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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Poeta - por Pilar

¡Menudo rollo ir a la boda de mi prima! Esa que me saca casi veinte años, que nunca quiere jugar conmigo y que siempre me llama princesita. ¿Acaso ha visto que viva en un castillo, que tenga sirvientes o que me vaya a recoger florecitas por el bosque?

Utilizo mi recurso favorito: el lloriqueo. Mi madre me agarra de la barbilla y me da un sonoro beso. No funciona. «Estás guapísima», me dice. Pero yo no lo veo así. La que me mira desde el espejo no soy yo, sino una niña cursi con un vestido de tul que pica y un horrible lazo rosa como una mariposa. ¡Mira, ya se me ha pegado la forma de hablar del novio! Otro que me llama con diminutivos absurdos, que dice que es poeta y que no para de leerme los libros que él mismo escribe. Yo no sé cómo explicarle que me aburren, que no tienen gracia, que algunas ni riman y que a mí lo que me gustan son los cómics de misterio. Así que guardo en una bolsa unos cuantos para llevármelos al banquete. Presiento que va a ser un día muy largo. Ojalá tuviese un hermano con quien jugar. Yo les pedí uno a mis padres. Parece sencillo hacerlos: según mi libro de Ciencias Naturales, solo hace falta que un espermatozoide impacte con un óvulo.
—¿Pero cómo llegan hasta allí? —les pregunté un día.
Silencio. Miradas que se cruzan. Mas silencio hasta que se ponen a mi altura:
—Verás, cariño… Hay que juntar el pene del hombre con la vagina de la mujer.
Perfecto, pensé: pene más vagina igual a bebé. También me contaron que ellos solo lo juntaron una vez, para tenerme a mí. Solo una vez, solo un bebé… Pues yo pienso juntar mi vagina con un pene muchas veces para tener muchos bebés y que no se aburran en bodas como a la que acabo de llegar.

¡Alucino! ¿De qué va mi prima disfrazada? ¿De la Sirenita pero en blanco? Si hasta lleva una especie de cangrejo en la cabeza… ¿Y por qué van todos tan incómodos? Ellos, medio ahogados con las pajaritas; ellas, con tacones imposibles que les obligan a dar pasos de hormiga… Y yo, que parezco un cupcake.

La boda está siendo lo peor: mi madre no me deja leer cómics, tampoco mirar el móvil. Y no me gusta la comida.
—¿Cuándo viene el helado, mami?
—Anda, vete un ratito al pintacaras…

Entonces yo aprovecho y me escapo al jardín. ¡Ojalá llevase mis deportivas! Con estos zapatos tan rígidos no puedo correr. Me los quito. El césped húmedo me hace cosquillas en los pies. De repente un niño se me acerca para preguntarme si quiero jugar al escondite. ¡Por fin algo divertido! Dejo los zapatos sobre un macetero y salgo corriendo, remangándome el vestido. Después de varias rondas, encuentro un sitio ideal para esconderme. Huele a detergente y se oyen lavadoras funcionar. También unas risitas por lo bajo, como en secreto. Pienso que vienen a por mí y me agazapo entre unos cestos llenos de sábanas y manteles arrugados. Pero las risas no se acercan, ni los pasos, sino que siguen a su bola. Asomo despacio la cabeza y no sé interpretar lo que veo. Tal vez tenga que ver con la sorpresa que dicen que van a darle a mi prima cuando llegue el momento adecuado. El caso es que me voy de allí, a esconderme en otra parte. Me olvido de todo y sigo jugando hasta que mi madre me llama, enfadada, con mis zapatos asesinos en la mano. Me regaña porque llevo el vestido manchado y he perdido el lazo rosa de mariposa. «¿Así piensas salir en las fotos?»

