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El Poeta - por Dante Tenet
Llueve, los grises de la tarde entran por la ventana, oscureciendo el ambiente. Lo miro, permanece inmutable mirando las gotas golpear en la ventana, la mirada perdida en el camino, como esperando ver llegar a su amor perdido. Sé que no llamará pidiendo mi ayuda, algo se quebró entre nosotros, he tratado de entrar en sus sueños pero nada, dicen que un poeta sin musa está acabado, pero nunca nadie pensó que sucede con una musa sin poeta, una se va haciendo a su forma de sentir, anticipa sus ideas, trae imágenes para que él vuelque en palabras y disfruta viendo como él arma el relato. Si él no me llama, me desvaneceré en la bruma.
La siento, sé que está en el ambiente esperando que la invoque, pero no, no lo haré, ella tuvo su oportunidad, sabía, porque se lo dije en mil formas, hasta con lágrimas en los ojos, que necesitaba el mejor poema del mundo, pero se fue dejándome solo. Garabateé cuartillas y cuartillas tratando de encontrar la forma justa, la palabra adecuada, la rima precisa, todo lo que hiciera que la emoción invadiera a mi amada.
Sé lo que él está pensando, son muchos años de estar juntos, me culpa por no haberlo ayudado con esa loca idea de enamorarla con un poema, con un único poema que cuando lo leyera quedara tan encandilada que caería enamorada a sus pies. Una bobería total, se olvidó de todo lo que hablamos durante tantos años, el amor no es un momento, el amor se construye todos los días de a dos. Un poema, un libro de poemas, pueden despertar una emoción, pero luego hay que trabajarlo día con día. Quizás estuve egoísta, privilegio de musa diría mi abuela, musa reputada de un otrora famoso poeta, pero no quise ser parte de esa niñería, de hecho, si lo hubiera ayudado y fracasaba, ahora estaría igualmente enojado conmigo.
Ella está dando vueltas alrededor, sabe que si no la llamo no puede aparecer, les diré, disfruto algo sintiéndola sufrir, pero ella de entre todos en el mundo sabía o hubiera debido saber lo importante que era para mí escribir ese poema. Hoy pasado algún tiempo, cuando lo miro en perspectiva hasta me hace gracia. Recuerdo llegar al salón de eventos y ver a mi amada sentada en primera fila para presenciar la lectura de los poemas seleccionados. Yo leería el último de cinco, me temblaban las piernas, escuchaba a los otros leer sus trabajos, pero no los oía, en mi mente solo estaba la expresión que tendría su rostro cuando lo leyera mirándola directamente a los ojos, para que supiera que era para ella todo lo que decía.
Escucho sus pensamientos, otra vez está rememorando la presentación, no sé cómo hacer para sacarlo de ese momento, contarle que la vida sigue, que es un gran poeta y que tiene mucho para dar…
Me subí al estrado, las piernas me temblaban, las palmas de las manos húmedas de sudor, carraspeé un poco para aclarar la voz, la miré a los ojos y solo pude decir te amo. Fue un instante que duró una eternidad, luego me marché sin mirar atrás, dejando detrás de mí el silencio de los espectadores.
Esa noche lo esperé, quería saber cómo le había ido, me sentía un poco culpable por no haberlo acompañado, pero era el poeta que yo había elegido y ansiaba sentir como llegaba victorioso. Las horas pasaban y ya muy de madrugada sentí como golpeaba la puerta al entrar, su enojo era tan fuerte que no me animé a presentarme, él le hablaba a todas las paredes diciéndoles la mala musa que era yo, como lo había dejado solo y que nunca más me iba a llamar.
En realidad, mi musa no tuvo nada que ver con ese papelón, nunca leí lo que había escrito solo pude balbucear ese te amo, que todavía me avergüenza, sé que ella está cerca de mí, la llamaré y veremos que sucede;
–¿Musa, estas por aquí? – digo en voz alta como para que no tenga dudas que la estoy llamando.
–Si poeta, aquí estoy– ¿necesitas algo?
–Que hablemos, no es bueno estar peleados tanto tiempo.
–Te escucho, que quieres escribir–¿Un relato, un poema, una novela?
–No, hoy solo quiero escribir una esquela de disculpa y comienza así:
“Querida musa. Te amo…
Hola a todos:
Cambia todo cambia, ya veremos en los meses venideros como queda este entrañable espacio que es Literautas.
Mientras tanto les comento dos cosas acerca de este relato.
La primera es que me atrevi a realizar el juego de dos relatores en primeta persona.
Espero haberlo logrado.
La segunda es que dicho juego lo marque con un doble espacio entre un relator y el otro,
Salvo el el parrafo final donde pegando la ultima lectura antes de enviar, aprete enviar antes de espaciar.
Creo que se entiende el cambio de dialogo de uno al otro, si no, seoan disculpar.
Hola Dante Tenet,
Creo que lograste diferenciar a los dos protagonistas principales de tu relato. Al final creo que te faltó cerrar las comillas después de los tres puntos. Me gusto tu historia, muy creativa.
Felicitaciones, saludos.
Te invito a leer mi cuento, el Nº 46, “La poeta”
Hola Dante, muy creativo tu relato, quizás hubiera jugado con el estilo poniendo letras diferentes a cada personaje, o comillas de diálogo. Un pequeño toque ortógráfico:pensó que sucede, el qué. Vamos a sentir el vació de este espacio.
Si quieres estoy en el 116.Saludos.
Galia
Dante, gracias por tu comentario, en realidad es autobiográfico aunque cambié el personaje. Tuve la suerte de visitar dos casas de Neruda, Isla Negra, donde transcurre el relato y su casa de Valparaíso donde murió. Fueron visitas que me hicieron vibrar de emoción.Es más, en Isla Negra compré un afiche del retrato del escritor que tengo enmarcado en una pared de mi escritorio.
Saludos.
Galia
Hola Dante Tenet, tu vecino del tercero.
Una ilusión fantástica que explora la introversión. Me gusta, en el primer párrafo, esa idea de una musa independiente, huérfana de poeta, porque es siempre el poeta, en el fondo, el que invoca, el que ejerce su poder de seducción, el que pone las normas. Mucha mitología al respecto de esa dama esquiva que aparece y te besa cuando tienes los ojos cerrados. La musa es para quién la busca, . Está bien logrado el diálogo entre esas dos voces.
Me gusta la forma de plantear la idea, pero hay algo que me resulta manido en ella. Cierta puerilidad, el tópico del poeta y la musa, muy manoseado, egolátrico, tengo la sensación de que la musa ejerce en los cuentos un elemento masturbador. Está bien traído al reto semanal, pero no me he sentido realmente interesado por el conflicto del protagonista. Sólo son gustos.
Te animo a que sigas escribiendo, un saludo!
Hola Dante Tenet, me ha gustado mucho tu relato, sobre la pasión entre la musa y el poeta, llevado más allá de los tópicos. Siempre esta bien el ejercicio del esfuerzo para hablar sobre lo desacostumbrado dándole una nueva forma y sorprendiendo al lector. Sin embargo, se me ha hecho confuso, aunque me haya dado después cuenta, el paso del pensamiento del escritor y de la musa. Es como si los párrafos (en mi opinión, cuestionable como todas las demás opiniones), les faltara un nexo, una unión real para darle la forma definitiva a tu texto que, por otra parte, me parece hermoso y de muy grata lectura.
Agradecer tu comentario de mi texto. Ha sido un placer leerte y un saludo.
Hola Dante,
Gusto en leerte y saludarte.
Muy bien llevado el doble narrador, bien hecho! Pero sobretodo me gusta la idea de que en una relación tan dependiente, no sólo está la orfandad del que ha pedido ayuda, sino también del que está para guiar.
Da para un desarrollo mayor, si quieres zafar ahora del corset de las 750 palabras.
Un saludo. Nos leemos
Hola Dante.
Soy tu vecino de dos arriba. Creo que no había leído nada tuyo hasta hoy.
Te diré algo, escribes muy bonito, utilizo el adjetivo más odioso que conozco (para describir un texto), pero en realidad dice lo que quiero reflejar. El texto fluye y las sensaciones que emana, a pesar del color de la historia, son de tranquilidad, es una relación de amor/odio que solo tiene un desenlace.
Otra cosa más, escribes muy bien, al menos yo no encontré falta en lo formal, pero no te fíes mucho de mí que soy una calamidad en acentos y comas. Lo único que te puedo decir, es que ralentiza un poco y choca la alternancia. Cuando lo leí por primera vez, me sorprendí por el cambio de voz, me regresé y leyendo más despacio, entendí el juego de él y ella que traías entre manos. Entiendo que al ser un texto corto, no podemos desperdiciar palabras, pero en este caso, la separación de los narradores ameritaba un poco más de atención.
Una vez superado ese detalle, yo disfruté mucho el relato, más cuando mi musa y yo no nos hablamos desde hace tiempo y me deja solo con mis locas ideas que sin vergüenza alguna plasmo en relatos y luego público en mi blog jaja
No me queda más que felicitarte.
Sabes qué, Dante? Yo hubiera puesto ese último diálogo al inicio, y después hubiera descrito todo lo que tuviera que describir.
Es verdad que escribes bonito. He echado en falta algún giro que me haga no quitar los ojos del texto. Pero también es verdad que tu calidad de descripción es de alto nivel, y es para los que no son como yo: yo necesito acción y diálogo. Aún así sé apreciar tu relato y tu forma de escribir, y te envidio. Ojalá yo pudiera.
Felicidades.
Muy bueno Dante; me has hecho reír a gusto con la última frase.
Si es que las musas son unas puñeteras, eso lo sabemos todos los que aquí participamos. Pero esta en concreto tiene un alma propia que decide. Es buenísimo. Te quedas pensando si será verdad porque, cuando más las necesitas, parece que se empeñan en esquivarte.
Igual tienes razón y es mejor escuchar su opinión…
jejeje.
Muy bueno, sí señor.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazo.