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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La poeta - por Charola

Web: https://mujerturquesa.wordpress.com/

Pacatán, pacatán, pacatán galopaba como un caballo mi corazón, mientras recibía emocionada el aplauso del público, en el auditorio de la Universidad Carnegie Mellon de la ciudad de Pittsburgh, Pensylvania. El camino había sido arduo para llegar a ser catedrática vitalicia. Hoy estaba de visita y…, desde hacía mucho tiempo que no había odio en mi corazón.

Fui al cuarto de hotel agotada, pero feliz. Me senté en el taburete acolchado, el espejo del tocador devolvió mi imagen y mirando mis ojos maduros me adentré en ellos y, encontré aquellos ojos grandes de niña traviesa, negros, de pestañas onduladas. Tenía apenas cinco años y me sentía radiante. Mi pelo azabache no necesitaba de peine, pues tenía un arreglo eterno por estar menudamente ensortijado. Una hilera de semillas rojinegras de la buena suerte, llamadas huairuros, tenía por gancho, en el que sobresalía el rojo sangre, pues el negro se perdía en mi cabello abultado. La nariz, como una pequeña bola, estaba ancha por la agitación de pensar que afuera, en la calle, me esperaban mis amigas para jugar. Mi boca grande, de labios gruesos, sonrió mostrando unos dientes muy blancos. Decían que tenía una bella sonrisa, quizás porque mis dientes albos resplandecían por el contraste de mi piel oscura. Di una última sonrisa al espejo y me fui a la calle.
Vivía en un distrito tradicional, el primero de los grandes barrios populares de Lima: La Victoria. Abundaba gente diversa, mis amigas, en su mayoría, eran mestizas. Ellas se encontraban jugando con la nueva niña recién llegada al suburbio. Una niña blanca, de ojos color miel y de cabello rubio.

—Hola —dije yo.

—Hola, Victoria —dijeron a coro mis amigas.

La gringa mirándome de arriba abajo dijo:

—Si esa negrita juega, yo me voy.

—Bueno…, esta acaba de llegar y ya está poniendo reglas —dije en voz alta.

Miré a mis vecinas y a la gringuita con altivez, pero cuál sería mi sorpresa cuando mis amigas dijeron:

—Vete, Victoria.

Sentí una puñalada en el corazón, pero esta era una caricia comparada con aquello que pasó por mis sentimientos. Yo, hasta ese momento no sabía que era negra y no lo digo por el color, sino por lo que eso implicaba. Mis amigas me retiraron del juego y fue muy doloroso. Me fui a casa aguantando el llanto.

Nació en mí una cosa de revancha terrible porque a partir de ese momento empecé a odiar. «Que, si alguien me hubiera puesto una ametralladora en mis manos, yo hubiese ido a matar blancos. Felizmente, nadie me la puso».

Pero seguí viviendo y seguí creciendo y me hice fuerte, mientras decía: «Qué fuerte soy porque odio», pero había algo dentro de mí que sentía y sabía que estaba mintiendo. Volqué toda mi rabia y me puse a escribir. Mil poemas de desazón primero, pero luego comencé a conocerme a mí misma y a quererme.

En casa éramos diez hermanos. Mi padre, escritor, mi madre bailarina de marinera; el arte discurría por nuestras venas. Cuando esperábamos la comida, nuestros dedos tamborileaban la mesa del comedor y esos sonidos llevaban ritmo. Entonces, el baile brotaba libre, movía nuestros pies al son de la melodía; mi hermano menor, con su voz cantarina, hablaba de lo que se le ocurría hallando compás en sus palabras rimadas. Teníamos hambre, pero convertíamos la cocina en una fiesta de música y baile combinados con poemas. Me maravillé de tener una familia alegre y de ser negra.

Saqué de mi interior el cariño a mí misma averiguando quién era y a sentirme orgullosa de mi esencia. De allí salió el primer poema que compuse, al que luego le asigné música y baile: «Soy negra, ¿y qué?». Ese fue el inicio de mi poesía y composiciones para canciones y bailes que más tarde convertí en piezas musicales teatralizadas. Comprendí que todas las palabras que fluían en mi escritura eran manifestaciones de la fuerza de mi interior. El obstáculo me hizo no solo fuerte, sino que hurgara en mis raíces africanas. El conocimiento de mis orígenes y de la cultura negra en el Perú lo llevé por todo el mundo. Fui invitada por muchos países de Europa, América Latina, África y Estados Unidos.

¡Qué lejos está todo aquello en mi recuerdo! Cuando preguntaban lo que tuve que afrontar para ganar este trabajo en la universidad, les contestaba muerta de la risa: «¿Qué creen? Era mujer, latinoamericana y negra. ¡Solo me faltaba la lepra!».

