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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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VISIÓN - por MOT

Podía tener ochenta años, o ciento veinte, quién sabe.

Su cara era un mapamundi físico, más de mil arrugas, con sus peludas orejas y su tuberculosa nariz por montañas, y un pañuelo con lentejuelas cubría una larga y nívea melena de cabellos de seda. Vestía de negro, toda, y una tétrica sinfonía de tilines sonaba a cada paso, producida por sus múltiples aros, pulseras y brazaletes que cubrían casi por completo sus esqueléticos brazos.

Encorvada como andaba, debía de llegar al metro y medio escaso de altura, y unos siniestros ojos grises, inertes, ausencia total de pupilas, causaban grima a quien los miraba. En la zona del puerto, donde malvivía en una cutre pensión de mala muerte, la llamaban vieja bruja, pero ella se refería a sí misma como Felisa “La Pitonisa”.

Ese día el puerto bullía de actividad, cientos de personas abarrotaban el embarcadero; estibadores, marineros, comerciantes, pasajeros… también muchos curiosos se hallaban ahí esa mañana para contemplar la majestuosa obra de ingeniería naval, junto a los muchos familiares y amigos que habían ido a despedirse. En aquella época, la partida de un barco de pasajeros era todo un espectáculo, toda una fiesta.

Felisa también rondaba por allí entre la multitud, aplastada, apelotonada, escudriñando… ojo avizor a la caza de algún pobre pardillo, alguna inocente víctima a la que soltarle una grandísima sarta de embustes y mentiras acerca de su futuro, y sacarle unas cuantas monedas al pobre incauto. Por el momento, la suerte la estaba evitando.

Se fijó en un joven marinero que, petate al hombro, estaba inmóvil frente al colosal barco, boquiabierto, maravillado de lo alto que era. Felisa se vio arrastrada hacia él, una invisible fuerza tirando de ella, un hierro atraído por un imán, y no pudo evitar que sus manos se posaran en las de él. Una especie de corriente pasó veloz por sus cadavéricos dedos, sintió un chispazo, y el joven marinero salió de su trance y separó sus manos al instante, al tiempo que daba un pequeño salto hacia un lado, asustado, sorprendido, sus ojos fijos en los de aquella extraña anciana, cuya mirada era la misma que tendría si estuviera mirando al mismísimo Diablo.

― Veo tragedia…veo dolor… veo muerte. No subas a ese barco, eres demasiado joven para morir…― Esa última frase la pronunció con una voz que literalmente erizó todos los pelos del hombre.

Un sudor frio recorrió todo su cuerpo, algo nuevo y desconocido le estaba ocurriendo y no sabía qué era. Estaba asustado, no entendía nada, pero sin embargo sí sabía que, fuera lo que fuese, tenía que ver con aquella vieja loca, lo notaba, estaba más que seguro de ello; algo en él había cambiado. Ella se dio la vuelta, sin más, y se alejó y se perdió entre la multitud.

Cuatro largos minutos permaneció así el joven, una estatua, mudo, pudiera ser que ni respirara en ese lapso. ¿Había sido una visión? ¿Acaso había soñado despierto? Por su mente solo circulaban esas últimas palabras…«eres demasiado joven para morir». No creía en esas cosas; para él, las brujas, las adivinadoras, ese tipo de personas, mienten más que hablan, estaba convencido de ello, pero…

El marinero no subió al barco, y cuando se estaba alejando del muelle, una potente y ensordecedora sirena anunciaba el inicio de la inaugural travesía. Se giró y pudo ver el humo que vomitaban las cuatro enormes chimeneas, toda la gente vitoreando desde el muelle mientras eran bombardeados por miles de serpentinas de todos los colores desde la cubierta del TITANIC.

Sintió un escalofrío, muy breve pero intenso, y reanudó su camino a ninguna parte, preguntándose si había tomado una buena decisión. El tiempo iba a contestar…y muy pronto.

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12 comentarios

  1. 1. Calèndul dice:

    Me ha gustado. Veo que tiendes a repetir descripciones sinónimas sobre un mismo objeto que para mi gusto son totalmente innecesarias y que no embellecen tu tus frases. Ej: “cutre pensión de mala muerte”. Pero podría ser una característica de tu estilo propio. No lo sé. Describes bastante bien. Mejor que yo, seguro. Pero veo que tu tendencia es dar una gran enumeración de características en tus descripciones, con muchas comas seguidas, y pienso que tal vez yo buscaría centrarme sólo en lo más relevante para que no fueran tan largas. Supongo que es un gusto personal.La trama es buena. Me gustó leerte. Merci.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 00:36
  2. 2. Laura dice:

    Hola MOT.
    Excelentes descripciones. Magistrales. Trataré de aprender de tí el uso de ellas.
    Mis mayores felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 11:35
  3. 3. María Jesús dice:

    Hola MOT: Estupendo relato, fácil de entender y muy bien descrito, como a mi me gusta. Me ha encantado la descripción de la pitonisa, según lo hacías me venía a la cabeza “Esmeralda”, la gitana de “El jorobado de Notre Dame”, pero con más años.
    Un placer leerte, como siempre.
    Saludos.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 12:12
  4. Hola Mot

    El relato me ha gustado y el final ha sido sorprendente.

