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El poeta - por Tigana
Llueve. Y con la lluvia mi alma baja un peldaño más en la escalera del ánimo. Este cielo, ya terriblemente teñido de color gris, está llorando. Quizá las nubes, las mismas que riegan los campos, no dejan que el sol riegue de luz y color este mundo asqueroso.
Llueve. Y esta noche me acuerdo de mi musa; porque yo también tuve una musa de la que me enamoré, aunque yo mismo la creara. ¡Yo la parí! ¡Yo la saqué de mis tripas! Ella era un personaje ficticio, pero tan real cuando tomaba un nuevo trozo de papel, un folio en blanco, que podía llegar a tocarla con la yema de mis dedos.
¿Por qué la creé?
Necesitaba un personaje que amara a mi otro yo, mi alter ego, quien ya llevaba unos años de existencia malviviendo a mi lado. ¡La necesitaba desesperadamente!
Ella era… bueno, en realidad fue, siendo a la vez real como la vida misma tan auténtica, tan real, que me faltaba el aire cuando ella no acudía a mi encuentro. Aún hoy tengo visos de su cuerpo desnudo cuando empecé a dibujarla en un papel, y recuerdo que del papel pasé a un programa de dibujo. Con el ordenador se corrigen esos pequeños granillos que le salían en la piel por culpa de mi pulso. Incluso se podía corregir la trayectoria de su rostro perfecto. Porque ella tenía que ser perfecta. Yo sabía que no podía dibujar la perfección, así que empecé a escribir cada momento que vivía con ella, aunque fuera tan sólo algo falso y efímero.
Recuerdo el primer beso. Y recuerdo la primera vez que disfrutamos de nuestro primer orgasmo con un verso. Aunque el goce fuera dentro de mis sueños, ¡era tan real! Tan dolorosamente real. Se fue mi tiempo a su lado. Se fueron las largas veladas a solas en mi cuarto, soñándola, imaginándola desnuda de palabras. Vistiéndolas de bellos poemas.
Era mi musa y yo la veía.
Y un día frío de invierno, mi amor murió. Al día siguiente me vestí de luto, aunque argumenté que era porque los días grises necesito arroparme con trapos negros. Me sentí triste, vacío, abandonado. Se había ido mi máxima ilusión.
¡OH, Dios! Mi chica había muerto en los brazos de mi otro yo, de una forma horrible, pero intensa y real. Yo sabía que ella y él, falso también como el cartón piedra, estaban sufriendo. Sufrí con ellos.
¿Quién me puede juzgar por eso? ¿Quién me puede condenar por emocionarme con mi propia obra? ¿Qué tengo que confesar? ¿Cuál es mi pecado?
Yo la creé y luego la maté. Y por eso, ahora llueve.
Lloverá más veces sobre mi alma mojada. Quizá mi musa no haya muerto del todo, ella tiene que seguir ahí, a mi lado. A veces la oigo hablar muy bajito, susurrando cosillas en mi oído. Y sé que es real. Tan real como el tiempo que me está costando olvidarla.
Real como la vida, que a pesar de todo, continúa.
Hola. Me ha encantado leer tu relato, me ha transmitido bastante tristeza al principio por la pérdida de aquella musa, está todo bien escrito y desarrollado. Muy buena técnica. Saludos
Es un relato muy bien construido. Realmente creo que todo tiene lógica, y uno va comprendiendo las cosas en su debido tiempo. Las emociones que transmite giran en torno a la tristeza y la melancolía.
Excelente inicio, esa frase engancha de inmediato. Aunque debes tener cuidado con el desarrollo, porque en mi caso sucedio qué a medida que leía, fui perdiendo interés. Quizás probar con textos menos cargados, más ligeros.
A veces menos, es más.
Claro, esa es mi opinión personal basada en mis gustos. Sin embargo no esta mal, como dije antes es algo que esta bien escrito.
¡Felicidades! Sigue adelante. Me gustaría leerte de nuevo.
Mi relato es el 98, por si quieres leerme.