El espejo me devolvió la imagen de mis dientes blancos.

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41 comentarios

  1. Saludos. Otro interesante relato de tu parte.

    Me gusto bastante el relato. El como la protagonista se ve en retrospectiva su camino recorrido al éxito. Esta es del tipo de relatos inspiradores que nos muestran que es posible superar las adversidades a fuerza de coraje y perseverancia. Por supuesto también nos habla de un tema lastimosamente aun presente en el siglo XXI como lo es el racismo que dicho sea de paso cada vez me resulta mas absurdo. Lo que realmente importa no es el color de piel o el aspecto físico sino quien seas realmente.

    Felicitaciones nuevamente por tus relatos. Cuando puedas pasa por el mio el 129. Es una lastima que esta pagina vaya a estar ausente por un tiempo.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 18:28
  2. 2. Menta dice:

    Hola Charola: Es muy bonito tu relato y me ha gustado mucho. Denuncias tantas cosas que me pareces muy valiente. Creo que lo que más me ha gustado es que la protagonista sea mujer, sea negra y haya conseguido el éxito.

    Posibles cambios: En el primer párrafo te sugiero que cambies la puntuación. Yo quitaría la coma que hay entre –corazón – y mientras.

    Después de – público – punto y seguido y después: Estábamos en …

    Esta frase me ha costado entenderla por el orden, te propongo un cambio para que se entienda mejor: “Una hilera de semillas rojinegras de la buena suerte, llamadas huairuros, tenía por gancho, en el que sobresalía el rojo sangre, pues el negro se perdía en mi cabello abultado.”

    Creo que si empiezas por: “Tenía por gacho…
    O por: “Llevaba una horquilla adornada con una hilera de …

    Enhorabuena, un saludo, Menta

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 23:14
  3. 3. Carmen Ramacciotti dice:

    Qué buen relato Charola. Me ha emocionado. En un mundo adverso, rescatar la sensibilidad para generar arte, belleza y sentimientos positivos. Sanar y no quedarnos en la oscuridad del odio.
    Me gustó mucho la imagen de adentrarte en los ojos maduros y descubrir los de niña traviesa.
    Felicitaciones.
    Estoy en el 94.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 03:16
  4. 4. Charola dice:

    Hola, Daniel.

    Gracias por comentar mi relato y me place que te haya gustado.
    Voy al tuyo. Me sucedió lo mismo que a Judith. Un texto romántico, lleno de adjetivos y metáforas en la primera parte y en la segunda cuentas en vez de mostrar. Quizás te faltó seguir con el ritmo por el límite de palabras. El final triste, pero tiene su recompensa. Buena historia.

    Debo decirte que al inicio cuando el prota llega a la “cúspide” del cerro dudo mucho que pueda percibir “el aroma húmedo de ríos que atraviesan amplios pastizales de collados ondulantes” y tampoco “escuche los susurros de las aguas”. Podría verlos, pero…

    En este párrafo:
    Un hermoso cuadro de acuarelas: rojas, naranjas y amarillas; es pintado en…
    Me parece que tendría que ser así: Un hermoso cuadro de acuarelas rojas, naranjas y amarillas es pintado en…

    En el segundo bloque tienes dos veces la palabra “hermoso”: hermoso cuadro, hermoso paisaje y dos la palabra visión: maravillosa visión y visión añorada.

    En el segundo y tercer bloque repites “oscuro manto”.
    Como fuegos artificiales que llenan de colores la NOCHE y en poco tiempo desaparecen dejando una bruma que se disipa lentamente, así fueron las horas con ella. Una nueva NOCHE se abría paso.

    Creo que con una pasada más exhaustiva va a quedar tu relato muy bien y creo que debes seguir con el ritmo que empezaste quitándole algunos adjetivos. Felicitaciones.

    Un abrazo.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 07:42
  5. 5. Charola dice:

    Hola, Daniel.
    Gracias por tu comentario en mi relato. Me sonrojo por haberme equivocado y haber puesto en el mío el comentario del tuyo. Saludos.

    Hola, Menta.
    Te agradezco que hayas pasado a leer mi relato y por tus aportes. Esa parte del gancho voy a cambiar la redacción, Pensé que en el diccionario de la RAE no estaba “huairuro” y quería poner aquello para darlo a conocer, pero sí está. Entonces ya no debo poner “semillas llamadas huairuro”. Me gusta “Llevaba una horquilla…” porque el verbo “tenía” está repetido en ese bloque tres veces. ¡Horror! Yo soy implacable cuando corrijo y debo serlo conmigo misma también. Gracias nuevamente.

    Hola, Carmen Ramacciotti.
    Gracias por tu comentario y me place que te haya gustado.
    Voy por el tuyo.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 08:00
  6. 6. Pilar dice:

    Hola Charola!

