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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Cita con el destino - por María Kersimon

Web: https://lacartademrtench.wordpress.com

El griterío de los muelles al exterior, el olor a ginebra y a ron dentro, el entrechocar de los vasos, las voces hoscas, aguerridas, soeces, de los clientes, el desparpajo y la lascivia comercial de las mujeres, todo sumaba para que él, Max Klee, se sintiera en su elemento y adquiriera la concentración necesaria a su práctica cotidiana con los cuchillos. El patrón le tenía una mesa reservada —la del fondo junto a la escalera— solapada de una gruesa chapa de olivo para reforzarla. La botella de whisky a un lado, el cigarrillo que se consumía solo en el cenicero de concha y emitía volutas concéntricas de humo que subían lentamente a fundirse con la nube de humo flotante suspendida bajo la araña de cristal, último vestigio de una gloria pretérita que porfiaba la dignidad del lugar.
Max observaba detenidamente su mano izquierda pegada a la superficie de olivo con los cinco dedos muy abiertos. La observaba como si fuese una mano ajena, un ente con vida propia. Se puso a pulir una navaja con una gamuza aterciopelada, acariciándole la hoja como si se tratase del sexo de su amante. La música cambió tango por blues y el mago clavó la hoja por turnos en cada uno de los intersticios de sus dedos abiertos, elevando la cadencia en cada vuelta, mientras las mujeres pintarrajeadas se arremolinaban como cada noche. Una de ellas, que era nueva, se le encaró inmóvil; le miraba con un especial arrobamiento, mezcla de asombro y pavor. Max plantó la navaja en el olivo y las despidió a todas como si de gallinas se tratase, espantándolas con palabras poco amables. Todas se alejaron a excepción de Lidia cuyos grandes ojos no se pudieron apartar de él.
—Y tú, ¿por qué no te vas con las otras? ¿tendrás trabajo, ¿no?
Pero lejos de alejarse, ella se cubrió la boca con las manos mientras exhalaba una exclamación sorda.
—He visto tu mano desgarrada, tu rostro cubierto de sangre…
La súbita palidez de su rostro y el extravío de sus ojos le llamaron poderosamente la atención.
—¿Qué dices? ¿Acaso eres vidente? ¿de qué mal fario me hablas?
La joven se perdió entre la turba que entraba del puerto invadiéndolo todo con exclamaciones y gritos desaforados en busca de alcohol y mujeres. Habría llegado una goleta. La buscó con la mirada, pero no la halló. Entonces se sacudió el sentimiento de incertidumbre que había hecho mella en él por un instante y reanudó su práctica. En dos horas embarcaría para América y el número tenía que estar listo, ya que su calidad de “mago” lanzador de cuchillos le ahorraba la mitad de las tareas corrientes de un marinero y le servía de alibi para embarcar una carga de cocaína en los mangos de los cuchillos. Se la proporcionaba El Largo, a quien le debía dinero, pero siempre conseguía engañarle porque era tan experto en mentiras como en puntería.
Las mujeres gritaban y reían las gracias a los hombres de mar que dejaban caer pesadamente sus manos sobre sus senos y nalgas. «¡Ja!, ¡carne borracha!», sentenció Max y alzó la navaja para volvérsela a clavar entre los dedos a ritmo acelerado. La hoja bailó un minuto entero sin que él pestañeara. Se sentía dueño de su destino. Nada se interponía entre su voluntad y su acto. Mantenía su campo mental virgen de cualquier injerencia y compromiso con el mundo, del que pensaba que sólo se podían sacar contratiempos. Así pensaba mientras clavaba la hoja entre sus dedos a una velocidad rayana en lo supernatural. La mano iba sola, ya no la veía. El acto perfecto. Pero se le había ido el pensamiento, por una fracción de segundo, a lo que había dicho la moza y al pavor de su mirada. Una ínfima fracción de segundo que desajustó la sincronía y el acto dejó de ser perfecto. Se clavó el cuchillo en el pellejo del dedo medio y con un grito agudo, más que de dolor, de terror existencial, observó con un oscuro presentimiento la mano clavada al olivo sobre la que se proyectaba una sombra masculina alta.
Le negó el beneficio de la duda esta vez. Desclavó la hoja del madero y antes de degollarlo, le rajó la cara, que es lo que se hace a los malos pagadores.
A bordo del transatlántico la noche siguiente, un marinero se inclinaría para contestar al oído de un hombre barbudo sobre por qué no empezaba el espectáculo.
—El marinero no subió al barco, capitán.

