Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

Penumbra - por JimeR.

El autor/a de este texto es menor de edad

¿Cómo quería vivir realmente?

Había pasado la mayor parte de su vida en las sombras. Allí, en la penumbra, donde no desapareces por completo en la oscuridad, pero no hay tanta luz como para que puedan verte con claridad. Había permanecido escondida, sintiéndose a salvo. Pensando que, quizás, si no la conocían lo suficiente, entonces no habría manera de que la hirieran.

Guardaba en su alma todo aquello que sentía, pensaba, imaginaba, creía, soñaba. Lo escribía todo en las hojas arrugadas de aquel cuaderno azul, solo para aliviar un poco el peso de tantas palabras que jamás había dicho y que, tal vez, jamás diría.

Nunca fue de muchas palabras. Se había manejado bastante bien así durante más de diecisiete años. Pero, por alguna razón, sentía que necesitaba, de una vez por todas, aliviar el nudo en su garganta y gritarle al mundo que, aunque no pareciera, ella sí existía. Era real, de carne y hueso, con sangre y oxígeno recorriendo sus venas, con actividad en todos los sistemas del cuerpo humano. Sí pensaba, sí sentía, sí era.

Pero, aunque quería dejar de ser invisible por lo menos una sola vez, no lograba encontrar aquel valor que tienen algunas personas para ser ellas mismas.

Tal vez ella no tenía ese valor.

Tal vez ella nunca lo tendría.

Había vivido toda su vida entre muros con la esperanza de que, algún día, alguien se animara a escalarlos y lograra hacerla sentir que ella realmente importaba. Pero jamás sucedió. Nunca nadie se interesó lo suficiente. Seguía viviendo encerrada entre los muros de aquel cuarto.

Y el cuarto estaba vacío. Y ella se sentía sola.

A pesar de todo, estaba acostumbrada a ese estado de invisibilidad en la cual no era percibida de ninguna manera: no era vista, no era oída, no era tomada en cuenta. Su existencia transcurría así, como siempre lo había hecho.

Tal vez había dejado de ser, pero aun así seguía existiendo.

¿Era posible seguir así? No estaba segura, no había manera de que pudiera saberlo. Lo único que sabía era que quería dejar de sentirse sola e insegura. Quería quererse y sentirse querida, quería tener valor, quería ser fuerte, quería ser ella misma, quería cumplir sus sueños, quería vivir.

Quería vivir sintiendo ganas de seguir viviendo.

Comentarios (4):

Helena Sauras

18/07/2018 a las 15:17

Hola, buenas tardes.

Me ha encantado tu texto.
Está bien escrito, estructurado y puntuado. ¡Te felicito!

Tratas una mezcla de temas, algunos muy profundos:
Ese miedo a que la conozcan, a mostrarse tal y como es, a que la rechacen. Esa inseguridad propia de la juventud (y de la gente que tiene baja la autoestima).
Quererse y sentirse querida. ¿Quién no desea eso? 😉

La soledad… De que alguien la rescate escalando los muros de su cuarto… Mucho mejor que ella misma sea la que salga de la penumbra y que encuentre el valor suficiente para hacerlo.

La invisibilidad, sin ser tomada en cuenta por nadie.

La última frase usando dos gerundios la encuentro original por el mensaje que transmite: Seguir viviendo…

Y te animo, claro está, a continuar escribiendo con ganas.

Espero leerte en un futuro.

¡Un abrazo!

Chus Galego

20/07/2018 a las 08:35

Hola, Jime.
Coincido en todo con Helena Sauras. Es un relato bien escrito y con sentido profundo. Pero creo que ganaría más si hubiese algún tip de intriga. Es una reflexión que describe psicológicamente al personaje, queda claro su estado de ánimo, pero un acontecimiento, aunque fuese fugaz, un hecho externo que justificase su deseo de seguir viviendo, enriquecería tu historia. Es solo una sugerencia.
Un saludo.

Manuel Jover

20/07/2018 a las 09:10

Bravo, Jime! Enhorabuena por tu relato y tu estilo sensible y a la preciso.
Suscribo los comentarios de Helena y no me quiero repetir. Solo te diré que conozco muchos adolescentes que se sentirian completamente reflejados en los miedos e inseguridades que tan bien describes.
Me gusta mucho la metáfora de la penumbra, y como aprovechas también la consigna del cuarto vacío y el reto de la pregunta, con esa respuesta final que a mi me resulta esperanzadora a pesar del tono triste de tu historia.
Me habría gustado leerte a esa edad, pero lo haré a partir de ahora.
Un abrazo!

M.L.Plaza

21/07/2018 a las 15:20

Hola Jime.
El relato está muy bien escrito. Supongo que has dedicado tiempo a corregirlo.
Me parece que hay cierta contradicción entre el primer párrafo y el resto del relato. Al principio dices que escondida se sentía a salvo.Pero el resto del texto lo desmiente.
¿Qué es lo que le ha hecho cambiar?
Ha sido muy interesante leerte.
Saludos

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *