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EL CUARTO VACÍO - por M.L.Plaza
El Cuarto estaba vacío. Siempre había sido un inmenso mar de arena en el que los beduinos navegaban en libertad, acarreando sus rebaños y mercancías bajo las estrellas, en el gélido frío de las noches del desierto.
Según el decir de los expertos, se empezó a formar hace dos millones de años, cuando las lluvias se fueron haciendo más escasas. Antes, el mar estaba mucho más cerca, pero no se sabe por qué, empezó a alejarse, y en su lugar quedó arena marina que, unida a la continental, formó un mundo interminable de dunas.
A lo largo de los siglos, el viento ha ido esculpiendo la arena a su capricho en cada zona. Si uno se encuentra rodeado de altas dunas en forma de cresta, sinuosas y alargadas, puede estar seguro de hallarse en algún lugar del norte. Si las dunas son más bajas y corren en direcciones contrarias, entonces es más que probable que se encuentre varado en el inmenso centro. Si en el horizonte solo se ven altísimas y escarpadas dunas en forma de pirámide, con toda seguridad estará en el sur.
Las viejas historias cuentan que hace dos mil años en la región había dos largos y caudalosos ríos, uno fluía hacia el Norte y otro hacia el Sur. Entonces la tierra era un pastizal con abundante caza y agua potable. Además, el comercio del incienso y de la mirra trajo enormes riquezas a la zona. En el cruce de las sendas de las caravanas se levantaba la ciudad de los Mil Pilares, que fue destruida por Dios debido a la arrogancia de sus habitantes y a su deseo de inmortalidad.
Recientemente, fotos satelitales han confirmado las viejas leyendas. Desde el espacio aún se ve el rastro de los ríos que surcaron el territorio. Y se han encontrado restos de una imponente ciudad construida sobre un lago subterráneo. Al crecer demasiado, el agua se agotó, la arcilla de las edificaciones se secó, y la ciudad acabó desplomándose sobre sus cimientos.
Tras la destrucción de su capital, empezó la lenta agonía de la región. Las largas caravanas de camellos fueron sustituidas por el transporte marítimo y la gente se fue a vivir a la costa. En el interior solo quedaron los espíritus de los pueblos desaparecidos y los orix, los antílopes que podían predecir la llegada de las lluvias, hasta que la caza acabó con ellos.
Durante décadas el Cuarto estuvo completamente vacío con su arena, silencio, calor insoportable durante el día, y frío polar por las noches. Y, entonces, llegó el turismo.
Durante los meses del invierno, cuando bajan un poco las temperaturas, han ido llegando al Cuarto Vacío extranjeros que, tras pagar 1.500 libras, vienen a pasar dos noches en los campamentos de lujo que se han construido en el desierto. Es la última moda en turismo extremo para altos ejecutivos: pasar día y medio vagando entre dunas infinitas, en un silencioso y vacío lugar.
Hola M. L. Plaza:
Me ha interesado mucho tu relato, sobre todo por la originalidad del enfoque. Esa historia de la tierra y de los hombres, con sus obligados cambios en la naturaleza, y ese final tan de nuestros tiempos, cuando los frívolos van a disfrutar de una moda sin saber nada del lugar.
También me han gustado mucho tus descripciones.
Nos leeremos en los próximos meses. Saludos
Buenas, M.L.Plaza.
He creído identificar por las descripciones Mesopotamia y quizá incluso la Atlántida.
Me ha gustado cómo lo has descrito, y la crítica a la sociedad actual donde el turismo arrasa con los lugares sin pararse a pensar en lo que fue, ni tener ningún respeto por preservarlo.
¡Un saludo!
Hola, M.L.Plaza
Soy nueva en esto (soy el número 31), pero he de decir que me ha gustado el nuevo enfoque que le has dado al relato. Es diferente, además, desarrollas la idea del cambio y eso me ha parecido muy real e interesante.
Un saludo
Hola M.L.Plaza
Me ha gustado tu relato, cómo en relativamente pocas líneas condensas de buena manera tanta información. La lectura resulta ser fluida y deja la sensación de haber pasado por todas las décadas que abarca la historia.
¡Saludos!
Hola M.L.Plaza
Debo decir que tu relato me ha gustado muchísimo, aprecio sobremanera las historias con esta clase de enfoques, en donde se es capaz de dar información con una buena narrativa, fluida y a la vez tan rica. No sólo entretienes con este relato, sino que enseñas, y a la vez llevas un mensaje de reflexión sobre la cultura actual de las masas, sobre ese “no amor” por lo que nos rodea, que como reza el proverbista «todo es vanidad de vanidades». Debo felicitarte, porque tu relato es —para mi gusto personal— de los mejores que he leído este mes en el taller. Le diste un enfoque único, muy original.
Un saludo.
Estoy en el cuarto piso de la lista por si deseas pasar.
Feliz escritura!
¡Hola, ML Plaza!
Aquí devolviéndote con gusto la visita.
Me gusta el relato, esa mezcla de verdad mezclada de ficción con algunos sucesos modificado me es interesante, lo que no me gusta mucho es el hecho de que la frase del mes, aparece varias veces durante el texto, creo que pudiste evitarlo.
Un error que encontré fue este:
“dunas en forma de cresta, sinuosas y alargadas” La palabra cresta debería ir en plural para que concuerde con las demás.
¡Saludos!