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39 comentarios

  1. 1. Galia dice:

    María: muy buen relato, bien ambientado, pinta un cuadro que se ve en todos sus detalles.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 17 enero 2018 a las 18:07
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola
    Me ha parecido interesante el cuento, y sobre todo me he metido de lleno en el ambiente del mismo por las descripciones y la ambientación. La historia me ha entretenido y gustado.
    Un saludo

    Escrito el 17 enero 2018 a las 18:15
  3. 3. Héctor Romero dice:

    María, que acierto en la ambientación de tu relato, qué descripción, que capacidad literaria. Me ha gustado muchooooooo. Soy el Literauta 127.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 18:17
  4. ¡Enhorabuena!Excelente relato, en mi opinión tiene todas las características que hacen atractiva una narrativa.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 18:37
  5. 5. Patricia Redondo dice:

    Muy bueno Maria , solo un par de cosas del primer párrafo que me han llamado la atención:
    El griterío de los muelles al exterior… ¿no es “en el exterior”?

    Concentración necesaria a su practica ¿para su practica?

    Solapada de una gruesa capa… no sabría como decirlo pero me suena raro…

    Por el ultimo este párrafo: la botella de whisjy a un lado etc etc me resulta un poco largo.. he probado a leerlo en voz alta y me he quedado sin aliento. 🙂

    Por lo demás la historia muy buena y la ambientación excelente. Felicidades.

    Porque No me busques que este mes no he tenido tiempo de escribir una letra. 🙁

    Escrito el 17 enero 2018 a las 21:41
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    Maldito corrector:

    P.d. No me busques que este mes etc etc..

    Escrito el 17 enero 2018 a las 21:43
  7. Hola María.

    Ya la primera frase te hace saber que estás ante un gran relato. Es mágica porque te sitúa con mucha precisión en un escenario concreto. No cabe duda de que has logrado una ambientación muy buena. Se ve, se huele y hasta se oye lo que pasa dentro de esa taberna.

    Por decirte algo, creo que adoleces de alargar las frases hasta el infinito. Están muy bien construidas pero creo que no vendría mal repartir un poco por el texto diferentes extensiones.

    El final me ha parecido algo precipitado porque la frase en donde le matan la he tenido que leer varias veces. No sabía de quién estaba hablando. Yo creo que es porque parece que cambia el punto de vista del narrador, creando confusión.

    Enhorabuena, un buen relato que me ha tenido leyendo con ávidez hasta el final.

    Nos seguimos leyendo.

    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:02
  8. 8. Judith dice:

    María, excelente relato! Qué placer leer una muy buena historia contada con tanto detalle que hace que el lector sienta que está allí, viendo como la muchacha “vidente” se pierde entre la gente y sintiendo cómo el olor a alcohol, mar y vapores humanos también se impregna en su piel.

    Gracias!

    Literauta 27 (por si quieres leerme)

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:31
  9. 9. Kurt dice:

    Buenas! Muy buena historia. La ambientación es perfecta, te traslada. Coincidiendo con Jean, creo que el final es precipitado. Tal vez nombrar al asesino ayudaría. Por ejemplo: El Largo le negó el beneficio de la duda…

    Una recomendación es que dejes una línea en blanco al cambiar de escenario o tiempo, para que el lector pause la lectura. Sino, queda todo de recorrido y puede ayudar a la confusión.

    De todos modos, gran relato.
    Un abrazo.

    Escrito el 17 enero 2018 a las 23:42
  10. 10. susylg dice:

    Me gustó, no sólo la ambientación, sino también el ritmo que le pones al “baile del cuchillo entre los dedos”. En cuanto a la construcción lingüística, también creo como Patricia que suena mejor “en el exterior” o “fuera”. Por lo demás, estupendo. Te invito a visitarme en el número 30. Saludos

    Escrito el 18 enero 2018 a las 00:42
  11. 11. Yoli L dice:

    Hola María K

    Me gustó la ambientación, el ritmo y las imágenes que proyectas.