Hola Tigana ¿Cómo andamos? me ha apetecido pasarme por aquí y darte la bienvenida. Y como estamos en el taller, que sepas que voy a ser puntiagudo y objetivo como un programa ofimático 😛
Me gusta el comienzo, llueve y el alma llora con la lluvia, llueve y el mundo es asqueroso. Creo que sitúas perfectamente al lector en un estado de ánimo. Un comienzo que engancha.
Luego, con la aparición de la musa, el relato se vierte hacia la introversión. Y aunque creo que el mensaje trata de escupir, y también reivindicar algo que hay adentro, creo sin embargo que se vuelve en exceso redundante a este respecto. Un cierto ensimismamiento que es muy comprensible para aquellos que tendemos a flipar con las palabras, pero que resulta excesivo quizá como grueso del argumento. Da la impresión de que el autor se mira demasiado al espejo, como si rascara algo en su propio ombligo. Eso resta puntos, a mi entender, al hecho de que sea un relato bonito de leer, porque es evidente que tras las líneas se esconde una poeta.
Después hay otra cosa que me desconcierta. Cuando dices:
“Un día de frío invierno, mi amor murió” no sabemos a ciencia cierta si ese amor se refiere a la musa o a una tercera persona, porque a continuación, en el siguiente párrafo, parecen introducirse nuevos personajes, que no termino de localizar.
“¡OH, Dios! Mi chica había muerto en los brazos de mi otro yo, de una forma horrible, pero intensa y real. Yo sabía que ella y él, falso también como el cartón piedra, estaban sufriendo. Sufrí con ellos.”
No sé a quién te refieres con ella y él, estoy perdido en esta historia de amor, y tampoco sé por qué él es falso como el cartón piedra. Ni por qué sufrían ¿Cuántos personajes aparecen en el texto? Quizá sólo sean límites de mi interpretación, pero es una duda que me queda. Porque al decir: sufrí con ellos, se supone que hay al menos tres. ¿De dónde sale ese tercero? ¿Quién es? ¿por qué sufre?
Luego se zanja con lo que parece una resolución definitiva: Yo la creé y por eso la maté, por eso ahora llueve”
No termina de explicar la ambigüedad anterior, pero acaba, eso sí, de una forma muy poética.
Destacaría que es un texto de cierta sutileza poética, con mensaje introspectivo, pero que peca un pelín de ensimismamiento, y esboza una ambigüedad que no se resuelve.
Sabes que me gustará seguirte por aquí. A ver si nos ponemos las pilas y empezamos a escribir como si no hubiese un mañana.
Un beso, no me pegues por ponerte el texto a caldo. Soy un indecoroso.
Una aspecto positivo que se me ha olvidado mencionar, y es el ajuste del tema de la propuesta. Sin duda, referirse al poeta, es aludir a la musa que todos llevamos dentro. Porque la musa es un yo, sí, es alguien que busca, duda y experimenta, como en tu relato. La inspiración nos pilla siempre trabajando, o aparece, sin ninguna formalidad, justo cuando la mente descansa entre un pensamiento y otro. Esa idea que parece florecida de la nada, ha surgido de un trabajo anterior. La musa sólo aparece, si nosotros la invocamos, aunque vaya un poco a su bola.
Espero que la tuya te siga inspirando, y que no la persigas más para matarla.
Hola Eris,
Agradezco tus palabras y te devuelvo el saludo. Encantada con tu comentario.
¿Qué tal DH?
Considero muy importantes el inicio para ese enganche que comentas y un final que sea impactante.
El texto es un canto lastimero que tiene algo de prosa poética. Suelo ser muy pasional en las formas, pero tendré muy en cuenta tu consejo.
Agradezco tu paso por mi obra.
Salud.
Hola, Cualquiera:
Gracias por la bienvenida y espero que sigas siendo tan puntiagudo como puedas. Es un taller, bien lo dices, y se trata de compartir y aprender.
Honestamente creo que están bien definidos los personjes, pero te voy a hacer un croquis para que puedas moverte entre ellos:
-El propio poeta,
-su alter ego, y
-la musa, llamada de diversas formas cariñosas para no repetirme con el vocabulario.
La musa es creada para ser amada por el alter ego y al final, es el poeta el que la asesina por celos.
Ambos: la musa y el alter ego son imaginaciones del autor. No ha perdido el rumbo mental porque lo sabe. Ora reales, ora imaginados.
Qué tristeza pensar que te abandona la musa para irse con otro que es tan falso como ella. Esta puede ser una interpretación posible, otras las puede poner el lector.
Voces distintas en un mismo autor.
Y una de las conclusiones que yo saco y dejo como final es que por mucho que te fastidie la vida, ésta continúa con o sin ti. Para ella, una persona, no tiene la menor importancia.
Bonita frase la tuya: escribir como si no hubiese un mañana. ¡Vamos a ello!
Gracias por desgranar mi relato.
Hola guapa. Veo y entiendo lo que dices, y sí había intuido una intención parecida, pero creo que en el texto queda algo borroso, al menos para mí. Además, si esa duplicidad (el poeta y su musa) ya me parecía algo excesiva como forma de cultivar el ego, este otro triángulo celoso añade más ensimismamiento. El relato está bien muy escrito y es expresión de un sentimiento, y creo que tu intención no era añadir nada más que eso, pero a mí como trama de cuento se me queda algo floja. : )
A ello!
Hola Tigana. Te devuelvo la visita.
Muy hermoso el relato, y muy bien contado. Me gusta el ritmo que tiene la historia y la mezcla (ordenada) de sentimientos y de acciones que se suceden.Muy bien la atmósfera y el bulluir de ideas en la cabeza del poeta. Enhorabuena
Hola Tigana!
Gracias por compartir tu relato, me ha parecido muy bien desarrollado y entretenido! Aún así, a medida que avanzaba se me hacía más complicado mantener la atención y el interés.
Un abrazo!!
Gracias!
Eres bienvenido Jose Ramón, pasa y ponte cómodo.
Agradezco tus palabras que son un acicate para seguir elaborando más cuentos y poemas.
¡Gracias!
Hola Tigana
Me da la impresión que lo tuyo es la poesía más que la prosa, al menos esa es la impresión que me queda después de leer tu relato. Con esto no estoy disminuyendo el valor de la trama, ya que la poesía esta unos peldaños más arriba que la prosa.
Ahora quisiera argumentar lo que digo: tú comienzas tu relato prácticamente con versos que hablan de tu estado interior y eso abarca prácticamente los dos primeros párrafos. En el relato en cambio, y (puedes confirmarlo en Literautas), en las primeras ocho líneas debes exponer al lector de que se trata el cuento.
En la siguiente frase: “…yo también tuve una musa de la que me enamoré, aunque yo mismo la creara. “¡Yo la parí! ¡Yo la saqué de mis tripas…”, indudablemente recurres al recurso literario de la repetición; pero ojo, tiene que estar bien ensamblado para que no pierda el ritmo ni el tono.
En algunas frases repites la idea Ejemplos:
…”siendo a la vez real como la vida misma tan auténtica” aquí dices dos veces lo mismo de la vida.
Y acá dices algo muy obvio.
“…un día frío de invierno”. Es difícil que no haya un día de invierno frío. El sustantivo invierno lo dice todo.
Por último, y esto es importante, debes cuidar la repetición de palabras porque te afea la redacción
Ejemplos:
“Yo” =se repite 15 veces, “Real”=11 veces, “Y “12 veces (en este caso revisa las palabras que ocupan esta misma letra. En un relato tan cortó es demasiado.
Quiero decirte, que cuando cuatro años atrás llegué a esta página, otros compañeros que ya no están me hicieron ver cosas similares, uno tiene dos opciones tomarlas o no en cuenta.
Bueno Tigana, agradezco que hayas pasado por mi relato.
Deseo que te vaya bien.
Saludos.
Hola Tavi Oyarce:
Agradezco tu paso por mi poeta. Pensaré en tus consejos.
Salud.