Veo a mi prima, la Sirenita, que ahora parece un perro pastor reuniendo a todo el rebaño para la foto familiar. El Poeta se atusa la corbata y le da un beso en los morros. Yo les miro. Primero confusa. Luego, me río. Ya lo entiendo todo. Ha llegado el momento de darle la sorpresa pero yo no me puedo callar, solo tengo siete años:
—¿Cómo se va a meter allí dentro?
—¿Quién, cielito?
—El bebé que tu Poeta te regalará.
Mi prima se ríe, manteniendo la mirada ante la cámara.
—Para eso queda aún mucho, princesita —me dice entre dientes.
—No tanto: yo le vi donde las lavadoras, juntando su pene con la vagina de aquella que va de azul…

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18 comentarios

  1. 1. Perla preciosa dice:

    Hola, Pilar:
    Me ha encantado el ambiente en el que sitúas la historia. Recuerdo que de pequeña me encantaban las bodas, entre otras cosas, porque al final del banquete nos daban cestitas de lana llenas de caramelos, muy chulas y yo las coleccionaba. Después, el jaleo del baile me aburría un poco, porque me sentaban en unos sofás y me tenía que limitar a escuchar la música y, en el mejor de los casos, a cantar.
    Por otra parte, el estilo es ágil, de forma que se lee con facilidad. Solo tienes una pequeña imperfección en esta frase: “Pienso que vienen a por mí y me agazapo”. La preposición “a”, sobra, dado que la apropiada es “por” y no es correcto poner dos preposiciones juntas.
    Por último, decirte que el final me parece apoteósico. Estoy segura de que yo me he debido de perder muchos detalles de ese tipo, al no ver y no contártelos nadie por pudor, dado que en los pueblos estos temas son tabúes. Te animo a que sigas escribiendo.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 11:07
  2. 2. Ane dice:

    Muy bueno Pilar, me ha gustado. Es imposible no identificarte con la niña: el sopor de las bodas donde vestidos como si fuésemos un regalo, solo deseabas hallar a otro pequeñajo como tú para hacer trastadas.

    Además está muy bien escrito. Mis felicitaciones.

    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 14:05
  3. 3. Alicia dice:

    Hola.
    Es un relato muy agil y facil de leer, y divertido ;). Eso sí, la niña me parece un poco macarra, jaja. Pero muy realista. Seguro que muchas nos identificamos con ella
    Felicidades

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 20:38
  4. 4. Pilar dice:

    Muchas gracias a las tres.
    Ane y Alicia, os visitaré pronto.
    Sí, macarra, rompiendo estereotipos 🙂

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 22:03
  5. 5. Wolfdux dice:

    Un narrador y un protagonista muy acorde entre sí. La historia fluye hasta converger en un gran final. Felicidades.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 10:05
  6. 6. Charola dice:

    Hola, Pilar.

    Primero agradecerte por tu visita y comentario a mi relato.

    El tuyo me ha parecido fresco, divertido, fluido y bien escrito. Un final apoteósico como dice Wolfdux.

    Felicitaciones. ¡Muy bien!

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 03:32
  7. 7. campanilla86 dice:

    Hola,
    El relato visto desde los ojos, pensamientos, e ideas de una niña es muy bueno. Además con la guinda del final que me ha Hecho soltar una carcajada que creo que los vecinos me han oído. El texto está muy bien.
    Vas muy bien.

    Un gran saludo!!

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 16:23
  8. 8. Osvaldo Vela dice:

    Hola Pilar, Yo solo se que me reí de la precocidad de tu personaje desde el principio hasta el final del relato.

    También saqué en claro que las niñas de todos los tiempos son mas curiosas que los niños de otros tiempos.

    Te felicito y te espero en el 143.

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 00:34
  9. 9. Pilar dice:

    Gracias Campanilla86 y Osvaldo Vela, me alegro de que a ambos os divirtiera la historia. Es cierto, los niños y niñas de hoy en día saben muchísimo más que los de antes, pero siguen siendo inocentes y descarados, tanto que a los padres más de una vez nos sacan los colores.

    Pronto pasaré por vuestros relatos.
    Saludos!!!