    En cuanto a los mejorables:
    Gracias por permitirme aprender en tu relato.

    – Me suena mejor decir “en el exterior”, ya que según entiendo la trama se desarrolla dentro del lugar.

    -Estoy de acuerdo con la recomendación de Kurt con respecto a la línea en blanco, en lo personal me pierdo con un relato en bloque.

    – En el siguiente párrafo, dos palabras iguales muy seguidas: “Max observaba detenidamente su mano izquierda pegada a la superficie de olivo con los cinco dedos muy abiertos. La observaba…”

    – Esta frase me suena extraña: “Pero lejos de alejarse”

    – Esta otra debería de haber ‘una coma’ después de vidente?, lo intuyo por que comienza con minúscula la siguiente pregunta: ¿Acaso eres vidente? ¿de qué mal fario me hablas?

    – No entendí quien muere.

    Un gusto leerte y por si me quieres visitar, estoy en el #31 El espía https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-50/9169

    ¡Nos leemos!
    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 18 enero 2018 a las 02:26
  12. 12. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola M.Kersimon, una buena historia y bien contada. Disfruté las imágenes con la bulla y los olores allí mezclados.
    ¡Buen trabajo!

    Escrito el 18 enero 2018 a las 04:01
  13. 13. Roger Nhicap dice:

    Hola María,
    Muy buen relato, me ha gustado. Me parece un estupendo ejercicio de narración donde consigues mostrar el escenario y trasmitir con claridad su ambientación y carazterización del personaje principal.
    Estoy 100% de acuerdo de las matizaciones que hace Jean Ives, en especial en la redacción de los dos últimos párrafos donde abandonas la claridad…, y confundes al lector.
    Por otra parte, veo que señalas el texto como que cumple el reto. Y no acabo de ver quién miente y cuando. ¿El narrador? Quizá, al explicar que se prepara para su número de lanzador de cuchillos y, sin embargo, practica otro ejercicio. O quizá, cuando se menciona “un transatlántico” y el escenario es de rudos marineros que llegan en goletas !!
    Reiteró mi gusto hacia tu estilo narrativo. Felicidades.
    Un abrazo

    Escrito el 18 enero 2018 a las 09:14
  14. 14. marazul dice:

    Hola Maria: realmente fascinante la ambientación que has creado para este relato. Lo presentas con detalle y con tu lenguaje habitual muy cuidado, que fluye, se lee con ganas y engancha.
    Ese espectáculo/juego de los cuchillos tan bien descrito logra poner nervioso al lector. Como en el juego de la ruleta rusa y tantos otros que se practican entre gente temeraria.
    Me ha trasladado a otra época, pero me ha extrañado que la deuda fuera de “cocaína”. Yo no estoy muy puesta en estos temas, pero la deuda podría haber sido de otra cosa más de acuerdo con épocas pasadas. Aunque supongo que el tráfico de cocaína es muy antiguo.
    Me ha encantado lo bien escrito que está tu relato, en donde te luces con un rico lenguaje
    Mi enhorabuena
    Un abrazo

    Escrito el 18 enero 2018 a las 09:25
  15. 15. Laura dice:

    Hola María K.
    Maravillosa ambientación, y gran logro lo del juego de la mente al distraerse. Si la mujer no hubiese hablado, tal vez no se habría equivocado.
    Felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 11:13
  16. 16. Karina dice:

    Magnífica historia y magnífica narración que logra trasladar al lector hacia ese muelle, ese barco, esa turba de gente que entra al puerto, y permite ver casi en primera persona a la vidente que se pierde en la multitud.
    Para mí el final no necesita explicación. Está implícito quién lo mata y cómo, en su propia ley.
    ¡Felicitaciones!
    Soy la literauta 44 por si quieres pasarte por allí.

