Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Una dama - por CLAUDIA
Web: https://claupalabras.blogspot.com
UNA DAMA
Natalia Muñoz era una mujer escondida detrás de su vestido religioso. De pequeña fue inducida por su familia a formar parte de la abultada y tosca agrupación eclesiástica. Es que a comienzos del siglo XX, no había mayor alternativa.
Natalia no quería tocar el amor masculino. Fue educada desde la infancia en los valores oscuros que propiciaban el sufrimiento, el sufrir por amor, el sufrir por los demás. Y ella tomó ese sufrir y lo convirtió en fantasías. Esas ideas imaginarias, como un arrebato diario, le marcaban un horizonte colorido y opuesto a su realidad.
Durante las mañanas, en el espacio de convento, el silencio profundo y eterno bordaba las horas. Por la tarde, trabajaba como auxiliar de enfermería en un hospital de la zona. Allí observaba el mundo, la vida de las sonrisas y del contacto corporal. No conversaba asiduamente, pero respondía si le consultaban algo o le preguntaban puntualmente sobre un problema. Esas caras que la interceptaban durante el día, eran las protagonistas de las historias que inventaba cuando de noche y en la penumbra, escribía. Guardaba más de quinientos relatos, los que releía o ilustraba mientras la oración se apoderaba de sus compañeras.
Una vez cada quince días, Natalia, tenía permiso para salir a caminar. Y en ese tiempo desplegaba su gran pasión: pasear vestida como una dama.
Antes de salir del hospital, cambiaba su ropa transformándose en una joven bella. En su cartera llevaba lápiz labial y polvillo tenue para maquillarse. Cubría su rostro con un sombrero cuyo velo de encaje tapaba su identidad. Caminaba por las calles de la ciudad que se constituían en un atractivo laberinto. Disfrutaba con plenitud las escapadas solitarias y así, durante un par de horas, miraba con entusiasmo los escaparates. La tienda de sombreros era su preferida. Le gustaba entrar y ver los elegantes sombreros y pañuelos de seda colgados de largos bastones de madera tallada. Allí se sentía libre para mirar e imaginarse adornada por la majestuosidad de esos atuendos.
En una ocasión, mientras intentaba decidirse por uno, un hombre se acercó a ella y rozando su mano, levanto el velo que cubría su cara. Natalia dejó que el hombre la mirara profundamente y sonrojada, lo saludó.
-¿Es este el sombrero que elige?- preguntó el hombre señalando uno.
– Sí, aunque no estoy muy decidida. – Contestó ella.
– Quisiera complacerla, podría comprar el sombrero que le guste. – Dijo el hombre con entusiasmo.- Veo que no está comprometida. Me gustaría invitarla a cenar.
– No puedo, Sr…,
-Manuel, Manuel Marini. Mucho gusto.- Respondió.
Natalia, sin dejar de mirarlo a los ojos, intentó explicarle con mentiras que ese día no, pero que otro sí y en medio de sus dichos atolondrados, Manuel la tomó del brazo, la llevó fuera de la tienda y la besó.
¿Cómo podría continuar esta historia si no fuera porque el deseo se despliega como ramas de un árbol sin importar hasta dónde lleguen?
Natalia se entregó al instante sin pensar en lo que podría ocurrir si no llegaba a tiempo a su místico hogar. Luego de abrazos y tiernas miradas se despidió y comenzó a caminar las 30 cuadras de distancia. Estaba anocheciendo. Las calles algo desiertas no la atemorizaron y continúo el trayecto con la mágica sensación de saber que su futuro ya no sería el mismo. El beso de aquel hombre se había constituido en el pasaporte de vida que dio rienda suelta a sus propias historias, relatos envueltos con su piel, con sus emociones, con sus extraordinarios sombreros.
Todavía vestida con su falda y su chaqueta, se detuvo en la calle principal y en torno a la bifurcación de la decisión, detuvo con una seña a un auto negro que se aproximaba. Algo le dijo al chofer para convencerlo y subió con dudas.
¡Guau! Tu historia me resulto muy impactante. El personaje central es muy rico, multifacético diría.
Del lado de la crítica constructiva puedo señalarte que usaste guiones en varios lugares donde van rayas de diálogo.
En cuanto a la estructura, me resulta muy larga la intro y mucho más cortito el nudo y el desenlace.
Te felicito por tu trabajo, muy bueno.
Saludos.
Muy buena historia. Pienso como Diego Alba con respecto de la larga intro, desarrollo y desenlace muy cortos. Según he aprendido, se trata de darle un 25% a la primera, un 50% al desarrollo o nudo y, un 25% al desenlace. Me ha gustado mucho el personaje. Te felicito.
Me agradó la metáfora del deseo, y el posicionamiento del narrador a partir de esta. Es interesante la construcción del personaje, pero lo veo en una historia más larga. Creo que cada elemento del cuento debe ser fundamental para su desarrollo. No estoy de acuerdo en usar el porcentaje, pero sí se debe buscar un equilibrio entre inicio, nudo y desenlace.
Mi relato es el #45
Hola, Claudia.
Wow, me gustó mucho la protagonista, ella sola le da vida a la historia. Me la imaginé tipo Ava Gardner 😀
Las únicas cosas que te observo son: la mención del siglo XX me hizo perderme en el final cuando leí “auto negro”, ¿tal vez me estoy saltando algo?
Lo otro es, como ya te han comentado: el uso correcto de los guiones para los diálogos.
Un abrazo fuerte.
Saludos.
Muchas gracias por leerme. Tendré en cuenta sus comentarios
Abrazo
Hola Claudia, coincido con los demás en la riqueza del personaje, que llevaba en principio, una doble vida solitaria, silenciosa,creando personajes que no veían la luz, como ella. Hasta que sucede el prodigio, que todo lo transforma.
Hermoso relato, muy bien llevado.
Saludos, estoy en el 98 por si deseas pasar.
Es casi como una road movie solo que de una monja que se va compras.
Va, en serio. El retrato de la dama está muy conseguido. Es casi el dibujo del personaje lo que da su importancia. Me parece que la importancia de los personajes consiste en que cuanto más los conocemos, más nos interesa lo que le pasa, más amplia se ofrece la interpretación de sus gestos. En este relato creo que has conseguido eso, que nos interesemos primero por ella, para que luego vivamos su romanticismo como si fuera nuestro. Aunque a mí ese final del beso me ha resultado un poco cursi. Pero bueno, igual es porque yo soy un poco amargo.
Un saludo.
Hola Claudia,
Tu historia me atrajo. El personaje de Natalia lleva el peso de todo tu relato y lo hace de muy buena manera. Su modo de vida resulta interesante y su “despertar” puede dar lugar a variadas consecuencias, que ya podría ser tema de otro relato. Creo que el encuentro con Manuel pudo ser más realista, pero está bien.
¡Saludos!
Hola, Claudia,
Me encantó tu relato; me quedé con muchas ganas de….más!!!
Lo has contado de maravilla, todo concuerda, no hay nada que suene raro al leerlo en voz alta. Peros no voy a poner ninguno. Los signos son importantes y hay que ir puliendo por si…Pero para mí lo importante es como está relatada la historia. Y la tuya es música.
Sólo que no he entendido el final, pero creo que hoy por hoy, es lo que se lleva, dejar al lector pensando.
Felicidades 😉
Muchas gracias por los comentarios. Es un aliento a las ganas de escribir.
Abrazo
Claudia
Hola Claudia.
Me ha encantado tu personaje, aunque por momentos mi atenciòn decaìa.
Me recuerda a la tìa de “Hija de la fortuna”, de la grandiosa Isabel Allende, que escribìa novelas pornogràficas que su hermano hacìa imprimir en Inglaterra bajo un seudònimo.
Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta, y no dejes de escribir.
Hola, Claudia:
Me parece esta una monja muy original, que en el fondo no hace más que reflejar la lucha interna que tienen o tenían muchas de su clase. Me hubiera gustado saber si deja el convento al final o no, pero bueno, eso es lo de menos. Te felicito.
¡Hola!
Demonios me encantó el personaje, ella quiere ser bonita no para atraer a los hombres; sino por ella misma. No quiere encontrar el amor y éste choca contra ella. Aunque al final Natalia me pareció un poco ingenua, con un solo beso de Manuel la tenía algo engatusada y eso es coherente al ser su primer encuentro romántico (O así lo interpreté yo); claro que tampoco el texto dice que ella empieza a creer plenamente en el romance.
Es mi… Noveno favorito, diablos. ¿Te apetecería comentar en el mío? Es el 105
Hola, muchas gracias por sus comentarios. Me encantan sus hipótesis sobre el destino del personaje. Lo cierto es que, en la acotación de palabras, decidí dejar abierta la historia. Es muy buena la interpretación de Norelkis, se asemeja mucho a la intención. Me gusta este espacio, tiene calidez y crítica necesaria para reflexionar.
Abrazo