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El poeta - por GLORIA
EL POETA
Se refugiaba en sus versos. Era en ellos en el único lugar donde se sentía el mismo. Los últimos meses de su vida estaban estampados con tinta en aquel papel rugoso.
Aquel amor inesperado, había irrumpido en su realidad poniéndola patas arriba. Como un tornado, esa pasión, le había dejado desnudo y huérfano de principios. Un sentimiento agridulce producto de un amor clandestino. Ciego, voraz e imparable su amor se escondía entre esas líneas que separaban los versos de sus poemas. En ellos su historia, solo era evidente para los más astutos.
El poeta ahogaba su soledad cada noche hilando las palabras que fluían espontáneamente de su alma. Se recordaba de niño vomitando todas sus inquietudes en aquel cuaderno rojo de tapa dura que le había regalado su abuelo. Aquella noche el poeta se sentía como ese niño grácil, de corta edad, que miraba a su padre con admiración y se refugiaba tras sus cuentos y sus libretas cuando creía haberle decepcionado. Se sentía como entonces, inseguro y atemorizado pero colmado de ilusión. Una ilusión que compartía con ella, y que a pesar de vivir en una mentira, les daba la fuerza necesaria para seguir luchando.
Sus versos se habían convertido en el lenguaje secreto a través del cual podían comunicarse y en sus poemas lucía, discreta pero a voces, su historia de amor. Un amor como nunca habían sentido.
Arrastraban un pasado, que se traducía en un presente de ataduras y lazos desgastados consecuencia de relaciones acabadas. Durante años se habían sentido enjaulados en una vida de falsas apariencias y escaparate, donde hacían lo que se esperaba de ellos, sin ninguna pasión.
Bajo la luz tenue de su lámpara, en el sótano de la casa, donde solía esconderse, se fumaba el último cigarrillo del día. Todo permanecía en silencio, cuando reparó en la idea de que en ese hogar que ya no sentía suyo, se hallaba una gran parte de aquel hombre que durante muchos años fue. Detrás de él, en la pared, vio la imagen del niño que llevaba tiempo atrapado en su propio reflejo. Le incitó a resurgir de las cenizas y ser valiente, le inquirió para que fuera consecuente y arriesgara por su felicidad. Estaba dispuesto a decir la verdad, a descubrirlo todo, a acabar con esta farsa que le quemaba por dentro.
Entonces en la oscuridad de la sala, apareció su mujer. Con el rostro ajado, desolada, portaba en las manos temblorosas un móvil. Se lo arrojo y con voz ahogada le dijo:
LO SE TODO, DIME QUE NO ES VERDAD.
GLORIA,
Pude percibir, lo angustiado que se siente el poeta y lo infeliz que es en casa. A pesar de vivir el amor “verdadero” parece no disfrutarlo, lo que hace el relato sombrío; excelente que puedas transmitir esos sentimientos. Me hubiese gustado conocer un poco mas el trasfondo de la historia, quizás haya alguna continuación.
Mi recomendación, es hacer la escritura un poco mas ligera para que sea mucho mas fácil de leer y entender.
Espero contar con tu apreciación en mi relato, el numero 154.
Tu relato está muy bien. Es una historia muy interesante. Tienes mucho vocabulario y lo usas bien. Creo que deberías repasar algunas tildes:”Era en ellos en el único lugar donde se sentía el mismo”. El último “él” es pronombre. La última frase en mayúsculas deberías ponerla como diálogo para mostrar visualmete la fuerza que encierra.
Enhorabuena!!
Saludos desde el 155
Buenas, Gloria.
Un relato muy bueno. Plasmas a la perfección la angustia del poeta y sus vaivenes de pensamientos.
Como consejo te diría que revises un par de veces el texto antes de darlo por finalizado pero por lo demás ha sido una buena lectura. Felicidades.
Ando por el número 8 por si te apetece pasar y dar tu opinión.
Un saludo y nos leemos.
Buenas Gloria;
El relato en sí es bueno, aunque se queda (a mi parecer) corto en el desarrollo de la trama por seguir una estructura convencional. Podría ser un interesante comienzo de algo más extenso (ahí lo dejo). Cuida también algunas repeticiones (aquel)
Por lo demás, una estupenda descripción del estado anímico del protagonista.
Espero tus comentarios (72). Nos leemos.
Hola Gloria: No hay nada como el amor para inspirar los versos mas bonitos y desgarradores que se puedan escribir, y si ese amor es clandestino ya para qué contar. Tu relato refleja muy bien los sentimientos de ese poeta enamorado. El final es un poco abrupto, la última frase escrita en mayúsculas, acaba de un plumazo con toda la poesía del texto.Pero me ha gustado la tristeza que emana de el.
Un saludo.
Hola, Gloria, me gustó tu cuento, me solidarizo con los demás y comparto las opiniones, lo único que me hubiera gustado sería otro final, tal vez poético. Enhorabuena.
Fdo. Ocitore