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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL POETA - por Alberto C.

Blasco se introdujo los extremos de una bufanda que llevaba bien anudada al cuello dentro de su abrigo, y se abrochó las trabillas en los botones alargados. Estaba sentado, con las piernas cruzadas, en uno de los bancos de su avenida. A pesar del frío sujetaba con su mano desnuda un pedazo de papel amarillento, del tamaño de una cuartilla, con algo escrito en tinta flamígera. Algo que le cambiaría la vida. O que podía hacerlo. Solo tenía que efectuar la orden que se infería: marcar el número.

Con un movimiento quedo se introdujo la otra mano en un bolsillo y sacó su teléfono móvil, algo anticuado para los tiempos que corren, pero suficiente para él.
—¿Emma, eres tú? —dice Blasco, indiferente.
—¿Halo? ¿Quién es?
—Soy yo, Blasco.
Silencio.
—Te llamaba por lo del poema… —prosigue.
—Plaza de la Fuente, número 5, en Salamanca, esta tarde a las ocho. Si llego con retraso, espérame.
Y antes de colgar añade: «Pero no me hagas esperar».
Blasco esboza una leve sonrisa tras meditar la conversación. «Emma no ha cambiado nada», se dice elevando la mirada al cielo, «qué mujer».

La temperatura ha decaído aún más, y Blasco se ha visto obligado a agregar un par de guantes a su indumentaria. Camina con decisión.
—Llegas tarde —señala Emma en un tono viperino mientras le observa aproximarse—. Como siempre.
Blasco mira de reojo su reloj. Eran las ocho y dos.
Ambos se adentran en la cafetería de la esquina y se sientan en una mesita para dos. Perdidos entre la multitud.

La conversación está en un punto muerto. Encima de la mesa yacían un par de tazas de café, ya vacías, y una hoja cuadriculada con ondulaciones; señales que afirmaban que había sido convertida en un ovillo en algún momento; además había sido arrancada de mala manera puesto que una de las esquinas estaba cortada. Por el centro de la hoja había unas líneas escritas a mano, en prosa. Se trataba del poema de Blasco.
—Antes me los escribías a mí, maldita sea —farfulla Emma.
Blasco no sabe muy bien qué decir. Emma interpreta su silencio.
—¿Para qué me has llamado, Blasco? —Hace una pausa—. Creo que te dejé muy claro que solo llamaras al número que te di cuando realmente estuvieras dispuesto a…
—Colaborar —termina Blasco—. Sí. Lo sé. Pero podemos buscar otra solución. Es muy sencillo, mira…
—¡No hay otra solución! Por Dios —vocifera Emma llevándose las manos a la cabeza, y atrayendo miradas furtivas de algunas mesas—. Firma el dichoso papel de una vez, ¿quieres?
Blasco se sintió avergonzado ante la desesperación de su ex pareja. Asintió pesadamente, con el rostro ensombrecido, y entornó los ojos al son que musitaba un «Vale» apenas audible.
—¿Qué? Habla más alto —vaciló Emma, aún con algunos pares de ojos puestos en ella.
—Que firmaré tu papel, o lo que sea que quieras que firme.
Su ex pareja se dejó desplomar en la silla, adoptando una postura de serenidad y de victoria.
—¿Ves qué bien? Ahora podrás seguir escribiendo esos tan apasionados poemas tuyos sobre la esa muchacha. Y, oh, házselos llegar, porque, claro, después de las noches que habéis pasado juntos, no estaría de más que la pobrecilla supiese que piensas en ella, y que no fue simplemente un objeto de mísera lujuria. ¿O es que realmente fue así, Blasco? Sea lo que sea, me largo, y no quiero saber nada —añadió Emma mientras se levantaba, y se acomodaba el abrigo que había colgado en el respaldo de su silla—. Tengo que recoger a Miguel, que ya estará a punto de salir del cumpleaños. Te llegará el escrito por correo.
Y se marchó.
Blasco se quedó petrificado en su asiento, perdido en sus ensoñaciones, y sintiendo una mezcla de odio y admiración hacia Emma y sus palabras burlonas. El tiempo pasa despacio y los pensamientos se encadenaban solos, impulsados por su propia corriente. Desde un primer momento, Blasco supo que realizar esa llamada significaba el fin de una vida y el comienzo de otra. Pero realmente no sabía lo que se le venía encima.

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17 comentarios

  1. 1. Alberto C. dice:

    ¡Hola lector!
    En primer lugar, quería darte las gracias por haber leído mi pequeño relato. La razón de esta anotación es debido a que no sé si ha quedado bien claro el final. Mi “El Poeta” trata de: Emma le entrega a Blasco un número de teléfono, y le indica que llame cuando esté dispuesto a firmar los papeles del divorcio con ella.
    Siento la incertidumbre, en el caso en el que la haya habido.