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 enero 2018 a las 16:38
  17. 17. yolareina dice:

    Hola María, me sucedió lo mismo que a Jean Ives Thibauth, de repente no supe quien hablaba, por lo demás concuerdo con los compañeros, magnífica descripción del ambiente, no se porqué me hizo imaginar un lugar un poco oscuro y con olor a comida frita.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 16:59
  18. 18. Osvaldo Vela dice:

    Hola María. Leí tu texto cuando todavía no había comentarios, solo que, por parpadear un par de veces, regreso mi entendimiento a la lectura y ya tienes quince. felicitaciones.

    Al leer los comentarios sobre tu relato todos los que te leemos algo aprendemos. Tenemos comentaristas de muchos y diferentes alcances. unos en ortografía, otros en forma. otros en desenlaces. yo me quedo con lo agradable de tu lectura desde el principio hasta el final.

    ciertamente los escenarios son únicos y te llevan de las mano hasta el madero donde apoya su palma abierta. sabiendo, por el conjuro de Lidia, que algo va a suceder. Toque simplemente maestro.

    Te Felicito y que el 2018 nos sea genereoso.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 17:08
  19. 19. Calihope dice:

    Me ha gustado la forma de describir, me ha metido de lleno en el ambiente. Tambien me quedo con el vocabulario y la forma de expresar como se suceden los acontecimientos. Me gusta como has introducido la frase, interesante que sea al final.

    Escrito el 18 enero 2018 a las 17:25
  20. 20. Juana Medina dice:

    Hola María,
    Ante todo gracias por tu visita y tu comentario.
    Tu relato me ha encantado. Está muy bien construido y llevado hasta el final.
    Yo lo ví filmado. Creo que se podría hacer un cortometraje buenísimo con la historia tal como está.
    Mis felicitaciones

    Escrito el 18 enero 2018 a las 21:01
  21. 21. Cucharilla dice:

    Como algunas de las consideraciones que iba a hacer respecto a ciertas expresiones ya te las han comentado, te transmito simplemente que me ha gustado mucho; tanto la ambientación como la historia y por supuesto el desenlace. ¡He disfrutado!

    Si te apetece leerme, soy la historia 144 (mi primera por aquí).

    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 18:01
  22. 22. Charola dice:

    Hola, María Kersimon.

    Un relato bien logrado. Felicitaciones. Lo he disfrutado desde el inicio con las inmejorables descripciones. Pienso como Kurt que hubieses mencionado a “El Largo le negó el beneficio de la duda…” para que el lector no se pierda al final.

    Enhorabuena. Un abrazo. Un relato redondo.

    Estoy en el 33 por si quieres pasarte.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 21:29
  23. 23. Ane dice:

    Hola María:

    Me ha gustado. Es envolvente, visual, muy rico. Es un placer leer relatos como el tuyo.

    Un saludo.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 19:30
  24. 24. María Esther dice:

    Hola María, este mes no pude participar, estoy con unos problemitas de salud, pero me fue irresistible la tentación de leer tu relato, impactante, creíble, con personajes que se van presentando con tanto realismo y naturalidad,que te atrapan de golpe. También la atmósfera que los envuelve,parece ondular por el ambiente, y ese lenguaje tan rico, que a veces nos hace dar un pequeño tropiezo en la fluidez de la lectura.
    Es un excelente relato.Felicitaciones María, siempre que escribas, seguiré disfrutando y aprendiendo de ti. Gracias.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 00:18
  25. 25. Javier dice:

    Hola! Excelente relato. Mostrás, no contás.
    ¡Bravo!
    (60)

    Escrito el 21 enero 2018 a las 12:58
  26. 26. isan dice:

    Hola María:

    Me da la sensación de que en el corta y pega de cuando trasladamos nuestro relato a la casilla de envío de Literautas, nos quedamos sin la separación que hemos puesto entre algunos párrafos. Me ha pasado a mí en mi texto y con cada comentario. Creo que algo así sucede en tu caso. Si no es así, dos o tres espacios creo que le vendrían bien.

    Otro problema que, para mi gusto, dificulta la lectura son las frases largas como esta: “el cigarrillo que se consumía solo en el cenicero de concha y emitía volutas concéntricas de humo que subían lentamente a fundirse con la nube de humo flotante suspendida bajo la araña de cristal,..”. Cuesta acabarla de un tirón.

