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La charla - por María Jesús

― ¿Qué era eso tan importante que tenías que decirme?
La pregunta de Rafa, formulada con un tono de desgana e impaciencia, desalentó a Elena. El día anterior habían quedado para mantener esa conversación que llevaban tiempo aplazando.

Cuando Elena llego casa supuso que su marido estaría en la salita de estar esperándola, pero cuando entro se encontró que el cuarto estaba vacío. Hablar con su marido se había convertido de un tiempo a esta parte en una tarea casi imposible. Rafa siempre estaba ocupado, siempre había una cita importante, una reunión, un viaje o simplemente cansancio que utilizaba como excusa para demorar esa conversación que Elena quería mantener con él desde hacía varios días. Y ahora que se presentaba el momento, cuando Rafa le concedía unos minutos, durante la hora del desayuno antes de salir pitando para el trabajo, Elena no tuvo el suficiente coraje para decir nada. Aún estaba enfadada por el plantón de la noche anterior y no quería empezar a hablar lanzando un reproche, de modo que guardó silencio.

Sentía su mirada interrogante incitándola a hablar como dos dardos clavados en su cara, pero ella mantenía la cabeza gacha mientras removía el café con la cucharilla como dándose tiempo a ordenar sus ideas. No es que no tuviese claro lo que quería decirle a su marido, ya que de tanto esperar el momento, el asunto se había enquistado en su cabeza como un guion aprendido a base de estudio. Pero ahora con toda la atención de Rafa a su disposición, parecía que le hubiese entrado miedo escénico y no era capaz de articular una sola palabra.

Su tono indiferente tampoco ayudaba, sabía que Rafa era un hombre muy ocupado, con mucha responsabilidad y poco tiempo libre, y no solía importunarle. Elena siempre había allanando su camino hacia el éxito laboral y personal manteniéndose ella misma al margen, en la sombra, alimentando sin que él se diese cuenta su crecimiento en detrimento del suyo propio. Pero esa entrega había terminado por desgastarla, al darse cuenta de que Rafa no parecía darse cuenta de su sacrificio. Después de diez años de matrimonio, Elena se sentía aburrida, desmotivada y opaca, siempre a la sombra de su marido y ninguneada por él.

Cuando Elena levantó los ojos, Rafa había desviado los suyos hacia el móvil, y sabía que si no decía nada él aplazaría esa conversación para otro momento, le conocía lo suficiente para saber que cuando su marido miraba su teléfono arrancaba su jornada laboral aparcando cualquier tema personal por importante que este fuese. Era ahora o nunca, pero una indecisión inoportuna y paralizante le impedía comenzar a hablar.
Rafa seguía mirando su móvil concentrado, moviendo los dedos con agilidad sobre el diminuto teclado del teléfono, contestando WhatsApps. La situación era absurda, irreal, Elena se daba cuenta mientras se mordía el labio inferior y retorcía un mechón de pelo entre sus dedos.
―Bueno, si no me dices nada, yo tengo muchas cosas que hacer y no puedo esperar más. A primera hora tengo una reunión con los inversores y después otra con el equipo técnico.
Se levantó sin esperar su respuesta y le dio un leve beso en la frente, que Elena recibió como un roce desapasionado, rutinario e impersonal, como lo eran todos los que le daba. Hacía tiempo que Elena se sentía tratada más como un simple allegado que como una esposa. Después le vio salir de la cocina y le oyó moverse por el vestíbulo cogiendo las llaves del coche y el maletín de trabajo. Sonidos familiares que se repetían cada día. Luego la apertura del garaje y el ruido del coche abandonando la casa y perdiéndose calle abajo. Fue en ese preciso momento cuando Elena recobró el habla. Como si le hubiesen apretado un interruptor, las palabras salieron de su boca claras y sin titubeos dirigidas a la silla vacía que tenía en frente.
―Quiero el divorcio.

