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El poeta - por Vespasiano
Web: http://lhlupianes.blogspot.com.es
El poeta
Estoy jubilada y, paso el tiempo recordando…
Mi familia la forma un chico cariñoso que conocí en Pontal de Maracaipe y su madre, una mujer de agradable trato.
—¡Cuidado! No se vaya a meter en el agua por este lado de la playa —me dijo visiblemente preocupado.
El pequeño tenía la cara más inocente del mundo.
—¿Por qué? Si la playa parece rasa —le contesté.
—Porque es peligrosa. ¡Esto es el mar, señora!
Fue ahí cuando reparé en su vestimenta. Sus pantalones cortos debían de haber sido de un muchacho más grande que él. La cintura del mismo, que amarraba con una cuerda, para que no se le cayera, le daba vuelta y media a su delgada figura.
—¿Y dónde debo bañarme entonces? —le pregunté.
—Más allá, después del espigón. Donde están aquellas rocas.
Miré hacia el punto donde me señalaba, distante de nosotros.
Él me acompañó solícito, caminando por la arena.
—¿Cómo te llamas? —le pregunté.
—No me llaman por mi nombre, todos me conocen como “el poeta”.
—¿Escribes versos?
—¡Si, señora!
—¿Y dónde has aprendido, con lo pequeño que eres?
—Mirando las cosas bonitas y pensando en ellas.
—¿Me puedes decir alguno?
—¡Si, claro! Este lo he inventado esta mañana:
«Las caracolas del fondo de la bahía,
Sueñan con los corales de noche y día».
—¡Qué lindo!
Al llegar a la altura de la barrera de corales, me dijo:
ؙؙ—Puede usted parar por aquí. Este sitio es mucho mejor y está libre de piedras que le puedan hacer daño. Además, ahí enfrente, al otro lado de la calle está el “Restaurante del gallo”, donde puede comer muy bien y muy barato.
Enseguida comprendí que el motivo del traslado se debía a la necesidad que tenía de llevar, hacia ese lugar concreto, a todo aquel turista que por aquella playa extensa y casi desierta caminara.
Mi sospecha se confirmó cuando un camarero del local, se ofreció:
—¡Señora! Si le apetece descansar, le puedo sacar una silla y una mesa y se la planto en la misma orilla de la playa. Le dejo la carta para que vea los platos que le podemos preparar.
—Adiós “poeta” —le despidió el mozo con una sonrisa.
—¡Que chiquillo más encantador! —dije a modo de comentario.
—¡Sí que es un buen chico! Y es raro que se mantenga así en medio de tantos críos desarraigados. La mayoría de ellos, sin formación, se dedican a engañar o a robar a los turistas.
A la hora de comer, en una mesa apartada en un rincón del restaurante, vi cómo le servían unos pescaditos fritos.
Yo estaba interesada en saber algo más acerca de aquel chiquillo. Así que entablé conversación con el dueño del local.
—¿Cómo se llama ese chico que me ha traído hasta aquí?
—Es Edilson, “el poeta”.
—¿Y cuándo acude a la escuela?
—¡Nunca! Yo le he enseñado lo poco que sabe. Mire —dijo mostrándome una hoja manuscrita—, lo que es capaz de escribir:
«Soy limpio de corazón
Amo a mi tierra querida
¡Que no me saquen de aquí!
O me arrancarían la vida».
—¿Y no tiene familia?. ¿Y su madre? —insistí.
—¡Sí que tiene! Pero no le dan mucha atención. El padre es un bala perdida; tiene dos o tres mujeres y no está comprometido con ninguna. La madre no es mala persona, tiene que buscarse la vida como sea, aunque a veces ni le pagan. Pasa días fuera del chamizo donde mal viven.
Hizo una pausa para continuar diciendo:
—El chaval se gana unos cuartos, para ayudar a su madre, llevando a los turistas a las posadas que hay por el pueblo, y yo le doy de comer aunque no me traiga ningún cliente. ¡Es que a un niño así hay que quererlo!
En aquel momento decidí que tenía que ayudar a aquel chico y a su madre como fuera.
Un par de años después de aquel encuentro, un día, al regreso de la escuela me dijo:
—Tita, estoy enamorado.
—¡SI! ¿De quién? —le pregunté curiosa.
—¡De una niña preciosa! Mira lo que le he escrito:
«Qué cansado estoy de esta insoportable distancia entre nosotros
Cómo añoro el sonar de la campana del recreo para mirarte
¿Ya no te acuerdas de mí? ¿Has crecido olvidándome?
Dime que no estoy escribiendo al abismo
¡O eso será en lo que se convierta mi corazón!».
…¡Ha pasado ya tanto tiempo!
Hoy aguardo ansiosa que vuelva ganador del Premio Nacional de Poesía, “Jorge Amado”, en la capital de mi país.
Buenas, Vespasiano.
Me ha gustado tu relato, la historia me ha parecido muy bonita. Que la señora quiera ayudar al niño y a su madre es muy altruista.
Me parece que has sabido llevar la historia muy bien, aunque ha habidos veces que me he perdido un poco en la lectura. Hay frases muy largas, con demasiadas comas. Y eso me ha hecho tener que releer varias veces algunas frases.
¡Un saludo!
Hola, Vespasiano.
Me ha gustado mucho tu relato, he encontrado al niño muy tierno y de buen corazón, a pesar de las circunstancias de su vida. Me he alegrado de que la mujer le haya dado un oportunidad al niño y a su madre.
Lo único que me ha gustado menos es que entre el primer parrafo y el segundo ha habido un salto un poco brusco, pero en general está muy bien.
Saludos
Hola Vespasiano:
Me ha gustado mucho tu historia, aunque yo la hubiera acabado en ¡Ha pasado ya tanto tiempo! . Lo último lo incorporaría de alguna manera al principio, cuando la protagonista dice que vive con un muchacho, añadiría que acaba de ganar un premio de poesía. Es que el final tal y como lo tienes es un poco empalagoso; le quita fuerza a la historia, que es muy bonita.
Espero no ser ofensiva, porque me parece un relato estupendo.
Saludos
Hola Vespasiano: Me ha gustado mucho tu relato y la forma en que le has contado. Me gustan mucho este tipo de historias, te dejan buen sabor de boca. Un placer leerte.
Saludos.
Hola Vespasiano.
Tu historia es hermosa, con mucho para explotarla, con algunos detalles en cuanto a su organización. No encuentro relevancia para la historia la forma en que su familia está compuesta, además de que me resultó bastante compleja para entenderla cabalmente. Pero puede ser algo mío.
A partir de la aparición del niño el relato se vuelve fluido.
Saludos y éxitos.
Agradecimientos:
Para IreneR por leerme y dejar su opinión siempre bienvenida y que tendré en cuenta.
Para Yoli por haberle parecido el chico tierno y de buen corazón.
Para M.L.Plaza por los consejos que me da y que sin duda pueden ser aprovechados.
De ninguna manera me ha parecido ofensivo tu comentario.
Para Maria Jesús por haberle gustado la historia y haberle dejado, en su opinión, un buen sabor de boca.
Para Laura por encontrar la historia hermosa y el relato fluido. No comparto su opinión (aunque la respeto), en lo que se refiere a la relevancia de la familia de la señora que acogió al chico y a su madre.
Felicidades para los cinco.
Hola Vespasiano, a pesar de que pueda parecer una historia intrascendente y muy manida, la del niño huérfano que encuentra una protectora, he de reconocer que me ha cautivado por la chispa del muchacho y el interés, que se intuye desinteresado, por parte de la mujer. Supongo que es la forma como la has contado lo que realmente me ha gustado y yo sí creo que tiene relevancia el conocer a la familia, aunque el final se me ha hecho como muy brusco. No sé como expresarlo, es una opinión personal que no tiene mayor importancia, pues tu historia no desmerece.
Ha sido un placer leerte. Un saludo.
Hola, Vespasiano.
Me gustó mucho tu propuesta de este mes. Tu texto es sencillo, claro y lleva una gran esperanza en este mundo lleno de tantas cosas negativas. Viene este a través de tu pluma, que nos llena de positivismo. ¡Muy bien!
Felicitaciones.
Muy tierno tu relato Vespaciano y deja flotando una premisa: lo único que puede sacarnos de la pobreza es la educación.Un gusto haberte leído.
Saludos.
Galia
Agradecimientos:
Para Leosinprisa por sus comentarios amables a mi historia y por haberle gustado la manera en que está contada.
Para charola por haber encontrado, en su opinión, un texto claro y sencillo con un mensaje de esperanza.
Para Galia por resaltar que lo único que puede sacarnos de la pobreza es la educación.
Felicidades para los tres.
A todos los compañeros Literautas que habéis comentado mi relato.
Estoy muy ocupado, junto a mi mujer, en el cuidado de un familiar de avanzada edad que me limita mucho el tiempo que le puedo dedicar a leer y comentar los relatos de este mes.
Pero les prometo que aunque sea tarde o incluso el próximo mes, leeré cada uno de vuestros trabajos y los comentaré.