    Un abrazo,
    Alberto C.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:43
  2. 2. Andy dice:

    Hola, Alberto. He leído tu relato y, a decir verdad, me ha gustado mucho. Tu forma de escribir sencilla, pero profunda, me agrada. Te agradezco también por la aclaración que hiciste acá en los comentarios, pues en un principio pensé que Emma era una editora y que el papel era un contrato de edición para los poemas de Blasco.

    Déjame decirte que el hecho de que hayan diferentes interpretaciones para un texto tan corto es algo peligroso. Puede hacer que los lectores comprendan algo totalmente diferente a lo que tú buscabas transmitirles. Aunque también puede ser algo bueno, pues la aporta riqueza al texto. Te felicito. Sigue así 😉

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 18:38
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Alberto:
    Gracias por tu generoso comentario. Tendré en cuenta tu aporte.
    En cuanto al tuyo, primero permíteme decirte que la lectura y la apreciación de un texto requiere de un escritor y un lector y no siempre el lector aprecia lo escrito como lo pensó el autor. Depende de muchas cosas: la capacidad intelectual, la formación, incluso el medio en que vive cada uno. Por eso un mismo texto puede tener valoraciones tan diferentes.
    Creo que el relato es muy claro y no necesita una explicación adicional. Eso ha sido sólo una duda tuya.
    Mi duda está en que el “poema de Blasco” está escrito en prosa.
    Me gustaría salir de la duda.
    Nos leemos.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 18:59
  4. 4. Alberto C. dice:

    ¡Vaya por Dios! Qué fallo. Por supuesto que el poema de Blasco está escrito en verso. Muchas gracias, Luís, ni me había dado cuenta.

    Un saludo.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 19:04
  5. 5. Earendil dice:

    Hola, Alberto C.
    Ante todo quiero agradecerte tu paso por mi relato (tan temprano) y tu amable comentario.
    Coincido plenamente con los comentaristas anteriores respecto a las diferentes interpretaciones que los diferentes lectores pueden hacer de un texto. Por otro lado, tu relato no necesita de ninguna aclaración, al menos por mi parte; creo que se intuye claramente su significado.
    Por otra parte, puede llegar a pensarse de cierta falta de seguridad por tu parte en el escrito (permíteme la licencia de poder decírtelo, no me gustaría que me malinterpretaras) No sé si llevas mucho tiempo escribiendo o, tal vez, sí escribías pero no hacías públicos tus relatos. Te lo digo, precisamente, porque a mí también me pasaba mucho al principio, siempre dudaba que quienes los leyeran entendieran bien el mensaje, más que nada por si no había sabido trasmitirlo bien. Luego me aconsejaron que no subestimara al lector, y tenían toda la razón del mundo. En un sitio como este, donde estamos para aprender y ayudarnos unos a otros, vale la pena ver qué pasa y, si surgen dudas en los lectores, ya te lo indicarán y sugerirán cambios.
    Dejando aparte la perorata, voy a indicarte el que, para mí, sí es un detalle que debes tener en cuenta y mejorar. A lo largo del texto cambias continuamente de tiempo verbal: o cuentas en pasado o en presente, que el narrador se sitúe respecto de la acción en un solo tiempo, el que mejor se adapte a la historia que estás contando. En el caso de tu historia, creo que gana fuerza si la narras en presente que, de hecho, usas más a menudo. Te voy a dejar un enlace que te ayudará al respecto https://javierpellicerescritor.com/
    Me alegro de haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo.
    Espero leernos pronto

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 17:57
  6. 6. Alberto C. dice:

    Muchas gracias por tu mensaje, Earendil. Sí, llevo escribiendo relativamente poco, y lo que el tiempo me permite (la universidad, y esas cosas). Tienes razón en cuanto a lo del tiempo verbal, y quería darte las gracias por señalarlo; ya está corregido en mi documento.
    ¡Muchas gracias por pasarte y comentar! Ha sido una gran ayuda. Le echaré un vistazo a la web que has compartido.
    Un saludo.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 18:37
  7. 7. Don Kendall dice:

    Hola Alberto C
    Te han hecho aportaciones muy interesantes, concretamente Earendil. Sería muy recomendable que las siguieras.
    En general,EMDO tal vez haya un exceso de adjetivos o modificadores de nombre, además de reflexivos innecesarios (“se introdujo”).
    La voz narrativa de un narrador entrando y saliendo de la historia y el punto de vista como narrador omnisciente (el último párrafo es un compedio de esa omnisciencia, o saberlo todo por parte del narrador.
    En resumen es un texto que tal vez te merezca la pena darle un par de meneos y pueda quedar “visto para sentencia”. Gracias por esta aportación que permite opinar y aprender de tu trabajo. Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 18:50
  8. 8. Amadeo dice:

    Alberto C.
    Buena historia de infidelidad y separación. No veo a un real poeta. (no corresponde al título) Encontré, para mi gusto DEMASIADOS detalles innecesarios (vestimenta de él, dónde estaban los abrigos de ella, etc., que no aportan a la historia.
    De acuerdo con comentarios anteriores: Revisar tiempos verbales.
    Dices: en uno de los bancos de su avenida. NO sé cual es SU avenida.
    Creo sería más claro: los bancos de una avenida (cualquiera para el lector)
    No conozco una tinta flamígera.
    Hay partes que me cuesta leer y comprender lo dicho.
    Buenos los diálogos

    Estoy en el 32 por si quieres leerlo y comentar
    Amadeo – Argentina.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 00:15
  9. 9. Alberto C. dice:

    Muchas gracias por tus palabras Don Kendall, quizás tengas razón y debí de haberle dado un par de meneos, como dices tú, antes de enviarlo. Y Amadaeo, gracias a ti también. Por cierto, con tinta flamígera quería decir tinta roja; me pareció una manera un poco más original. Ah, y el poeta es Blasco. Enseguida me paso por el tuyo a comentarlo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 10:41
  10. 10. Don Kendall dice:

    Hola Alberto C.
    Con tu permiso, hago una puntualización. Como bien sabes, esto es un taller de trabajo, y no debería ser considerado como un punto final, tipo concurso, editorial etc. En cierta medida somos unos con otros lectores beta de la obra del resto de compañera y compañeros de afición.
    Dicho lo anterior, la expresión de “merezca dar un par de meneos” es en el sentido de considerar tu trabajo como listo para presentar como producto final. Por el contrario, está muy bien la presentación de los trabajos en este taller (que no “galería de exposición” jeje), para que puedan ser desmenuzados con “cariño fraternal”;-). Eso sí yo siempre tengo en cuenta aquello que parece que dijo el maestro Ernest Hemingway : “El primer borrador de cualquier cosa es una mierda. Por lo demás como te dije, es un buen trabajo eso sídicho EMDO (EnMiDespreciableOpinión)

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 12:14
  11. 11. Leosinprisa dice:

    Hola Alberto C.

    Me encuentro con un relato que me introduce en la vida de un hombre convulsionado por sus propias pasiones. Consciente de que una parte de su mundo ha concluido, mientras otra se abre con todas las incertidumbres que conlleva un futuro abierto a lo desconocido.

    Creo que te has esforzado en crear un texto imaginativo para describir esa sensación (supongo que el papel que firma es el del divorcio), de una forma elegante. A mí me ha gustado y a pesar de las pequeñas puntualizaciones que te han hecho los compañeros y me han dejado sin nada más que decirte, me ha agradado su lectura y lo he disfrutado.

    En cuanto a mi texto (papá y mamá) me fustigaré durante una semana (o dos, todo depende de los nudos del látigo) por tan imperdonable error. Uno se fija en el árbol y olvida el bosque, muy propio de mí que soy un eterno despiste.

    Agradecido por el comentario en mi texto. Un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 08:44
  12. 12. Laura dice:

    Hola Alberto C.
    Tuve algunas confusiones en ciertas partes: el número de teléfono me llevaba a algo como un trato con el diablo, más escrito con tinta roja, pero es cuestión personal.
    Por lo demás, el relato,superando la parte inicial, fluye naturalmente.
    Sigue escribiendo. Todos actuamos como lectores beta, como te ha señalado Don Kendall. La gran mayoría somos aficionados, las letras nos llaman y cuando enviamos nuestro texto consideramos que hemos hecho nuestro mejor esfuerzo, aunque al instante de haberlo enviado es frecuente encontrar un inmenso error, pero ya está. Sigue escribiendo. Lo haces muy bien a pesar de los detalles.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 11:26
  13. 13. Alberto C. dice:

    No te preocupes Don Kendall, lo había entendido. Aún así, gracias por la aclaración. Y gracias por tus tan agradables palabras, Laura. Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 14:41
  14. 14. IreneR dice:

    Buenas, Alberto C.

    Me ha gustado tu relato. Ha sido entretenido de leer. Y tu primer comentario aclaratorio no me pareció necesario, creo queda claro que están hablando de los papeles del divorcio.