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 08:56
  10. 10. Marina Duran dice:

    Hola Pilar, primeramente gracias por comentar mi relato. Allí te dejo la aclaración que me pediste 🙂

    Por otro lado, me ha encantado el tuyo! Qué divertido, de verdad. Ha sido fácil imaginarme la niña y toda la situación! Tiene un buen desarrollo de la trama y un final inesperado y ocurrente!

    Muchas gracias, te voy siguiendo!

    Marina Duran (102)

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 13:09
  11. 11. Héctor Romero dice:

    Pilar, aqui agradeciendo tu visita y comentario a mi relato. El tuyo me ha parecido super divertido, me ha gustado mucho y coincido con los compañeros sobre la calidad de fluidez que presenta. Saludos

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 18:14
  12. 12. Labajos. dice:

    Gracias por tu simpático relato.

    Jorge

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 02:08
  13. 13. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Pilar!

    ¿No pensarías que me iba a “escaquear” ehhh?? Al filo del último día, pero más vale tarde. Y qué risas con la nena. Ya no recuerdo en qué curso dan sexología los niños pero por ahí anda, lo que suele pasar es que se enteran de los “tecnicismos” antes de la teoría en el cole y las preguntas que hacen son divertidísimas e incluso incómodas dependiendo de todo. Bueno, pues la redacción como siempre, impecable. Pero tengo un “pero”. Y es que, aunque bordas la mentalidad de la narradora, por ese lado te doy la enhorabuena porque es harto difícil, si vamos al “todo” y al “fondo”, en mi opinión y por lo que he leído por ahí, un niño o niña de siete años condiciona hasta la redacción del relato, entra en juego incluso la ortografía, las expresiones, la sintaxis, la lógica, la estructura del relato…. ¡todo! Yo tuve que desechar, a última hora, un relato que tenía preparado porque me volví loca (y resultó “soso”), ya que lo escribí en primera persona con la voz de un niño de diez años hablando de cuando tenía cinco.
    En definitiva, que no es porque lo diga yo, es que la voz de un niño tan pequeño es muy difícil que cuele en un relato con tanta lógica, con planteamiento, nudo, desenlace, expresiones sintácticas como: “con tacones imposibles que les obligan a dar pasos de hormiga”, “¿Acaso ha visto..” “presiento” “absurdos”, y en concreto, esta frase: ” Silencio. Miradas que se cruzan. Mas silencio hasta que se ponen a mi altura”, “pero yo no me puedo callar, solo tengo siete años” (ésta última me ha sonado a aclaración “excusa” pero no por parte de la niña). Para mí, que este relato habría estado perfecto si hubiera estado narrado por un equisciente en tercera persona con un “deje” aniñado, porque este tipo de narrador tiene la ventaja de que se puede permitir muchos más lujos.

    Otra cosa, la narración en primera persona suele ir, generalmente, en pasado; el caso es que aquí yo creo que el presente tampoco beneficia a lo comentado. Si la protagonista, siendo más mayor, narra esto, ayudaría, aunque por el contrario disminuiría la “credibilidad” al no poder referirse al detalle de las acciones, puesto que posiblemente habría olvidado cosas después del tiempo.

    En fin, que esto es para tu consideración, porque por lo demás, la mentalidad de la niña la has bordado. Es solo una opinión, Pilar, y puede estar equivocada. Pero mira, te paso un enlace que he encontrado estos últimos días, fíjate cómo narra el equisciente en unos fragmentos que el autor del enlace sonsaca de la novela de Roberto Bolaño, “Los detectives salvajes”, fíjate en el fragmento de la “vaquita” (narrado por un niño pequeño) y el del “adolescente” etc., el narrador absorbe la esencia de sus personajes pero se mueve con mucha más libertad.

    javistacruz.com/?p=1307

    Un abrazo grande,

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 10:59
  14. 14. Pilar dice:

    Hola, Esperanza!!