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19 comentarios

  1. 1. miguel_madriles dice:

    Hola. Enhorabuena por participar. El relato tiene su lógica y se desarrolla bien. Como crítica te diría que tantas descripciones hacen más lento el desarrollo, y aunque es un texto corto, acaba pasando factura. Ten cuidado en el segundo párrafo, segunda línea, además del acento de entró, suena raro “cuando entró se encontró que el cuarto estaba vacío” Yo suelo leerlo en voz alta, atento a estos detalles. Nada más, enhorabuena.

    Escrito el 17 julio 2018 a las 21:45
  2. 2. Gaia dice:

    Hola: cuando no encuentres en el diccionario puedes buscar en Google como: zigzag en relato de Simón

    Escrito el 18 julio 2018 a las 00:03
  3. 3. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola María Jesús, de nuevo en la rutina. Bueno, como siempre, atiende a las correcciones de Miguel, ese entro, cambialo por entró.
    Saludos

    Escrito el 18 julio 2018 a las 12:02
  4. 4. Doralú dice:

    ¡Hola María Jesús!

    El relato de la cotidianidad de muchas parejas, me parece que está bien plasmado. Me ha gustado como has construido la situación.

    En cuanto a la forma, hay unos detalles sin mucha importancia, que presento para tu análisis:
    – deja reposar el texto unos cuanto días y reescríbelo con frases más cortas. O combina frases cortas con largas.
    – léelo en voz alta para minimizar la aparición de cacofonías y otros detalles que restan sonoridad a las frases.
    – donde aparece “cuando Elena llego…” Ese llego va acentuado.
    – donde dice “Elena siempre había allanando..” Cambiar allanando por allanando.

    Un abrazo

    Escrito el 20 julio 2018 a las 23:19
  5. 5. Doralú dice:

    María Jesús, disculpa al corrector de texto que hace lo que le da la gana. !Ja, ja, ja!

    Allanado por allanando
    Un abrazo

    Escrito el 21 julio 2018 a las 01:20
  6. 6. M.L.Plaza dice:

    Hola María Jesús.
    Me ha parecido un relato muy bueno, aunque deprimente. Si tuviera que poner alguna pega sería el excesivo realismo de la escena.Has descrito tan bien a tus personajes que no consigo empatizar con ninguno.Es una escena para vivirla, no para leerla. No sé si consigo hacerme entender.
    Es una opinión personal pero,en el segundo párrafo, “de un tiempo a esta parte” lo pondría al inicio, para no interrumpir la frase. Un poco después:”Elena no tuvo el suficiente coraje para decir nada”, es una de mis dudas constantes, pero creo que debería ser decir algo.
    En el cuarto párrafo, repites darse cuenta muy seguido.
    Muy buen trabajo.
    Saludos

    Escrito el 22 julio 2018 a las 01:36
  7. 7. cesar henen dice:

    Hola, María Jesús, te seré sincero, hay cosas que no terminan por gustarme de tu relato, el tema central es la charla sin embargo no existe, todo el tiempo el narrador omnisciente lo describe todo, si tu relato fuera una escena donde pudiéramos ver a los personajes ellos no hablarían, en la escena del desayuno solo veríamos a los personajes haciendo sus cosas pero que si no estuviera el narrador bien podría entenderse otra situación ya que describir algo como esto “Elena se daba cuenta mientras se mordía el labio inferior y retorcía un mechón de pelo entre sus dedos.” Eso es más bien una señal de deseo, de coqueteo, la mujer está deseosa de su marido y de ninguna manera nos indica que ella esta frustrada o no encuentra la forma de decirle que ya no aguanta la situación, y no parece que se sienta aburrida, desmotivada y opaca. Tu propuesta no es mala, lo malo es darle todo el peso de la historia al narrador y no a los personajes, o si tu narrador fuera la misma protagonista que nos mostrara como se siente realmente ante la situación que se supone debe ser tensa, estaría mejor.
    Algo más que debo agregar, hace falta la preposición “a” en “Cuando Elena llego (a) casa”
    Falta acento en entró “ …pero cuando entro”

    María Jesús, animo y a seguir escribiendo.