    Hay dos “de humo” que se notan por su proximidad. También se repite “dedos abiertos”
    “¿Acaso eres vidente? ¿de qué mal fario me hablas?” En la segunda interrogación la palabra de está en minúscula, por lo que entre las dos preguntas debería ir una coma o, si no se pone coma, poner De con mayúscula.
    “…le servía de alibi…” No sé el significado de esta palabra ni me la puedo imaginar por más que lo he intentado.
    “…se proyectaba una sombra masculina alta.” No termino de ver cómo en una mano puesta en horizontal sobre una mesa, se puede proyectar una sombra alta. Supongo que de lo que se trata es de decir con pocas palabras que el tipo de la sombra es alto, pero no está bien para mi gusto. Igual es rizar el rizo por mi parte que suelo contarle los pelos a un conejo y casi siempre me equivoco.

    Has pintado el ambiente sórdido del puerto como si de una película se tratara. Yo solo lo conozco del cine, porque soy de tierra adentro, por eso lo comparo con el cine pero, además, porque lo has hecho muy visual. Todo el relato es una descripción magistral del lo que pasa en esa taberna. Pero, algo crucial, el final. Me he quedado clavado como la navaja por interpretar quién era quién. El narrador está en ese momento hablando de Max. “se clavó”, “observó”, “le negó”, “desclavó”, o. eso entiendo, luego el degollado es el alto de la sombra y el degollador Max. Pero todo esto no se compadece con la premonición de Lidia. Por más que lo leo no lo tengo claro. Y el hecho de que “el marinero no subió al barco“, añade más incertidumbre a la que ya tenía, porque se supone que Max es el mago del espectáculo.

    En definitiva, un relato con el que he disfrutado y mucho, pero que me deja con la duda final que debería estar más clara porque no se trata de dejar un final abierto.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 18:10
  27. 27. María Kersimon dice:

    Gracias a todos por los comentarios. Para Isan, un alibí es una coartada, por ejemplo en un caso criminal.
    http://www.fundeu.es/consulta/alibi-22267/
    Debo decir que este mes estuve a poco de no participar y decidí esforzarme por hacer algo a cuatro horas de la hora límite, aprovechando la escena del cuchillo que tenía guardada, de estas imágenes raras que te vienen y decides apuntarlas para usarlas luego. Cerré el relato a toda prisa a minutos de la medianoche, así que quedaron flecos. Pero aún así me quedé conforme por haber logrado no abandonar y haber participado. Me he dado cuenta que aún cuando la inspiración no viene, ponerse a escribir es la clave y que se puede hacer un relato con casi cualquier cosa. De manera que ha sido un aprendizaje productivo. Gracias por leerme.Estoy devolviendo las visitas poco a poco.
    Saludos.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 21:08
  28. 28. Don Kendall dice:

    Hola María Kersimon
    Me gusta el trabajo. He leído tu último comentario donde explicas los avatares y dudas que han rodeado su escritura. En resumen y tal como dices, si ha sido un buen aprendizaje, está dicho todo. Gracias por tu esfuerzo.
    Un saludo

    Escrito el 22 enero 2018 a las 09:07
  29. 29. LUIS dice:

    Hola, María Kersimon, soy Luis (130). Me gustó tu relato, sobre todo aquellos momentos que juega con el cuchillo entre sus dedos. Felicidades. Un abrazo.

    Escrito el 22 enero 2018 a las 12:31
  30. 30. Paola Panzieri dice:

    Hola María

    Veo que hay comentarios para todos los gustos, incluido el tuyo. Eso está muy bien para aprender que es de lo que se trata.

    Después de leer lo que cuentas sobre como lo has escrito, veo que la escena del hombre y el cuchillo está bien narrada y definida. Con todos los detalles que la hacen brillar. El corta y pega quizás necesitaba más tiempo de retoque pero el relato ha quedado bien y si no lo cuentas no se nota.

    Saludos

    Escrito el 22 enero 2018 a las 19:39
  31. 31. Violeta dice:

    Hola María.
    Gracias por leer y comentar mi relato.
    El tuyo me ha gustado mucho, describes muy bien las escenas, y tus frases se deslizan suavemente a lo largo del relato contando con detalle una buena historia. Felicidades.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 07:52
  32. 32. Javier López dice:

    Hola, Maria.
    Imagino que creíste que fui yo el Javier de tu comentario 25, ya que me agradeces la visita que aún no te había realizado. Este mes voy con poco tiempo. Pero descuida, mi visita es obligada y placentera como cada mes últimamente. Ya tengo mi lista de inexcusables.
    En este caso la lectura nos envuelve y nos traslada a esos bajos fondos de gente oscura y peligrosa. Logras transmitir esa sensación de conflicto permanente. Cine negro total.
    Ya te han comentado los mejorables, así que me quedo el disfrute de la atmósfera que has creado, a pesar de las prisas. Imagínate con más tiempo.
    Un saludo.

    Escrito el 23 enero 2018 a las 13:14
  33. 33. Clau Cruz dice:

    María muy buen relato!
    Me ha encantado la ambientación que presentas, la manera de describir cada detalle.
    Felicidades, ha sido un gusto leerte!
    Saludos.

    Escrito el 24 enero 2018 a las 05:56
  34. 34. Doralú dice:

    !Hola María Kersimon!

    Estoy pasando algo tarde por tu relato, el tiempo ha ido muy aprisa y adicional me he enrreadado con las actividades.

    No voy a comentar sobre los pequeños detalles de forma, ya los compañeros han realizado las sugerencias.
    Solo te confieso que en la primera lectura no capte que Lidia era una adivina.
    Como siempre, presentas un excelente relato, con buena estructura y ambientación. Me ha gustado mucho.

    Un abrazo

    Escrito el 25 enero 2018 a las 03:23
  35. 35. Vespasiano dice:

    Hola Maria:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.

    Después de tantas visitas no se que puedo añadir a los comentarios que te han dejado los demás compañeros.

    Hay un par de cositas que no me acaban de gustar.

    Primero no veo claramente la relación entre clavar un cuchillo entre los dedos y ser un óptimo lanzador de los mismos.

    Segundo no veo necesario que el lanzador de cuchillos tenga que ser marinero.

    Supongo también que el mago, o lanzador de cuchillos, debería tener una chica “partener” que le acompañara en el espectáculo y que podría haber sido ella la que diera la noticia del encarcelamiento del lanzador (porque supongo que seria hecho preso por haber matado al Largo), por eso el mago no pudo subir al barco.

    Tu historia por lo demás me ha gustado, aunque también he encontrado la escritura demasiado compacta.

    Felicidades y nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 27 enero 2018 a las 21:24
  36. 36. Agustín dice:

    Hola María:

    Felicidades por el relato. Me gusta como recreas la atmósfera y tratas a los personajes.

    El final me ha parecido confuso porque en la primera lectura no he entendido quién le mataba. Quizás Max podría haber reconocido la sombra en el último instante.

    Entiendo que Lidia es la chica nueva ¿verdad?

    Un saludo y enhorabuena.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 02:53
  37. 37. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, lamento comentar tan tarde tú relato, pero por motivos de salud, no he podido hacerlo antes, al igual que este mes no pude enviar mi relato.
    Despues de todo lo dicho poco más puedo añadir, me gusto mucho, bien estructurado. nos leemos el próximo mes

    Escrito el 28 enero 2018 a las 11:18
  38. 38. beba dice:

    Hola, María:
    Perdona que tardara en comentarte después de tu visita, pero estuve de vacaciones y no soy muy hábil con el celular.
    Como siempre, un placer leerte. Excelente la tensión narrativa, impecables y ricas las descripciones cinéticas: ese juego del cuchillo es espectacular.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2018 a las 17:14
  39. 39. alTirado dice:

    Hola María. Bonito cuento. La forma narrativa está manejada con maestría, excepto lo que otros lectores han mencionado antes. Para mí, necesitaría aclararse el final. Se proyectó una sombra, sí, pero ¿Quién desclavó la hoja del madero? Y cuándo la sombra degolló a Max Klee?

    Escrito el 7 febrero 2018 a las 03:47

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