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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Un viaje de negocios - por María Esther

UN VIAJE DE NEGOCIOS

El taxi se detuvo frente a la casa con césped, de la calle Andrade esquina Murguía, bajándose de inmediato un hombre de estatura regular, con ropa oscura; en una mano las llaves tintineantes y en la otra un portafolio y un maletín.
Marcelo encendió la luz y llamó a Silvia, su mujer, que no contestó. Se dirigió al dormitorio y al entrar se dio cuenta de que el cuarto estaba vacío. Recorrió la casa, fría y oscura, lo que evidenciaba la ausencia de habitantes por varias horas.
Sin perder más tiempo tomó una ducha, se vistió y preparó el maletín de viaje. «No debo olvidar el portafolio » pensó, mientras daba los últimos retoques. Llamó a Silvia por teléfono pero no obtuvo respuesta. Le dejó un mensaje de voz:«¿Dónde estás?. No te esperé porque tengo que ir para Asunción en el vuelo de las 21h. Regresaré en cuatro días. Los negocios de siempre.Besos».
Luego tomó el abrigo, el equipaje y subió al taxi que lo esperaba.
A los veinte minutos llegó Silvia, sorprendiéndose al encontrar la casa tan iluminada, y no ver a su marido por ninguna parte. En el recorrido fue juntando las cosas que dejó aquí y allá, cerrando las puertas del ropero, guardando la ropa usada en el canasto. «Sin duda, piensa, tuvo algún problema, para salir tan de prisa». En ese momento le vino a la memoria que por el camino, había sonado el teléfono y ella no lo atendió, pues venía muy apurada, se le hacía tarde. Era el mensaje de Marcelo, escueto, breve, con palabras muy conocidas.
—«¡Ya estoy harta, “los negocios de siempre,¿qué negocios son esos? no lo puedo acompañar, no se pueden suspender por nada del mundo, salen de golpe, sin aviso…Otro fin de semana sola…!Salí con tus amigas, no te quedes en casa”, es lo que sabe decir él !—. Repetía en voz alta haciendo ademanes, como si hablara con alguien.
No contestó el mensaje, se tiró sobre la cama, exhalando un largo suspiro, con las manos debajo de la cabeza. Estaba muy cansada de oír las mismas frases con absurdas explicaciones, siempre manteniéndola lejos de sus planes, sin compartir proyectos de su empresa, porque según él cada uno debería ocuparse de lo suyo. Se quedó largo rato pensando que no podía seguir viviendo de esa manera, tenía que resolver la situación. «Muy bien, se dijo, saldré con un amigo!, y él se quedará con sus negocios tan queridos». Recuerda que la relación fue pasando a segundo plano, nunca quedaba tiempo para los dos: primero durante la semana, el cansancio del trabajo, más los viajes, que se sucedieron cada vez con mayor frecuencia; diálogo, vacío de amor. Con esos pensamientos se durmió, soñando con el día de mañana, que va a invitar a Alejandro para salir juntos.
Alejandro era un compañero de trabajo en la oficina. Desde su llegada, hace un par de años, simpatizaron, solían tomar un café, conversar sobre la amistad, el amor, la vida, no sé, todo lo que se puede hablar con alguien que escucha y comprende al otro. Cultivaron una buena amistad, un tanto especial, por la afinidad y preferencias a la hora de elegir espectáculos culturales, por ejemplo.
Esta vez fue diferente, ella quiso ir al cine para ver una película romántica, que no era de la preferencia de Alejandro, sin embargo, al verla, los obsesionó de tal manera, que al salir, no necesitaron palabras para expresar sus sentimientos y emociones. El amor que los unía era una corriente incontenible, que afloraba libre, cristalina, al encontrar el momento y el entorno adecuados para manifestarse.
Salieron abrazados, desbordantes de alegría, de esperanza, de utópicos sueños ya tejidos en aquellas tardes de sombras prolongadas…
En lo alto, la Vía Láctea los observaba, magnífica, inefable, uniendo cielo y tierra por los tiempos infinitos.
El taxi se detuvo frente a la casa con césped, de la calle Andrade esquina Murguía, bajando de inmediato un hombre de estatura regular, con ropa oscura; en una mano las llaves tintineantes, en la otra un portafolio y un maletín.
Marcelo encendió la luz y llamó a Silvia, su mujer, que no contestó. Se dirigió al dormitorio y al entrar se dio cuenta de que el cuarto estaba vacío.