    Pues, como siempre, no vas muy desencaminada con tus apreciaciones. Mucho sentido común en lo que expones y muy a tener en cuenta para ir mejorando poco a poco. Mil gracias!!!!
    Voy a tomar una perspectiva un tanto psicológica al respecto:
    Es un error de los adultos pensar que los niños y niñas no son capaces de ampliar vocabulario y utilizar expresiones como absurdo o tacones imposibles. Son esponjas y captan la forma de hablar y actuar de quienes les rodean. La niña de mi cuento es curiosa, inteligente y avispada y seguro que esas expresiones las ha adoptado de sus padres o de las series de Disney Chanel, cuyos protagonistas suelen ser redichos y sabihondos.
    En cuanto a lo de “solo tengo siete años”, sí que era una excusa… ¡qué rabia que se haya visto como una intromisión de la autora! Mi intención era que se asociara a la niña; a ver si sé explicar lo que pretendía: hay un lado pícaro en el que ella sabe que no está bien desvelar sorpresas porque perderán el efecto, sin embargo, no se puede aguantar y se ampara en que, como es una niña, su prima se lo va a perdonar; es decir comete adrede una travesura que, a su vez, choca con la inocencia de no conocer la existencia del sexo y las consecuencias gravísimas de la infidelidad.
    Lo que pasa es que ha quedado como la necesidad de la autora de mencionar la edad… lo corregiré.

    Con respecto al tiempo presente coincido contigo en que tiene sus riesgos y ventajas. A mí me parece que narrar en presente permite disfrutar en directo de la acción sin que el paso del tiempo deje detalles por el camino, sin embargo hay que cuidar mucho el orden lógico de lo que sucede. La narración en primera persona facilita la identificación con el personaje, empatizar con él, ponernos en su lugar y vivir sus experiencias. Por eso la mayoría de los libros infanto-juveniles utilizan este tipo de voz narrativa, que llega más directa al lector consiguiendo así atrapar y crear adicción a la lectura.
    Que conste que esto lo digo sin leer tu enlace (seguro que después se me desmonta la teoría, jjjjj) el cual agradezco muchísimo pues los narradores es algo que no domino demasiado y toda clase de documentación me viene de perlas!!!!

    En fin, que encantada de poder debatir y exponer “de buen rollo” contigo y con cualquiera de los compañeros y deseando que el paréntesis de este taller dure poco.

    Otro abrazo para ti!!!

    Escrito el 1 marzo 2018 a las 10:43
  15. 15. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Querida Pilar, no me bajo del burro je je, sigo pensando que un equisciente solucionaría ese error en que caemos los adultos. Pero posiblemente estoy equivocada, así que un abrazo grande, porque no sé si seguiré por aquí, necesito divisar nuevos horizontes. Ha sido una experiencia inolvidable este taller, pero, renovarse o morir. Otro abrazo.

    Escrito el 1 marzo 2018 a las 13:25
  16. 16. Pilar dice:

    Pues que tengas muchísimo éxito en todos tus proyectos!!!
    Abrazos.

    Escrito el 1 marzo 2018 a las 13:40
  17. 17. José Torma dice:

    Hola Pilar.
    Me ha tomado la vida llegar, pero por fin me reporto.
    Tu relato es un disfrute total. La niña esta tan bien dibujada que brinca de la pantalla y es absolutamente real. Varios giros, sencillos y en lo simple radica lo genial. Yo, que soy un mal pensado, ya me hacia la idea de que el novio no era tan santo.
    De lo que tanto hablamos, te diré que tu relato, fuera de un par de términos, me parece muy neutro, no le veo código postal y eso me encantó. Muy fluido y bien construido. Te felicito.
    Saludos desde México.
    José.

    Escrito el 28 marzo 2018 a las 21:32
  18. 18. Pilar dice:

    Hola José!!
    No importa la tardanza, no llevo la cuenta de quien me devuelve los comentarios o no, soy consciente de que nuestras otras vidas a veces no lo pone fácil…
    Así que, te lo agradezco enormemente, me ha hecho muchísima ilusión y me alegra que te divirtieras con la historia: ese es el objetivo.
    Saludos desde La Mancha, España 🙂

    Escrito el 2 abril 2018 a las 10:34

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