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Morir solo - por Altair Midnight

Web: http://paginasalalba.blogspot.com/

¿Merecen las buenas personas morir solas? Esa era una cuestión que siempre le reconcomía la cabeza a Blackbird. Le revoloteaba insistentemente como una mosca cojonera en verano. Desde luego, ¿quién era él para juzgar si alguien merecía o morir? ¿O para decir quién era buena persona o no?
Aquellos pensamientos eran especialmente recurrentes en mitad de las madrugadas. Llegaban a su dormitorio y le arrancaban el sueño a zarpazos, como una bestia voraz. Al final, desistía en su intento de volver a zambullirse en los mundos oníricos y se levantaba de la cama dispuesto a hacer algo más provechoso que dar vueltas en el colchón. De camino a la sala de estar, pasó por el umbral del dormitorio de su madre. El cuarto estaba vacío. Y así permanecería para siempre. Su madre jamás volvería a ocuparlo.
Murió sola en mitad de una multitud. Porque estar en mitad de un bullicio no es lo mismo que estar acompañado. Allí, en mitad de aquel gentío, nadie conocía a Laura Blackbird. Nadie sabía que le gustaba el olor de las naranjas al pelarlas. A nadie le importó cuando cayó al suelo, la vida derramándosele por los agujeros que las balas le habían abierto en el vientre y el pecho. Tampoco nadie se preocupó por descolgar su cadáver cuando apareció, putrefacto y desnudo, colgado de los muros del castillo, con un cartel donde podría leerse la palabra «monstruo» sujeto a su cuello con una cuerda raída. La imagen del cadáver de su madre, maltratado por las inclemencias del tiempo y los asaltos de las hambrientas alimañas de la ciudad, oscilando como si fuera un esperpéntico péndulo, aún torturaba a Jay.
Para tratar de evadirse de aquellos horribles recuerdos, Jay encendió la radio. Sintonizó la emisora del gobierno de la ciudad, en la que dos teólogos discutían la precisión de las fechas en las que se habían instaurado las celebraciones religiosas y el significado e impacto de las mismas en la sociedad del momento. «Dioses… » se dijo Jay a sí mismo. «Como si les importásemos lo más mínimo.» Giró la ruleta del novedoso receptor radiofónico que su madre le había regalado por su último cumpleaños, en busca de alguna otra emisora que le ofreciera algún entretenimiento más ameno. Cuando la aguja marcó la frecuencia de la emisora de la Pitonisa Azul y escuchó que alguien hablaba a través de aquella estación que él creía extinta, el corazón le dio un vuelco.
—Porque no podemos seguir consintiendo que los de arriba nos traten como a escoria. Porque cada día importa. La de nuestros hijos, padres o familiares. Pero también la de nuestros vecinos, amigos o conciudadanos desconocidos. Porque el pueblo no es nada cuando no nos preocupamos por los demás, pero juntos, somos la mayor fuerza conocida. Por eso, queridos camaradas, os insto a luchar por vuestros derechos. ¡Ya está bien de aguantar el pesado yugo de la aristocracia en silencio! ¡Es la hora del pueblo!
Aquellas palabras pronunciadas por un desconocido a altas horas de la madrugada inflamaron el alma de Jay Blackbird. Tenía razón. Ya era hora de actuar. Su madre importaba. No estaba sola, le tenía a él. Sin dilación, se puso el abrigo y la bufanda encima de la camiseta vieja y los pantalones que usaba para dormir, se calzó las botas y se enfrentó al frío nocturno para dirigirse al almacén abandonado donde aquella voz anónima citó a todos los que desearan plantarle cara a los déspotas que les gobernaban.
Caminó entre las brumas de la noche, donde los hedores de las cloacas se entremezclaban con los miasmas de las plantas de producción donde trabajaban como esclavos la mayoría de los habitantes de la ciudad a cambio de una miseria con la que pagarse un techo que se caía a pedazos y un trozo de pan duro. Las lámparas de gas iluminaban el empedrado de la calle lleno de charcos de barro y excrementos de caballo. Algunos carruajes aún cruzaban la ciudad, quebrando el silencio nocturno con los cascos de los animales trotando a través de aquella noche de luna creciente.
Cuando llegó al almacén, sus temores se disiparon. Pensaba que aquello pudiera ser una trampa para acabar con aquellos no simpatizantes con el régimen. De ser así, no le hubiera importado, pues sentía que no le quedaba nada por lo que luchar. Pero no era así. Aquello estaba lleno de hombres y mujeres dispuestos a cambiar el mundo. Era la hora de la revolución. No, nadie merecía morir solo.

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8 comentarios

  1. 1. paola dice:

    Hola Altaïr

    Me ha gustado mucho mucho tu relato.

    Hay dos cosas que no me acaban de encajar

    1) Jay dice que nadie se atrevía a bajar el cadáver de su madre, pero èl tampoco lo intentó. Yo contaría que esa anécdota sucedió cuando èl era un niño, eso toca mas el alma del lector.

    2) la pregunta inicial no acaba de convencerme, la respuesta es NO sin necesidad de un relato que lo explique. Yo plantearía algo como vengar una muerte es moralmente correcto?

    Con esa pregunta el lector se preguntará: que demonios ha pasado aquì? Y ya le has pillado.

    Espero haberte ayudado con mi comentario, de eso se trata esto, no?

    Saludos

    Escrito el 17 julio 2018 a las 20:03
  2. 2. Gabacha dice:

    A mí también me ha gustado tu relato. Especialmente el retrato de esa sociedad distópica, sobre la que quizás podrías haber concretado más.

    Me gusta también el estilo y la manera de contar. No es fácil utilizar periodos sintácticos largos sin que quede artificioso o ralentice la lectura. Y tú lo consigues, en mi opinión.

    Luego hay algunas pequeñas cosas, como en la arenga que escucha el protagonista en la radio. Dice:

    “Porque cada día importa. La de nuestros hijos, padres o familiares…”

    Entiendo que es una errata y querías decir “vida” y no “día”.

    Al cierre del relato también le daría una vuelta. Se repiten algunas palabras en un breve espacio, como aquellos o así, y creo que se podría sintetizar algo más.

    Un saludo.

    Escrito el 18 julio 2018 a las 07:31
  3. 3. Kathie G. dice:

    Hola Altair Midnight.
    Tu relato me ha gustado, me ha dado una sensación de distopía y hubiera sido genial que ahondaras más en ese recurso. Recalco igualmente el uso de la palabra “día” en lugar de “vida”, pensé lo mismo al momento de leerlo.

    Me ha gustado tu mensaje sobre ser valientes y no timoratos a la hora de defender una idea que pueda cambiar algo que marcha incorrectamente, sobre defender lo que uno cree sin importar las consecuencias que puedan acarrear. Aplaudo eso y te doy mi enhorabuena.

    Si quieres leer mi relato, estoy en el cuarto piso de la lista.

    ¡Un saludo y feliz escritura!

    Escrito el 20 julio 2018 a las 00:48
  4. 4. Shophie dice:

    Buenos días, Altair.
    Acabo de leer tu relato, que considero bien escrito y bien llevado, pese a que soy más de “utopía” que de “distopía”, pero cada cual tiene su estilo. Yo encuentro innecesario el párrafo que describe con detalle el estado del cadáver. Seguro que a otros lectores les encanta. Es cosa de gustos.
    Me gusta el mensaje que envías. Eso para mí es lo importante.
    Cómo te dicen, creo que hay un pequeño error: donde pone día, iría mejor vida.
    Si quieres coger el ascensor para bajar hasta el piso 107, allí te espera el ” eco de mi voz”.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos

    Escrito el 20 julio 2018 a las 08:16
  5. 5. Jesús López dice:

    Hola Altair. Me gusta mucho el rollo distopia/utopía que le has dado. El personaje Jay me parece un personaje sumamente voluble e influenciable,algo que has sabido transmitir de manera magnífica. Releyendolo te das cuenta de la estética de la revolución industrial que te ayuda a crear una imagen clara y una mejor atmósfera. Por último quiero añadir el estilo duro y directo del relato que facilita la inmersión y empatizar con un personaje que cae mal debido a su volubilidad de pensamiento y su carácter perdedor.

