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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Falso - por Ratopin Johnson

Abre el libro y lee de nuevo la dedicatoria: “Para P., que prefirió quedarse en tierra”. Vuelve a cerrarlo, y bebé su café mientras mira hacia la librería al otro lado de la calle desde la terraza en la que se ha sentado. Observa movimiento, y deduce que deben estar preparándolo todo.

La primera vez que se encontraron, fue en esa misma librería. Philippe sostenía “El maestro y Margarita” entre sus manos.

—Yo no lo dudaría —dijo el desconocido.

Philippe le preguntó si lo había leído, a lo que André, como se llamaba el muchacho, respondió con grandes elogios sobre la novela, y también acerca de Bulgakov, el autor. Hablaron, y Philippe, a sus diecisiete años, acostumbrado a caminar solo por la vida, con la dificultad que le suponía abrirse al mundo, conocer personas con las que compartir su afición por las letras, se sintió por primera vez en mucho tiempo comprendido. Ambos escribían, o lo intentaban. No obstante, enseguida Philippe, encontró la principal diferencia entre ellos. Esto era, a pesar de contar con la misma edad, la soltura, el don de gentes, con el que André se desenvolvía por la vida.

Este le convenció para acudir a un taller literario, algo que Phillipe había pensado muchas veces, pero a lo que nunca se había atrevido. Allí, se estimuló su creatividad y adquirió disciplina. Porque el tenía muchas historias en la cabeza, pero rara era la ocasión en la que saltaban al papel.

Un día, en la clase, alguien comentó que estaba leyendo “El maestro y Margarita” y que le parecía fabuloso. Phillipe iba a decir que por consejo de André lo había leído y estaba de acuerdo, era una novela estupenda, cuando este se adelantó y dijo jovial:

—¡Me apunto la novela, gracias!

Esto sorprendió bastante a Philippe, pero no dijo nada.

En otra ocasión, Phillipe le comentó una idea que tenía para un relato del taller, y André, entusiasta, le animó indicándole que le parecía muy buena. Tal fue su impresión cuando días después, en la clase, André leyó su historia, construida a partir del esbozo que Philippe había compartido. Este, se disculpó alegando falta de tiempo y no leyó su trabajo.

La verdadera personalidad de André fue revelándose ante sus ojos: el divertido, simpático, pero a la vez mentiroso y manipulador. Sin embargo, el mundo seguía ciego ante sus encantos.

Con el tiempo, empezó a perder la ilusión. Por suerte, apareció Justine en el taller, joven de edad similar, con la que enseguida se sintió a gusto. André desplegó sus plumas de pavo real, y aunque Justine era cordial y educada, no consiguió nada.

Rememora el momento en que ella, valiente, le abrió su corazón. La rechazó sin poder explicar la razón, sabiendo que la quería pero que no podía amarla como ella pretendía.

André, celoso, aunque en el fondo siempre supo lo que le ocurría a Philippe, dijo a Justine que le había visto con otra chica. No vio mucho, pero le pareció que iban de la mano. Ella se enfadó con Philippe, y él, ocultando siempre, incluso a sí mismo, su orientación sexual, no supo decir la verdad. Philippe no era rival para André, ni lo iba a intentar. Pero, ¿por qué destruir también esa amistad? Definitivamente, era mala persona. Philippe abandonó las clases y la escritura por mucho tiempo.

Está todo listo en la librería. En breve, André firmará ejemplares de “El marinero no subió al barco y otros relatos”. Phillipe lleva una carpeta. Contiene unos cuantos folios. Está el relato que da título al libro, y que escribió él realmente durante el taller. También “La mar y la tranquilidad”, cuyo autora real es Justine, “La tempestad”, “Arena blanca”, etc. A algunos les ha cambiado un poco el título, pero son todos relatos escritos por compañeros en los tiempos del taller, que Philippe conserva, aún veinte años después.

Hay mucha gente. Se pone a la fila. A André le han servido sus tretas y se ha hecho un nombre en el mundo de la literatura. Piensa que en el fondo le debe bastante. Recuerda cuando le llamó «maricón» delante de todos. «Asúmelo ya», insistió. No sabe si fue por él, pero terminó asumiéndolo, y hoy es feliz. Es periodista, y sí, escribe. No se quedó en tierra, simplemente tomó otro barco.

Llega su turno. André, estilográfica en mano, sin reconocerlo, sonriendo como suele, le pregunta.
—¿Cómo se llama?
Philippe, responde automáticamente, recordando la dedicatoria que abre el libro.
—Soy P.

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13 comentarios

  1. 1. yolareina dice:

    Hola Ratopin, muy bien, ¿Cuántos Andrés nos toparemos por el mundo? Resolviste de forma muy ingeniosa la frase y creaste un personaje muy verosímil para cumplir con el reto.

    saludos

    Escrito el 18 enero 2018 a las 20:48
  2. 2. Berundgaar dice:

    Me gusta muchísimo la historia. Me recuerda un poco a la mía, no porque se parezca, sino por el desenlace.

    Otro punto de vista, otra alternativa y así y todo, las cosas encajan como las piezas de un puzle.

    Simpático y a la vez difícil. Duro y entrañable a un tiempo.

    Muy bien, realmente, muy bien.

    Si quieres pasarte por el mío, este mes, en el 113.

    Nos leemos, Ratopin.

    Escrito el 19 enero 2018 a las 10:00
  3. 3. Juana Medina dice:

    Hola Ratopin,
    ¡Qué bien has llevado el reto! Andrés hay muchos en este mundo, particularmente en el mundillo que alimentan los que aman la fama.
    El final es perfecto porque lo deja a uno con ganas de saber qué cara puso Andrés, por ejemplo, y también porque es una perfecta síntesis de Philip. Te felicito
    Un abrazo

    Escrito el 19 enero 2018 a las 22:14
  4. 4. Osvaldo Vela dice:

    +Hola Ratopin, Me gusta el tema de tu texto, pues éste es un abierto reconocimiento al desarrollo que un taller literario, tiene para muchos de nosotros. Yo acudí a dos talleres para adquirir, a través del apoyo de los compañeros, la audacia para escribir un libro. y mira que funcionó.

    El tema de los plágios de sutil avenencia es otro “plus” de tu trabajo. Te felicito y nos leemos.

    Que el 2018 sea único para ti.

    Escrito el 20 enero 2018 a las 14:16
  5. 5. Laura dice:

    Hola Ratopin.
    Muy bien llevado el tema, me has tenido en suspenso hasta el final. Nada que señalar en cuanto a la forma.
    Felicitaciones.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 21 enero 2018 a las 21:33
  6. 6. Ezequiel dice:

    Buenas!!
    Genial..me quedo una duda..la ultima frase del primer parrafo.. Que estan preparando? Quien ?

    Escrito el 22 enero 2018 a las 05:51
  7. 7. marazul dice:

    Hola Ratopin, la historia que nos narras es muy interesante. Ahondas en la psicología de los personajes: el manipulador y mentiroso seguro de sí mismo; el más tímido y auténtico…El tema de la homosexualidad es paralelo y enriquece mucho la historia. Aunque la historia no va de marineros, consigues colocar la frase de forma bastante airosa.
    Lo que no me parece verosímil es que André no reconozca a Philippe, después de todo lo vivido.
    Encantada de leerte Ratopin
    Saludos

    Escrito el 25 enero 2018 a las 15:50
  8. 8. Doralú dice:

    !Hola Ratopin Johnson!

    Pasando por aquí un poco tarde por esas esas semanas complicadas que todos tenemos de vez en cuando. Un gusto volver a leerte. Me ha gustado el tema. Presentas uno de los pocos relatos que he leído que no trata de mar y marineros.

    Me parece excelente el desarrollo del tema, tiene una secuencia lógica y bastante fácil de entender.
    En en cuanto a detalles de forma, nada importante que señalar, tan solo hay hay una frase que no logro entender: “-Me apunto la novela.” Es posible que sea problema de esta lectora !Ja, ja, ja!

    Un abrazo

    Escrito el 25 enero 2018 a las 22:07
  9. 9. Ratopin Johnson dice:

    Hola a todos, muchas gracias.

    Sí, yolareina, el mundo está poblado de gente así. Que les gusta figurar y además entienden que el comportamiento normal es aprovecharse de los demás. Y si ven a alguien débil, a por él.No sé cómo llamarlo, pero supongo que es algún tipo de psicopatía. Pero es André, que no se por qué, los he querido hacer franceses.

    Gracias Berundgaar, hay alguna cosa que me gustaría haber explicado más sutilmente, menos claro, pero en el momento, y con las prisas (estaba escribiendo el último día, que desastre…) no se me ocurrió. Además, aunque me gustaría, no soy Stefan Zweig, que hacía esas cosas tan bien.

