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El poeta - por Dino O.

Web: http://ydiceasi.com

El brazo engreído y peludo del policía la detuvo. “No se admiten curiosos” le decía. Ella resopló y mostró su credencial de fiscal federal. Y como si el león se convirtiera mágicamente en gatito, el oficial la dejó pasar con una sonrisa en la boca.
Era de noche y, excepto por la presencia policial, el puerto estaba vacío. Seis metros antes de llegar a la sábana que tapaba el cuerpo, la fiscal esquivó una línea de sangre que teñía el pavimento húmedo. No tardó en llegar junto al agente que fumaba y miraba los barcos.
—¡Gutierrez! Deje de fumar y acordone bien la zona —le gritó—. Casi resbalo con la sangre cuando venía. ¡Esto es una escena del crimen, por favor!
Gutierrez se achicó y estuvo a punto de tirar el cigarrillo al piso, pero se arrepintió al ver la cara de disgusto de la fiscal, entonces, se lo guardó en el bolsillo del pantalón y lo aplastó para apagarlo. La brasa le quemó un poco la pierna, pero era mejor que estropear aún más la escena del crimen frente a la fiscal.
Ella siguió a Gutierrez con la mirada mientras éste desplegaba el rollo de cinta amarilla con torpeza alrededor de la sangre. Se contuvo de volver a gritarle al policía y se dirigió al médico forense que fotografiaba cada esquina del muelle.
—¿Qué tenemos? —le preguntó.
—Poesía —contestó el forense en tono burlón mientras le alcanzaba un papel con letra manuscrita. La fiscal leyó extrañada:
“Distante y dolorosa como si hubieras muerto / una palabra entonces, una sonrisa bastan.”
—¿Qué es esta porquería?
—Neruda —dijo el médico sin perder el humor —. Es lo que está… estaba, escrito con sangre en el piso hasta que Gutierrez lo pisó.
La fiscal miró el papel tratando de encontrarle sentido a las palabras. Si había algún mensaje oculto o alguna pista, se le escapaba.
El forense, descubrió el cuerpo bajo la sábana. Debajo había una mujer de unos treinta años con rasgos extranjeros y múltiples heridas. Tenía tajos en las muñecas, los pies y una profunda llaga en el costado izquierdo, entre las dos primeras costillas. La fiscal relacionó de inmediato las heridas con la crucifixión. Sin embargo, también había un gran tajo que le seccionaba la garganta de forma transversal. La sangre estaba seca y parecía crujiente.
—Le abrió el cuello cuando ya estaba muerta —comentó el médico forense, y aprovechó para sacar una nueva foto del cadáver—. Parece que necesitaba más sangre. Como que se quedó corto mientras escribía la frase. Entonces le abrió el cuello y le presionó el pecho, cual bomba, para sacarle más sangre. Pero un cuerpo no es un sobre de kétchup, debe haber tardado bastante. Hay que admirar al loco este por su perseverancia.
La fiscal asintió y llamó a Gutierrez que seguía acordonando el área. Le dio el papel y le dijo que vuelva a escribir la frase en el piso, con sangre o kétchup de ser necesario. El agente, sin vacilar se puso a la tarea.
Después de instruir al policía sacó su teléfono y marcó un número.
—El poeta —dijo al aire mientras escuchaba el tono de llamada—. Me gusta.
Del otro lado la atendió el editor del diario local. Ella le contó del poeta, el asesino en serie que ronda los puertos. Le prometió la exclusiva y pidió un fotógrafo a cambio de tener su nombre en primera plana.
Así fue como el caso del poeta del puerto se convirtió casi en una sensación nacional. A las tres semanas se supo que la fiscal lo había acorralado. Según informaron, se trataba de un inmigrante sin familia en el país. La historia oficial es que se voló la cabeza de un tiro mientras la policía tiraba la puerta de su habitación.
La fiscal, hoy día es una celebridad. Fue condecorada varias veces y se dice que está siendo evaluada para ocupar un cargo como jueza. Su libro “El Poeta”, donde relata el caso, es un éxito de ventas.
Ahora, en una oscura habitación, el poeta abre el libro. Lo devora en una sola sentada. Lo cierra y piensa. La historia le causa gracia, pero no sonríe, quiere hablar pero no puede. Las palabras y las sonrisas no le alcanzan.