    En general me gustó, aunque me parece que hay demasiados adjetivos y palabras que recargan la trama y algunas veces no aportan demasiado a la historia.

    Algunas cosillas que me han llamado la atención:

    “Con un movimiento quedo”, nunca había utilizado la palabra “quedo” en ese contexto y no me queda muy claro como es ese movimiento, ¿lento?

    “Ahora podrás seguir escribiendo esos tan apasionados poemas tuyos sobre la esa muchacha.” Sobre la esa, ahí se coló una palabra. Y para mí, el “tan” sobra. Es uno de los ejemplos de palabras que me parecen que no son necesarias, tan solo hacen la lectura un poco más lenta. Pero esto es mi opinión personal.

    Espero que nos sigamos leyendo.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 10:19
  15. 15. Rita dice:

    Hola, Alberto 🙂
    Mis disculpas por la tardanza. He tenido mucho lío y, encima, siempre dejo las cosas para el último momento. Pero ya estoy aquí.
    Para empezar, me ha gustado mucho tu relato. Ha sido tan ameno y fluido que lo he leído rápidamente; quiero decir, que no se ha hecho para nada pesado. Has conseguido que me metiera de lleno en la historia, como si yo fuera el escritor. Al principio, me he sentido muy ilusionada, ya que me sentía en el papel del protagonista, pensando que lo que iba a firmar era un contrato con una editorial. Hasta que tú aclaras que se tratan de los papeles del divorcio. Yo sí creo que deberías haberlo dejado un poquito más claro en el texto. Es verdad que con una segunda lectura lo he visto más claro, pero sabiendo ya lo que habías querido escribir; por lo tanto, ya estaba predispuesta a entender lo que querías decir.
    A IreneR le aclaro que esta frase está bien escrita: “Con un movimiento quedo”. Exactamente, en este contexto es un movimiento lento. Obviamente, no puede ser quieto.
    En cuanto a esta frase: “Ahora podrás seguir escribiendo esos tan apasionados poemas tuyos”, creo que está bien. Aquí “tan” me parece que es un énfasis que el personaje añade para darle fuerza a sus palabras, con una connotación, creo yo, peyorativa.
    Bueno, ahora voy a señalarte algunos mejorables:
    1. “Solo tenía que efectuar la orden que se infería”. Me suena extraña la frase por el verbo “inferir”. Creo que es demasiado formal. Y si, además, le añades el verbo “efectuar” da la sensación de que trata de negocios.
    2. “Con un movimiento quedo se introdujo la otra mano en un bolsillo…”. Cuando el orden de la frase ha sido invertido, debes poner coma. El orden lógico sería éste: “Se introdujo la otra mano en un bolsillo con un movimiento quedo.” Aquí no lleva coma, pero, al invertirla, quedaría así: “Con un movimiento quedo, se introdujo la otra mano en un bolsillo…”. Hay una entrada en literautas que habla sobre el uso de la coma y menciona este punto. Te dejo el enlace por si quieres echarle un vistazo:
    https://www.literautas.com/es/blog/post-12950/como-usar-la-coma-correctamente-en-un-texto-literario/
    3. “sacó su teléfono móvil”. Aquí podrías ahorrarte una palabra si suprimieras “teléfono”. Así también queda bien, pero más importante es que te ahorras una palabra: “sacó su móvil”.
    4. “—¿Halo? ¿Quién es?”. “Halo” es un sustantivo, ese círculo luminoso que se ve encima de las cabezas de las imágenes religiosas. Lo que tú querías utilizar es la interjección “aló”, sin “h” y con tilde en la “o”: “—¿Aló? ¿Quién es?”.
    5. “—Plaza de la Fuente, número 5, en Salamanca, esta tarde a las ocho. Si llego con retraso, espérame.
    Y antes de colgar añade: «Pero no me hagas esperar».”. Debería estar escrito así:
    —Plaza de la Fuente, número 5, en Salamanca, esta tarde a las ocho. Si llego con retraso, espérame. —Y, antes de colgar, añade—: Pero no me hagas esperar.
    Primero, todo forma parte del diálogo, por lo que debes añadirlo a lo que ella está diciendo. Segundo, en el inciso del narrador (“Y antes de colgar añade”) debes poner las dos comas, ya que “antes de colgar” es una aclaración. Fíjate cómo tiene sentido por sí sólo “Y añade” si quitas la aclaración, por lo tanto, ya sabes que es una explicación y que podrías prescindir de ella sin quitarle sentido a la frase. Por lo tanto, entre comillas: “Y, antes de colgar, añade”.
