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Coraje y valor - por IreneR

Web: http://alemaniaentrebastidores.blogspot.com/p/cosecha-propia.html

—¿Por qué no está la comida hecha, Emilia? —preguntó José cuando entró en su casa y vio la mesa sin poner.

Pero la única respuesta que obtuvo fue un largo silencio.

José llegaba del trabajo todos los días a la misma hora, y desde que se casó con Emilia, hacía más de quince años, siempre le tenía preparada la comida, había recogido la casa y los niños estaban tranquilos. Después de todo el día en la oficina lo que menos le apetecía escuchar eran los lloros de los críos.

Mas ese día todo parecía diferente.

Entró en la cocina, pero Emilia no se encontraba allí. Fue al dormitorio, sin embargo, el cuarto estaba vacío. La buscó por toda la casa, pero no había ni rastro de su mujer ni de sus hijos. Aquello le desconcertó.

Recorrió todas las habitaciones una y otra vez y entonces vio un papel encima de la mesa del salón. Lo tomó, y cuando sus ojos fueron leyendo las palabras la ira se acumuló en su interior.

—¡Maldita puta! —gritó colérico. Hizo una bola con el papel y lo tiró al otro lado de la habitación con todas sus fuerzas— ¡Que se va, dice! ¡Que no aguanta más!

Anduvo furioso por el pasillo hasta la cocina mientras seguía murmurando exabruptos.

—¡Una "desagradecía"! Eso es lo que es. Yo me paso el día currando en esa mierda de trabajo y ella tan solo se tiene que ocupar de los críos y de la casa. Y dice que no la respeto, que no la trato bien.

Abrió la puerta del frigorífico para coger una cerveza, pero lo que se encontró le dejó sin palabras durante unos segundos.

El interior estaba casi vacío, no había prácticamente nada que comer y, por supuesto, tampoco había cervezas.

Cerró la puerta con tanta fuerza que el frigorífico se tambaleó durante unos instantes, algo en el interior se volcó, pero no se preocupó en mirar qué era.

Rabioso, sacó su móvil de la chaqueta y marcó el número de su mujer con tanta fuerza que sus dedos bien podrían haber atravesado el aparato. Cuando dio el primer tono, una musiquita proveniente de la mesa de la entrada le indicó que Emilia había dejado su móvil allí.

Agarró el aparato y lo estampó contra la puerta de cristal del salón. El móvil se desmontó, los trozos salieron volando en todas direcciones y el suelo se regó con los cristales rotos de la puerta.

Miró a su alrededor enajenado. Tenía la respiración entrecortada y los ojos tan abiertos que parecían que iban a salirse de las órbitas. Pisó con saña los pedazos del móvil hasta que de ellos tan solo quedó un amasijo de plástico.

—Hija de puta. Desgraciada. Zorra. Golfa —murmuró con la respiración acelerada.

Regresó al salón y marcó el número de los padres de Emilia. Sin embargo, la exasperante voz de la teleoperadora le indicó que aquel número no estaba disponible en esos momentos. Sus suegros vivían en la otra punta del país, pero no se le ocurría otro sitio donde Emilia y los niños pudiesen estar. Poco tiempo después de casarse, su mujer le habló de una amiga del colegio que vivía en la ciudad a la que se habían mudado, pero José nunca le prestó atención y no sabría decir si aún seguía allí o no, además, no tenía ni idea de cómo se llamaba.

Se dejó caer el en sofá, irritado, colérico, pero también confuso.

No se había visto aquello venir. En el papel que Emilia había dejado daba a entender que él tenía la culpa de esa situación, y no lo entendía. Si su mujer no hacía las cosas bien, era tarea del hombre, suya, enseñarle, y si esa puta solo aprendía a base de golpes no era su culpa.

La furia ante el desplante y, aunque nunca lo admitiría en voz alta, la humillación de verse abandonado, le inundaron.

Fijó sus ojos en la única foto que tenían los dos juntos, había sido hecha en el día de su boda, y la fulminó con una mirada que presagiaba un gran desastre.

—Te voy a encontrar, te lo prometo —dijo con los dientes apretados por la furia—. Vas a sufrir como nunca lo has hecho, y pagarás por esto.

Lo que José no sabía es que Emilia nunca regresaría "motu proprio", tendría que hacerla volver a la fuerza.

Porque no, la comida no estaba hecha, y nunca más lo estaría.

