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El sombrero de Batelur - por Nidama de Isthar
El sombrero de Batelur
Acompañe al vendedor a la parte posterior de la boutique y atravesamos una pequeña puerta para llegar al taller.
—Mira aquí tenemos sombreros viejos y devoluciones —abrió un descolorido estante—. Me llamas si te decides por uno.
Había montones de sombreros de todo tipo. Inmediatamente capto mi atención uno descuidado y con una copa que parecía un ocho.
Sacudí el sombrero, me lo coloque en la cabeza y todo fue confuso alrededor. Cerré los ojos y al abrirlos me encontraba en la tienda. Todo era normal hasta que alce la vista y aterrado vi a un pequeño hombrecito de vestimenta colorida y extraña sobre el estante.
—Gracias por ponértelo y sacarme. Soy Max Batelur —hizo una reverencia.
Quise salir corriendo y solo alcance a balbucear:
—Tú no existes, estás en mi mente y nunca debí probar aquellos ácidos.
—Claro que soy real —dijo mientras saltaba sobre el mueble —. Soy un mago Alexis, pero un hombre perverso se robó mi varita y me encerró en el sombrero. Lo bueno es que apareciste —.
— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunte—. Quiero que te vayas por donde sea que viniste.
—Me iré, cuando recuperes mi varita —interrumpió—. Cruzaras el laberinto y te recompensare—. Agitó en su mano un saquito verde y escuche un ruido metálico.
—No iré a ningún lado. Ni siquiera conozco el camino —protesté.
—Yo te llevaré, el resto lo descubrirás tú. Debes burlar al caballero de fuego para recuperar mi varita—.
Un gran impulso me empujó hacia el muro de piedra y sin saber cómo lo atravesé.
—Sácame de aquí —grite con todas mis fuerzas, pero el eco respondió.
El techo de la tienda desapareció y un cielo pintado por completo de invierno se extendía por todo el horizonte. Me rodeaba un paisaje cubierto de árboles tétricos. Corrí y corrí por todos los senderos pero siempre volví al mismo sitio. Me senté a llorar, entonces divise a lo lejos la silueta de un hombre colgado por un pie en un árbol. Me acerque a él.
—Deja que te baje. ¿Quién te puso allí? —. Y asustado note que su rostro era igual al mío.
—No hace falta que me bajes, pero que bueno que llegaste. El camino está por allá, sigue el destello azul. Apúrate y usa la fuerza de voluntad con el caballero — me indico apresurándome.
Me moví en círculos con la guía de una pálida luz azul y llegue a una enorme entrada que se abrió lentamente ante mí. El interior era soberbio y un extenso pasillo vigilado por piras de fuego y leones me condujo ante el caballero.
—Ya llegaste Alexis. Supongo que quieres tu varita — afirmó con la más potente voz que he escuchado en mi vida.
—Es la varita de un amigo — le respondí, mientras descubría a un hombre fornido y hermoso, de cabello largo y verdes ojos penetrantes.
—Detalles. La varita les pertenece pero debes demostrar merecimiento. Una pequeña prueba, una bebida —. Habló mientras llenaba hasta el tope una copa con agua de la fuente que se erguía en medio del salón.
—Bebe — me ordeno y su presencia era completamente magnética.
Mi lengua toco el líquido y sentí inundándome un éxtasis indescriptible.
—Este es el poder de los reyes, la riqueza absoluta, el placer de la carne, la victoria sobre la muerte. Todo es tuyo, sólo bebe—.
Yo estaba perdido de gozo y sus ojos convertidos en llamas me rugían ¡Bebe!, pero con dolor y fuerza sobrehumana aparte la copa.
—Muy bien, así que no la quieres —. Percibí su furia cuando de un zarpazo me hundió en la penumbra.
Todo era oscuro y una sed infinita me quemaba más allá de la piel y las entrañas. El tiempo era eterno en ese suplicio y la elegante copa lo único que sobresalía entre las sombras —Libérate y bebe—me susurraba una voz, pero aferrado a la partícula de espíritu que me quedaba sobreviví al lacerante tormento, hasta que finalmente el caballero habló:
—Ya pasaron cuarenta días y cuarenta noches. Puedes irte—.
Desperté en mi cama muy aturdido. Me había convencido de que todo había sido un sueño, pero debajo de mi almohada encontré el saquito verde. Revise su contenido: una fina copa de plata, una daga antigua, una moneda de oro y una varita de sauce. Agua, aire, tierra y fuego me pertenecen desde entonces y ese saquito es mi pasaporte entre tierras y épocas distintas para esparcir la magia.
Hola Nidama de Isthar!
Soy Susana de nuevo 🙂
Me gustó tu relato, muuucha fantasía y eso me entretiene bastante.
Encontré algunos errores: en unas palabras se te pasó ponerle tilde. Ten cuidado con eso.
Me gustó cuando dices que escucha a una voz fuerte, y que sale un hombre fornido y hermoso.. antes de esa descripción me imaginé a un ogro jajaja
Mi relato es el no. 131, por si gustar leerlo y comentarlo. Me ayudaría mucho.
Sigue escribiendo y que pases un bonito día!
Gracias por tu comentario Susana y si seguido se me van los acentos o me como letras por más que lo reviso pero bueno lo corregiré. Y en cuanto pueda leo tu relato. Saludos y nos estamos leyendo
Hola, Nidama de Isthar
Me toca comentar tu relato. Me llevaste a un mundo fantástico donde, a pesar de la falta de tildes, se puede seguir fácilmente, aunque al final se desdibuja la fantasía creada por ser un sueño. La gran virtud es que tu relato causa mucho interés y entretiene. Felicitaciones. Me gustó mucho. Tienes mucha creatividad.
Tienes que esmerarte en colocar las tildes en: acompañé, captó, coloqué, alcé, alcancé, pregunté, cruzarás, recompensaré, escuché, grité, divisé, acerqué, noté, qué bueno, indicó, llegué, ordenó, tocó, revisé.
-No lleva tilde la palabra “solo”.
-Al finalizar el diálogo colocar el punto aparte sin raya de diálogo. Por ejemplo:
—Este es el poder de los reyes, la riqueza absoluta, el placer de la carne, la victoria sobre la muerte. Todo es tuyo, sólo bebe—.
Debe ser:
—Este es el poder de los reyes, la riqueza absoluta, el placer de la carne, la victoria sobre la muerte. Todo es tuyo, solo bebe.
Saludos, un abrazo. Sigue escribiendo y deleitándonos con muuuuucha fantasía.
Hola Nidama de Isthar:
Primero de todo muchas gracias por pasarte a comentar por mi relato, tus aportaciones me servirán para futuros relatos.
En cuanto al tuyo, he de decirte que me ha encantado. No he podido parar de leer desde la primera palabra hasta la última.
El tema me parece original y muy imaginativo y aunque he notado la ausencia de tildes comentada por los compañeros en los anteriores comentarios, esto no me ha sacado en absoluto del relato.
No puedo más que felicitarte por el trabajo realizado este mes porque me ha encantado.
¡Felicidades!
Hola Nidhama.
Me encantó tu relato, un derroche de fantasìa, con una vuelta a un sueño con elementos del mismo.
Tienes que tener en cuenta, ademàs del uso de las tildes, el de las comas. Has omitido gran cantidad. Puede ser por el apuro.
Te señalo una de esas omisiones para que te pueda servir de guía: Soy un mago Alexis, pero un hombre perverso se robó mi varita y me encerró en el sombrero. Así como lo has escrito, pensè que Alexis era el tipo de identificar al mago con la extraña forma de que coincida con un nombre en otro idioma (el nuestro). Si, como luego,seguì leyendo, Alexis es el nombre del personaje, entonces aquì necesitas una coma: Soy un mago, Alexis. Un hombre perverso se robó mi varita y me encerró en el sombrero.
Fíjate que aquì te puse la coma y a continuaciòn un punto ya que luego pasas a hablar del hombre que le quitó la varita.
No desesperes, es cuestiòn de práctica.
Realmente, vuelvo a felicitarte por la imaginaciòn que posees.
Hasta la pròxima propuesta
Hola Nidama de Isthar
Me ha parecido muy bonito tu relato de magia y aventuras. Empezando por la aparición del hombrecillo pequeño en el acto de ponerse el sombrero, porque me ha parecido muy mágico y muy arquetípico. Aunque me ha seguido gustando todo, porque está muy bien ambientado, la prosa es afilada y la historia está llena de sorpresas fantásticas, y otras que no lo son tanto, pero que no por ello cuentan menos. Te animo a que sigas escribiendo, lo haces muy bien.
La historia me parece de fantasía juvenil. Y aunque es un género en el que estoy poco cultivado, creo que por su calidad va más allá del género, es lo que le ocurre a cualquier literatura que así se quiere llamar, no depende de su nicho ecológico, sino de su textura esencial. Quiero decir, es un buen relato, porque está bien imaginado, y porque está bien escrito. Con esas dos razones ya lo tienes. Enhorabuena.
Hola Nidama, un relato muy original. Si bien es cierto que hay que pulirlo y revisarlo la esencia que destila es magnífica. Un saludo.