    6. “esboza una leve sonrisa”. Me parece redundante, ya que “esbozar” significa insinuar un gesto, por lo que ya se entiende que la sonrisa es leve. Otra palabra innecesaria que podrías haberte ahorrado: “esboza una sonrisa”.
    7. “«Emma no ha cambiado nada», se dice elevando la mirada al cielo, «qué mujer».”. Creo que “qué mujer” podría ser un punto y seguido de “Emma no ha cambiado nada”, por lo que lo comenzaría en mayúscula y, además, lo pondría entre exclamaciones, ya que es eso, una exclamación (aunque sea un pensamiento): “«Emma no ha cambiado nada», se dice elevando la mirada al cielo. «¡Qué mujer!».”.
    8. Veo que en la primera escena utilizas el tiempo verbal en pasado y, más adelante, cambias a presente para volver a escribir en pasado al final. Debes mantener en todo el texto el mismo tiempo verbal.
    9. “yacían un par de tazas de café”. Es un error muy común concordar el verbo con el sustantivo equivocado. En este caso, veo que concuerdas “yacían” con “tazas”, pero es con “par” con que debes concordar el verbo: “yacía un par de tazas de café”.
    10. “además había sido arrancada de mala manera puesto que una de las esquinas estaba cortada.”. Aquí faltan dos comas: “además, había sido arrancada de mala manera, puesto que una de las esquinas estaba cortada.”.
    11. “líneas escritas a mano, en prosa. Se trataba del poema de Blasco.”. Creo que esto ya te lo han dicho y que ha sido sólo un despiste. “Verso” en lugar de “prosa”: “líneas escritas a mano, en verso. Se trataba del poema de Blasco.”.
    12. “—Colaborar —termina Blasco—. Sí. Lo sé. Pero podemos buscar otra solución. Es muy sencillo, mira…”. Le ha interrumpido o continuado lo que estaba diciendo, como quieras. Por lo tanto, tienes que mostrarlo también gráficamente. Y, además, yo pondría coma entre “Sí” y “Lo sé”. Si lo lees en voz alta te darás cuenta de lo breve que es la pausa: “—… colaborar —termina Blasco—. Sí, lo sé. Pero podemos buscar otra solución. Es muy sencillo, mira…”.
    13. “llevándose las manos a la cabeza, y atrayendo miradas”. Aquí la coma es innecesaria: “llevándose las manos a la cabeza y atrayendo miradas”.
    14. Más comas innecesarias y algunas que faltan:
    -“—Que firmaré tu papel, o lo que sea que quieras que firme.”.
    -“que piensas en ella, y que no fue simplemente un objeto de mísera lujuria.”.
    -“¿O es que realmente fue así, Blasco?”.
    -“mientras se levantaba, y se acomodaba el abrigo.”.
    -“perdido en sus ensoñaciones, y sintiendo una mezcla…”.
    -“Pero realmente no sabía lo que se le venía encima.”.
    Debería ser así:
    -“—Que firmaré tu papel o lo que sea que quieras que firme.”.
    -“que piensas en ella y que no fue, simplemente, un objeto de mísera lujuria.”.
    -“¿O es que, realmente, fue así, Blasco?”.
    -“mientras se levantaba y se acomodaba el abrigo.”.
    -“perdido en sus ensoñaciones y sintiendo una mezcla…”.
    -“Pero, realmente, no sabía lo que se le venía encima.”.
    Y ya está, jaaja. Una cosa que no he entendido es la admiración que sinte Blasco por Emma. Te agradecería que me lo explicaras:)
    En fin, como ya te he dicho, me ha gustado mucho tu relato. Sigue así. Espero haberte ayudado con todos estos mejorables.
    Un saludo!

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 15:00
  16. 16. Alberto C. dice:

    Muchísimas gracias por tu comentario, Rita, es de gran ayuda. En cuanto a tu duda, te respondo: Blasco siente esa “admiración” hacia Emma porque es su ex mujer. He intentado plasmar que todavía siente algo por ella, o algo por el estilo. Espero que esto te aclare. De todas formas, te comento también que mi objetivoi era escribir sobre un hombre que mete la pata con su pareja pero aún está coladito por ella.de nuevo, gracias por tu comentario. Un abrazo.

    Escrito el 2 marzo 2018 a las 15:13
  17. 17. Rita dice:

    Gracias a ti, Alberto, por la aclaración 🙂
    Fue esa la sensación que me dio. Él tan tranquilo o callado ante la agresividad de ella me pareció un tanto extraño.
    Saludos.

    Escrito el 2 marzo 2018 a las 18:15

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