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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El poeta - por María Jesús

Ramiro, sentado frente a su ordenador intentaba trabajar, pero el llanto incesante del niño de la casa de al lado hacía imposible la tarea. Varias veces se había quejado a los padres del pequeño, pero éstos le habían despachado de malos modos, así que, en ese momento, contenía a duras penas las ganas de acudir otra vez a los vecinos ya que, con toda seguridad, saldría malparado. Ramiro no era un hombre beligerante, no sabía discutir y evitaba si podía las polémicas.

Poco después, oyó abrirse la puerta de sus vecinos y sus voces escandalosas mientras bajaban las escaleras. Ramiro respiró aliviado, por fin podría trabajar tranquilo. Iba a participar en un recital de poesía amateur, y necesitaba máxima concentración si quería que saliese algo decente de su cabeza. Dio un sorbito a su te rojo y se quedó mirando la hoja del documento Word que apenas tenía dos renglones escritos.

La tranquilidad fue demasiado efímera, ya que el niño empezó a llorar de nuevo “¿pero no se habían largado los padres de la criatura?”, pensó mientras se levantaba de la silla para dirigirse a la puerta muy malhumorado. Cuando llegó al rellano se encontró la puerta de los vecinos abierta de par en par. Ahora oía al niño llorar con intensidad. Mientras pensaba sobre la irresponsabilidad de algunos progenitores, Ramiro dudaba si cometer allanamiento, o meterse en su casa y pasar del crío. Una octava más en el llanto del pequeño, decidió por él. Entró de puntillas en la casa orientándose por el llanto. Se encontró al niño en un parquecito, agarrado a los bordes y con la cara sucia de churretes de mocos y lágrimas, pero cuando vio a Ramiro, dejó de llorar y se le quedó mirando con curiosidad. Aquel se acercó al niño no sabiendo muy bien que hacer.

― “¿Dónde se esconde la luna cuando deja de brillar?
¿Es que acaso tiene miedo, de que el sol, con su potencia,
con sus rayos implacables
la lleguen a lastimar?”.
Ramiro canturreó ese poema improvisado mirando al niño que se había calmado y sonreía.
―No sé si te ríes porque te ha gustado el poema o por lo malo que es― comentó.

Pese a la sonrisa, el niño exhibía una mirada triste en sus grandes ojos color avellana y a Ramiro le conmovió el conjunto.
“El viento peina la cebada,
La lluvia le lava la cara.
El sol dora las espigas,
La cosecha está preparada”.

Ramiro continuó improvisando versos frente al pequeño, durante mucho tiempo. Había conseguido apaciguar al niño, pero se preocupaba por la ausencia de los padres. Ya hacía más de dos horas que éstos se habían ido dejando al crio solo y aunque tuvo dudas, su deber se impuso y llamó al 092.

Cuando sus vecinos volvieron en un evidente estado de embriaguez, se encontraron su casa llena de gente. Ramiro intento mantenerse en un segundo plano mientras los servicios sociales hacían su tarea. Nunca había reparado mucho en esa familia que había llegado al edificio pocos meses atrás. Pero al ver a la pareja protestar con frases incoherentes, por la presunta pérdida de la custodia de su hijo, sintió lástima por ellos.

Cuando pudo volver a su casa, se llevó el regusto amargo de las quejas de sus vecinos, pero también la mirada clara y agradecida del pequeño. Esas sensaciones fueron el detonante de su creatividad, y esa noche escribió cientos de versos, llenando páginas y páginas de Word, en el ordenador.
“La noche tiene mirada de niño,
de llanto triste,
de ojos furtivos.
Niño sin madre, falto de abrigo.
La noche busca abrazos perdidos,
Para cubrir al niño y pintar sonrisas
en su rostro dormido”.

Ramiro se presentó al recital de poesía días después con una carpeta llena de poemas dedicados a su pequeño vecino. No era un buen poeta, lo sabía, pero sus versos estaban llenos de sentimientos y el público supo captarlos.
Días después, se interesó por la suerte del pequeño, cuando se encontró a los padres en la escalera, pero recibió como respuesta una mirada cargada de resentimiento que le hizo dudar de su acción. Al poco se mudaron del edificio y les perdió la pista.
Años más tarde en una nueva edición del recital de poesía, Ramiro escuchó de boca de un jovencísimo poeta:

“¿Dónde se esconde la luna?
Me preguntaste una vez,
se escondía entre tus cantos
en aquella noche aciaga
que me fuiste a socorrer” …….

