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La gran aventura - por Agustín

Aceleró el paso confiando que él sería capaz de seguirla. Había visto como vigilaba la puerta de su casa y recogía las primeras pistas que iba dejando caer en su camino. Si no hubiera sido por aquella leve niebla nocturna no hubiera necesitado señuelos para completar su misión.

Estaba segura de que seguía con los ojos rojos. Los había visto por última vez aquella mañana, con una desesperación que le rompía el alma, mientras ella hacía lo mismo con su corazón ocultando sus sentimientos detrás de palabras de desprecio y plantaba en él la necesidad de saber a dónde se iba.

Varios meses atrás, cuando pisó aquella tierra por primera vez, no le hubiera sido difícil realizar aquel acto. Había llegado con la intención de fingir ser quien no era con tal de alcanzar su objetivo: él. No le conocía pero sabía que lo encontraría si veía en el cuello, bajo una mata de ondulado pelo negro azabache, un lunar con forma de estrella.

Dobló la esquina del último edificio del puerto, a escasos metros del único barco que quedaba en el muelle y que estaba a punto de partir. Esa distancia era el punto débil de su plan. Echó a correr hacia la pasarela, rezando para que él supusiera que la había subido y no la viera esconderse detrás de unos barriles cercanos.

Se pegó a las maderas con el corazón tan acelerado como cuando recordaba la primera noche que pasó con él. Había venido para conquistarle y creía que podría hacerlo sin enamorarse. No había estado más equivocada en su vida. Hacer que él se prendara fue la parte fácil. Lo imposible fue evitar que su dulzura y su ser no la encandilaran.

Durante la última semana se volcó en él de forma que jamás la olvidara y ella descubrió que quería quedarse con él. No quería conformarse con ser una imagen imborrable de su mente. Quería ser lo primero que viera cada mañana; quería descansar entre sus brazos; y quería ser su compañera de aventuras.

Pero si lo hacía, el futuro cambiaría y no habría aventuras. No viajaría impulsado por la esperanza de encontrar la mujer de la que se había enamorado y el mundo acabaría siendo el lugar oscuro del que ella provenía. Él tenía que subir a ese barco y abandonar la seguridad del hogar.

Escuchó unos pasos acelerados y se arriesgó a echar una mirada por encima de los barriles. Entre la niebla distinguió el uniforme de un miembro de la tripulación que, por la prisa con la que iba, debía ser el que faltaba por embarcar. ¿Dónde estaba él? ¿Acaso se había perdido? Si retiraban la pasarela todos sus esfuerzos se echarían a perder. Pero el marinero no subió al barco. De pronto una sombra se alzó tras él y lo derribó. Ella se volvió a esconder sonriendo: ése era su hombre.

Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no descubrirse y volver a sentir sus besos. En un intento de ignorar sus propios latidos se centró en escuchar. Oyó como un cuerpo era arrastrado y le imaginó ocultando el cuerpo inconsciente del tripulante debajo de la pasarela. Tardó un par de minutos en oírle subir a la embarcación. Con seguridad se habría puesto el uniforme. Se mordió el labio con el deleite de pensar que se hubiera desnudado ahí mismo.

Parecía que hablaba con alguien y que se estaba disculpando. Hubiera dado medio mundo por saber qué historia se había inventado para que no le echaran por la borda.

Y, por fin, retiraron la pasarela. El momento en el que el barco empezó a desplazar la niebla marcó el comienzo de su gran aventura.

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7 comentarios

  1. 1. Amaranta dice:

    Hola Agustín. Me ha gustado tu historia. La manera en que ella lo engaña papa subir al barco, y así continuar con su viajando para encontrarla, me parece muy acertada y queda con las ganas de saber que ocurrirá a continuación. Muy bien narrada,con un punto romántico que me encanta

    Escrito el 19 enero 2018 a las 16:07
  2. 2. Javier López dice:

    Hola, Agustín.
    He seguido tu relato con interés porque vas desgranando la información a medida que avanza la trama, y apetece descubrir el origen, motivación y desenlace de esa estratagema. Y si bien esta muy bien escrito la sensación que me queda es de desconcierto. ¿Porqué tanto subterfugio, tanto misterio? Se supone que el la quiere, y ella le quiere a él, sin detenernos en los pormenores de su relación, tormentosa o no, con despechos o no. Se entiende que al final desean estar juntos como sea, entonces no entiendo la jugada de hacerse la perseguida y un plan tan complejo. Como trampa argumental esta bien, aunque cojea el trasfondo, bajo mi subjetiva opinión. Quizá con mas datos o palabras que no nos caben, se entendería mejor.
    Por lo demás, buen trabajo.
    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 12:16
  3. 3. Ana dice:

    Hola, Agustín. Pues a mi me ha pasado como a Javier, que no entiendo el objetivo del plan que maquina el personaje femenino. Me ha gustado tu forma de narrar, con giros al pasado que evocan el sentimiento de la protagonista, están bien definidos, y se adivina lo contradictorio entre lo que siente y su comportamiento… pero no llego a comprenderlo. Saludos (estoy por arriba en el nº162)

    Escrito el 22 enero 2018 a las 14:17
  4. 4. Charola dice:

    Hola, Agustín.

    Me gustó tu escrito. Lo seguí, pero lo perdí. O mejor, me perdí.
    El verdadero marinero no subió al barco y, el otro tomó su lugar. No entendí la verdad, pues no marcaste el reto.

    Me intrigó. Además escribes bien, pero no lo entendí.
    Nos leemos.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 19:52
  5. 5. Mongope dice:

    Hola, Agustín.
    Lo primero felicitarte. Está muy bien relatado, tiene ritmo y consigues interesar al lector.
    Pero…me pasa como a Charola. Esta parte no la acabo de entender:
    ¿Dónde estaba él? ¿Acaso se había perdido? Si retiraban la pasarela todos sus esfuerzos se echarían a perder. Pero el marinero no subió al barco. De pronto una sombra se alzó tras él y lo derribó. Ella se volvió a esconder sonriendo: ése era su hombre.

    Saludos.

    Montse.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 20:29
  6. 6. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por comentar mi cuento
    En el tuyo he notado un halo de gran misterio, que viene dado por la poca información que nos brindas sobre los personajes principales y sus posibles motivaciones, personajes anónimos y sin nombre.
    Justo al principio me ha dejado confuso, y tuve que leer varias veces los primeros párrafos para entender lo que estaba pasando.
    Al final, es un cuento de suspense y misterio y el principio, creo yo, de una historia mucho más larga, el preliminar de una novela o algo así, porque el final te deja en suspenso y no te revela tampoco nada fundamental. Es un final abierto. Creo que falta algo de información sobre los personajes para meternos más en la historia y disfrutar de ella, aunque puede que la falta de espacio también tenga la culpa de todo esto.
    Es solo mi opinión personal, y no tienes por qué estar de acuerdo conmigo.
    Un saludo

    Escrito el 28 enero 2018 a las 20:00
  7. 7. Laura dice:

    Hola Agustín.
    Toda una trama de trampas, con gran desarrollo de la previa.Sin embargo la historia lleva. El ritmo está muy bien manejado. La ambientación también, me encontré viéndolos como en una película.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 2 febrero 2018 a las 00:03

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