    Wow… me has dejado emocionadísima con tu historia, tanto que no me atrevo a pedirte que me devuelvas la visita pues mi relato es bastante mundano.
    Para empezar, yo no la hubiese nombrado catedrática vitalicia, sino que le habría dado directamente el Nobel de la Paz 😉
    Te prometo que he insultado a las amigas cuando la han rechazado para jugar. Y me encanta que haya reconducido todo ese odio por el camino de la autosuperación y el orgullo personal y también racial, en este caso. Al final, ha quedado demostrado que el valor de las personas no tiene color.

    En cuanto a la parte técnica, yo también opino que ha sido un gran acierto la regresión al pasado a través de los ojos del presente. Muy bonito. Y para mejorar, también me sumo a esa frase sobre el gancho (en España, horquilla) que me ha hecho parar y releer varias veces pues lo he encontrado enredoso y muy saturado de colores.
    Y nada más. Me ha parecido una historia muy valiente y muy real, como todas la mujeres luchadoras, triunfadoras o no, que hay en el mundo.
    Felicidades!!!!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 23:58
  7. 7. Charola dice:

    Hola, Pilar.

    Me place que te haya gustado mi relato. Es una historia real y un homenaje a una exponente de la cultura afroperuana: Victoria Santa Cruz, compositora, coreógrafa, diseñadora. Hay muchas palabras que ella las dijo y no he querido cambiarlas en mi relato.

    Gracias.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 08:13
  8. 8. Luis Ponce dice:

    Hola Charola.
    Magnífico homenaje, como siempre bien escrito.
    Me parece que sobra la explicación sobre el huairuro, esa es una labor que debes dejarla al lector para que al buscarla en el diccionario, se le quede grabada la palabra.
    La superación aunque sea empujada por el “odio” es válida porque la meta es superarse personalmente y no pensar en el daño que puedes hacer a otras personas. El “odio” es sólo un pretexto para alcanzar la meta.
    Te felicito.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 18:38
  9. 9. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Chafrola, como ya te han dicho, es un placer leerte, todos los meses, buen relato, bien llevado y estructurado, apetecible hasta el final. Saludos

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 13:28
  10. 10. isan dice:

    ¿Qué tal Charola?

    Como suelo hacer, empiezo por lo que ANAEL solía decir las lentejas. (Recuerdos si estás por ahí. Te echamos de menos).

    “Fui al cuarto de hotel…” queda mejor a la habitación del hotel
    “…mirando mis ojos maduros me adentré en ellos y, encontré aquellos ojos grandes…” pondría coma después de maduros y quitaría la posterior a la ye.

    “Una hilera de semillas rojinegras de la buena suerte, llamadas huairuros, tenía por gancho, en el que sobresalía el rojo sangre, pues el negro se perdía en mi cabello abultado.” Creo que quedaría mejor si la frase empieza por Tenía por gancho. Me parece mejor construida y, además está explicando en qué consistía el arreglo que menciona anteriormente.

    “Nació en mí una cosa de revancha…” Cosa es una palabra que habría que eliminar de la literatura para referirse a algo que se puede expresar de otra manera. Espíritu, necesidad, ansia, afán, anhelo, deseo…

    Yo, quizás, habría puesto la secuencia de la familia antes del incidente con la rubia, para ir situando el ambiente del que partimos, pero es una insinuación. Supongo que el orden lo miraste al recomponer los apuntes del relato.

    Ha estado bien emplear el recurso de la analepsis o flash back después de triunfar y me ha gustado el detalle de los dientes blancos. Es algo que a mí siempre me asombra. El color blanco impoluto de los dientes y el de la esclerótica de los ojos.

    El relato es un reconocimiento al espíritu de superación. Me ha gustado. Por desgracia la discriminación no se supera sino que va en aumento. Por el color, la posición, la ideología. En fin, que no avanzamos.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 18:16
  11. 11. Charola dice:

    Hola, Luis Ponce.

    Gracias por tu comentario en mi relato y has dicho bien, el “odio” o los obstáculos deben servir para superarse. Victoria Santa Cruz, el personaje de mi historia, tiene un libro que se titula “El importante rol que cumple el obstáculo”, donde habla sobre eso.

    Saludos.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 19:26
  12. 12. Charola dice:

    Gracias Angel Climent por tus palabras que animan a seguir escribiendo. Ojalá que el parón de Literautas no sea tan largo y que la propuesta no nos distancie.

    A seguir escribiendo.

    Saludos. Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 19:30
  13. 13. Charola dice:

    Hola, Isan.

    Me alegra tu paso por mi relato y tu comentario.