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8 comentarios

  1. 1. María Jesús dice:

    Hola Dino: Me ha gustado tu relato policial, me ha parecido muy bien descrito y con buen ritmo. Su lectura se hace amena.
    El giro final me ha sorprendido al comprobar que el asesino en serie apodado el poeta no ha muerto en realidad, y que la fiscal es una farsante.
    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 11:48
  2. 2. M.L.Plaza dice:

    Hola Dino.
    Un relato muy interesante y bien escrito. Me ha gustado mucho leerlo, aunque, a diferencia de María Jesús, el giro final no me ha convencido. Me parece muy forzado para que sepamos la verdad.
    Solo es una opinión personal, pero creo que hubiera sido más interesante que el narrador hubiera dado alguna indicación de que todo era un montaje de la fiscala, que el caso no estaba solucionado. Vamos, escribir una historia sobre el montaje de un caso que lanza la carrera de una fiscala ambiciosa.
    Aún así, ha sido un placer leerte.
    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 20:33
  3. 3. paola panzieri dice:

    Hola Dino
    Siento el retraso.
    El relato se entiende bien aunque estoy deacuerdo con M. L., deberías de trabajar un poco más el final.

    Saludos

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 14:39
  4. 4. Dino dice:

    ¡Gracias por los comentarios y las observaciones! M.L. y Paola, al releerlo siento que tienen razón, el giro del final está contado de manera un tanto directa y perezosa. Voy a tratar de reveerlo. ¡Saludos!

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 14:58
  5. 5. Galia dice:

    Hola Dino: hemos coincidido en elegir el poeta, Neruda. Tu relato tiene un ritmo cinematográfico, está bien logrado y tiene un final sorprendente, de paso tocas de manera lateral la corrupción en todos los ámbitos de nuestras vidas, el caso de la fiscal es un ejemplo.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 13:15
  6. 6. cesar henen dice:

    Hola Dino, un gusto leerte y comentarte.

    En lo tecnico solo hay errores en el apellido “Gutiérrez” que los has puesto sin tilde.

    La historia está muy bien llevada, se le con naturalidad y fluidez en los diálogos. Si siento al igual que M.L que el final está un poco forzado por el hecho de que no englobados en esa escena la captura del poeta y poder meter un tanto el protagonismo de la fiscal con su libro.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 01:50
  7. 7. el chaval dice:

    Hola Dino, gracias por tus comentarios a mi texto. Vaya carnicería que montas en el tuyo. pobre Gutierrez que tiene que rehacer el lugar. Está muy bien planteado pero me sorprende al final, da la impresión de que el el asesino no se mató. en cualquier caso el relato y su ritmo es muy interesante. Felicidades

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 11:35
  8. 8. Agustín dice:

    Hola:

    Tu relato me ha encantado y poco más puedo añadir a lo que ya te han dicho excepto que el final no me parece forzado. Tal y como has presentado a la fiscal, que el verdadero asesino siguiera libre es muy factible.

    Lo que pienso es que te ha faltado explicar un poco más lo que piensa el criminal sobre el libro y la fiscal. Y por qué no había vuelto a matar desde aquel crimen hasta la publicación del libro.

    Al ser un apodo, en “el poeta abre el libro” creo que debería ir con P.

    Dos apuntes sobre la trama que no me han convencido:

    Si Gutiérrez ha pisado la sangre, debería haber algo que dijera que hay huellas o que el policía se ha descalzado o hecho algo con sus zapatos.

    El otro apunte es que alteren la escena del crimen para recrear el texto habiendo gente presente (Gutiérrez, el forense, el otro policía). O están todos compinchados, que no lo parece, o la fiscal no hubiera tenido “éxito”.

    He escrito mucho pero en realidad he dicho poquito. Enhorabuena.

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 12:46

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