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El cuarto estaba vacío - por Dainyyel
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El cuarto estaba vacío
El cuarto estaba vacío, ¿Qué demonios había hecho? Se preguntaba aquel preso. La habitación alumbrada por el cálido verano, mientras tanto el pudriéndose tras esas paredes.
Por alguna extraña razón de logística un parque se edificaba justo al lado de la prisión, quizás era para atormentar y torturar a los presos con la libertad, y funcionaba pues nuestro preso no soportaba escuchar las risas de los niños corriendo libres de un lado a otro, las risas de los adultos, o el rebotar de las pelotas chocando con el pasto, el se tiraba al suelo arrepentido por su crimen.
El tiempo pasaba, y el preso cada vez se desesperaba más y más; corría de un lado a otro chocando con los muros, se tumbaba al suelo tratando de tapar sus orejas y no escuchar el sonido de la libertad.
– ¡déjenme salir, por favor! ¡me arrepiento de lo que hice! ¡no quería hacerlo! – aullaba
Por momentos creía faltarle el aire, sentía asfixiarse; incluso llego a presentir los muros cerrarse. Era tal su desesperación que, al acercarse a la puerta, rasgo y golpeo fuertemente esperando algún milagro del otro lado, pero nada.
Arrepentido y tendido en el suelo, dormía el criminal y en sueños solo se miraba corriendo en libertad, de aquí para allá, sintiendo el fresco pasto. De pronto sus orejas captaron aproximarse el pesado caminar de su carcelero por él pasillo, incluso poniendo atención escuchaba el sonar de las llaves de la puerta rebotar en el bolsillo de su pantalón. Llego a pensar que sería su fin, desconcertado tan solo se tiro frente a la puerta, entonces las escucho, las llaves entrar por la cerradura, capto los pesados seguros deslizarse por sus mecanismos hasta topar, entonces la pesada puerta se abrió y lo vio directamente a los ojos, su dueño parado frente a él.
– Espero que hayas aprendido tu lección Rulo – se acerco al pequeño cachorro lo acaricio y le puso su correa.
Entonces el cachorro, por fin era libre, estaba en el parque persiguiendo su pelota, el cálido verano lo bañaba completamente y el pasto acariciaba su piel, era el más feliz, entonces el cachorro se dijo así mismo
– no volveré a morder los sillones -.
Hola
Un relato bonito e interesante, que trata de jugar al despiste en las primeras frases y descripciones para hacernos creer que se trata de otra cosa. No es la primera vez que se hace en el mundo de la literatura, pero creo que es una técnica que sigue funcionando bastante bien. Hace falta alguna corrección a nivel de redacción y de ortografía, pero en general el cuento está bastante entretenido
Un saludo
Oh,un relato sobre un cachorro juguetón. Me ha encantado como describes la sensación de angustia que percibe al oír la libertad pero no poder sentirla.al final la angustia da paso a la tierna y alegre imagen de un perro con su pelota. Felicidades sigue escribiendo.
Un relato atractivo, si bien puede pulirse en varios lugares. ¡Qué miedo una prisión tan cerca de un parque!
hola Jose Lui,gracias por los comentarios. si ya he tenido varias observaciones en cuanto a eso y pues es lo que debo mejorar, gracias por ayudarme a cada vez ser mejor.
Hola Estel Vórima, gracias, de hecho trate de jugar con eso la desesperacion y dar u final feliz.
gracias por el comentario, me animó mucho.
Hola Luciano, lo considere ¿una prisión junto a un parque,? !quien iría a ese lugar¡, pero pues es una historia y todo puede suceder.
claro que si iré mejorando cada vez mas y mas, gracias a sus comentarios.
Saludos.
Hola Daniyyel.
Hermoso relato del cachorro. Por supuesto que no lo pensaba hasta el final.
Desde lo formal, hay varias cosas a acomodar:
– los diálogos: hay una entrada al respecto con relaciòn al uso de los guiones de diàlogo.
– Reiteras mucho lo de prisioneo y preso siendo el ùnico protagonista, hasta que es liberado. Puedes omitir muchos de ellos.
-Cuestiones de cambios de persona en la misma oraciòn: Era tal su desesperación (DEL PERRO EN 3ª) que, al acercarse a la puerta, rasgo y golpeo (PASAS A LA 1º) fuertemente esperando algún milagro del otro lado, pero nada.
– Espero que hayas aprendido tu lección, Rulo
– Entonces el cachorro, por fin era libre, estaba en el parque persiguiendo su pelota, el cálido verano lo bañaba completamente y el pasto acariciaba su piel, era el más feliz, entonces el cachorro se dijo así mismo. Reiteras, es demasiado larga. Mi propuesta: El cachorro, por fin libre, persigue su pelota en el parque. El cálido verano lo baña completamente y el pasto acaricia su piel, es más feliz que nunca.”No volveré a morder sillones” se propuso con mucha seriedad.
Saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola, Dainyyel 🙂
Un buen relato. Nos has engañado, haciéndonos creer que el protagonista era un hombre, hasta que has dado un giro en el final y nos has desvelado su identidad canina. Muy bien hecho.
En cuanto a la parte formal, no me voy a repetir, sólo decir que estoy de acuerdo con Laura.
Por si te apetece pasarte por mi relato, soy el número 45.
Nos leemos!