    Hola Juana, muchas gracias por pasarte. Lo mismo que a yolareina. El personaje es André, ya que mis personajes, no sé bien por qué, son franceses.

    Buenas Osvaldo, yo acudí a algún taller, pero por razones de tiempo, no continué. Además, se me hacían difíciles las propuestas semanales (estas “escenas” eran una vez a la semana) que nos proponían. Salvo alguna ocasión, no era tan libre como aquí, y no me sentía cómodo escribiendo.

    Gracias Laura, encantado de que te haya gustado.

    Hola Ezequiel. El relato empieza con Philippe sentado en una terraza esperando enfrente de la libreria. Lo que están preparando se desvela más abajo, cuando volvemos al presente de la historia,es decir, el acto de firma de ejemplares de “El marinero no subió al barco y otros relatos”, por parte de André. Sería colocar una mesa, un micrófono quizá, despejar una zona, colocar unos biombos, cosas así. ¿Quiénes lo están preparando?. Los responsables de la librería, por ejemplo, no cito eso, porque no es relevante, y pienso que se sobreentiende. Gracias por leerme.

    Hola marazul, gracias por pasarte. El tema de la homosexualidad lo quería llevar de una forma mas sutil, porque es importante en el relato. Como siempre , es mejor mostrar que contar explícitamente, pero en algún momento no he sabido. Por ejemplo, cuando digo “orientación sexual”. No me quedé contento del todo, porque creo que caí en el error que pensaba evitar. Como menciono por arriba, Stefan Zweig bordaba estas cosas. Es que últimamente él se ha convertido en el centro de mis lecturas. Por cierto, aprovecho para recomendarlo. Es un escritor enorme, con muchas novelas geniales y y relatos estupendos.

    Hola Doralú, muchas gracias por tua palabras. Hablas de la frase “Me apunto en la novela”. No se si te refieres que no entiendes la expresión, o no la ves en el contexto de mi historia. Cuando por ejemplo, alguien nos recomienda una película que le ha gustado, en España decimos: “Me la apunto”, o una novela en este caso. O quizá una canción, un grupo musical. Es como si anotaras el nombre en un cuaderno imaginario en tu memoria, para poder luego tú mismo leerla (la novela).

    Saludos a todos

    Escrito el 28 enero 2018 a las 13:57
  10. 10. Ratopin Johnson dice:

    Ahh, por cierto, otra recomendación. Menciono en el relato el libro “El maestro y Margarita”, de Mikhail Bulgakov. Es un tributo personal. Si tenéis ocasión, leerlo.

    Escrito el 28 enero 2018 a las 14:00
  11. 11. Judith dice:

    Hola ratopin,

    Qué interesante tenátics y qué bien creados los personajes! Muy reconocibles ambos. Leí en tu comentario que querías hacer más sutil el tema de la homosexualidad. Yo estoy de acuerdo contigo que nombrando “orientación secular” te sales del tono que traías. Una solución podría ser:
    “Ella se enfadó con Philippe, y él, ocultándolo siempre, incluso a sí mismo, no supo revelar su verdad.”

    Saludos, y si quieres leerme estoy en el número 27.

    PD: estuve investigando el autor que recomendaste y me llamo la atención “Confusión de sentimientos”. Lo leíste?

    Escrito el 30 enero 2018 a las 05:34
  12. 12. Judith dice:

    Secular no, jajajaja sexual. Mi corrector ortográfico debe tener problemas con lo sexual jaja

    Escrito el 30 enero 2018 a las 05:35
  13. 13. Ratopin Johnson dice:

    Hola Judith,
    Gracias por la sugerencia, sí, es verdad, queda mejor algo así. Yo pensé algo así, aunque después. Ahora me doy cuenta que no era ni necesario ya que con el párrafo en el que Philippe recuerda cuando André le llamaba “maricón”, y cuando dice que lo asumió, era suficiente, y quedaba más redondo.
    Sí que he leído “Confusión de sentimientos” y es estupendo. Formaba parte de “Sueños olvidados y otros relatos” y algo de lo que leí en internet sobre lo que podía encontrar en el libro, quizá me influyó a la hora de escribir el relato. Aunque cuando leí “Confusión de sentimientos” ya había escrito mi relato, creo que hay influencia.

    Me alegro de que te acerques a Zweig.

    Saludos

    Escrito el 30 enero 2018 a las 15:20

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