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Barato, pero se le borran los ojos - por Manuel Jover

¿Y si esta vez envío un comentario?

No suelo hacerlo, no me gusta escribir en el apartado de opiniones de los clientes. Me da pereza, y pienso que no voy a poder expresarme adecuadamente.
Lo que sí acostumbro es a leer las críticas de otros usuarios antes de decidirme, me ayuda a elegir los productos con más criterio. Menos mal, porque la verdad es que desde que Berta me dejó estoy comprando de manera un tanto compulsiva on line.
Mi última adquisición llegó al día siguiente de realizar el pedido, porque soy cliente VIP, o Prime, o algo así. El embalaje no estaba muy cuidado, pero el montaje fue sencillo. Consistió básicamente en inflar la cabeza y el tronco y luego ensamblar las extremidades articuladas. El resultado era una imitación más o menos lograda de un ser humano. Lo menos natural era la cara, ya que las facciones estaban pintadas, unos enormes ojos y una sonrisa que le daban al muñeco un aspecto como de dibujo animado japonés, de cómic manga.
Lo llamaban El Acompañante Silencioso, un nombre poco comercial, la verdad. Lo había comprado porque detesto comer solo, así que lo coloqué en una silla de la mesa del comedor y durante unas semanas me distraje observando su pretendidamente amable rostro mientras deglutía los platos precocinados que me traían a domicilio desde el supermercado de la esquina y que suelo preparar en el microondas.
Poco más de un mes después de haberlo recibido tuvo lugar el accidente. El caldo con pasta oriental que había elegido para esa noche estaba ardiendo y al llevarlo a la mesa se escurrió entre mis escocidos dedos, con tan mala fortuna que se derramó sobre la cabeza de Koji, Así es como había decidido llamarlo, porque me recordaba al piloto de Mazinger Z, mi serie favorita de la infancia.
Fui a por una bayeta e intenté limpiar como pude el desaguisado, pero después de frotar un rato la cara de Koji me di cuenta de que sus ojazos nipones se habían desdibujado. El derecho estaba difuminado y el izquierdo como mirando hacia un lado, dando lugar a una mirada entre ausente y bizca.
Lo mantuve unos cuantos días más en su silla, aunque su nuevo rostro me parecía algo inquietante. Poco a poco dejó de gustarme su compañía y empezó a darme mal rollo, así que acabé por llevarlo a la habitación de los trastos, donde iba almacenando todos los productos que por una u otra razón habían resultado defectuosos. Allí habitaban la bicicleta de spinning a la que le faltaba una pieza, la estantería que no encajaba, los vinilos de segunda mano rayados…
Sé que parece ridículo, pero echaba de menos al Acompañante Silencioso. Se me ocurrió que podría dibujarle los ojos de nuevo. Realicé una búsqueda de pinturas apropiadas para superficies plásticas y pedí un lote que los clientes puntuaban con una buena relación calidad/precio, que como de costumbre llegó puntualmente al día siguiente. Bueno, faltaba un color, el verde pistacho, pero no lo necesitaba para mi labor de restauración.
Fui a buscar a Koji, pero el cuarto estaba vacío. Ni muñeco, ni bicicleta, ni estantería, ni discos… Nada. Nada a excepción del arcón heredado de mi madre, por cuya tapa entreabierta sobresalía la punta de un pie. Que no era del Acompañante, porque tenía las uñas pintadas. Me invadió un hedor insoportable, me mareaba. Salí de allí, cerré la puerta con llave y me recosté en el sofá que había comprado en el Black Friday, intentando entender.
Cuando me desperté, tomé una decisión.

Sí, publicaré un comentario sobre el producto. Y lo voy a puntuar con dos estrellas sobre cinco, creo.

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11 comentarios

  1. El relato es excelente! Felicitaciones. Pero tengo una gran intriga. ¿De quién era el pie con las uñas pintadas? ¿Y por qué el cuarto estaba vacío? Un saludo.

    Escrito el 17 julio 2018 a las 19:08
  2. 2. Amadeo dice:

    Manuel:
    Título intrigante, bueno.
    Buena descripción del muñeco humano… yo primero imaginé una muñeca inflable!!
    No encontré una historia fuerte, que me atrapara. Es una narración muy lineal y sencilla, no descubrí un conflicto fuerte y el desenlace me resultó débil.

    Muchos adverbios terminados en “mente”, que me molestan al leerlos (algunos muy seguidos). Idem para los gerundios (dicen que se deben utilizar pocos, lo mínimo posible.

    ¿Cuál fue la intención?: me ayuda a elegir los productos con más criterio o me ayuda a elegir, con más criterio, los productos.

    Saludos
    Amadeo
    Estoy en el 74 por si quieres leerlo y comentar tu areciación

    Escrito el 18 julio 2018 a las 01:05
  3. 3. Manuel Jover dice:

    Gracias a los dos! Os contesto en los comentarios a vuestros relatos!

    Escrito el 20 julio 2018 a las 09:12
  4. 4. miguel_madriles dice:

    Buenas. Te felicito por participar u por tu relato. Yo hubiese utilizado mejora adjetivos, para no hacerlo tan largo. Es sólo mi opinión.

    Escrito el 20 julio 2018 a las 17:06
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola Manuel.
    No sé muy bien cómo comentar tu texto. Me han parecido dos historias diferentes. Una hasta que echa de menos al muñeco: la historia es bastante lineal hasta ahí. Y a partir de ahí empieza otra historia. ¿El baúl se ha tragado los objetos?¿Es de Berta el pie?¿El cuarto huele a muerto?¿Qué es lo que tiene que entender, que tiene doble personalidad?
    El desenlace abre demasiadas posibilidades y ahí me he perdido.
    Aún asi, es un relato muy interesante.
    Saludos

    Escrito el 21 julio 2018 a las 17:25
  6. 6. María Jesús dice:

    Hola Manuel: Tu relato es muy curioso, parece que está escrito en tono de humor, quien no ha recibido alguna vez un artículo defectuoso enviados por esos gigantes que venden online. He captado la soledad del protagonista cuando es abandonado por su pareja y busca un acompañante de juguete. A partir de ahí lo veo escrito como si de un relato de humor se tratase y la verdad es que te pones en situación y resulta gracioso.Pero uando ocurre el desaguisado con la cara de Koji y lo destierra al cuarto de los trastos, ya la escena cambia y no termino de entender ese giro ¿De quien era el pie que sale del baúl? Está claro que el protagonista también se hace esa pregunta. A mi humilde parecer hay que pulir un poquito ese final, por lo demás el relato tiene su aquel. Saludos.

    Escrito el 23 julio 2018 a las 13:34
  7. 7. Manuel Jover dice:

    Gracias, Miguel, M.L. y María Jesús!
    Miguel, ¿A qué te refieres con los adjetivos? ¿Puedes ponerme algún ejemplo?
    M.L., es cierto que la segunda parte es demasiado críptica y suscita muchas dudas no aclaradas, la verdad es que lo escribí de un tirón para intentar reflejar la confusión mental del protagonista y el experimento ha resultado… pues eso, confuso!En efecto, el pie pertenece al cadáver de Berta. La idea era que los objetos en realidad estarían en la mente del personaje, sumido en una especie de delirio consumista en el que se mezclan fantasía y realidad.
    Maria Jesús, me alegro de que hayas pillado el punto humorístico. Y sí, estoy de acuerdo en que habría que pulir ese final.
    Gracias a tod@s!

    Escrito el 24 julio 2018 a las 10:16
  8. 8. miguel_madriles dice:

    Hola Manuel. Quería decir que hubiese utilizado menos descripciones (“”así que acabé por llevarlo a la habitación de los trastos, donde iba almacenando todos los productos que por una u otra razón habían resultado defectuosos”, ” un lote que los clientes puntuaban con una buena relación calidad/precio, que como de costumbre llegó puntualmente al día siguiente”) para hacer el relato más ágil. A eso me refería. En cambio, me encanta cuando describes el aspecto del muñeco, que nos haces imaginarlo como el dibujo de un manga.

    Escrito el 24 julio 2018 a las 13:19
  9. 9. Manuel Jover dice:

    Ok, gracias, Miguel, lo tendré en cuenta!

    Escrito el 24 julio 2018 a las 13:27
  10. 10. Pulp dice:

    Muy buen relato, original en la forma (un comentario en una tienda on-line), y con un giro inesperado! La única duda es… dónde está Koji??

    Un saludo

    Escrito el 1 agosto 2018 a las 00:27
  11. 11. Manuel Jover dice:

    Gracias, Pulp!
    La idea era que Koji existe únicamente en la mente del protagonista, pero me temo que ha quedado todo bastante confuso.

    Escrito el 1 agosto 2018 a las 08:38

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