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16 comentarios

  1. 1. PaulaC_99 dice:

    Hola María!
    Tu relato me ha gustado.
    Muy bien hecho por parte de la mujer irse con Alejandro y dejar a ese hombre obsesionado con el trabajo.
    El final se supone que es cuando vuelve del viaje verdad ?
    La única pega que pondría sería el haberlo descrito con las mismas palabras que al inicio. Por lo demás, me ha gustado mucho.
    Un saludo !!
    P.D.: estoy en el 99 por si quieres leerme. Gracias

    Escrito el 18 julio 2018 a las 16:34
  2. 2. Perla preciosa dice:

    Hola, María Ester:
    Te digo más o menos lo mismo que Paula: el relato está bien, muy cotidiano, y donde lo bonito es la equidad con la que tratas el tema del abandono en una pareja. Sigue escribiendo.

    Escrito el 18 julio 2018 a las 17:33
  3. 3. Labajos. dice:

    Hola María Esther:

    Sorprendente final, del que caben, al menos, dos interpretaciones: la primera sería recalcar lo rutinaria y aburrida que es la vida de Marcelo, tanto que la narración es la misma. No es de extrañar que Silvia recurra a las atenciones de Alejandro, con quien tanto conecta. La segunda posibilidad, por la que me inclino, es que principio y final constituyan una misma acción, en este caso, una diferencia de 20 minutos supone un desencuentro, Silvia se precipitaría en los reproches hacia su pareja, tal vez condicionada por lo pelma que es Marcelo, sobre todo si se compara con un seguramente más interesante Alejandro.

    Un entretenido relato y aviso a navegantes.

    Hasta la próxima.

    Escrito el 18 julio 2018 a las 17:45
  4. 4. María Esther dice:

    Gracias PaulaC 99 Perla Preciosa y Labajos por vuestros comentarios.
    Sí, es un relato sencillo, que muestra el deterioro de una relación, donde la rutina y la falta de diálogo fueron decisivas para que ella tomara una resolución.
    Saludos, les devolveré la visita.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 03:22
  5. 5. cesar henen dice:

    ¡Hola, María Esther!

    Empezaré con algunos corregibles que encontré:

    En “Le dejó un mensaje de voz:«¿Dónde estás?.” Está muy junta la primera comilla latina de la pregunta, además de que sobra el punto final.

    En “Los negocios de siempre.Besos” Siempre, el punto y besos están muy juntos.

    Esta frase: “«Sin duda, piensa, tuvo algún problema, para salir tan de prisa».” Me parece que la palabra piensa no debe ir dentro de las comillas latinas, debido a que es una indicación del mismo narrador de lo que está haciendo el personaje, en este caso, pesando. Sería algo así: ….piensa «Sin duda tuvo algún problema, para salir tan deprisa.”

    En “«Muy bien, se dijo, saldré con un amigo!, y él se quedará con sus negocios tan queridos»” igual que en la anterior, pero esta vez “se dijo” lo pondría fuera de las comillas y al principio. “…. Se dijo «¡Muy bien, saldré con un amigo!», además te falta un signo de exclamación al principio.

    En este párrafo completo:
    “—«¡Ya estoy harta, “los negocios de siempre,¿qué negocios son esos? no lo puedo acompañar, no se pueden suspender por nada del mundo, salen de golpe, sin aviso…Otro fin de semana sola…! Salí con tus amigas, no te quedes en casa”, es lo que sabe decir él !—. Repetía en voz alta haciendo ademanes, como si hablara con alguien.”

    Raya y comillas latinas no van juntas, o es pensamiento o es habla. Siempre, la coma, y que están muy juntos. El ultimo signo de exclamación después de “decir él está separado del texto, además la ultima raya va junto a repetía y sobra el punto que está en medio.