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24 comentarios

  1. 1. Perla preciosa dice:

    Hola, Irene:
    Está bastante bien. Me ha gustado sobre todo el papel de ella, por el valor y coraje que demuestra, frente al típico hombre macho que se cree con la razón absoluta por el hecho de ser hombre. No he visto demasiados fallos, y te animo sinceramente a seguir escribiendo, a ver si continúas la historia y aparecen las reflexiones de la mujer.

    Escrito el 17 julio 2018 a las 21:04
  2. 2. dopidop dice:

    Buenas Irene,

    ¡Qué relato tan potente!

    Me parece una pasada como muestras los sentimientos del marido: su ira, su soberbia, su desesperación… me ha encantado.

    El final es duro, con el marido prometiéndose encontrarla y vengarse, deja mucha inquietud, pero la última frase, ademas de cumplir con el reto, da la pequeña esperanza de que nunca será así, y deja el relato redondo.

    No he visto nada raro, me lo he leído de un tirón. La verdad que un gustazo leerte, como siempre. Un abrazo.

    Escrito el 17 julio 2018 a las 22:01
  3. 3. cesar henen dice:

    ¡Hola, Irene!
    Te devuelvo con gusto la visita y el comentario.

    Me gusta tu relato, es fuerte y trata un tema bastante cotidiano en cualquier parte del mundo, no veo errores de ningún tipo, salvo la excepción de que podía estar de acuerdo contigo en que no cumples el reto por la forma en que pones la respuesta y es por el hecho de que textualmente si esta la respuesta a la pregunta sin embargo parece estar a la fuerza, sobre todo si está en un párrafo aparte del antepenúltimo. Quizá siendo evidente el maltrato del esposo y siendo esa la razón del abandono de ella, a mi ver no importaría volver a recalcar que ese era el motivo por el cual no estaba la comida hecha.

    ¡Saludos, Irene!

    Escrito el 18 julio 2018 a las 03:11
  4. 4. Servio Flores dice:

    Hola IreneR.
    ¡Que relato! Explosivo como el personaje que guía el escrito pero sereno como debió actuar dia a día Emilia para ir preparando su huida.
    Un buen relato sin dudas.
    Bien hecho, felicidades.

    Escrito el 18 julio 2018 a las 03:59
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola IreneR.
    Muchas gracias por tu comentario a mi historia.
    Tu relato me parece espléndido. En pocas palabras has retratado muy bien el clima existente en ese matrimonio, y la personalidad del marido.
    Lo que menos me ha gustado son las últimas frases, en las que anticipas el futuro. Si la esposa no quieres que vuelva (y yo tampoco)lo insinuaría de otra manera: el frigorífico estaba casi vacío y siempre lo estaría; o la foto con su mujer es la única imagen de ella que le quedaría. Yo acabaría el relato en “…Pagarás por esto”.
    Ya sabes que son sugerencias personales que a tí te pueden, perfectamente, traer al pairo.
    Lo que si corregiría es: “No se había visto aquello venir.”
    Mi vecina del 35, Fortunata, ha escrito un relato parecido. Me parece todo un acierto que las dos hayáis centrado la mirada en el maltratador abandonado.
    Me ha encantado leerte.
    Saludos

    Escrito el 18 julio 2018 a las 22:11
  6. 6. JUANA MEDINA dice:

    Hola IreneR,
    Concuerdo con lo que te ha señalado M.L.Plaza. Fuera de eso, me parece un excelente relato y una pintura impecable de tantas situaciones de hoy. ¿Lo mejor? Que el marido entre gritos, golpes, insultos y destrozos haga todo el relato de sus propias villanías, y que la mujer por el solo hecho de desaparecer con sus hijos, muestre en silencio lo que es sacar fuerzas de flaquezas y actuar de modo que no le vuelva a pasar. Muy bueno.
    Un saludo

    Escrito el 19 julio 2018 a las 01:13
  7. 7. IreneR dice:

    Buenas a todos.

    Muchas gracias por pasaros por mi relato y tomaros el tiempo de leerlo y escribirme un comentario.
    Me alegro de que os haya gustado.

    Sobre lo que comentas, M.L.Plaza, “No se había visto aquello venir.”, me di cuenta una vez que lo había enviado y ya era demasiado tarde.

    Gracias de nuevo y nos seguimos leyendo.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 07:13
  8. 8. Leosinprisa dice:

    Hola Irene R.

    Qué decir de un relato tan lleno de fuerza, donde al principio ignoras la situación de esa casa y después, respiras aliviado por saber que la mujer ha tenido coraje para huir de ese desalmado. Poco amor hay en ese marido, que no comprende que una relación no se hace a golpes, sino con cariño y atenciones.

    Solo en el final me flojea un poco, poquito. Creo que deberías haberle dado un poco más de misterio, dejando al marido frustrado para siempre, deseando vengarse si, pero siendo inalcanzable para él dicho propósito (esto es una apreciación personal). AUnque creo que eso lo anticipas con tu útlima frase: “la comida no estaba hecha, y nunca más lo estaría.”

    Ha sido un placer leerte, agradecerte el comentario a mi texto. Un saludo.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 08:56
  9. 9. paola dice:

    Hola Irene

    Un buen relato.
    Yo también le daría más fuerza al final y quitaría el sin embargo del segundo párrafo largo.

    Saludos

    Escrito el 19 julio 2018 a las 10:34
  10. 10. El chaval dice:

    Perdona que sea breve.se borra fácilmente lo que escribo por el móvil.estoy totalmente de acuerdo con los compañeros.es un animal machista y el terror hace que tengas que marchar de casa con todas las consecuencias.felicidades y hasta otra

    Escrito el 19 julio 2018 a las 11:44
  11. 11. De vuelto dice:

    Coincido en el aplauso para la descripción de los sentimientos del hombre a través de sus actos. Me gusta la narración pero no me parece que se resuelva el conflicto más que con la promesa del narrador, que se me hace floja. Para mí no se responde a la pregunta inicial, que era un por qué. Debe responderse con una razón: porque Emilia aprendió a defenderse, etc…

    Mi escrito está en el 20.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 15:02
  12. 12. Luis Ponce dice:

    Hola Irene:
    Gracias por tus comentarios.
    El tuyo está bien escrito, pero lo más importante es que trae un mensaje que debería convertirse en dogma para erradicar una violencia intrafamiliar que se ha convertido en lugar común. No es cuestión de salir a la calle a gritar: “ni una más”, hay que practicarlo puertas adentro para que deje de ser costumbre.
    Me permito sugerirte una frase para cerrar el relato: “a partir de ese día, José moriría de hambre”
    Nos leemos.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 15:31
  13. 13. Amilcar Barça dice:

    IreneR, del mismo modo que tú te has perdido en mi relato, yo lo he hecho en éste. salu2

    Escrito el 19 julio 2018 a las 17:43
  14. 14. IreneR dice:

    Gracias a todos los nuevos comentarios.

    Leosinprisa, exactamente, con la última frase quiero dejar caer que el marido va a quedar frustrado, pues Emilia no volverá. Sé que el final flojea un poco, pero me quedaba sin palabras.

    De vuelto, no estaba del todo convencida con el reto, pero tu idea me gusta. Creo que si lo hubiese cerrado así habría quedado mejor.

    Luis Ponce, me encanta esa frase, “a partir de ese día, José moriría de hambre”, ¡brillante!

    De nuevo, gracias por pasaros a leerme y comentar.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 20:36
  15. 15. Kathie G. dice:

    Hola IreneR, me ha gustado tu relato. Has logrado transmitir a la perfección las emociones de tu personaje, inclusive, logras que el lector tenga empatía y se ponga en los zapatos de un personaje, que si bien no está del todo ausente en la historia, tampoco participa activamente en la escena —como lo es la esposa—.

    Sobre el reto, sentí quizás un poco apresurada la respuesta, como si no ensamblara completamente al momento de darse. Sin embargo logro entenderlo, ya que a varios se nos complicó un poco este mes —incluyéndome—, pero considero que cumpliste y que estuviste a la altura de lo que se requería.

    Me gustaría leer más sobre esta historia en el futuro, un saludo y si quieres comentar sobre mi relato te lo agradecería mucho —estoy en el cuarto piso—.

    ¡Feliz escritura!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 21:48
  16. Me gusta mucho esa presentación tan gráfica de una situación muy común. Me gusta como describes al hombre que borra a su mujer (por el trabajo y quién sabe qué más) y que no lo reconoce ni cuando se lo hacen ver.
    Construcción impecable y narrativa que invita a seguir hasta el final.
    A porpósito de final, me gusta mucho el tuyo; no estoy de acuerdo con las modificaciones que te sugieren.

    Escrito el 20 julio 2018 a las 02:35
  17. 17. Vespasiano dice:

    Hola IreneR:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Te devuelvo la visita gustosamente.

    Tu relato me ha parecido una denuncia en toda regla al maltrato físico o psíquico entre parejas, contra niños o contra personas vulnerables. En este caso que cuentas, el maltratador se ha visto abandonado por su mujer debido a su comportamiento agresivo e
    insensible.

    Felicidades y seguiremos leyéndonos.

    Escrito el 20 julio 2018 a las 22:20
  18. 18. María Esther dice:

    Hola Irene R, tu relato plantea un problema muy actual en muchos países;la violencia intra-familiar, cuyas víctimas, niños y mujeres,sufren malos tratos físicos, psíquicos y lamentablemente también la muerte.
    Yo creo que ese final que muchos encuentran flojo, nos está diciendo que no sabemos cómo va a terminar. Es tremendo, porque cuando enloquecido vocifera que la va a encontrar, si alguien no lo ataja, estoy segura que la encuentra y la mata.
    Sinceramente tocaste un tema muy difícil, que nos está quitando el sueño.
    Saludos, nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 21 julio 2018 a las 05:53
  19. 19. Menta dice:

    Buenas noches IreneR:

    Tu relato me ha encantado por el tema y por la manera con que muestras con acciones el comportamiento de este hombre egoísta, egocéntrico y machista:

    1. Antes de nada, echa la culpa a la mujer y al trabajo.
    2. Su mujer y los hijos han desaparecido, pero lo que más le importa, lo prioritario para él son las cervezas.
    3. Se cae algo dentro de la nevera y él no abre la nevera para saber lo que es. Olvida que ya no está su mujer para limpiar lo que él mancha.

    4. El párrafo de la búsqueda del móvil es buenísimo.

    5. Agresivo, rompe el móvil de su mujer.

    6. Es muy buena la aclaración que haces de su personalidad egocéntrica, me refiero a que la mujer le había contado que tenía una amiga. Pero él ni se había molestado en escucharla.

    Si él no se había visto venir que su mujer le iba a dejar porque estaba harta de sentirse sola, es un síntoma más de su egocentrismo; sólo puede mirarse a sí mismo, no empatiza con nadie.

    No piensa ni un solo momento en la parte de culpa que él puede tener. No hay atisbos de comprensión, de querer solucionar las cosas. Está humillado, solo piensa en vengarse.

    Me parece que está muy bien estructurado con un gradiente de intensidad muy logrado. Te felicito. Hasta pronto, un saludo, Menta

    Escrito el 22 julio 2018 a las 00:55
  20. 20. Laura dice:

    Hola Irene R.
    Nos has dejado un relato explosito, vìvido, estremecedor sobre una de las peores realidades de la vida cotidiana, que no vemos o no queremos ver. Te felicito por la temàtica abordada y la forma en que lo has hecho.
    La última frase me ha quedado un poco descolocada: el “Porque no”. El resto de ella está correcto, pero esa parte me chirrìa.
    En fin, es tan sòlo un detalle en un excelente relato.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 22 julio 2018 a las 14:04
  21. 21. IreneR dice:

    Buenas a todos.

    Muchas gracias por pasaros a leer mi relato y por comentar. Me alegro de que os haya gustado.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 23 julio 2018 a las 08:17
  22. 22. Calèndul dice:

    Buen relato, buena historia. Me gusta mucho la descripción de los estados emocionales del protagonista y los momentos que usas palabrotas. Creo que puedes mejorar la expresión de alguna frase pero no lo voy a analizar. No soy quien aún. Me gustó mucho. Merci.

    Escrito el 24 julio 2018 a las 21:12
  23. 23. Fortunata dice:

    Hola

    Hemos coincidido en la temática, es curioso.

    El tuyo es más el caso de ese hombre lleno de ira que practica el “mía o de nadie”, aunque para él su mujer es como un objeto e intuimos que si la encuentra la mata, un caso como el que desgraciadamente vemos a menudo en las noticias y que, como en mi caso, también podemos conocer de personas con las que nos topamos en la vida. La verdad es que la atmósfera está bien recreada y ese hombre inspira miedo.

    Mi relato intenta dar una visión del mal quizá más sutil, pues a menudo los monstruos son también víctimas de su pasado y lo difícil es cortar esa cadena de maltrato, cosa que el hombre de mi relato cree por fin poder hacer.

    Me ha gustado

    Saludos!

    Escrito el 27 julio 2018 a las 13:32
  24. 24. Wolfdux dice:

    Hola Irene. Comparto totalmente el comentario que hace Menta sobre el comportamiento del marido. Has plasmado a la perfección a ese desgraciado. Felicidades.

    Solo un apunte, por si lo desconoces: “motu proprio” debería de ir en cursiva al ser una palabra latina, pero creo que el formulario de Literautas no permite tal opción.

    Enhorabuena por este gran relato. Un abrazo.

    Escrito el 2 agosto 2018 a las 10:20

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