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18 comentarios

  1. 1. Antaviana dice:

    Hola Maria Jesús, me ha encantado el relato. Me gusta mucho cómo escribes y la historia me ha gustado. Pobre bebé y qué suerte que Ramiro estuviese cerca. Muy bien escrito y muy bien llevado el relato. Y muy bien introducidas también las partes poéticas.
    Enhorabuena!!
    Si te apetece leerme estoy en el 157 🙂

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 12:53
  2. 2. M.L.Plaza dice:

    Hola María Jesús.
    Has escrito una historia muy bonita. He echado de menos más versos, esos que se llevó el protagonista en una carpeta porque me han parecido preciosos.
    El final me parece un poco forzado. Era un niño demasiado pequeño para recordar los versos.
    Creo que en la primera poesía lleguen debe de ir en singular porque estás hablando del sol. Pero no soy experta.
    Me ha gustado mucho leerte.
    Saludos

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 20:36
  3. 3. Jose Luis dice:

    Hola, María Jesús
    Me ha gustado mucho tu relato, aunque me queda la duda de si los poemas que aparecen en el mismo son de tu puño y letra o no. Pero da igual, yo he leído un cuento bien escrito y descrito, y lleno de ternura y nostalgia.
    Un saludo

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 16:51
  4. 4. María Jesús dice:

    Gracias José Luis, los poemas son míos también.
    M.L: Aunque el niño estaba en un parquecito tendrá unos dos años, quizá un poco pequeño para recordar pero me he tomado esa licencia para dar un toque sorprendente al final del texto.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 18:39
  5. 5. Perla preciosa dice:

    Hola, María Jesús:
    Tengo que reconocer que es una historia muy tierna, poética y, desgraciadamente, muy cotidiana. Tengo que reconocer igualmente que me ha emocionado el final: es conmovedor, poético y misterioso. Tengo que decir que, aunque no tengo hijos ni me atraen demasiado en general los niños, esta historia ha conseguido atraerme en exceso, pues me parece que detrás de ti hay una gran poeta. ¡Sigue escribiendo, jaja, que me temo que puedes de sobra! Eso sí, deja de sentir lástima por unos padres borrachos que hacen una acción semejante: ¡que les den por culo y aprendan a ser responsables! Estoy delante de ti, si te apetecer pasarte.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 23:45
  6. 6. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Maria Jesús. Como siempre un muy buen relato, además has mezclado muy bien las poesia con la prosa, bien escrito, bien llevado, manteniendo la tensión. Saludos

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 13:43
  7. 7. María Jesús Hernando dice:

    Hola tocaya. Precioso relato me ha gustado mucho. Sencillo, tierno y profundo a la vez. El final sorprende sobre todo porque el adulto pueda recordar la triste experiencia que vivió de bebe pero el giro está muy bien porque pienso que todo lo que vivimos nos deja huella aunque no seamos conscientes. A mí tambien me encanta leerte. Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 17:05
  8. 8. Marina Duran dice:

    Hola Maria Jesús! Gracias por compartir tu relato, me ha encantado.
    Te animo a que algun dia nos sorprendas con más poesia, creo que se te da genial! Por otra parte, la historia me ha parecido muy tierna con la aparición de Ramiro (qué suerte!). Te voy siguiendo! 🙂

    Un abrazo fuerte,

    Marina Duran

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 14:25
  9. 9. Osvaldo Vela dice:

    Hola María de Jesús. solo alabanzas pueden ser para tí pues tu texto-relato-poesía, me encantó.

    Lágrimas en los ojos,

    no en los de un niño,

    Sino en un adulto mayor

    dan cuenta de tu grandor.

    Te felicito. muy bello.

    Estoy en el 143

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 01:57
  10. 10. cesar henen dice:

    Hola, Mary devolviendo y agradeciendo tu visita.

    Un texto muy conmovedor y de cierta manera muy habitual donde los padres dejan a sus hijos solos. Me gustaron ademas tus poemas se compenetran bien con la historia. Coincido en que un niño en etapa sensoriomotora no recuerda las cosas a largo plazo.

    Un par de corregibles, el primero es sobre el té que lo has puesto sin tilde.

    y en “Aquel se acercó al niño no sabiendo muy bien que hacer.” también te has comido otra tilde en qué.

    saludos

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 03:23
  11. 11. Doralú dice:

    ¡Hola María Jesús!

    Es una historia muy bien hilada y hermosa. Es un tema muy sensible ya que refleja el abandono del niño por unos padres irresponsables y de paso borrachos. Sin embargo, las acciones de Ramiro reflejan amor y compasión hacia el niño que necesita atención.

