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6:37 - por Susana

6:37

Un ruido estático provoca que despierte. Abro los ojos lentamente; estoy acostada boca arriba en la cama, bajo mis cobijas. Al fondo, una luz roja hace contraste con la oscuridad que me rodea, logro distinguir la alfombra azul que cubre el suelo de mi habitación.

Quiero encontrar el origen de ese sonido, pero me doy cuenta de que mis brazos, piernas y abdomen están quietos, pesados, paralizados. Con mis ojos, procurando dejarlos dentro de sus cavidades, examino el espacio a mí alrededor. Es mi habitación; logro observar el librero, el armario, la ventana, la noche que carece de luz de luna y la luz roja que apunta hacia el suelo debajo de mi cama.

Algo me detiene, no me deja levantarme; comienzo a ponerme nerviosa. Respiro rápidamente, trago saliva, intento moverme, sin lograrlo. Después de lo que me pareció una eternidad, veo cómo la cobija que tengo sobre mí empieza a caer muy lentamente al suelo. Mis ojos giran lo más que pueden hacia la izquierda para ver qué es lo que provoca que la cobija caiga.

Logro girar unos centímetros mi cabeza, provocando que una lágrima resbale por mi mejilla hasta llegar a la almohada, que sostiene la parte más fuerte de mi cuerpo en este momento. La luz roja ayuda a visualizar lo que parece una mano pequeña que sale de debajo de la cama, que sostiene fuertemente la cobija, aferrándose a ella como si su vida dependiera de ello.

Mi corazón quiere salir corriendo del pecho inmóvil que lo protege, siento mis manos sudar y la garganta seca.

Sé que mi madre está al final del pasillo, en su habitación; talvez si pudiera gritarle, vendría corriendo a ayudarme, a despertarme de esto que parece una pesadilla. Cuando intento pronunciar palabra, me doy cuenta de que es inútil. Es como si mi garganta se hubiera cerrado para siempre.

La cobija sigue cayendo, sé que lo que sea que esté debajo de mi cama está provocando todo. Él sigue jalando sin importarle que esté aterrada; parece disfrutarlo.

Sin darme cuenta, formulo una pregunta en mi cabeza “¿qué es lo que quieres?”, y él parece entenderme, porque, por un momento, el sonido se detuvo y la cobija dejó de caer. Me quedé paralizada, expectante, observando lo que me era posible en aquella repentinamente silenciosa habitación. Cuando de pronto escucho una voz de un niño pequeño, que proviene de debajo de mi cama diciendo: “alma”. Habiendo dicho esto, comenzó a jalar la cobija con más fuerza y empezó a descubrir mis pies, piernas, abdomen…

Cuando mi corazón ya no pudo más; cuando creí que iba a morir; cuando sentí el mayor miedo de mi vida… la atmósfera cambió totalmente. La luz del sol entró por mi ventana, los latidos de mi corazón fueron tranquilizándose y mi cuerpo consiguió su movilidad. Estaba bañada en frío sudor, y la cobija estaba en el suelo.

Después de unos minutos, me senté en la orilla de la cama, recapitulando en mi mente todo lo que había sucedido. Me levanté y examiné mi habitación exhaustivamente, pero no encontré algo que pudiera dar respuesta a lo que viví. “¿Cómo podría empezar a explicar lo que pasó?”, pensé.

De pronto, se escucha una voz que me anuncia que el doctor llegará a las 6:30, aunque yo sé que eso no es cierto; el doctor Aripes nunca es puntual.

Después de unos minutos, entra a mi habitación, vistiendo su extremadamente blanca bata, sosteniendo su tabla portapapeles en la mano izquierda y su pluma en la derecha.

─ ¿Qué fue lo que te pasó? Todo un mes sin pesadillas y ahora mírate ─ me dijo con preocupación.

─ Doctor, usted no entiende. Ésta vez fue real… sí que lo fue. Viene por mí. Quiere matarme ─ le dije mientras lloraba.

─ ¿Qué hizo ésta vez? ─ preguntó con escepticismo.

─ Dijo que quería mi alma, jaló mi cobija para asustarme y me inmovilizó…─ le comenté aterrada.

─ Mira a tu alrededor ─ me dijo con un dejo que tristeza en sus ojos.

Lo miré fijamente, mis labios temblaban y no podía dejar de llorar.

