilizarlo, Silvestre estalló. Sacó la pistola y la pegó a la sien de su compañero, que levantó las manos.

—¿Juntos? Aquí soy el único que está arriesgando su pellejo, tu parte depende de que yo salga de este pueblucho. Estoy hasta los cojones de ti.— Lope temblaba con los ojos desorbitados.— ¡Arréglalo! No quiero esperar a nadie. Eras útil porque proporcionabas la huida, si no lo haces no me sirves de nada. O me das una solución que me convenza o te mato aquí mismo y me busco la vida. Así no reparto el botín con…—¡Zas!

No entendieron lo que pasó hasta que vieron a la gaviota alejarse con los grasientos papeles en el pico. Silvestre pasó de la incredulidad a la estupefacción cuando Lope le arrebató la pistola y empezó a disparar al hambriento animal.

—¡Conseguiré esos papeles, necesitamos esos papeles!
—¿Pero que haces gilipollas? ¡Me busca medio pueblo!

Silvestre se abalanzó sobre Lope y consiguió desarmarlo. Casi se alegró de que el miedo hubiese centrado su atención en la gaviota, bien podría haberlo atacado a él con la pistola. Era poco consuelo, en breve la guardia estaría allí. Quería matarlo pero, pensándolo fríamente, sus contactos eran la mejor baza para escapar.

—Tenemos que irnos. Olvídate del barco, ya pensaremos algo. Nos encontraremos aquí mañana por la noche.— Lope asintió y miró el maletín. Silvestre fingió resignarse.— ¿Quieres llevártelo? Hazlo, de todos modos quien lo lleve será el que corra más riesgo. Pero yo me quedo con la llave.

Ya solo, Silvestre vio lo mucho que se habían separado del abrigo con el forcejeo. La policía se acercaba. «Maldición, si voy a cogerlo me alcanzarán, tendré que dejarlo ahí», caviló para su pesar, “estará seguro, se confunde con toda la cacharrería de este sitio. Volveré cuanto antes». Comenzó a correr echando un último vistazo al dinero. «¿Humo?¿De donde…?». El desconcierto al ver iniciarse las llamas en el fardo lo paralizó por un desafortunado momento, suficiente para que la guardia lo alcanzase y lo redujese. Tendido en el suelo su mente daba vueltas: «Puto marinero, puto Lope, puta colilla».

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7 comentarios

  1. ¡Mis saludos cordiales, colega! Resulta muy grato encontrarse con estos relatos de truhanes y más cuando la historia te atrapa de forma fácil y amena. El cuento que has estructurado @Wiccan, tiene personalidad, riqueza narrativa y es muy sensorial. Debo confesar que por el título, no me esperaba que el contenido me convenciera tanto (antes de leerlo) y es como opinión o aporte, lo único que podría sugerir es darle la vuelta. ¡Hay muchas ocurrencias y vivencias muy de piratas y personajes pintorescos en tu texto! ¡Todo en ese entorno que has creado es evocador, muy palpable! Y las desventuras de tu protagonista Silvestre dan para mucho más, debido a que este tipo de sujetos, aunque sea todo un truhan, ¡son encantadores! Así que con toda confianza, busca darle continuación a esta historia. ¡Bien encaminado estás!

    En esta oración: ¿De dónde…? te faltó el acento.

    Si tienes un chance, te invito al piso #119 para que le des un vistazo a mi propuesta.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 17:55
  2. 2. María Jesús dice:

    Hola Wiccan: Me ha gustado mucho tu relato,muy bien escrito y fácil de entender, la verdad es que percibes claramente la tensión que hay entre los protagonistas, y un ritmo trepidante que te incita a avanzar en la lectura hasta el desenlace. Un placer leerte.
    Saludos.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 13:29
  3. 3. Dino dice:

    Wiccan, fue un placer leer tan poderoso relato. Los personajes y la situación son de lo más pintoresco. Me causó una enorme inmersión en el texto.
    Noté que no usas ningún verbo del decir en los comentarios. Te recomiendo leer el apartado de puntuación para estos casos ya que, a mi entender, el punto seguido va luego de la raya, cuando se retoma el diálogo y no antes.
    ¡Gracias por el cuento!
    Saludos,

    Escrito el 23 enero 2018 a las 20:27
  4. 4. Monty dice:

    Hola Wiccan:

    Me divertí mucho con tu relato. La angustia de Silvestre por emprender la huida se hizo sentir. Me quedé un poco con la duda ¿fruto de que ilícito fue el botín? posiblemente le daría más sustento a tu relato si despejaras la incógnita.
    Espero leerte una vez más.

    Me encuentro en el 118 por si gustas comentar.

    Saludos

    Escrito el 24 enero 2018 a las 19:02
  5. 5. Mancebo dice:

    Una historia muy lograda. El título me parece bastante apropiado, nos da una pista del carácter del relato en el que las desgracias van apareciendo una detrás de otra. Silvestre llega a la desesperación más absoluta.
    En cuanto a la forma en que lo cuentas me parece convincente. Mezclas con maestría la narración y los diálogos. Quedan engarzados en un todo.
    Te felicito. Nos seguimos leyendo.
    Estoy en el 106 por si te quieres pasar.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 19:51
  6. 6. Laura dice:

    Hola Wiccan.
    Vaya con tus personajes y tu historia. Más que acertado el título.
    Felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 11:44
  7. 7. María Jesús Hernando dice:

    Hola Wiccam te devuelvo la visita. Al leer tu relato me parecía estar viendo un cómic. Creo que sí añadieras descripciones más detalladas de esa panda aún sería más visual. Por lo demas atento a la ortografía. Enhorabuena. Nos leemos

    Escrito el 29 enero 2018 a las 19:43

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