    Como pega diré que me es muy difícil ubicarme en tu relato,hay muchas ubicaciones y nunca sabes donde está el personaje.

    Un saludo, soy el 84 por si quieres pasarte.

    Escrito el 27 julio 2018 a las 13:34
  6. 6. Laura dice:

    Hola Altair.
    Me perdí bastante con los pocos elementos de ambientaciòn tan dispares: la radio, el carruaje y la madre colgada con el cartel de monstruo, que tampoco me queda claro el porqué del cartel ya que parece haber muerto en una manifestaciòn o revolución sofocada.
    En conclusiòn, me han quedado demasiados huecos en tu historia. Tengo que considerar lo de la sociedad distópica, pero igualmente no me termina de cerrar.
    Tal vez no estoy en mi mejor momento para interpretar tu texto. En ese caso, disculpa.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 28 julio 2018 a las 14:43
  7. 7. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Altair:

    Me gusta el estilo de tu relato, es muy fácil de leer a pesar de tener párrafos largos . También me gusta el cambio que da el personaje, de estar hundido y conformista a sentirse con fuerzas para luchar por los derechos que se niegan a ciertas personas.
    Saludos.

    Escrito el 31 julio 2018 a las 21:55
  8. 8. Altair_Midnight dice:

    Paola:

    Muchas gracias por leerme y por tus apuntes. La verdad es que mandé el texto con mucha prisa y sin revisar y hay varios fallos que podrían haberse subsanado. Espero que lo hayas disfrutado.

    Gabacha:

    De igual manera te agradezco las correcciones. En cuanto a la ambientación, es complicado poder desarrollarla máś en un formato tan reducido, intento dar alguna pincelada que haga que el lector perciba el mundo de Jay como un lugar en plena transición de lo primitivo a lo industrial, todo teñido con un toque de decadencia.

    Kathie G:

    Me alegra que te haya gustado el mensaje. Al final no pretende más que ser una denuncia social y hacer pensar al lector en la necesidad de ser una parte activa en el cambio necesario en el sistema.

    Sophie:

    Te pido disculpas si te resultó desagradable la descripción del cadáver en el relato. Creo que le aportaba cierta crudeza que daban una mayor sensación de decadencia al relato y que además servía para mostrar la crueldad del régimen tiránico que somete a la sociedad de Jay. Espero que hayas disfrutado del resto.

    Jesús:
    Me alegra ver que has entendido bien la personalidad de Jay. Es una persona de carácter débil (ni siquiera se atreve a auxiliar al cadáver de su madre) que necesita de apoyo externo para actuar. Sin embargo, al final consigue reunir el coraje para intentar ayudar a cambiar su mundo. Te doy la razón en que quizás debería haber hecho mejor la transición entre ubicaciones, es lo que tiene la falta de revisión.

    Laura: La ambientación no puedes situarla en ningún contexto precisamente porque es una distopía, eso es un rasgo de las mismas, que no se ajustan a ningun periodo temporal en concreto. Siento mucho que el texto no te haya encajado. Otra vez será.

    Toñi Avila: Gracias por el comentario. El texto pretende ser un mensaje para aquellos que, descontentos con algo de su vida, no se atreven a dar el paso y luchar por lo que desean. Como se dice vulgarmente, quien no llora, no mama.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, sin duda me servirán para que mi próximo relato sea un poquito mejor.

    Saludos cordiales,

    Altair Midnight

    Escrito el 5 agosto 2018 a las 22:23

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