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El poeta - por Calihope

Eric se levantó furioso de la silla. Tenía la impresión de que llevaba varios días delante de aquel papel en blanco. ¿Cómo era posible? Siempre se había caracterizado por tener mucha imaginación.
Generalmente las palabras fluían dentro de él, directamente desde su corazón hasta la punta de sus dedos.
Había algo que ese día no encajaba, escribía las palabras pero al leerlas no sentía nada.
Estaba vacío.

– Precisamente hoy

Dijo maldiciendo para sí mismo.

– ¿Por qué precisamente hoy?

Dijo un poco más alto mientras abría los brazos y miraba hacía el techo.

Tenía que llevarle su poesía a Sonia a última hora de la tarde y si ella le daba el visto bueno se la enseñaría a Alberto.
Alberto era un grande y Eric sabía que no podía dejar escapar esta oportunidad.

Un sonido que provenía de la calle captó su atención. Se asomó por la ventana y vio a una madre paseando con un carrito de bebé. De repente el bebé se puso a llorar y la madre se paró y cogió a su bebé en brazos para consolarlo. Eric se quedó mirando fijamente la escena y una bombilla se iluminó en su cabeza.

Cogió un nuevo folio, su lápiz y comenzó a escribir.

Cuando hubo terminado admiró su obra con los ojos llenos de ilusión. Hizo algunos cambios que consideró oportunos para darle un tono más profundo. Leyó y releyó la poesía una y otra vez empapándose de los sentimientos que le provocaba. La leyó poniéndose en el lugar de Sonia, en el lugar de Alberto y en el lugar de un extraño que la escuchaba en una sala de lectura abarrotada gente. Y finalmente se sintió completamente satisfecho con su trabajo.

Media hora más tarde se encontraba en el despacho de Sonia entregándole la poesía.
Cuando Sonia comenzó a leer Eric estaba tan nervioso que pensaba que el corazón se le iba a salir del pecho.
Al terminar, Sonia hizo una mueca de asentimiento y dijo:

– Esta muy bien Eric, veremos a ver que dice Alberto.

Le sonrió de forma muy cálida y Eric hizo un esfuerzo muy grande para no abrazar a Sonia y ponerse a saltar de alegría. Le dio las gracias de forma comedida y salió de su despacho.

Un par de horas después Sonia y Alberto hablaban distendidamente. Alberto comentaba algunas ideas que se le habían ocurrido para su próxima lectura. Había una clara complicidad entre ellos.

– Ah! ¡Se me olvidaba!

Sonia se levantó, cogió un folio y se lo entregó a Alberto.

– Hoy ha venido Eric a mi despacho a darme esto para que te lo diera si consideraba que era suficientemente bueno.

– ¿Eric? ¿A tu despacho?

– Si al de casa, está tarde mientras trabajaba. Estaba muy nervioso… seguro que ha escrito 20 hasta que le ha gustado una, esta bastante bien, ¿no?

– Tiene fluidez y es ligera, pero a la vez algunas palabras son complicadas… puede que enrevesadas incluso o ambiguas. Es dinámica y de lectura ágil pero… expresa mucho sentimiento eso desde luego y los tiempos…

Una sonora carcajada salió de lo más profundo de la garganta de Alberto.

– No seas malo.

Dijo Sonia tratando de no reírse.

– A estado toda la tarde encerrado escribiéndola, se ha empeñado en dármela en mi despacho mientras yo trabajaba para darle seriedad, incluso ha hecho que yo actuara como si no lo conociera.

– No si está muy bien. Parece que sí, que al final tendremos que apuntar al niño a clases de escritura creativa… es una monada de poesía, el niño tiene talento como su padre.

– Anda dile que te ha gustado que se pondrá muy contento… estoy segura de que está despierto esperando que le digas algo. La poesía es ideal, quiere ser como tú.
¡¡Eric cariño, tu padre te llama!!

Un sonriente Eric de siete años de edad entró eufórico en la habitación de sus padres y se metió entre ellos en la cama.
Sobre la mesita de noche había un papel con una poesía que rezaba:
Azulito azulito es el traje de su bebecito,
Mamá lo acuna con mucho cuidado y así él se queda tranquilito.
Aunque el día sea frio, haya viento o llueva un poquito,
Si mamá está cerca él sabe que estará bien cuidadito
Azulito azulito es el traje de su bebecito,
azulito azulito como el reflejo del amor en sus ojitos.

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6 comentarios

  1. 1. Charola dice:

    Hola, Calihope.

    Qué tierna tu historia. Como no marcaste el reto no pensé que Eric era un niño. Me pareció muy buena tu idea. Tu relato se lee de corrido y el final me sacó una sonrisa.

    Los fallos en la forma:
    El siguiente párrafo no es un diálogo. Son pensamientos o dichos de un niño a sí mismo :
    – Precisamente hoy

    Dijo maldiciendo para sí mismo.

    – ¿Por qué precisamente hoy?

    Dijo un poco más alto mientras abría los brazos y miraba hacía el techo.

    Entonces deben estar así:

    «Precisamente hoy», dijo para sí mismo.«¿Por qué precisamente hoy?», repitió un poco más alto mientras abría los brazos y miraba hacia (sin tilde) el techo».
    -abarrotada “de” gente…
    -– Está (con tilde) muy bien, (coma) Eric, veremos a ver que dice Alberto. (Después de la raya de diálogo no debe haber espacio).
    -¡Ah!
    -“esta” tarde (esta sin tilde, no es verbo)
    -veinte (no números)
    -“está” bastante bien (en este caso “está” con tilde pues es verbo)
    -“Ha” estado…

    Muy bien. Me gustó.
    Felicitaciones.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 21:26
  2. 2. Charles Babel dice:

    Hola, Calihope:

    Tu historia me ha sorprendido. Creo que has elaborado de manera magistral el momento en el que el lector comprende quién es Eric y has conseguido que una gran sensación de ternura te embriague.
    Por otro lado, me parece un final perfecto ofrecerle al lector esa poesía que sigue en la linea de la ternura que desprende el conocer a Eric.
    El único pero, que nuestra compi de arriba ha pasado por alto, es en la frase “Está muy bien, Eric, a ver que dice Alberto” ese “que” lleva acento por tratarse de una interrogativa inderecta, pero esto segura que son errores por las prisas y no porque desconozcas la normativa.

    Mi enhorabuena y a seguir escribiendo para poder seguir leyéndonos.

    P.D. Gracias por tu comentario

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 00:21
  3. 3. Judith dice:

    Hola Calihope,

    Te busqué bastante por la lista de autores porque me había gustado mucho tu relato anterior. Y no me has defraudado para nada. Al contrario: ¡qué gran cuento, Calihope! Con una vuelta de tuerca muy tierna, llena de amor y con ese final, el poema, igualmente tierno.

    Encontré un error que seguro fue distracción:

    A estado toda la tarde – debería ser Ha estado toda la tarde

    (y ahora que leo los otros comentarios seguro me pasé los otros errores porque estaba muy inmersa en la lectura, lo cual habla excelentemente de tu relato).

    Sin dudas voy a seguir buscándote.

    ¡Felicitaciones! Estoy en el 137 por si quieres leerme.

    Saludos.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 03:51
  4. 4. Calihope dice:

    Buenas tardes a todos y mil gracias por los comentarios!
    Me alegra mucho saber que os gusta y por supuesto me apunto todas vuestras correcciones.
    Muchas de ellas como comentáis son debido al despiste, soy una persona bastante despistada y soy consciente de que debo prestar más atención…
    Otras, sin embargo, lo cierto es que ni las sabía, como es el caso de la corrección de Charola respecto a la forma de escribir los pensamientos: «Precisamente hoy», dijo para sí mismo.«¿Por qué precisamente hoy?», repitió un poco más alto mientras abría los brazos y miraba hacia (sin tilde) el techo».
    Lo cierto es que lo veo y recuerdo siempre haberlo leído escrito así pero nunca me había fijado… como veréis soy muy amateur en esto :).
    Muchas gracias por permitirme aprender de vosotros.
    Me pasaré por vuestros relatos para leeros.
    Saludos y hasta que nos leamos!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 15:55
  5. 5. marazul dice:

    Hola Calihope:
    Muy agradable la lectura de tu relato, y con un final sorprendente a la vez que tierno. Me gusta esa distensión del final, ese pequeño toque de humor con la poesía infantil que roba una sonrisa al lector.
    En cuanto a la forma ya te ha dicho Charola varias cosas importantes.
    Es verdad que nos da pereza fijarnos y corregir. A mi me ha pasado siempre, pero ahora soy más disciplinada. Ante cualquier duda lo consulto y repaso varias veces el texto.
    Así que mucho ánimo, Calihope, que aquí todos estamos aprendiendo.
    Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:56
  6. Hola Calihope,
    Gracias por tu visita. Me ha encantado tu cuento. Me pillaste con ese final inesperado. Tuve que transformar mi imagen del protagonista en un segundo para que alcance el tamaño de un niño de 7 años. Menudo gimnasia mental. La idea es original y está dentro de las mejores opciones a las que se podían acceder a partir de laropuesta. Felicidades.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 15:40

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