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Sombras azulinas - por Amadeo Belaus
SOMBRAS AZULINAS
— ¿El cuarto estaba vacío? —preguntó ella, atónita y nerviosa tras escuchar las primeras palabras de su pareja, recién llegada.
— Te cuento —dijo él en tono pausado, simulando valentía—. Ya al abrir la puerta de mi habitación percibí una sensación extraña al tomar el picaporte: sentí una corriente de energía o algo así. Grité o intenté hacerlo, no lo recuerdo. «No fue para tanto», alcancé a pensar y entré. La sorpresa fue aún mayor, enorme y maléfica: la penumbra, una os-curidad engañosa invadía todo. La celosía de la ventana y el cortinado estaban cerra-dos y yo estoy seguro de haberlas de dejado abiertas para que, a la tarde, entrara sol. No comprendí ni aun comprendo que sucedió. «¿Quién habrá sido?», me pregunté en ese instante y avancé. Al rato, ya con los ojos acostumbrados a ese crepúsculo, descu-brí unas sombras azulinas, casi violáceas, informes y sin brillo que se desplazaban con parsimonia, como si flotaran a ras del piso. Acobardado, corrí hacia la puerta para es-capar. No pude. No supe cuándo ni cómo se trabó y ¡Esa puerta no tiene llave ni tra-ba!… Creo que las sombras, en un momento, me descubrieron porqué todas, sobresal-tadas, se juntaron en una de las esquinas. Yo, con más miedo que ellas me apoyé en la pared opuesta para alejarme del peligro y entonces noté que estaba tibia, caliente…. Todas iguales, las cuatro…, a pesar del frío que hacía en la calle. Quise gritar y abrir la puerta: no pude, ni una cosa ni la otra. Me sentía paralizado, tenso, con la respiración agitada y el corazón a mil.
— Por favor, un minuto. Me perdí con eso de la pared caliente —pidió ella, ayudándose con gestos y movimientos de las manos. Sus palabras contenían el asombro e incom-prensión por lo escuchado.
— Sí, tibias o un poco más… Sigo —aclaró él, molesto por la interrupción—. Fue entonces que esas siluetas fantasmales o lo que fueran, comenzaron a murmurar quejidos o la-mentos sinuosos, feos. Yo corrí hacia la ventana para abrirla para que entrara luz y que esas manchas o espectros desaparecieran. Justo antes de llegar, choqué con una de esas figuras azulinas… ¡Era compacta! ¡Y yo la veía translúcida!… Quedé mudo. Retro-cedí al escuchar risas burlonas. Mi furia y vergüenza crecían a la par. Volví unos pasos para pelearme con esos seres de luz inconclusa o monstruos. Cuando quise trompear-los, retrocedieron y se esfumaron. Solo quedamos yo y esa penumbra irreconocible. Los insulté: «Cobardes», «Gallinas». «Traidores». «Vuelvan». Les grité así por sentirme poderoso o valiente o loco. Los busqué en esa media luz, pero no estaban. Quedé solo, respirando ese aire húmedo, distinto, con cierto olor anónimo, que por suerte era suave aunque desagradable. Perplejo, e instintivamente, me acerqué a la puerta y sin esfuer-zos ni descargas insólitas, pude abrirla y salir.
— Entonces desaparecieron esos fantasmas —afirmó ella, en voz baja, dubitativa, con mi-rada pacífica.
— No dije que fueran fantasmas. Eran sombras amorfas, azulinas, algunas duras y otras vacías. Todas de igual tamaño, casi de mi estatura, pero ensanchadas, sin formas hu-manas. Sigo —repitió él—. Corrí hasta la calle y allí todo estaba normal: luces, autos, comercios abiertos, gente bulliciosa. Ya más tranquilo, llegué y aquí estoy, a tu lado… Sí, el cuarto estaba vacío.
Tu cuento me ha parecido interesante, consigues crear una atmósfera de suspense, pero encuentro que falla un poco el desenlace.
Después, has tenido un extraño problema con guiones que partían las palabras. Supongo que ha sido un problema de diferencia de formato de página.
Edmundo y futuros comentaristas:
El tema de las palabras partidas por guiones, es causado al copiar y pegar mi texto en http://WWW.literautas. Ya otras veces me sucedió. Trataré de evitarlo las próximas
Saludos
Amadeo
Saludos, Amadeo!
En primer lugar, gracias por tus comentarios. Es cierto que mi relato es lineal y quizá no tiene un claro planteamiento, nudo y desenlace. Más que una historia, es la descripción de un estado mental, o al menos esa era mi intención.
Lo curioso es que al leer el tuyo he tenido exactamente la misma impresión! Jeje!
Me ha gustado tu estilo tan absorbente, me ha recordado a clásicos del terror como Poe y Lovecraft.
Lo que me parece un poco innecesario es que esté escrito como un diálogo. Creo que le resta ritmo y que ganaría en intensidad si todo estuviera narrado en primera persona.
Un abrazo!
Hola Amadeo.
Relato interesante, sombras translùcidas pero sólidas cuando quieren. Para continuar con el misterio. ¿no crees?
Por lo demàs, tal vez la primera persona pueda darle màs suspenso.
Saludos.
Hasta la pròxima.
Hola Amadeo. Enhorabuena por tu participación. No he entendido ni a la primera ni a la segunda el sentido de tu relato, pero yo no soy la persona más avezada del mundo. Un saludo.
Hola Amadeo.
El relato es interesante aunque me parece que fue cortado para encajar en el formato de literautas y eso deja ciertos huecos.
El final siento que puede mejorarse y la opción de la primera persona seria bueno ensayarla.
Con un par de ajustes seguro queda más que bien.
Felicidades y a seguir escribiendo.
Hola Amadeo: De acuerdo con algunas de las valoraciones, buen relato, pero forzado para entrar en el limite de las 750 palabras. Me gustó, espero que sepas recoger las valoraciones y puedas revisarlo.
Nos seguimos leyendo
Hola Amadeo, a mí me ha gustado el relato, es dinámico. A esto ayuda el diálogo, en realidad de esta forma ya lo cuenta en primera persona, y con las interrupciones da más imagen de hablar con nerviosismo y atropelladamente. Muy entretenido.
Un saludo,
Luna
Amadeo, un relato interesante. Bien expresado salvo algún pequeño matiz. Me perdí un poco con la temperatura de las paredes y el enfrentamiento de las sombras. Pero me gustó tu relato porque lo encuentro original. Merci.
Hola Amadeo: Tu relato me ha parecido muy interesante, lo he leído un par de veces detenidamente y me doy cuenta de que está bien descrito, salvo por esos errores de separación de palabras que seguro no ha sido cosa tuya. En fin que el protagonista ha tenido una experiencia bastante inquietante con el mundo de los espíritus que le ha dejado trastocado (no es para menos). Yo tengo escrita una novela que se titula “Espíritus errantes”, para que te hagas una idea de lo que me interesa el tema. A mi parecer has trasmitido muy bien la inquietud del protagonista cuando le cuanta esa vivencia a su pareja.
Por mi parte no tengo ninguna pega que ponerle al texto, asi que ¡hale! a seguir escribiendo que se te da muy bien.
Un saludo.