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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El poeta - por Manuel Jover

– ¿Tienen libros de poesía, por favor?
– Sí, hay una pequeña sección al fondo. ¿Llevas el carnet?
– No, es la primera vez que vengo.
– Pues tendrás que hacértelo. ¿Cuántos años tienes?
– Voy a cumplir diez el mes que viene.

Sería por su seriedad, o tal vez por la tristeza que transmitía, impropia de su edad, pero al bibliotecario le había parecido mayor.

– Te haré una ficha provisional. El próximo día me traes una foto, y necesito también la firma de un adulto.
– Mi padre no va a querer, dice que los libros te llenan la cabeza de tonterías, y que la poesía es cosa de maricones. Y mi madre no hace nada sin su permiso.

El inusitado y tenaz interés del niño por la lírica despertó la parte más tierna del funcionario, que decidió hacer una excepción. Recogió sus datos y lo acompañó hasta la estantería en la que dormían unas cuantas obras de los poetas más populares, esperando a que alguien las solicitara. El chaval le dió las gracias, eligió uno sin pensárselo mucho, se acomodó en la mesa libre más cercana y leyó hasta la hora de cierre de la biblioteca.

Fue la primera de muchas tardes. Acudía regularmente al local los martes y los jueves. Saludaba con una sonrisa tímida, se dirigía a aquella estantería y seleccionaba un ejemplar, siempre uno y sólo uno. Lo devoraba, lo repasaba y lo depositaba en su lugar antes de darle las gracias y marcharse. Las primeras semanas solo leía, pero luego comenzó también a dedicar un rato a escribir, en folios sueltos. Jamás se llevó un libro a casa, pero los papeles los doblaba cuidadosamente, reduciéndolos a un cuarto de su tamaño, y los guardaba en un bolsillo de los gastados, agujereados y aparentemente únicos vaqueros que vestía.

El bibliotecario sentía curiosidad, le habría gustado ojear los escritos del chico. Hasta pensó en pedírselo, pero al fin y al cabo era casi tan introvertido como él, eficiente en su trabajo pero con dificultades para las relaciones interpersonales. Nunca llegaron a cruzar más cantidad de palabras que el primer día, aunque con el paso de las semanas se adivinaba un silencioso aprecio mutuo.

Hasta que una tarde, antes de irse y sin decir nada, el muchacho le entregó a través del mostrador el manuscrito en el que había estado trabajando ese día. No tuvo la oportunidad de agradecérselo, porque desapareció más rápido que nunca. Cuando todos los usuarios se habían marchado, se quedó un rato allí y lo leyó con atención. La letra era algo temblorosa, pero se entendía bien.

Peldaño a peldaño, tambaleantes,
oigo las pisadas del monstruo.
Cada vez, más cerca.
Cada noche, más tarde.

La llave en la cerradura,
le cuesta abrir, está torpe.
Sueño con que se rompa
y no pueda entrar la locura.

Pero no, ya está aquí,
y hasta mi cuarto llega
su tan putrefacto aliento.
Y sé que viene a por mí.

El hada intenta detenerlo.
La golpea sin piedad,
la lanza al suelo.
Y yo matarlo deseo…

No supo discernir si el poema estaba inacabado o si deliberadamente el chico había dejado el final abierto. En ese momento no sabía que nunca tendría ocasión de preguntárselo, que no volvería a verlo más.

Dos mañanas después, como era su costumbre, le echó un vistazo a la prensa local antes de abrir al público. Sintió que se ahogaba cuando leyó en la sección de sucesos la noticia del doble homicidio a dos manzanas de la biblioteca. Y tuvo que sentarse, completamente vaciado de energía, cuando comprobó que la dirección coincidía con la que había anotado hacía unos meses en la ficha de aquel niño tímido.

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7 comentarios

  1. 1. IreneR dice:

    Buenas, Manuel.

    Me ha gustado mucho tu historia. Me ha enternecido la historia del pequeño y como trataba de evadirse a través de la poesía de esa pesadilla que vivía día tras día en su propia casa. Es lugar que debería ser el sitio más seguro de todos. Es horrible que esas cosas pasen en la actualidad.

    El poema del niño es magnífico. Se plasma la historia de una manera sencilla y concisa pero sin decirlo palabra por palabras.

    Te felicito.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:08
  2. Vaya ese final si que fue trágico. Ya es el segundo relato trágico con historias de temática semejante que leo aquí. Eso es tétricamente preocupante pero bue…

    En cuanto al relato en si estuvo bueno. Es sencillo y de fácil lectura, entretenido y bien narrado (en mi opinión). Por supuesto me hubiese gustado y esperado un final mas feliz por así decirlo, pero es completamente valido ese final mas realista y trágico que no le quita nada a la historia. PD: por lo que veo no marcaste a tu relato como participando en el Reto pero pienso que lo has conseguido igualmente.

    Felicitaciones por el relato sigue escribiendo saludos desde Venezuela cuando puedas pasa por el mio (el 129)

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:41
  3. Por cierto olvide decir lo del poema. Me pareció una decisión muy acertada bien hecha. Ese poema que por cierto es bueno es el que le da el giro a la historia. Por otra parte tambien olvide mencionar el inicio. Me gusto que para contextualizar la historia lo hicieras con ese pequeño dialogo, solo con dos frases ya nos ubicamos y eso me pareció muy bien hecho…

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:44
  4. 4. Judith dice:

    Manuel,

    Un relato extremadamente rico, tierno, angustiante, trágico, injusto. Tan injusto como la vida misma para algunos. Me gustó mucho. Me encantó esa poesía que transmite tan vívidamente la angustia del niño ante su fea realidad. Los lectores nos quedamos con las ganas de que la poesía hubiera podido salvarlo del todo, pero al final de cuentas la realidad es más cruel. Me quedó la duda de quiénes eran los del doble homicidio ya que creo podrían haber dos variantes, a pesar de que todo el cuento nos guía hacia una. Es una especie de final abierto, ¿cierto?

    ¡Felicitaciones! Estoy en el 137 por si quieres pasar a leerme.

    Saludos.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 05:15
  5. 5. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Manuel: Un texto con aires detectivescos. Nos quedaríamos con esta definición; si no fuera por el poema que da forma y fuerza al desenlace. Tiene el poema cierta estructura, pero se inserta en el género verso libre. Este poema prima y nos lleva a catalogar el texto como una historia propia de un poeta precoz. Estupendo trabajo. ¡Felicitaciones!

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 22:59
  6. 6. Manuel Jover dice:

    Gracias a tod@s por vuestros estimulantes comentarios!
    Me hace especial ilusión que os haya gustado el poema, porque es el primero que escribo. He intentado que pareciera, como dice Alonso, la obra de un poeta precoz, y como no tengo experiencia en esto de la poesía parece que ha colado!
    Efectivamente, Judith, la idea era que el final fuese abierto, no sabemos con certeza quienes son las dos victimas del homicidio, aunque si las del maltrato.
    Daniel, no marqué el relato dentro del reto porque la consigna se refería a un niño pequeño y éste es ya mayorcito, me di cuenta después de haberlo escrito. Aunque no sé hasta que edad se puede considerar pequeño a un niño!
    Irene, me alegra que te parezca que el poema refleja la historia del niño pero sin hacerlo del todo explícito, tenía mis dudas al respecto.
    Gracias!

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 10:00
  7. 7. Pilar dice:

    Hola Manuel,

    Qué pena de chaval. Aunque digas que es un final abierto, yo siento wue la víctima ha sido el.
    De igual forma, ha sido muy agradable leerlo. Te felicito pues me ha enganchado desde el principio y no me esperaba el final tan tragico.
    Saludos, desde el piso 92

    Escrito el 26 febrero 2018 a las 23:47

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