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El poeta - por dopidop

Web: https://historietasypiruletas.blogspot.com.es/

A Tristán nunca le habían pegado en la cara, así que recibir el puñetazo le pilló totalmente por sorpresa. Era delgaducho y bajito para su edad, por lo que era un blanco fácil para los abusones.

Esta vez habían esperado a salir de la escuela para asaltarle en el parque donde ningún profesor pudiera defenderle.

—¡Empollón! —gritó el que le había zurrado—. Tu mamá estará contenta de que te hayan dado el premio al más friki.

Los otros niños estallaron en carcajadas. Tuvo que esforzarse para no llorar, pues era eso lo que buscaban.

—¿Qué pasa aquí? —Una voz adulta disolvió el corro que se había formado, dejando a Tristán solo en el suelo.

—¡Sé quiénes sois! ¡Me he quedado con vuestras caras! —les gritó el hombre al verles correr.

Tendría poco más de treinta años. Era alto, muy delgado y tenía varios tatuajes en los brazos. Miró al chico con una sonrisa amable y le tendió la mano.

—¿Estás bien, chaval? —le preguntó ayudándole a levantarse.

Tristán se sacudió la ropa. Se sentía mareado y le dolía la cara, pero le aliviaba que todo hubiese acabado. Miró al hombre y asintió con la cabeza. Éste se agachó para examinarle el golpe.

—Mmm…, no tiene buena pinta —le dijo revolviéndole el pelo—, pero creo que sobrevivirás.

Tristán sonrió tímidamente y empezó a recoger los libros que estaban esparcidos por el suelo. El hombre le ayudó.

Le resultaba familiar, sobre todo esos profundos ojos marrones: le recordaban a alguien.

—Gracias —susurró y sin decir nada más se echó a correr.

El hombre soltó una carcajada.

—¡No hay de qué! —gritó, despidiéndose con la mano.

Tristán llegó enseguida a casa. Ansioso, empezó a contarle a su madre que había ganado el primer premio de relatos del colegio.

—¿Quieres dejar esas chorradas y dejarme ver la tele? —le regañó ella desde el sofá.

Tristán la miró con pesar.

—Pero, mamá, es importante para mí… —se quejó.

Como respuesta su madre subió la voz del televisor con el mando a distancia. Estaban en la prueba final del concurso y quería saber si ganaban el coche.

El pequeño dio un suspiro y cerró su cuaderno manchado de barro.

—No me extraña que te peguen en clase —murmuró la mujer. Tristán hizo una mueca y se acarició la mejilla que le dolía un montón.

Lo cierto es que a los ocho años su vida ya era un desastre.

Vivía con su madre en un piso a las afueras. Ella no tenía instinto maternal, le recordaba continuamente que había sido un error y que cuidaba de él porque así lo dictaba la ley.

Su padre era un idiota, o al menos eso decía ella. Lo llamaba “El Poeta”, contaba que siempre tenía la cabeza llena de parajillos. Él no podía opinar porque no lo conocía.

Se dirigía a su dormitorio cuando se paró en espejo del pasillo para mirarse el golpe de la cara. Fue entonces cuando lo vio: sus ojos eran exactamente iguales que los del hombre. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

No lo pensó, salió de casa corriendo y cuando llegó al parque, enseguida lo encontró sentado en un banco mientras fumaba. Se le acercó sin tener claro qué decirle. El hombre le miró y le sonrió.

—A mí también me pegaban de pequeño —le dijo el hombre—. Y era más bajito que tú hasta que di el estirón.

Tristán se armó de valor y formuló la pregunta.

—¿Tú eres El Poeta?

El hombre mostró un gesto triste.

—Hace mucho que nadie me llama así —dijo pensativo. Miró al niño mientras se sentaba a su lado. Señaló con la cabeza el cuaderno que aún llevaba en las manos—. También escribía. Aún lo hago.

Dio una larga calada y tiró el cigarro apagándolo con el pie.

—Mira chaval, siento no haber estado ahí, no sabía que existías… —Se encogió de hombros y recuperó su sonrisa—. Pero podemos empezar siendo amigos.

Tristán asintió sonriendo.

—Y eso del premio friki, ¿no lo tendrás ahí?

Al pequeño se le iluminó la cara.

—¿Quieres que te lo lea? —El hombre se recostó en el banco y cruzó las piernas.

—¡Por supuesto!

Tristán abrió el cuaderno sintiéndose feliz como nunca. Cogió aire y comenzó a leer en voz alta las líneas que había escrito a lápiz.

El hombre escuchó orgulloso cada palabra.

Para su madre tenerle fue un error. Para su padre el error era no saber que lo tenía.

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10 comentarios

  1. 1. Jesus Lopez Conesa dice:

    Me ha gustado mucho y ademas me siento muy identificado con Tristan:Delgaduchos, victimas de acoso escolar y “escritores”. Pese a que me ha gustado mucho la forma de la Tristan se da cuenta de que ese era su padre me resulta inverosimil pero la frase del final “Para su madre tenerle fue un error. Para su padre el error era no saber que lo tenía” es una genialidad. Pasando a mas cosas del relato es ligero, facil de leer y con muchisimo ritmo. Me alegro mucho de haber leido tu texto el primero y espero en el nuevo blog que va a ver.

    Un saludo enorme y espero que pases por mi texto(que por desgracia es muy largo estte mes) https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9283

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 14:14
  2. 2. Ane dice:

    Hola, qué relato tan bonito. La historia está muy bien elaborada. Nos presentas a un personaje incomprendido hasta por su propia madre, lo cual nos indica el grado de desconcierto que padece el joven. No sé si estoy en lo cierto, pero me he imaginado a un chaval en la preadolescencia y lo que significa la ausencia de pilares fuertes para un crecimiento emocional sano.

    En cuanto al apartado tecnico cuando dices: “y sin decir nada más se echó a correr”, creo que el “se” sobraria.

    También cuando dices: “Tristán hizo una mueca y se acarició la mejilla que le dolía un monton”, la parte le dolía un montón se presupone, por lo que yo la quitaría también. Ahora bien, lo dejo en tu mano.

    Por último opino como mi compañero Jesús, la última frase lo resume todo. Es muy buena.

    Saludos.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 14:52
  3. 3. IreneR dice:

    Buenas, dopidop.

    Me ha encantado tu relato. No puedo decir que me identifique con Tristán pero le entiendo.

    Has sabido llevar muy bien el hilo de la historia y la aparición de “El Poeta” me encantó.

    Me alegro de que el chico lo haya encontrado, pues con el poco apoyo de la madre lo iba a pasar realmente mal.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 08:35
  4. 4. Beyna nube dice:

    Me ha encantado!!!! Me parece un relato tierno y que fácilmente hace volar la imaginación y que parezca que estés presente mirándolos desde una esquinita!
    Bien redactado y un final a la altura!
    Estupendo!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 10:50
  5. 5. Antaviana dice:

    Como siempre, me encanta lo que escribes y cómo lo escribes. Se me hace muy fluido leerte y me interesa seguir leyendo el relato desde el principio. Además, la historia me ha encantado
    Felicidades!!!
    Estoy en el 157 🙂

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 12:47
  6. 6. Luna Paniagua dice:

    Ay, es la segunda que leo de un niño rechazado por su madre y me da una angustia terrible. Muy bien elaborado, con pocas palabras, el personaje de Tristán, es muy fácil imaginarlo y empatizar con él.
    Dura historia pero también entrañable y tierna, con un gran final.
    Un saludo,
    Luna

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 22:27
  7. 7. M.L.Plaza dice:

    Un relato estupendo: muy bien escrito y desarrollado.
    Me ha parecido muy interesante como has invertido los roles tradicionales de los padres: una madre indiferente al matrato, y un padre que aporta un rayo de luz.
    Con respecto a la última frase, aunque no soy experta, yo cambiaría el “era” por “había sido” o repetiría el “fue” anterior.
    Me ha encantado leerte.
    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 23:56
  8. 8. Otilia dice:

    Hola dopidop:
    Gracias por leer y por tu amable comentario.
    Tu historia me ha gustado mucho y está bien escrita.
    Por aportar algo, solo es mi opinión, en la estupenda frase final quitaría un “su” y quedaría “Para el padre el error…”
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 10:40
  9. 9. saulo dice:

    Muy bonito relato. Bien escrito, con ritmo, fácil de leer. Me ha gustado mucho, enhorabuena. Además, el mio también tiene que ver con el acoso.
    Gracias.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 11:43
  10. 10. Dino dice:

    Tu relato, dopidop, casi me hace llorar. Llevas al personaje al extremo de la miseria y luego evocas un futuro esperanzador. ¡Te felicito!

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 17:54

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