Giré mi cuerpo hacia atrás y observé el entorno. Mi habitación se había esfumado. Ya no existía mi cama, mi librero, mis peluches, mi ventana; nada era mío. Era una habitación completamente blanca, que consistía de colchones en paredes, piso y techo, sin ningún mueble a la vista. Me quedé plantada ahí sin mencionar palabra… el cuarto estaba vacío…

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23 comentarios

  1. Me gusto tu relato porque el tema de las enfermedades mentales me atrae de manera especial. Me gusta la redaccion aunque yo hubiera agregado alguna actividad o accion pequeña del personaje que vaya hacindo dudar sobre su condicion mental y quizas dialogos con el fantasma o aparicion pars darle velocidad al cuento. Por lo demas es un buen relato. Me gusto

    Escrito el 18 julio 2018 a las 03:11
  2. 2. EstebanLR dice:

    ¡Hola Susana! Me gustó tu relato, conseguiste engancharme y hacer que me lo leyera ansioso por ver qué pasaba al final. Hay algún párrafo con el que me lié un poco, como por ejemplo este: “Logro girar unos centímetros mi cabeza, provocando que una lágrima resbale por mi mejilla hasta llegar a la almohada, que sostiene la parte más fuerte de mi cuerpo en este momento. La luz roja ayuda a visualizar lo que parece una mano pequeña que sale de debajo de la cama, que sostiene fuertemente la cobija, aferrándose a ella como si su vida dependiera de ello.” pero en general está bastante bien. Como te digo me ha gustado mucho y has conseguido meterme el miedo en el cuerpo. Saludos y gracias por compartir tu relato.

    Escrito el 18 julio 2018 a las 16:06
  3. 3. Montse dice:

    Muy bien, Susana. Se lee de maravilla, sin ningún ropiezo ni necesidad de volver atrás, como suele ocurrir. Está muy bien contado, fluye con una naturalidad magnífica. Felicidades.

    Hay algo que me cuesta, pues en castellano no solemos utilizar estas expresiones que seguramente son de lo más correctas en tu país. Por ejemplo: Jalar, cobija. Nosotros diríamos: Tirar y manta. Pero ya te digo que seguramente entiendo que es correcto.

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 julio 2018 a las 19:50
  4. 4. Isabel dice:

    Me gustó mucho tu cuento, de hecho hasta miedo me causó el imaginarme la situación al estarlo leyendo.
    Y me causó asombró el final y ver que todo fue producto de tu imaginación.
    Felicidades!!

    Escrito el 18 julio 2018 a las 20:20
  5. 5. Susana dice:

    Muchas gracias por tu comentario, Nidama de Isthar. Quise agregarle más, pero me pasé de palabras.. jaja

    Durante el día iré a leer tu relato y comentarlo!
    Gracias

    Escrito el 18 julio 2018 a las 21:37
  6. 6. Susana dice:

    Muchas gracias, Montse!. Tu comentario me alegra!
    Y efectivamente, algunas palabras son diferentes y se usan con más frecuencia en México. Aunque “tirar” suena más propio y poético, comenzaré a usarlo en lugar de “jalar”. Y con “manta” acá nos referimos más como a una manta de bebé o una cobija muuuy delgada. Pero siempre es bueno aprender cosas nuevas, y para eso estoy.
    Nos seguimos leyendo y que tengas un buen día!

    Escrito el 18 julio 2018 a las 21:43
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Susana:
    Te felicito, un relato realmente fácil de leer, bien escrito, con ritmo. Me ha gustado.
    Una sola duda: estás recostada en la cama y la cobija empieza a caer. Lo lógico es que el orden de las partes de tu cuerpo que van quedando descubiertas sea: mi abdomen, mis piernas, mis pies. Tu lo tienes al revés.
    Si prescindes de la pequeña mano que tira o jala de la cobija, puedes tener mayor misterio.
    El final está muy bien logrado como para sorprender al lector.
    Felicitaciones.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 00:21
  8. 8. Susana dice:

    Hola Luis Ponce. Muchas gracias por tu comentario.

    Respecto al orden, mi intención era que los pies quedaran descubiertos primero. Mi relato se basa en parte, en una pesadilla que tuve hace pocos años, y eso fue lo que sentí: un frío en mis pies, después, en todo lo demás. Además, tengo esa reacción de ansiedad cuando tengo mis pies fuera de mi cobija, por eso siento que, en lo personal, sea más tenebroso.

    Muchas gracias por tu retroalimentación. Me ayuda demasiado.
    Luis Ponce, ya que esté en casa buscaré tu relato para leerlo.

    Que tengas un excelente día!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 01:45
  9. 9. Sophie dice:

    Hola, Susana.
    Estoy casi sin respiración después de leer tu relato. Uf! ¡Qué angustia! Has conseguido el objetivo.
    Me ha gustado tu redacción y tu forma de llevarlo.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos y gracias por el comentario que me dejaste.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 11:03
  10. 10. Luis Ponce dice:

    Susana:
    me alegro que te haya gustado mi relato. Gracias por tus comentarios.
    Las pesadillas no tienen lógica, ahí se justifica el orden del destape.
    Un lindo día.

    Escrito el 19 julio 2018 a las 15:19
  11. 11. Susana dice:

    Hola EstebanLR

    Me alegra muchísimo que te haya enganchado mi relato!

    Y tienes razón, creo que hay un poco de desorden en ese párrafo. Seguiré escribiendo hasta dominarlo. Graciaa por la retroalimentación! Ayuda como no tienes idea.