    Lo de las semillas llamadas huairuros. Hummm… voy a tener que mejorar ese párrafo. Además, me di cuenta que no puedo poner otro “tenía” porque anteriormente tengo dos. Realmente debo rehacer todo el bloque. Gracias por hacérmelo notar. Menta también me lo dijo.

    Cuando escribí: “Nació en mí una cosa de revancha…”. Lo escribí de forma literal, son las palabras de Victoria. Debí colocar las comillas angulares desde allí y terminar en “nadie me la puso”.

    Puedes ver la entrevista que le hacen a ella en Youtube: La historia detrás de “Me gritaron negra”.

    Gracias una vez más. Un abrazo.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 00:31
  14. 14. María Kersimon dice:

    Hola Charola,
    Ante todo, gracias por pasarte por mi relato y dejar un comentario. He leído el tuyo con agrado y lo he encontrado original.Me parece un acierto que hayas adoptado un narrador en primera persona y que inicies un flashback en una mirado en el espejo, hasta llegar a la escena traumática, que expresas felizmente en forma de diálogo. Tiene muchos aspectos buenos tu escrito, sólo una pocas correcciones posibles. Ya te han señalado algunas. Yo he pensado que el verbo tamborilear requería una preposición (tamborilear (tamboɾile’aɾ)
    verbo intransitivo
    dar golpes suaves con los dedos sobre una superficie Tamborileaba sobre la mesa.).
    El arte discurría por nuestras venas: el verbo discurrir me chocó aquí y lo revisé. A pesar de que es posible emplearlo para el fluir de un río o la extensión de una carretera, me pegaría más aquí “corría por nuestras venas” por ser más habitual en este tipo de expresiones.
    “Sentí una puñalada en el corazón, pero esta era una caricia comparada con aquello que pasó por mis sentimientos”: me costó leer esta frase, pensé que “aquello” representaba otro suceso que también había ocurrido y no hallé nada más. Creo que la frase se debería reformular, por ejemplo así: “Sentí una puñalada en el corazón que repercutió en mis emociones de una manera devastadora…” No se, quizás no sea lo mejor pero se tiene que reformular.
    “El obstáculo me hizo no solo fuerte, sino que hurgara en mis raíces africanas”: “El obstáculo no solo me hizo fuerte sino que me alentó/animó/motivó a hurgar…”
    “Saqué de mi interior el cariño a mí misma averiguando quién era y a sentirme orgullosa de mi esencia”: “… averiguando quien era y me sentí orgullosa de mi esencia”.
    Puede que lo hayas escrito muy rápido y no hayas tenido tiempo de repasar, pues habitualmente tus trabajos son muy cuidados. No resta valor al contenido de tu relato, que me gustó.
    Saludos.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 09:51
  15. 15. Yoli dice:

    Hola, Charola.
    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo. Me gusta tu protagonista, pues a pesar de las adversidades y de que podría haberse quedado en ese odio, salio adelante y consiguio lo que quería y a quererse, que por desgracia no sería fácil para ella.
    Me ha encantado el final, muy divertida la frase 😀
    Saludos

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 10:46
  16. 16. Amilcar Barça dice:

    Buenos días Charola. Muchas gracias por tu visita y comentario. Un relato agridulce que me ha gustado porque al final la alegría supera al resquemor. salu2

    Pd.- ¿Imaginas el talento de TODOS unidos en un frente común?. ¿Alguien se anima a tirar la primera piedra? Podríamos llevarnos el Planeta. Jajajajajaja. salu2

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 11:13
  17. 17. Carrie dice:

    ¡Hola Charola!

    Conmovedor tu relato; y la dirección y las elecciones que decidió tomar la protagonista inspiran. Has hecho muy buen trabajo: siento la incredulidad e indignidad de Victoria cuando el lado cruel de la vida le mostró su cara por primera vez y le robó su inocencia; y de cierta forma nos ayudas a tus lectores ver cómo pasa por las varias etapas del duelo [Kübler-Ross].

    También me han gustado los últimos dos párrafos donde nos regalas esperanza y promesa, todo con un toque de humor e ironía! ¡Triunfante! ¡Gracias!

    ¡Muy buen logro con tan pocas palabras! ¡Enhorabuena!

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 13:37
  18. 18. Earendil dice:

    Hola, Charola.
    Aquí estoy, devolviéndote la visita.
    Después de tantos comentarios solo me queda disfrutar tranquilamente de tu trabajo, en el que se reivindican tantas cosas que es un grito de liberación en sí mismo.
    Los posibles mejorables ya te los han apuntado, pero me quedo con el buen sabor de boca y la simpatía de tu protagonista en esa última frase.
    Te felicito sinceramente por tu trabajo.
    Un abrazo y espero leernos pronto.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 18:00
  19. 19. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Charola

    Me ha gustado la trama del relato y el tema. Por desgracia parece que nunca son suficientes las denuncias contra el racismo, que es la sinrazón, la crueldad, la ignorancia, la injusticia… Me ha llamado la atención esta frase: “Yo, hasta ese momento no sabía que era negra y no lo digo por el color, sino por lo que eso implicaba”, pues la narradora describe con delicadeza y en pocas palabras que el racismo es una conducta aprendida culturalmente, puede que por eso sea tan difícil de erradicar. Tú lo has simbolizado en una mujer coraje mediante una escena que rememora como en un flash back a un suceso que le marcó en su niñez. Muy bien.