    En cuanto a tu relato, es una historia interesante donde al parecer la monotonía del marido canso a Silvia, pero ¿Realmente son los negocios del marido lo que hace que se ausente? Bien podríamos pensar que él también tiene otra amante y los negocios solo sean el pretexto.

    Me ha gustado bastante tu historia, Esther.

    ¡Saludos!

    Escrito el 21 julio 2018 a las 01:31
  6. 6. María Esther dice:

    Hola César, me encantan tus correcciones, son todas muy acertadas. Sabes que he retomado la escritura después de siete u ocho meses de suspenso por razones de salud. Tu dirás que eso no justifica los errores. De acuerdo, pero es debido a la falta de entrenamiento en el uso de la computadora. Sabes que comencé a trabajar en ella hace dos años, cuando entré al taller; me resultó bastante complicado, ya que no tomé cursos previos, solo instrucciones familiares, y las correcciones del taller que trato de memorizar al máximo.
    Bueno, ese es uno de los problemas, la memoria. Como estuve tantos meses sin aplicar las herramientas, ahora me pasa lo que me pasa. Pero gracias a ti que me has marcado tan bien los errores en los signos de puntuación, trataré, te lo prometo de superarlos cuanto antes. No dejes de marcarme lo más mínimo que encuentres.Saludos.

    Escrito el 21 julio 2018 a las 02:41
  7. 7. Cesar henen dice:

    Creeme que te comprendo, a veces las enfermedades no nos dejan dar el 100% de nosotros y te lo digo de forma personal ya que tengo una enfermedad crónica desde hace 10 años y hay veces que bien no me dan ganas de escribir y que por esa falta de animo se me escapen muchas cosas.

    Me alegro que ya estés mejor y no dudes que si vuelvo a leerte marcare los errores que encuentre pero seguramente serán mínimos o quizá ninguno.

    ¡Cuidate mucho!

    Escrito el 21 julio 2018 a las 04:44
  8. 8. María Esther dice:

    Gracias, César, eres muy amable.

    Escrito el 22 julio 2018 a las 01:18
  9. 9. Laura dice:

    Hola María Esther.
    Lamento mucho que hayas pasado por una cuestiòn de salud, siempre son importantes.
    Tu relato es interesante, a mí si me ha gustado que el final haya sido igual al inicio, me atraen la circularidad y las repeticiones cuando enriquecen el texto.
    Has dado muchos detalles al inicio pero no quitan dramatismo, se contraponen a la salida de la esposa con el amigo: una especie de lentificaciòn al principio, aceleraciòn con la cita, y vuelta al tiempo màs lento del final.
    Insistirìa con la relaciòn dentro del matrimonio y el trabajo del marido, pero da para algo mucho màs largo.
    Me encantò la frase de la vía làctea.
    Hasta la pròxima.
    Saludos.

    Escrito el 22 julio 2018 a las 13:50
  10. 10. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola María Esther me entero por tus comentarios anteriores que has estado enferma pero si has vuelto al taller quiere decir que te encuentras mejor. Bravo!!. Pienso además que escribir te ayudará a recobrar las fuerzas rápidamente.
    Respecto al relato ya te dicen los compañeros algunas cosillas en relación a la ortografía. A mi me ha gustado pero te voy a decir las pequeñas cosas que he visto. Un compañero me ha hecho ver en mi relato que cuando se hace flasback es mejor hacer punto y aparte. Por ejemplo cuando dices “recuerda que la relación….) mejor en otro párrafo. Además te añado de mi cosecha que yo no terminaría ese párrafo diciendo el plan que está tramando, sino que empezaría el siguiente con la idea ya en marcha. Otro cosa cuando explicas quien es Alejandro, intercalas un presente entre pasados (“hace un par..) creo que es incorrecto o al menos suena mal al oído.
    El final, repitiendo la frase del principio, me desconcertó. Si es un recurso para remarcar la monotonía de la vida de Marcelo es buena idea. Nos leemos en el proximo, un abrazo.