    Mi relato es el 98 por si gustas pasar.

    ¡Saludos!

    Escrito el 23 julio 2018 a las 03:26
  8. 8. Manuel Jover dice:

    Saludos, Maria Jesús!
    Será por deformación profesional (trabajo como psicólogo), pero a mí me ha parecido una descripción perfecta del deterioro de una relación de pareja y de los profundos sentimientos de abandono que conlleva, pero también del miedo a expresar lo que sientes.
    Vamos, que aparte de cuestiones sintacticas, ortograficas y demás, no le pondría ninguna pega.
    A destacar el final, que me parece estupendo y contundente (y por desgracia muy realista).
    Enhorabuena!

    Escrito el 24 julio 2018 a las 10:47
  9. 9. Calèndul dice:

    María Jesús relatas muy bien y muy claro. Narras muy bien un instante conocido. Sin embargo yo hubiese ahondado más en lo que sentía ella en vez de decir que estaba aburrida, desmotivada y opaca. Sólo es una sugerencia. Merci por tu relato.

    Escrito el 24 julio 2018 a las 23:17
  10. 10. Cecilia Kleiman dice:

    Hola María Jesús. Tu relato y el mío están en cierta manera conectados. 🙂 . El relato me gustó mucho! Yo te aconsejaría no explicar tanto ciertas cosas, sino darlas a entender. Como por ejemplo al final. Cuando describis el sonido del auto alejandose ya se entiende que el esposo se fue, no hace falta agregar lo de la “silla vacía “. De todas maneras ese es mi estilo, a mí me gusta dejar un poco pensando al lector y no hacerselo tan fácil. A veces se me va la mano, como por ejemplo con la confusión de quién es la mamá de Tommy en mi relato. :). Repito, es una opinión personal. Un abrazo!

    Escrito el 26 julio 2018 a las 20:17
  11. 11. Amadeo dice:

    María Jesús:
    Agradecido por tus comentarios al mío.
    Respecto al tuyo, coincido mucho con la mayoría de los anteriores,
    Remarco los más destacados por mi:
    Hay cacofonía entre: …entró y encontró. También entre: diese cuenta…darse cuenta… darse cuenta…

    Algunas explicaciones innecesarias, por ej., la del móvil, teclado WApp, teléfono (todos sabemos como se contesta un mensaje)

    Gracias nuevamente y a seguir escribiendo
    Saludos

    Escrito el 27 julio 2018 a las 12:10
  12. 12. Fortunata dice:

    Hola,

    Está muy bien, la verdad es que compartes la angustia de la protagonista. Formalmente, a pesar de que quizá a veces se da “demasiada”información es muy claro y sencillo, con las palabras justas y no se hace para nada repetitivo. El final, no por esperado, menos contundente.

    Saludos!!

    Escrito el 27 julio 2018 a las 13:11
  13. 13. Chus Galego dice:

    Hola, María Jesús.
    Gracias por tus palabras a mi relato.
    El tuyo me gusta, me parece que está muy bien captada la psicología de cada personaje. Con respecto a la forma, coincido con otros comentarios: Frases más cortas y no ofrecer todo tan masticado al lector.
    Que pases un buen día.

    Escrito el 27 julio 2018 a las 15:56
  14. 14. MOT dice:

    Hola María Jesús. Gran placer reencontrarte y seguirte de nuevo, ya lo sabes… Y mil gracias por pasaros por mi relato los dos, tú y tu sinceridad y buen rollo.
    Bueno, voy al grano. Como todos tur relatos, me ha gustado mucho. Sempiterno tema, duro de llevar, y que tú has logrado de manera magistral; personajes que te succionan y que hacen que vivas esa escena. Muy buen trabajo.
    Hay una cosa, no obstante, que me gustaría comentarte, aunque es una mera opinión personal.
    En el segundo párrafo, no me queda del todo claro qué hora es… dónde están,si en la cocina o en la salita… si ella llega de algún trabajo nocturno y es la hora del desayuno o algo así… Lo siento, pero no me queda claro.
    Enhorabuena. He vuelto a disfrutar…
    Saludos…

    Escrito el 27 julio 2018 a las 19:17
  15. 15. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por estar un rato leyendo mi cuento.
    Tu relato me ha gustado bastante, aunque el final del mismo no era inesperado. Aún así, sonó a hachazo.
    Creo que has hecho un buen trabajo de redacción, llevando al lector poco a poco por donde has querido, haciendo la disección de un personaje femenino enredado en un matrimonio que ya no tiene sentido.
    Un saludo

    Escrito el 28 julio 2018 a las 22:52
  16. 16. Laura dice:

    Hola María José.
    Me ha gustado tu relato, el tono ìntimo, las dudas de la protagonista.
    Coincido con quienes me preceden en mostrar un poco màs en lugar de relatar tanto. Visualizo sin embargo a tus dos personajes. Con un poco de reposo puede mejorar el texto.
    Fíjate que repites muchas veces los nombres de ellos. Puede omitirse varias, y màs si reorganizas los pàrrafos, pero puede llegar a ser cuestiòn de estilo.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 29 julio 2018 a las 15:25
  17. 17. Leosinprisa dice:

    Hola María Jesús.

    Me ha parecido un relato muy acertado sobre el diálogo interior de una persona, con la consiguiente reflexión y búsqueda que la contundencia de la frase final recalca de una forma tan clara y concisa.

    Tal vez le resta un poco de misterio la forma en que lo que describes, pues después de haberlo contado todo, ese mismo final no sorprende. Ello sería la única cuestión que te diría mejorable en tu historia, opinión que es muy personal.

    Agradecerte el comentario de mi testo. Ha sido un placer leerte. Un salud.

    Escrito el 30 julio 2018 a las 07:57
  18. 18. Sophie dice:

    Hola, María Jesús.
    Como siempre digo, creo que participamos aquí con la idea de aprender, así que voy a darte mi humilde opinión:
    Ten presente los consejos que te ofrecen los otros compañeros.
    A mí me parece un relato sobre una situación muy dura, pero real como la vida misma y bastante bien contada. No estoy de acuerdo con M.L. Plaza, esa situación es mejor relatarla que vivirla ¡que penita y que dolor….! me entraban ganas de decir yo lo que ella no podía.
    Al principio hablas de “desgana e impaciencia” y para mí, si alguien está desganado no está impaciente.
    Ofreces muchos detalles, pero no situas al lector en un determinado lugar, si el cuarto estaba vacío ¿dónde estaban? y la esposa, si era la hora del desayuno lo normal es que estuviera en casa. Pequeños detalles que pueden aclarar un poco.
    Gracias por tu comentario a mi relato.
    Nos seguiremos leyendo.
    Un saludo

    Escrito el 31 julio 2018 a las 08:36
  19. 19. Otilia dice:

    Hola María Jesús,
    Gracias por leer y por tu comentario tan amable.
    Tu relato me ha gustado y me parece un buen trabajo. Felicidades.
    En cuanto a las mejoras ya te han dicho algunas los anteriores compañeros. Te diría que he encontrado muchos gerundios y he leído que su uso empobrece el texto. Ejemplo: “…su jornada laboral y aparcaba cualquier tema personal…” en vez de “aparcando”.
    Creo que has definido bien a los dos personajes, no he sentido empatía ni por ese hombre que solo vive para el trabajo ni por la mujer sin personalidad.
    Nos leemos . Saludos.

    Escrito el 31 julio 2018 a las 10:24

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