    Después del análisis de nuestros compañeros Isan y María Kersimon poco puedo aportar. Solo que la onomatopeya del galope “pacatán”, por aquí la decimos “tacatán”, es curioso y me ha hecho gracia, pero yo obviaría las palabras que le siguen: “como un caballo” porque el galopar implica que sea un caballo y no aporta más información, además esa frase es bastante larga.

    Un abrazo y esperemos que las vacaciones sean fructíferas, hasta pronto

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 19:21
  20. 20. Charola dice:

    Hola, María Kersimon.

    Te agradezco infinitamente tu comentario.

    Me llegó al alma una entrevista que le hicieron a Victoria Santa Cruz, la protagonista de mi relato, que me impulsó a escribir sobre ella. La culpa es mía pues empleé muchas palabras que ella expresó en la entrevista y que yo no “trabajé” debidamente en el contexto de mi relato. Creo que estuve imbuida de su magia. No le di descanso a mi texto y como sigo preparando un escrito acerca de su hermano el decimista Nicomedes Santa Cruz, hasta ahora sigo envuelta en el aura de la familia.

    Estoy de acuerdo con tus mejorables y lo remarco: Muchas gracias.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 19:53
  21. 21. Charola dice:

    Hola, Yoli.

    Muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.

    Saludos.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 19:55
  22. 22. Piquillín dice:

    Hola Charola: Me encantó tu relato. La discriminación es un buen tema; pero sobre todo me gusta ver como la protagonista logra transmutar el odio y transformarlo en arte para así hacer del arte una denuncia.En cuanto a la estructura me pareció muy bien logrado, en tan pocas palabras logras contar toda un vida. Felicitaciones, no encontré errores significativos para señalar.
    Charola te agradezco tu visita a mi relato.
    Nos leemos en la próxima.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 21:54
  23. 23. Yoli L dice:

    Hola Charola

    Me ha gustado tu relato, es un reconocimiento al espíritu de superación. Por desgracia la discriminación por color, género, posición, ideología y la homofobia, no se corrigen sino que pareciera van en aumento. En fin, no avanzamos.

    Los posibles mejorables ya te los han expuesto, solo agrego: la palabra “ojos” muy seguida en: …mirando mis ojos maduros me adentré en ellos y, encontré aquellos ojos…

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 22:05
  24. 24. Yoli L dice:

    Se me fue, solo agregar.

    Nos seguimos leyendo.

    ¡Saludos!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 22:08
  25. 25. Osvaldo Vela dice:

    hola Charola, me gustó mucho tu relato por la muestra de superación que posee. tu personaje es digno de admirar.

    Más cuando supe que se trataba de un reconocimiento a Victoria Santa Cruz me ha convencido con mas bríos.
    Hay una expresión, que ignoro si es de ella o es un sentimiento tuyo para describirla, que me parece hermosa: “Pero luego empecé a conocerme a mi misma y a quererme”.

    Te felicito y espermos pronto volver al taller.

    Gracias por la visita y tus atinadas sugerencias.

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 01:22
  26. 26. M.L.Plaza dice:

    Hola Charola.
    Gracias por leer mi texto y tu comentario.
    Después de tantos comentarios, poco puedo aportar. A mí, personalmente, me ha llamado la atención de la niña, cinco años. Me parece muy pequeña para que recuerde con tanta precisión lo que pasó. Quiero decir que sabe que sus amigas son mestizas, la nueva gringa. ¿Ya tan pequeñas son conscientes de la raza y del predominio de lo blanco?
    Supongo que pensarás que es una imbecilidad de mi parte.
    En la parte formal, no acabo de entener esta frase: “Hoy estaba de visita y…, desde hacía mucho tiempo que no había odio en mi corazón.” ¿Está ya jubilada y va de visita a Pittsburgh al homenaje? Al empezar la frase por hoy creo que esa frase debe de ir en presente, o quita hoy. Yo sustituiría el que por ya.
    También casi al final vuelves al presente “!Qué lejos está…!” e inmediatamente te vas al pasado. Creo que ese párrafo en presente tiene más fuerza.”¿Qué creen? Soy mujer, latinoamericana y negra. ¡Solo me falta la lepra!».
    Ha sido una lectura muy interesante.
    Saludos

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 03:31
  27. 27. IreneR dice:

    Buenas, Charola.

    Me ha gustado tu relato. Es una pena que ha día de hoy aún haya que recordar que el racismo y la discriminación por el tono de piel aún existe.

    Solo tengo dos peros, la descripción que haces de la protagonista que haces en el segundo párrafo se me hizo rara, larga y un poco complicada de leer.

    Y el inicio del diálogo, solo con los “Holas” me pareció un poco innecesario.

    Por lo demás, no tengo nada más que añadir a todo lo que ya te han escrito antes.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 10:02
  28. 28. Baltasar dice:

    Apreciada Charola:
    Te dije que me había gustado. Hoy te lo repito. Y no solo eso, tu relato me ha hecho reflexionar sobre si el odio puede llegar a ser bueno, para terminar diciéndome que ¡claro que sí! Y todo por esa niñita que tú has alumbrado, de tez oscura, pelo negro ensortijado, de gruesos labios y enormes ojos negros, que un día empezó a odiar cuando la despreciaron por negra… y a elevarse, a elevarse apoyada en su odio, odio que la llevó al triunfo.
    O puede que no. Puede que tan solo el desprecio de la rubieja le hiciera adentrarse en su «conocimiento», para impulsarse desde el mismo hasta metas que de no haber ocurrido el triste episodio jamás hubiera conseguido. Y ya no odiaba. Quizás no odió nunca, aunque creérselo la impulsara.
    Muy lindo todo. Felicidades.
    Unas pequeñas cosas ahora. Me hace gracia cómo en la variante de tu español utilizáis el verbo estar por el ser en determinadas frases. Lo vi en la anterior escena. No recuerdo a frase ahora.
    “Ellas se encontraban jugando con la nueva niña
    Mejor suprimiendo «Ellas».
    «Que, si alguien me hubiera puesto una ametralladora en mis manos…
    Creo que la frase tendría más fuerza sin el «que».
    Pero es todo y posiblemente cuestión de gustos.
    Un abrazo, Charola

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 17:47
  29. 29. cesar henen dice:

    ¡Hola charola! Leyendo además de tu relato los comentarios pude ver que se trata de una historia real, más no sé si tomaste ciertos fragmentos para hacer esta versión ya que siento que no es normal que con un solo hecho de discriminación haya sentido tanto odio, porque cuando somos niños nos discriminamos o criticamos y seguimos con nuestras amistades. De igual forma la discriminación es algo que no debería existir; pero como nos lo presentas se ve que sintió odio en ese momento al grado de querer matar. Ese solo hecho con sus amigas se puede ver que había una gran frustración, quizá no tanto por su color, más bien por su pobreza y aunque disfrazada de felicidad, era evidente que sufría ante las carencias de su familia. Si hay felicidad en una familia por más pobre que sea, no hay cabida de odio en una niña de tan solo cinco años.

    Por último y como corregible has puesto “Pensylvania” en lugar de Pennsylvania.

    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 03:54
  30. 30. Charola dice:

    Agradecimientos:

    A AMILCAR por su comentario y por su gran optimismo. ¡Estoy contigo!

    A CARRIE porque me señala que le han gustado los dos últimos párrafos de mi relato. Ya me iré poniendo al día e iré a leer tu relato.

    A EARENDIL porque el relato le ha dejado un buen sabor de boca. Nos seguiremos leyendo.

    A R.J. ESPERANZA PARDO porque le ha gustado la trama y el tema y también por el aporte acerca de la onomatopeya. Sí me dijeron y leí tacatán y pacatán. Por estos lares el pacatán lo utilizan más y es cierto que solo el caballo galopa. Voy a considerarlo. Infinitas gracias.

    A PIQUILLÍN por considerar que el tema de la discriminación es un buen recurso para este relato y que este está bien logrado.

    A YOLI L. por estimar que el relato es el reconocimiento al espíritu de superación. Nos seguimos leyendo.

    A OSVALDO VELA por pasarte por mi relato y por gustarle estas palabras: “Pero luego empecé a conocerme a mi misma y a quererme”. Te diré compañero que cuando elegí hacer el relato en primera persona me pareció que este tipo de narrador tenía que ser para esta mujer tan fuerte, tan decidida y tan sincera que muchas veces ha repetido que llegó a odiar. He leído bastante y la he escuchado en muchas entrevistas que, cuando hice el relato en muchas partes no quise cambiar sus palabras. Así que me parece que estas son mis palabras pero creo que tal vez ella lo dijo también. Al ser en primera persona el autor tiene que sentir lo mismo que la protagonista y muchas veces he visto por conveniente no cambiar sus palabras. Puedes ver en Youtube el poema “Me gritaron negra” y sentirás la cercanía y la fuerza de esta mujer.