Hola
Soy la vecina del 35, te devuelvo la visita, una visita muy grata por cierto. Me encanta la atmósfera del relato y su originalidad
Enhorabuena
Saludos!
Hola M.L. Plaza, muy bueno, me gustó, medio fantasia, medio realidad, bien llevado, interesante desde el principo, me atrapó.
Espero seguir leyendote. Saludos
Hola M.L. Plaza, gracias por tus comentarios en mi relato.
El tuyo me parece muy interesante, no solamente porque está bien escrito y es placentera su lectura, sino por los aportes a la cultura general: no sabía de la existencia del “Cuarto Vacío”, que es como le han sabido llamar al desierto de Rub al-Jali, en la península Arábiga.No todos los días tenemos tiempo para aprender algo, pero ahora, tú nos has dado la oportunidad de hacerlo de una manera placentera.
Te felicito por el esfuerzo de informarte y te agradezco por lo que nos has brindado.
Saludos.
Hola M.L.
Me gustó tu relato. No quiero agobiarte poniendo lo mismo que los comentarios anteriores con los que estoy del todo de acuerdo.
Se nota enseguida que está bien construido y es ameno de leer.
Gran trabajo.
Hola
Gracias por pasarte un rato por mi cuento
Tu relato está bien escrito y descrito, con matices y sutilezas de gran narrador. Quizá lo único que falta es una historia, con algún personaje con el cual nos podamos identificar los lectores. Ten en cuenta que hay que tener alguna clase de relación con el lector, y ponerse en su lugar. Tu cuento tiene valor y calidad artística indiscutible, y no aburre, pero tampoco cuenta algo que le pasa a alguien. Es como una crónica de un periódico donde hacen publicidad de un sitio turístico. Me gusta la poesía que encierra y el trasfondo histórico, pero creo que podría haber más contenido a nivel de historia/cuento.
Un saludo
Hola y buenos días: Lo primero gracias por tu comentario: he repasado y reparado mi historia. Tenías razón en algunas cosas.
Tu texto es muy bueno, pero… me ha parecido un ensayo sobre los desiertos en general y el de uno en particular de Arabia. No tengo nada que objetar.
¡Enhorabuena!
Saludos, M.L.!
Enhorabuena por tu exquisito relato, a la vez preciosista y preciso. Casi se puede sentir el peso y el paso de los siglos.
No es nada fácil convertir un lugar en el protagonista de una historia, pero tú consigues que sea un personaje con entidad, casi parece un ser mitológico que nace, se desarrolla y finalmente sufre su declive, con ese brillante giro final del turismo.
Me ha encantado!
Muy original. Eludes la tendencia a considerar el cuarto como habitación y nos llevas a lo inesperado. Haces una descripción fluida, entretenida y cautivante y logras darle vida, como personaje, a un lugar geográfico, así que no te sales del objetivo de un relato. Me ha gustado mucho.
Que tal M.L,
En cuanto empezaste a hablar del pasado historico de ese lugar me enganche, las descripciones son bastante buenas, tanto es asi que pude formar imagenes del sitio en mi cabeza mientras lo leia. Jamas pense que tendria ese extraño nombre la ciudad jeje. Te felicito, buen texto.
Nos leemos,
Hola M.L.Plaza.
Acudì a Wikipedia por el cuarto vacìo, que literalmente encontrè de un desierto llamado “Cuartel vacìo”, no Cuarto vacío, pero puede haber alguna acepciòn que dé por aceptada lo de cuarto.
Con la palabra cuarto en tu relato tengo dos ideas diferentes: en el tìtulo, luego de comenzar a leer y que se refiere a un desierto, como a un cuarto espacio vacìo, como que hay otros espacios vacìos, vaya a saberse en què dimensiòn o a què espacios fìsicos se pueden ubicar los otros tres. Eso en cuanto al primer cuarto vacìo, el del tìtulo, la palabra vacìo sustantivo, la palabra cuarto como adjetivo ordinal.
Ahora bien, en la primer oraciòn, con Cuarto con mayùscula, el cuarto es sustantivo, la palabra vacìo actùa como adjetivo, y mi confusiòn en aumento porque no me entra lo del desierto comparàndolo con algùn cuarto (habitaciòn, recinto, lo que sea, con lìmites màs o menos determinados, aunque en este caso los límites sean bastante màs extensos de lo que usualmente se da a la palabra cuarto como sustantivo.
Luego pasas a la historia del desierto en sí que lleva tal nombre (no esperes que lo escriba para no hacer desastres) hasta la actualidad.
En sìntesis, veo un texto sobre el desierto, bello como pueden serlo los desiertos, historia del mismo y la actualidad con los turistas, que quitan de un plumazo toda poesìa e historia antiguas, incluso con el agregado de las imàgenes satelitales.
El desierto en sì como protagonista, como alguno ha señalado, tampoco lo veo, Más bien es un espacio donde han transcurrido historias, pero que no he encontrado en tu relato.
Seguiré volviendo a él.Puede que no estè en sintonía contigo en este momento.
Pienso que no te has decidido por alguna de las variantes que podìas haber seguido: la estètica del lugar, la historia, la superficialidad actual, el misterio…
Dejando el comentario abierto, te saludo.
¡Qué maravilla de relato! Me ha gustado mucho. Había oído hablar sobre la ciudad de los mil pilares, pero con este texto has conseguido hacerme sentir in situ.
Un abrazo. ¡Nos leemos!