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La poeta - por Kaila

De nuevo, otro más.

Era el tercero que se encontraba esa semana. Ciego, sin ver más allá de los recuerdos de su mente, como no, implantados.

Ella era solo una niña, pero lo sabía todo. Había nacido con el don de ver la verdad. Pocos había como ella, difícilmente sobrevivían, pues el rey los mandaba ejecutar en cuanto diesen señales de “estar despiertos”. Recordaba vagamente a su madre, la cual la había abandonado cuando tenía seis años a su suerte. Probablemente ella solo quería protegerla, o protegerse, o quién sabe, quizás solo estaba asustada. Los niños de seis años suelen preguntar. Lía, no necesitaba preguntar, tenía ya todas las respuestas que quería. ¿Y qué hay de malo en esto? Preguntaréis, quizá en otra vida una palabra similar, pero no exacta a este fenómeno se llame “superdotado”, pero en esta, ni se acerca al don que poseen estos niños.

Lía sabe dónde vive, y no se refiere al campo o a la ciudad, se refiere a que sabe qué espacio ocupa en el universo. Si es capaz de saber esto, por tanto, también es capaz de saber a menor escala el rol que representa en la sociedad. También el de los demás, como el de ese hombre, sentado en el suelo con los ojos cegados. Lo que le ha pasado es lo que viene a llamarse sobreexposición. ¿A qué? ¿A la magia? No, pero parecido. A la esencia del aire que respira, adulterado por quien puede comprarlo. ¿Cómo es posible comprar el aire? Bien, no es algo que se compre con dinero realmente… es difícil de explicar, puede que en otro momento.

Siguiendo con la historia, Lía pronunció su conjuro:

“Ojos blancos,
alma gris,
vida sin matiz,
se consciente del campo,
no respires,
no mires,
solo siente,
lo que tienes delante,
una realidad ambulante,
que nunca miente.”

Los ojos del hombre se llenaron de color, pardusco, como antaño. Pero más que alivio y alegría por recuperar la vista, su cara reflejó el miedo, incluso terror. Lía puso la mano en su frente:

—Ahora sabes —le dijo.
El hombre cambió la expresión de su cara, de aterrado a decidido.
—Ahora sé
—Bien —Lía retiro la mano de su frente—. Diles a los demás que ya sabes.
Sin una palabra más, el hombre se levantó y echó a correr.

Allí iba otro más, un rebelde. Y esa era la misión de Lía, contar la verdad, remendar las mentiras del rey. Ese era su papel, de niños como ella no nació la rebelión, nació de las personas que liberaban, pero sin duda eran la joya más preciada de los rebeldes. Sus pequeños poetas. Estaban haciendo bien su trabajo. El rey no tardaría en caer.

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8 comentarios

  1. 1. Jesús López Conesa dice:

    Me quito el sombrero ante ti. Tu texto es original, atrevido y le da una vuelta de tuerca a todo el tema de los poetas. Me gusta mucho tu texto.

    Al principio haces un cambio de perspectiva quizás muy rápido pero lo cierto es que enriquece el texto.

    Un saludo y felicidades. Mi texto está abajo, el 68.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 11:03
  2. 2. Bea dice:

    Hola Kaila:

    Que pasada de texto. No puede ser más atrevida ni mas auténtica la firma en la que nos introduces de sopeton al comienzo del texto, en ese mundo distopico liderado por malos muy malos y buemos dispuestos a actuar.
    Así mismo, la foema en la que describes me ha parecido fantástica, me has transportado.
    No puedo dejar pasar la oportunidad de mencionar ese pequeño conjuro que la pequeña poetisa pronuncia porque es sencillamente perfecto.

    No puedo mas que felicitarte por tu trabajo porque como ya te digo me ha parecido brutal.

    Si te apeteciera pasarte, estoy dos más abajo.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 16:43
  3. 3. CarmenPO dice:

    Hola, Kaila.
    Me parece un texto original, la manera de abrir los ojos a la verdad es muy atrevido y el personaje de la poeta también.
    Felicidades.
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 12:31
  4. 4. Alf dice:

    Buenas, Kaila, me alegra ver que estás por aquí un mes más. ¿Cómo fue todo el tema del cambio de aires?

    Ya hablando de tu texto, quería comenzar comentando los dos errorcillos en los que más me he fijado al leerlo:

    – “¿Y qué hay de malo en esto? Preguntaréis,” Bien. Aquí yo no pondría en ningún caso el preguntaréis de después en mayúscula. A mi ver, sería algo como “¿Y qué hay de malo en esto?, preguntaréis (y aquí ya, un punto o un punto y coma para continuar, según tu gusto).

    – “se consciente del campo,” Si no me equivoco, este “sé” iría con tilde.

    Sobre el relato en sí, me ha parecido muy chulo el mundo que estableces en tan poco tiempo, introduciendo en apenas 400 palabras temas que pueden dar tanto de sí como el control que los gobiernos intentan establecer ante la sociedad, el dilema de si es mejor ser un ignorante feliz que un sabio infeliz, o cómo es solo cuestión de “devolver la vista” a la gente para que puedan darse cuenta de la situación en la que se encuentran; cómo la manera de cambiarlo todo es desde los pilares más básicos de la sociedad, poco a poco, más que a través de grandes héroes que se enfrenten solos a todo un mundo.

    En este sentido (y puede que esto suene muy “friki”), me recuerda a algunos planteamientos que te hace “Star Wars: The Last Jedi”. Con esa frase constante que pronuncia la rebelión (los “buenos”) en la peli de “somos la chispa que encenderá el fuego de la rebelión que acabará con la Primera Orden (los “malos” que controlan la galaxia de manera tirana)”; todo ello refiriéndose a que el objetivo de ese grupo de rebeldes sin casi recursos no es ganar las batallas directamente, sino dar esperanza a una mayoría de población oprimida, para que sepan que ahí fuera hay alguien luchando por ellos, y que es su responsabilidad unirse a su lucha si quieren conseguir un cambio. Incluso me ha venido a la cabeza esa frase genial que suelta Luke Skywalker cuando la rebelión va a buscarlo para que les ayude en su lucha: “Qué esperáis, ¿que salga ahí empuñando un sable láser y haga frente a todo un ejército yo solo?”, simbolizando así de nuevo que la fuerza la hace la unión de los débiles, y no la voluntad férrea pero poco eficaz de alguien con mucho poder.

    Bueno, después de haber soltado este tochaco porque “me he venio arribísima”, simplemente decir que es un texto muy interesante el que planteas, y que a partir de la parte final, cuando el hombre por fin “sabe”, para mí obtiene una fuerza espectacular en prácticamente cada palabra, elegida a la perfección.

    ¡Buen trabajo, y un saludo!

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 00:04
  5. 5. Kaila dice:

    ¡Muchas gracias a todos por los comentarios!

    Antes que nada he de disculparme por los errores del texto, soy consciente de ellos y los lamento. De hecho, a parte de los que me ha señalado Alf, hay unos pocos más… Y esto se debe a que no he tenido mucho tiempo de escribir al mudarme a otro país y comenzar a trabajar.

    En conclusión, comencé a escribir el texto a las 23:28 del día 15, lo mandé encima de la deadline, justo a las 00:00 (de hecho pensé que no iba a entrar).

    Pensaba en no participar, pero siendo el último taller en un tiempo tenía que hacerlo, si o sí, así que me dejé llevar por mis sentimientos y escribí el texto que veis aquí. Mi madre se llama Rosalía, en un pensamiento rápido tuve que llamar Lía a la protagonista. Quién sabe por qué, el inconsciente tira para casa.

    Aprecio muchísimo que os haya gustado un texto escrito de forma tan impulsiva y emocional como este, fue todo un reto para mí escribirlo en tan poco tiempo y tenía miedo al rechazo.

    Por tanto:
    -Muchas gracias Jesús y Carmen, me alegro que os gustara y que os pareciera original 🙂
    -Bea, de nuevo gracias por tu comentario y me alegro mucho de haberte transportado, ese es un objetivo que creo que tenemos que tener siempre presente al escribir nuestros textos ^^
    -Alf, muchas gracias por acordarte de mi pequeño viaje, es todo un detalle. Estoy supercontenta y todo me va bien. Y… me ha encantado la comparación con Star Wars, tú, como siempre, original en tus textos y en tus comentarios. Y, definitivamente, ese el mensaje que quería transmitir: los héroes no existen, nadie es imprescindible y es la gente unida la que consigue cambiar las cosas. Cada uno tiene un papel en esta vida y a veces solo hay que aprender a ver. ¡Me alegro de que te haya gustado!

    Corregiré las faltas de ortografía que me habéis comentado poner el texto en mi, casi recién creado, blog. En cambio en cuanto al texto, ni añadiré ni quitaré nada, a pesar de tener ahora más tiempo. Me enorgulleceré de sus errores y sus cosas mejorables, como recuerdo 🙂

    A todos, nos leemos.
    Un saludo
    Kaila

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 12:41
  6. 6. Labajos. dice:

    Hola Kalia: Soy tu vecino de abajo. Me encanta la gente que es capaz no sólo de escribir bien, sino dejar un mensaje, que recoge el reto que lanzó Gabriel Celaya:
    “Maldigo la poesía concebida como un lujo
    cultural por los neutrales
    que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
    Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.”

    No nos conocemos mucho, pero imagino que eres un poco Lía. Espero que sea así porque ciegos y anestesiados ya tenemos suficientes. Como ves, me ha impactado tu cuento. Me queda la duda de si es bueno que Lía conozca todas las respuestas, algo necesario en el contexto, pero es que la pobre se pierde la posibilidad de equivocarse, aún con toda su buena voluntad, algo que es muy humano y diferencia de otros sanadores.

    Espero poder seguir leyéndote

    Saludos, Jorge

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 02:40
  7. 7. Kaila dice:

    Hola Jorge,

    Muchisimas gracias por comentar mi relato, me alegro de que te gustara y que me dejaras este maravilloso poema.

    Tienes razón, soy como Lía, aunque ojalá supiese todo. Contestando a tu duda, claro que es bueno que alguien conozca todas las respuestas, pero la verdad duele, los niños como ella nunca llevarán una vida normal y les sangra el corazón de saber las injusticias del mundo. En cuanto a la posibilidad de equivocarse, la tiene, porque una cosa es saber la verdad y otra hacer lo correcto, ¿cuántas veces no nos habremos equivocado en la vida haciendo lo contrario a lo que sabíamos que había que hacer? El saber no anula ni el instinto, ni la parte emocional…

    Espero haber contestado a tu duda
    Nos leemos 🙂
    Kaila

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 10:50
  8. 8. cualquiera dice:

    Hola Kalia, me ha encantado tu texto. Dices que lo escribiste en media hora, me quito el sombrero ante este impulso cronometrado. He de decir que se nota la espontaneidad, pero que en este caso ha resultado en frescura. Los niños poetas con el don de despertar a la gente no sólo es una buena parábola de la sociedad en que vivimos, creas un pequeño mundo que va dejando preguntas que se pierden en la digresión, abren horizontes, y sin embargo, nos resultan suficientes.

    El estilo, la clave siempre es el estilo. El tuyo me ha transportado. Gracias.

    Y una nota mental: Kaila.

    Para que no se me olvide leerte el próximo mes.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 15:48

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