    Saludos y nuevamente gracias.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 06:45
  31. 31. Charola dice:

    Siguen los agradecimientos:

    A M.L.PLAZA. Respondiendo a tu pregunta: Es ella la que cuenta que fue a la edad de cinco años que le sucedió ese percance. En Lima en esa época (comienzos del siglo XX) la mayor parte de la población era de raza mestiza. Los negros eran pocos, Los blancos, mucho más que los negros, pero menos que los mestizos. En el Perú siempre se ha hablado de razas y discriminación todavía hay, aunque ahora es muy mal visto al que discrimina.
    En cuanto a la primera parte. Sí he pensado que vuelve a la universidad para un homenaje, por ello el cuarto de hotel al que se dirige después y mirándose al espejo es que retorna en pensamiento al pasado y nos cuenta lo que ha vivido, pero después regresa al presente: “¡Qué lejos está…” y recuerda esa parte de cuando le preguntaban cómo llegó a la universidad para nuevamente retornar al presente con la sonrisa. Son como flashes los recuerdos estando en el presente. Espero me hayas entendido. Nos seguimos leyendo.
    Qué bueno que existe Literautas. Así podemos conocer a tantos compañeros de muchos países. Un abrazo.

    A IreneR. Gracias por comentar mi relato. Tienes razón, el segundo bloque debo mejorarlo. Veré en el relato corregido qué hago con esos saludos. Un abrazo.

    A BALTASAR. ¿Cómo no agradecer tu paso por mi relato? Muchas gracias. Tienes razón con lo del verbo ser y estar. Dudo mucho. Vaya, estoy en Estados Unidos y no hablo bien el inglés y a la larga estoy malogrando mi español. Yo sé que tengo problemas en la construcción de párrafos y ahora que he puesto los parlamentos de Victoria, muchos de ellos, en forma literal, estoy pensando que los peruanos tenemos ese problema. Jajaja. Voy a ver los otros fallos que me dices en la corrección de mi escrito. Espero volver a encontrarnos para el próximo. Un abrazo.

    A CESAR HENEN. Gracias por tu comentario. En muchas entrevistas Victoria ha comentado este hecho, que sucedió cuando tenía 5 años. Ella no fue pobre, ni rica. Su padre era escritor, autor de algunas obras de teatro y socio fundador del Instituto Peruano Norteamericano, pues él radicó en Estados Unidos (era ciudadano de ese país) desde los 9 años, por ello sabía inglés perfectamente y otros idiomas como italiano, francés e inculcó a sus hijos el estudio de estos idiomas. Retornó a Perú después de 30 años. Dos de los hermanos de Victoria vivieron en España y se casaron con españolas, uno fue torero y el otro decimista de renombre.
    Gracias por la corrección de Pennsylvania, No me había dado cuenta. Tantas veces lo he leído.

    A todos los compañeros muchas gracias y poco a poco me pondré al día con los que me falta leer y comentar. Llegaré de todas maneras.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 08:16
  32. 32. Don Kendall dice:

    Hola Charola. Buen trabajo el que presentas al taller. Factura impecable en el género que propones. Me parece un acierto recurrir a la narradora homodiegética. Con ello se consigue dar más verosimilitud al relato (dado que el lector que no lea los comentarios no sabe que está basado en un personaje real), dado que quien cuenta la historia es la protagonista de los hechos, nadie mejor que ella puede saber lo que pasó, cómo pasó o cómo se sintió, sobre todo en una historia donde uuna emoción fuerte como el odio actúa de motor de arranque.

    La narración, además, es sencilla,y como es habitual en la mayor parte de los relatos en primera persona, la narración tiene lugar una vez que han sucedido los acontecimientos. Por ello el narrador conoce todo lo pasado cuando inicia el acto de la escritura y de este modo se consigue la ligereza y se disfruta de una lectura relajada.
    Enhorabuena y gracias por este aporte tan interesante.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 11:57
  33. 33. marazul dice:

    Charola, amiga, por fin leo tu relato lleno de fuerza. Eso de que ” las personas se curten en la adversidad” tiene mucho de verdad. Aunque personalmente creo que el problema de racismo que presentas es una experiencia que nadie debería de pasar.
    Por otro lado es verdad que los niños pueden ser muy crueles. Tu nos lo expones, es un hecho muy real y debería de plantearse con más interés en las escuelas.
    Tu estilo claro e impecable de siempre que gusta al lector.
    ¡Y bien por ese final de revancha!
    Encantada de leerte
    Un abrazo

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 22:05
  34. 34. Charola dice:

    Gracias, Don Kendall.