    Escrito el 22 julio 2018 a las 18:21
  11. 11. María Esther dice:

    muchas gracias Laura y María Jesús por la visita, los comentarios, y los deseos de recuperación.
    Creo que me faltó más lectura y corrección, espero superarme.
    El final, si, mi intención era remarcar el comportamiento frío y rutinario del marido, y a la vez sugerir al lector el desconcierto que sentirá Marcelo cuando pasen las horas y ella no regrese.
    Lo de la vía láctea es empleando un lenguaje figurado para expresar lo sublime de los sentimientos.
    Gracias nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 24 julio 2018 a las 01:55
  12. 12. marazul dice:

    “la casa con césped”, me resulta curioso que te refieras a la casa de esa manera. El hecho de que lo repitas al principio y al final con las dos llegadas del marido aportan una estructura circular que siempre me ha gustado. De hecho en mi relato también utilizo ese recurso.
    No es un tema original, pero ya sabemos aquí en literaturas que lo que realmente importa es la forma en que lo contamos.
    El lector puede llegar a conocer a Silvia pero nos dejas con las ganas de saber cómo y qué piensa Marcelo. Es el personaje más misterioso, del que podemos imaginar muchas cosas. O tal vez simplemente sea así de aburrido…que a veces pasa.
    Encantada de leerte María Esther. Cuídate mucho
    Un abrazo

    Escrito el 24 julio 2018 a las 20:55
  13. 13. Simón Martín dice:

    Hola María Esther:

    Aunque con un poco de atraso paso a comentarte. En lo relacionado con el fondo, me gustó el suspenso que despiertas desde el inicio: le cautivas al lector. Es cierto que es un tema muy común, e incluso lo es también el planteamiento, por lo que el final se torna predecible. Sin embargo, la circularidad del relato le da originalidad y le torna atractivo. Por eso es que, al contrario de otros colegas que te han comentado, a mí sí me ha gustado la frase del final que se repite exactamente igual que al inicio. Es un buen recurso, en mi criterio.

    En cuanto a la forma, ya se ha dicho mucho sobre ello y me parece que son buenos aportes. Siempre esas observaciones serán bienvenidas pus nos ayudan a superarnos. Yo solo aportaré con un punto más: en la primera frase escribes “El taxi se detuvo (…) bajándose de inmediato”. El gerundio está mal utilizado. La mejor recomendación es relacionar directamente el gerundio con el verbo y, si funciona, esta bien utilizado. En este caso, son dos acciones en tiempo distinto: primero se detiene el taxi y luego la persona se baja. Por eso, debió haberse escrito “El taxi se detuvo (…) y de él se bajo de inmediato…”.

    Por lo demás, todo bien. ¡Sigue adelante!

    Escrito el 25 julio 2018 a las 01:24
  14. 14. María Esther dice:

    Muchas gracias Marazul y Simón Martín por vuestros valiosos comentarios,siempre bienvenidos.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos

    Escrito el 26 julio 2018 a las 00:06
  15. 15. Menta dice:

    Buenos días María Esther:

    Tu relato me ha gustado mucho. A veces un matrimonio funciona mal y se produce la desdicha de las dos personas. Es un callejón sin salida y la sociedad nos hace creer que no tenemos marcha atrás.

    Ya te han señalado los compañeros los errores de forma que tiene tu escrito. Cuando los corrijas te quedará perfecto.

    Me alegro que hayas vuelto al Taller porque escribir es una terapia estupenda. Hay tantas cosas que contar…

    Hasta muy pronto, un saludo. Menta

    Escrito el 30 julio 2018 a las 08:38
  16. 16. Otilia dice:

    Hola María Esther,
    Gracias por leer y por tu amable comentario.
    Tu relato me ha gustado. Te han comentado algunos compañeros que no es un tema original y es que, eso es imposible después de siglos de escribir historias. Lo importante es narrarla de una forma que enganche. Solo es mi opinión.
    En cuanto a los mejorables estoy de acuerdo con el compañero Cesar henen, también con el tiempo verbal, en vez de “hace” pondría “hacía”.
    Me suena raro “les obsesionó…” les impresionó, les emocionó…
    Espero que estés bien de salud. Nos leemos.
    Saludos.

    Escrito el 30 julio 2018 a las 16:35

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