    Los versos me llegaron muy hondo, reflejan una belleza y una ternura que me conmovieron.

    En relación a la forma:
    • he conseguido: “…al niño no sabiendo muy bien que hacer.” un pequeño detalle sin importancia, debería ser: “…al niño no sabiendo muy bien qué hacer.”
    • Es una lástima que hay una incongruencia entre la edad del niño y la acción futura recitando el verso. De todas formas me llenó de ternura esa acción.
    • En el último párrafo tienes 7 puntos suspensivos. Sugiero estudiar la posibilidad de cambiarlo por 3.

    Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 03:30
  12. 12. Wanda Reyes dice:

    Hola Maria Jesús,

    Agradezco tu visita a mi relato.
    Me gusto mucho el tuyo. Tiene un buen ritmo, y me sentia ahi con Ramiro acompañando al pequeño y compartía su miedo de lo que deberia hacer. El final me gusto ya que podemos ver que el niño tuvo un buen destino.
    Saludes

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 21:00
  13. Hola, María Jesús: Gracias por pasarte por mi relato y darme la oportunidad de leerte. De no haber pasado por el mío no hubiera sido fácil leer el tuyo por la ubicación. Me ha encantado la idea, cómo lo has desarrollado y esa poesía creada en él al estilo que me gusta. Creo que llevas la poesía dentro y cargada se sentimientos enternecedores como tu relato.
    Sólo decirte que has olvidado la tilde de té y de otra palabra terminada en ió, que ahora no recuerdo.
    Un saludo

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 22:12
  14. 14. MOT dice:

    Hola María Jesús.
    Gracias por pasarte por mi relato y por tus sinceros comentarios.
    Qué preciosidad de historia, tierna, conmovedora, me ha encantado. Y lo que más me ha molado, si cabe, es el bombazo final con ese poema que te percute el corazón…GENIAL.
    ¡Ah! Y esos acentillos que se te escapan… Ya conoces mi vena ortográfica, je je je
    Hasta pronto, porque espero poderte leer en lo que, sea lo que sea, Iria y Tomeu nos depararán en este cercano futuro sin MUE…

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 19:10
  15. 15. Laura dice:

    Hola María Jesús.
    En primer lugar, gracias por tu comentario y disculpa el retraso. Me mata el tiempo. No sé dónde está.
    Con respecto a tu relato, me encantó. Me queda la duda con respecto a la forma de entrar en el departamento vecino, pero si han dejado al niño llorando, tal vez dejaron la puerta abierta para que algún vecino piadoso se ocupase del pequeño.
    Me encantó la trama, hermosa.
    Muy bien lograda la ambientación.
    Felicitaciones.
    Nos encontrmos en marzo.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 12:15
  16. 16. Noemi dice:

    Hola María Jesús, gracias por pasarte por casa y dejarme tu estimulante comentario.Es un placer devolverte la visita con un cuento tan bueno,me encanta la combinación de géneros y sobre todo la transformación del personaje principal que de fastidioso irritado por un ruido abstracto se convierte en un ser tierno y empático en presencia del niño real y sufriente, eso pasa, es muy verosímil lo mismo que la despreocupación de los padres, yo un día escuché un llanto como ese y me encontré una niña de la edad del niño de tu cuento sola en el ascensor en marcha.En fin,esto ocurre en nuestro mundo, ahora si en el de tu cuento un niño pequeño puede recordar de mayor un poema que lo salvó del terror de la soledad, yo no tengo nada que objetar, al contrario pienso que es mucho más coherente y racional que a como pueden actuar a veces los padres en la realidad.
    espero que sigamos leyéndonos. Un abrazo.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 19:52
  17. 17. Otilia dice:

    Hola María Jesús:
    Gracias por tu amable comentario, me hace ilusión que te guste la historia.
    Tu relato me ha gustado. La poesía que veo que dominas le da un toque muy tierno. Buen trabajo.
    En cuanto a los mejorables, después de tantos comentarios, ya te han dicho: alguna tilde, el verbo donde el sujeto es el sol y al final los puntos suspensivos que son tres.
    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 11:43
  18. 18. Vespasiano dice:

    Hola Maria Jesús.

    Muchas gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    El tuyo me ha parecido excelente y me han encantado los poemas que has escrito. La historia triste en lo que se refiere al maltrato del niño, se hace hermosa con la actitud del joven y su sensibilidad poética.

    Enhorabuena.

    Escrito el 5 marzo 2018 a las 15:44

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