    Durante el día iré a leer tu relato para comentarte de vuelta.

    Que pases una excelente día!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 21:23
  12. 12. Susana dice:

    Hola Isabel!

    Muchas gracias por tu comentario. Mi idea era transportar al lector y creo que lo he logrado.

    Que tengas un excelente día

    Escrito el 19 julio 2018 a las 21:25
  13. 13. Susana dice:

    Hola Sophie!

    Muchas gracias a ti por leer y disfrurar mi relato. Ése era el objetivo 😉

    Y de nada! Después de leer tu relato, no tengo problema en seguir leyendo tus ideas.

    Que pases un buen día!

    Escrito el 19 julio 2018 a las 21:27
  14. 14. Servio Flores dice:

    Hola Susana.
    Gracias por la visita y comenysrio a mi micro.
    No soy de los que lee mucho el género de terror, así que no tengo tanta experiencia con este tipo de escritos.
    Leí su cuento ayer y el efecto del miedo vino por la noche… Creo que así funcionan algunas historias, metiéndose en el subconsciente y labrando poco a poco nuestra psique.
    El relato me ha gustado y el giro final me parece bien logrado.
    ¡Bien hecho!

    Escrito el 20 julio 2018 a las 12:45
  15. 15. Susana dice:

    Hola Servio Flores!

    Gracias por comentar mi cuento.

    Personalmente me disculpo por lo que te haya provocado mi relato; pero profesionalmente, he logrado causar miedo en el lector, y ese era el punto.

    Me alegra que te haya causado algo.

    Nos seguimos leyendo. Que tengas un excelente día!

    Escrito el 20 julio 2018 a las 17:04
  16. 16. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Susana: Después de tantos comentarios que más puedo decirte, me gustó, me atrapó, lo disfrute, un placer leerte y espero poder seguir haciendolo

    Escrito el 21 julio 2018 a las 11:30
  17. 17. Susana dice:

    Muchas gracias por tu comentario, Angel Climent!

    Y claro que sí. Nos estamos leyendo.

    Que pases un excelente día.

    Escrito el 21 julio 2018 a las 19:21
  18. 18. cesar henen dice:

    ¡Hola, susana!
    primera vez que te leo en el taller, veo que ere tu tambien eres de Mexico al igual que yo.
    Me llamo la atención un comentario que te hicieron acerca de las palabras jalar y manta, de hecho jalar y tirar son sinónimos, y no son modismos. En el caso de la manta, es una prenda que como bien dijiste nos es para un bebé y que es más delgada y pequeña que una cobija incluso para bebés, eso sin mencionar que hay cobijas para adulto y cobertores que no son lo mismo.

    Bueno, a lo que venía. Muy buen relato en primera persona, atrapante e inquietante, pero para ponerte un prietito en el arroz, la palabra “talvez” va separada, fuera de eso, me a gustado bastante.

    ¡Saludos desde el 98!

    Escrito el 22 julio 2018 a las 04:08
  19. 19. Susana dice:

    Hola Cesar Henen!

    Soy nueva en el blog y es mi primer relato, por eso no habías leído nada de mí jaja.

    Y sí! Soy de acá de Baja California, mucho gusto.

    Y gracias por tu comentario en mi ortografía. He notado que siempre se me pasa y pongo junto “tal vez”. Pero para eso publico mi relato, para que me hagan críticas constructivas y seguir aprendiendo.

    En el transcurso del día de mañana iré a leer tu relato, Cesar.

    Seguimos en contacto y nos seguimos leyendo. Bonito fin!

    Escrito el 22 julio 2018 a las 06:33
  20. 20. Laura dice:

    Hola Susana.
    Bienvenida al grupo!!!
    Me ha encantado tu texto. De la cotidinaneidad de un despertar cualquiera has pasado a un hospital psiquiàtrico. Muy bien llevado. Felicitaciones.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 22 julio 2018 a las 14:42
  21. 21. Susana dice:

    Hola Laura!

    Me encantó tu comentario. Muchas gracias.

    Nos estamos leyendo.

    Que tengas un excelente día!

    Escrito el 24 julio 2018 a las 18:42
  22. 22. Calèndul dice:

    Relato original y muy buen narrado por su cadencia, Susana. Con tus frases cortas y tus acertadas descripciones, en presente, consigues que el lector se ponga en la piel de la protagonista y reviva sus agobios. Esto está muy bien logrado. Enhorabuena. Merci por tu relato. Soy el relato 102. Por si deseas opinar.

    Escrito el 24 julio 2018 a las 23:37
  23. 23. Susana dice:

    Hola y muchas gracias, Caléndul!
    Me pone de buenas tu comentario 🙂

    Aún me faltan leer algunos relatos, pero claro que me daré una vuelta por el tuyo en unos dìas.

    Que tengas un excelente día y nos estamos leyendo!

    Escrito el 29 julio 2018 a las 07:58

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