    Cuando escribí no dudé al elegir el narrador homodiegético, pero al contar la historia me di con la sorpresa que debía de poner las palabras que ella utilizó, que no podía variarlas. Algunas, sabía que podían acarrear problemas, p.e. la ametralladora, pero un escritor me dijo que no solo se debe escribir hechos bellos, ejemplares sino también los controversiales, crueles, porque el hombre o la vida es así.

    Muchas gracias por pasarte por mi relato. Leí también lo expuesto en ei tuyo acerca de los narradores. Muy bien, así nos ilustran a todos. Yo te sigo. Gracias.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 23:58
  35. 35. Charola dice:

    Hola, Marazul.

    Gracias por tu comentario positivo. Creo, como tú, que debería de plantearse siempre en la escuelas la no discriminación.
    Esto me hizo recordar que la comunidad china en Lima, que también tuvo una historia negra de casi esclavitud, puso un arco de 8 metros de altura por 15 de largo enchapado de madera y mármol con adornos de dragones en el barrio chino que decía: “Bajo el cielo todos los hombres somos iguales”.

    Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 00:15
  36. 36. Laura dice:

    Hola Charola.
    Disculpa la demora en devolver tu visita, pero los tiempos me matan.
    Me encantó tu relato. Los detalles formales se han señalado, por lo que no vale la pena volver a ellos.
    En cuanto a su contenido, más que nada, me gustó que, en un ejercicio de autoconocimiento, haya podido reírse de sí misma y lograr cambiar el odio que sentía en fuerza para seguir, eliminándolo.
    Nos encontramos en marzo.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 12:11
  37. 37. Simón Martín dice:

    Hola Charola.

    Wow, estás llena de comentarios. Eso es ciertamente muy bueno, no faltaba más. Por eso no me queda más que unirme a los reconocimientos que hacen los compañeros de aventuras literarias y, por supuesto, sumarme también a las pocas correcciones, sobre todo de forma, que te han hecho. Saludos y nos vemos en las próximas propuestas que nos hagan a todos los literautas que, desde ya, estamos añorando las historias mensuales que ya no vendrán.

    Escrito el 26 febrero 2018 a las 03:30
  38. 38. Héctor Romero dice:

    En honor a la verdad Charola, cuando yo encuentro tu comentario en mi relato, tengo la certeza que recibiré una crítica constructiva y bien intencionada, razón por la cual lo espero, pues me ayuda grandemente en mi intención de escritor. Gracias por leerme, gracias por comentarme, gracias por tus sugerencias. De tu relato que puedo decir, como siempre exquisito, con ese nivel que me hace pensar que escribes impecable, por lo que también agrego mi agradecimiento por escribir en este espacio y deleitarnos, como me gustaría que muchos más disfruten la lectura de tus relatos, eres sencillamente genial. Todo esto lo digo de corazón. Saludos desde aquí hasta el rincón del mundo que te encuentras.

    Escrito el 27 febrero 2018 a las 16:48
  39. Hola Charola.

    Muy interesante tu relato de este mes. Nos enseñas una realidad aún hoy latente en el mundo aunque vestida con diferentes disfraces. Pero también nos enseñas una valiosa lección: Esa de aprender a quererse a uno mismo, a su lugar de procedencia.

    Por decirte algo, pero es una opinión totalmente personal, para mi gusto sobraría tanta explicación. Sé que nos has mostrado un mundo entero a través de tus palabras pero un poco más de lo que llamamos “mostrar” me hubiera gustado más. Pero creo que eso es cuestión del estilo de cada uno.

    Me ha encantando sumergirme en el mundo de tu particular poeta.

    Nos seguimos leyendo.

    Un abrazo.

    Escrito el 3 marzo 2018 a las 19:44
  40. 40. Vespasiano dice:

    Hola charola:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario, siempre bienvenido.

    En cuanto al tuyo me ha parecido muy emotivo, pues dejas constancia del sufrimiento de la protagonista que cuenta desde lo más intimo, sus sentimientos contradictorios de sentirse humillada y con ganas de revancha a convivir con la fuerza mental necesaria para seguir adelante con orgullo en aquello que le motivaba para abrirse camino en la vida.

    Te felicito por ello.

    Escrito el 6 marzo 2018 a las 13:22
  41. 41. José Torma dice:

    Hola Charola, me tardé pero llegué al fin. Algo que tienes muy dominado es la protesta a través de relatos que aparentemente van de una cosa y termina uno gratamente sorprendido. En esa biografía “no autorizada” nos muestras una MUJER, que desde muy niña sufrió algo que no era culpa suya y que reaccionó como lo haríamos todos, con odio. La imagen de ella con un arma disparando es muy fuerte.
    Otro hit a tu ya larga lista. Lo he disfrutado porque a pesar del tema, está escrito de una manera muy fluida que a mí me atrapo.
    Felicidades.

    Escrito el 28 marzo 2018 a las 22:23

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