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El poeta - por Beyna Nube

Tener mucho tiempo libre para pensar no es bueno, se te pasan por la cabeza mil ideas que te hacen pensar en si lo que estás viviendo es la realidad o la ficción.
Entonces te surgen las dudas, los diferentes caminos que tomar y sus consecuencias, siempre se puede elegir pero nadie te asegura que tomes la elección correcta, sino todo sería más fácil.
Siempre tuviste una idea, un futuro prometedor, una meta con la que sueñas desde pequeña, hay muchos caminos para llegar a ella, pero si te desvías todo se desmorona y no puedes ver las cosas con claridad.
¿Merece la pena cambiar tu vida por una persona? ¿Es amor o es ceguera?
Esa persona con las que te imaginabas de niña, ahora duerme a tu lado, era lo que soñabas, aunque a veces solo son eso, sueños.
Todo el mundo tiene problemas y hay un amplio abanico de personalidades que no siempre compaginan aunque nos empeñemos en que sí. Si sabes que no va a llegar a ninguna parte… ¿Por qué sigues intentándolo? ¿A qué esperas? Cierras los ojos queriendo que suceda algo que te haga ver por ti misma lo que todos te dicen, que sepas con seguridad que has tomado la decisión correcta y que quieres seguir tu vida, sin él.
Ahora lo ves claro, no quieres esto para el resto de tus días, no es la persona adecuada, no quieres estar sumida en desconfianzas, sentirte anulada, tú vales mucho más y te mereces que te demuestren amor real, y no eso que tienes ahora.
A veces con querer no basta, no es suficiente, ante todo tiene que haber un respeto que se ha desvanecido, te ha fallado, la relación no funciona y se pierde la ilusión de esa vida en común.
Ahora ya es tarde, solo es cuestión de tiempo, estás dando un margen para actuar correctamente, dejando atrás esta vida tan intensa como tóxica.
¿Por qué escribo?
Porque puede que sea la única manera de expresarme y desahogarme sabiendo que no voy a hacer daño a nadie, sin el temor de decir las cosas sin pensarlas y luego poder arrepentirme, pero… ¿y si las dijera? ¿Qué cambiaria?
No soporto tu carácter, que la pegues, que la anules, que no pueda hablar ni decirte las cosas como las piensa sin que la trates de loca, que a veces te odie, que llore, que viva triste sintiéndose tan pequeña a tu lado, ¿Por qué lo aguantas?
Siente que no tiene voz ni voto, que sus ideas te parecen absurdas, que es una sombra a tu lado, es como el tigre enjaulado que tiene pánico al domador porque le da con su látigo si no hace lo que él quiere, cada vez más fuerte, hasta que se adapta a él… pero ¿ porque el domador no es capaz de empatizar con el tigre? Podías pararte a pensar que no todo se consigue con la fuerza, que a veces hay que escuchar y ponerse en el lugar de la otra persona, llegar a un punto intermedio, es más fácil de lo que parece, podías probarlo en vez de solo sentir orgullo y tener que llevar siempre la razón.
Esto son solo reflexiones que se van a quedar aquí plasmadas, porque en estos momentos no tengo la fuerza de voluntad de sacarlos a la luz… todas las decisiones tienen consecuencias y hay que saber valorarlas, acatarlas y superarlas, total, lo que no te mata te hace mas fuerte ¿no? La das miedo, no quiere más malas contestaciones, esos caprichos que todo tenga que ser cuando tú quieras y como tú quieras, y no te paras a pensar en ella, en ponerte en su lugar.
Tienes mucho rencor y odio dentro de ti, dolor que solo sabes exteriorizar con quien te quiere, a la gente a la que solo sabes que hacer sufrir.
Debo darte las gracias por este tiempo, porque me has hecho crecer, abrir los ojos y ver que no todo es color de rosa y que no todo el que te ponga buena cara significa que te quiera ayudar.
Ella me llama “su pequeño poeta” porque escribo sentimientos, pero es una pena que con solo 10 años tenga que presenciar la peor cara del amor.

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4 comentarios

  1. 1. Sara Sierra dice:

    Hola Beyna,
    Gracias por tus comentarios a mi relato. El tuyo, es un monólogo que expresa la frustración de vivir con una persona tóxica.
    Me ha costado entender si son dos o tres personales. En los primeros párrafos parece una mujer hablando mentalmente a un hombre, en primera persona. En los siguientes el narrador cambia y al final es un niño y una mujer, eso entiendo. Quizá poner nombres a los personajes ayude. Felicidades y seguimos aprendiendo.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 15:07
  2. 2. Manuel Jover dice:

    Impresionante tu precisa e intensa descripción de una relación de pareja difilmente soportable, con la guinda final de estar hecha desde el punto de vista del niño.
    Unicamente revisaria un poco el texto (cambiar sino por si no, las que por la que, etc.). También hay en algunos momentos cierta confusión respecto a si el niño se está dirigiendo a él o a ella, les habla a ambos en segunda persona pero no queda claro cuando pasa de hablar de uno a hablar del otro.
    Por lo demas, bravo!

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 14:44
  3. 3. Lenimer Durán dice:

    Beyna Nube,

    Me gusta la sencillez de tu relato, emociones por las que de alguna forma todos pasamos, preguntas que cualquiera puede hacerse, como dicen por allí, describes la vida misma. Como ya han comentado los compañeros, cuesta un poco identificar quienes intervienen en el relato y cuando lo hacen. Lo leí varias veces, en principio pensé que era una mujer expresando sus sentimientos y luego un niño que siempre le habla a su madre. Quedé con la duda.

    Espero seguir leyendo tus historias y también me gustaría contar con tu apreciación en mi relato, te espero en el 154.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 16:46
  4. 4. cualquiera dice:

    Está muy bien expresado el arrepentimiento y la indecisión, ese error de cálculo que nos conduce a una vida que no queríamos. Las cárceles imaginarias que nos imponemos a nosotros mismos por miedo, por incertidumbre de lo que podría suceder. Así actúa el veneno de las personas que no aman, sino que desean poseer. Poco a poco va desmembrando a la otra persona de sus fortalezas, de su seguridad, hasta convertirla en una mente indefensa que quiere huir, pero no sabe. Muchas veces el testigo de este infierno es un alma más inocente aún, como en este caso es la niña que observa triste sin llegar a comprender. Gracias por tu texto.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 10:19

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