    Las descripciones están bien pero, a mi entender, deberías de repasarla mil veces antes de darlas por buenas intentando eliminar todos los adverbios que no sean estrictamente necesarios (el estrictamente sobra porque algo necesario ya lo es estrictamente 🙂 :)) y de paso, como te comenta Caléndul, eliminar los duplicados.

    El otro tema del que te quería hablar es que presentas a la mujer primero como protagonista y luego al marinero como otro protagonista y la mujer no vuelve a aparecer. Eso desconcierta al lector. Es un tema de “narrador”. El marinero debería de escuchar las palabras de la pitonisa y tú deberías de enseñarnos sus reacciones a través de los ojos de la mujer: la Pitonisa se dio cuenta de que el hombre quedaba pensativo, de que algo se movía en su interior, de que sus palabras habían calado hondo, de que un sudor frio… La mujer se quedó por ahí observando y vio como 4 minutos después….

    De esta forma el prota es la Pitonisa y el narrador en tercera persona sigue a la mujer y no al marinero.

    Espero haberte ayudado en algo

    Saludos

    Escrito el 18 enero 2018 a las 13:09
  5. 5. Everett Russo dice:

    Hola MOT,

    Como ya te han comentado, felicidades por la forma en que has escrito el relato. He conseguido sentirme inmerso en el lugar donde la pitonisa hace honor a su apodo, entre el barullo. La historia y el reto, muy bien también, original; me ha gustado.

    En mi opinión, solo me ha resultado llamativa por innecesaria la última frase: todos sabemos qué ocurrirá. Yo no la habría puesto, dejando al lector que complete la historia. Incluso la palabra Titanic me chirría un poco, en su lugar, alguna obvia referencia habría bastado. Dicho esto, lo comentado no desmerece para nada un texto que te ha quedado bastante chulo.

    Enhorabuena y seguimos leyéndonos.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 22:47
  6. 6. Cucharilla dice:

    Hola,
    Yo he disfrutado mucho de las descripciones y en mi caso, cierta reiteración me gusta, así que no solo no tengo nada que objetar a ese respecto sino que lo aplaudo.
    Hubiera querido que la pitonisa llegase hasta el final de la historia, ya que comienza con ella y es la que desencadena la trama, y cuando he leído el comentario de Paola Panzieri me he dicho “¡Claro!, es un tema de narrador…” Es mi primera vez aquí y estoy disfrutando mucho de las lecturas y aprendiendo un montón de los comentarios, así que no puedo sino dar las gracias.

    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 18:57
  7. Hola, Mot,
    Me ha resultado muy grata la lectura de tu historia, con tu estilo particular y un narrador omnisciente que a mí me ha resultado cómodo,casi como un ojo central que puede describir toda la escena. Unas descripciones ricas en detalle y colorido hacen del relato un cuadro muy visual.¡Qué casualidad, a mí me surgió también una vidente! Se ve que son personalidades atractivas.
    Enhorabuena y un saludo.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 00:08
  8. 8. MOT dice:

    Hola a todos.
    Gracias, muchísimas gracias por vuestros siempre bienvenidos comentarios. La verdad es que no me canso de ir aprendiendo, poco a poco, de todos vosotros. En este caso, tomo buena nota de las sugerencias y correcciones…¡Me queda tanto por aprender! Pero bueno, a seguir “p’alante” y a ver qué nos deparará el MUE 51…Ahí nos vemos.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 18:07
  9. 9. El faro dice:

    Hola Mot

    Me ha gustado leerte. Como bien dices nuestros estilos son distintos, igualmente disfrutable.
    Tu describes con mucho detalle cada personaje incluso con alguna reiteración.
    Leyendo los comentarios se me ocurrió tal vez podría quedar bien comenzar con el parrafo del puerto y luego incluir a la pitonisa.
    Al final incluiria a la pitonisa en una ultima frase para hacerlo redondo.

    Nos leemos

    Escrito el 21 enero 2018 a las 21:51
  10. 10. Violeta dice:

    Hola Mot
    Gracias por leer y comentar mi relato.
    El tuyo me ha gustado mucho, describes muy bien las escenas y consigues trasmitir sensaciones e imágenes claras. Me uno a los compañeros que aconsejan prescindir de las reiteraciones siempre que se pueda. Felicidades.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 07:32
  11. 11. juan nadie dice:

    Buenas.
    Me gustó tu relato porque discurre fácil de leer. Quizás con alguna redundancia pero que, para mi, no altera el tema.
    Pienso que lo que no queda claro es si la timadora, al final, consigue una predicción real y por ello no intenta cobrar al marinero. Al menos así lo entiendo.
    Un saludo

    Escrito el 24 enero 2018 a las 07:40
  12. 12. Judith dice:

    MOT,

    Muy buen relato. La descripción de la vieja pitonisa me encantó porque es exagerada como exageradas son sus características. Muy bien logrado. El cuento me gustó mucho, pero a medida que me iba acercando al final ya sospechaba de qué barco trataba la historia, justamente, porque un amigo utilizó el mismo recurso aunque con otra trama. Tal vez si no hubiera leído el de mi amigo antes no hubiera sospechado. 😉

    Felicidades y espero seguir leyéndote. El mío es el 27 por si quieres leerlo.

    Saludos.

    Escrito el 26 enero 2018 a las 00:13

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