Agradezco nuevamente vuestra atención y amables comentarios.
Seguiré participando con ilusión en aquellas actividades que Iria y Tomeu programe para el grupo.
Felicidades para todos.
Hola Vespaciano, a mi en lo personal tu relato me muestra más de lo que parece una historia tierna. Muestras el alma de un poeta, quien a pesar de las vicisitudes de la vida no pierde el rumbo de los valores que lo rigen.
Gran enseñanza que debe gobernar las letras de aquellos que amamos lo que escribimos.
Agradezco de tu trabajo una esperanza mas. y estaré pendiente de un nuevo regreso al taller para todos.
Tu apego a la familia y a los cuidados que le prodigas, muestran tu calidad humana, de la cual me siento atado y participe. Que todo siga por el buen camino.
Hola:
Tu relato me ha encantado. Me has transmitido imágenes y sensaciones. Lo único que me ha faltado era alguna referencia a que la señora estaba recordando en concreto el momento en el que se conocieron.
En la parte técnica te aconsejaría que revisaras algunas comas como, por ejemplo, en “Estoy jubilada y, paso”, donde sobraría.
Has marcado que te presentabas al reto, pero, aunque el niño es importante, no es el protagonista. Quizás podrías haber contado la historia desde el punto de vista de él.
A pesar de lo dicho, mis felicitaciones por el relato.
Un saludo
Vespasiano, espero que te encuentres muy bien y que la salud de tu familiar te permita seguir participando de este taller.
La historia del niño Poeta me hace reflexionar en lo independiente que resulta toda vocación de la formación. Lo importante es la disposición y la actitud hacia lo que nos gusta.
En cuanto al texto me parece que ha sido bien desarrollado y has cumplido a cabalidad con el reto propuesto.
Me gusta mucho venir a leerte.
Hasta pronto.
Hola Vespasiano:
Me ha gustado tu historia por la fluidez de la narración, se deja leer sin ningún problema. Probablemente sea muy manida, pero eso no importa, todo depende de cómo se lo relate. Solo un punto no me cuadró muy bien: “en ese momento decidí ayudar a aquel chico y su madre…”. Me suena un poco moralista. No sé si hay otra forma de plantear lo mismo. Pero, ojo que es solo un asunto de gusto muy personal y puedo estar muy equivocado. Por lo demás, todo muybien. ¡Nos seguimos leyendo! Por si acaso, estoy en el 79. ¡Chao!
Agradecimientos:
Para Osvaldo Vela por sus cariñosas palabras y entender mi situación personal. También por haber encontrado en mi relato el alma del poeta y la fuerza de voluntad de este para hacer frente a las contingencias de la vida.
Para Agustín por haberle transmitido el relato, según su opinión, imágenes y sensaciones. También por la coma que me señala, para mejorar el texto.
Para Leonardo Ossa por interesarse de mi situación familiar. En cuanto al relato agradecer la conclusión que saca de la historia, resaltando que lo importante es la disposición y la actitud hacia lo que nos gusta.
Agradecimientos:
Para Simón Martín por haberle gustado la historia y la narración fluida, aunque en su opinión (siempre bienvenida), la haya encontrado un poco manida y algo moralista.
Felicidades para los cuatro.
Agradecimientos:
Para Simón Martín por haberle gustado la historia y la fluidez de la narración; aunque en su opinión (siempre bienvenida), la haya encontrado un poco manida y algo moralista.
Felicidades para los cuatro.
Hola Vespasiano,
Un poco tarde pero finalmente he logrado encontrar algo de tiempo para poder comentar tu texto.
Tu relato me ha gustado. Hay un comentario arriba que decía que haber dejado para el final el hecho de que el poeta hubiese ganado un premio hacía el relato “empalagoso.” Pienso que eso es cuestión de gusto y a mí personalmente me ha gustado como está porque le da un cierre mu apropiado al relato y sobre todo muestra el gran orgullo que Tita siente por lo que ha logrado el chico.
Respecto a la forma, yo habría utilizado mayúsula cuando “poeta” se usa como apodo pero igual y soy yo el que está mal porque ya he leído dos relatos (el tuyo y el de alguien más) que no lo hacen.
Sino el final se me hace un poco abrupto, pero supongo que eso estará relacionada a las 750 palabras.
Hasta luego y gracias por tu comentario en mi texto.
Agradecimiento:
Para Nacho por encontrar acertada, en su opinión, la forma en la que está desarrollada la historia y el orgullo de Tita por el éxito de Edilson.
Felicidades.